Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 26 de diciembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

La Azotea
PUBLICADO EN "DIARIO CÓRDOBA" el día 26 de Diciembre 2013



DOS AÑOS Y CIEN DÍAS



La coincidencia en el tiempo de dos celebraciones distintas pero seguramente cercanas y que desgraciadamente condicionan más de lo que deseamos nuestra vida cotidiana, me lleva a considerar ambas en sus identidades y consecuencias, aun cuando el título parezca más bien el resultado de una condena. A lo peor es así, aunque todavía no exista veredicto de tribunal alguno, sino más bien la osadía del comentarista inquieto. Naturalmente me refiero a los dos años de marianismo de rostro inesperado y a los cien días de susanismo violeta. Ambos evanescentes, ambos encontrados en el camino de ida y vuelta.


El marianismo vuelve derrotado en la mitad justo de su batalla, avieso y demacrado tras conocer de cerca un Estado como el Leviatán, el monstruo marino de que nos habla la Biblia en el Libro de Job, pero en su desmesura, en su gigantismo de plastilina. Un macroestado, ingobernable donde sus atributos no se corresponden a los fines para los que ha sido forjado hace siglos.
Y es que parece que el pacto se rompe, porque no se respetan los derechos de los que Tomás Hobbes, precisamente en su Leviatán decía que el soberano no puede renunciar o dejar de ejercer. Es decir, el fraccionamiento del poder y la quiebra del principio indivisible de la soberanía. Toda hendedura abierta en su poder unitario está llamada a provocar su ruina, son sus prudentes palabras. Pero aún más, porque ofrece una buena fórmula al "officium" del gobernante. Primero, velar porque no disminuya su poder soberano y en segundo lugar, garantizar la paz civil y el bienestar general del pueblo. Si liberación y disciplina social siempre fueron los ejes de la modernidad, Hobbes estaba situado en su umbral.

Y Rajoy y su marianismo ¿qué hicieron por el bienestar general del pueblo? Pues estamos en presencia de liberales venidos a menos, con complejo de herederos históricos del autoritarismo, titubeantes, descreídos, olvidando lo que Roosevelt sentenció con acierto, que un hombre no vale nada si no profesa ardiente devoción a un ideal. Pero ya ven, vuelve y aún desconocemos cuál es el ideal del marianismo. No puede ser prometer y negar, decir una cosa y la contraria y querer llevar razón en ambas circunstancias. No puede permanecer abierta la herencia de entonces y la del zapaterismo de ayer. No se puede renegar de la perversión y la corrupción y disfrazar ambas de ambigüedad. Les quedan dos años para ser ellos mismos o perecer, porque a la inversa, lo que no es útil para la colmena, no es útil para la abeja, que decía Marco Aurelio.

¿Y Susana? ¿Qué pasa con los Cien Días de Susana? Pues Susana va, sonriente, feliz, es chica de barrio, sencilla, cercana a su pueblo por el que quiere hacer cosas, muchas cosas. Camina disfrazada de Violeta, entre Peter Pan y Zapatero. Es mujer joven que seguramente en dos tardes alguien rellenará sus carencias, aunque Einstein aseguraba que la imaginación es más importante que el conocimiento. Mientras, baño de pueblo cercano y generoso. Y cuando nadie lo espere, pues a convocar elecciones que la consolide en el poder de sus antepasados, tras arrasar a una oposición que ni está ni se le espera. Es verdad que lleva demasiados años viviendo del presupuesto y varios en la sombra del malgobierno Griñán. Y su partido, más de treinta como dueño y señor de esta tierra. Pero no importa porque un enorme aparato mediático casi ha conseguido configurar el nuevo mito. Ahí tienen el Gobierno, asamblea de mediocres e insulsos funcionarios del partido, sus hombres de negro, para contrastar el resplandor fulgurante de la nueva estrella.
En Cien Días no pudo explicar en qué consiste la nueva etapa; ni el furor en su manera de ser implacable contra la corrupción; ni el "no podemos seguir con el paro insoportable"; o lo que pueda entender por "poner en valor las corporaciones locales". O simplemente la fórmula para "recuperar la confianza de la ciudadanía" o el inquietante "debemos ir a un nuevo modelo productivo" o el esperanzado "debemos reconocer errores". Así pues seguimos sin saber en qué consiste el cambio nuevo. Solo frases más o menos bellas o grandilocuentes, más o menos sinceras, más o menos pegadizas, pero siempre prefabricadas, siempre vacías. Seguramente es consciente de que sembrar ilusiones puede traer recoger sufrimientos. Máxime, al conocer que la lucha es interior, con los suyos, con sus socios que quieren arrastrarla hacia un modelo de autoritarismo, pobreza y marginación. De manera que una va y otro viene. Nosotros solo constatamos que suman 830 días. Pues eso.

sábado, 21 de diciembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó


La Azotea 


ESTADO DE CORRUPCIÓN
21 de Diciembre 2013



Ya hemos traspasado los límites del Estado en su versión doctrinaria y constitucionalista. Venimos desde el Estado orgánico y representativo, concebido en la Ley Orgánica de 1967- que institucionaliza el Estado Nacional, como dice su Preámbulo - al Estado Social y Democrático y de Derecho y etc. de 1978. Recorrido que desde aquélla fecha, 46 años después, nos conduce al Estado en corrupción del glorioso final de 2013. Ítem para tratar de ocultar en el rincón oscuro de la historia, de la peor historia de España.

La imputación de Santiago Herrero, patrón del  empresariado andaluz junto a su cúpula, por una presunta estafa en VPO, cuando su correligionario de la patronal CEOE lleva un año en prisión; el registro de la sede del Partido gobernante por fuerzas policiales que permanecen en el inmueble 14 horas; el registro por la Guardia Civil de varias sedes y empresas de UGT o la definitiva imputación de dos exPresidentes y cinco exCosejeros de sus gobiernos pitiminí y para qué seguir, es que rebasa la frontera de la dignidad nacional. Se siente estremecer el alma, se desgarra la sensibilidad, cuando se asiste a este incesante espectáculo de desvergüenza generalizada, institucionalizada, ahogadiza y casi impune que nos han preparado unas élites de patanes, que jamás debieron instalarse en la dirección de la Nación.

Porque ahora la “revolución desde arriba” que proponía Maura viene en forma de detritus institucional, enfangando la vida social; empobreciendo a grandes masas de población; expulsando a los más jóvenes hacia el exterior en busca de una vida más digna y mejor; condenando al desempleo a millones de inocentes que caen en la desesperanza y la marginación; imposibilitando la recuperación económica; degradando el prestigio de la Nación ante el mundo culto, desarrollado y democrático; igualándonos por abajo en la zafiedad y la incultura. Y todo ello por permitir, consentir y defender una clase política inculta, miserable y trincona, solo pendiente de sus intereses personales, ni tan siquiera de clase. Una oligarquía política que elaboró un ordenamiento jurídico a su medida, blando, permeable, interpretable, relativista, adaptable, orientado hacia la razón de Estado. Del Estado corrupto, naturalmente.

Así, desde la Jefatura del Estado que ya se tambalea hasta con muletas; al Tribunal Constitucional, que de antemano se conoce el sentido de sus “sentencias interpretativas”; al Consejo General del Control Judicial, como institución inútil y carísima, laboratorio de la partitocracia o las Autonomías en deriva degradante de despilfarro y miles de entes, empresas públicas y comisiones de control. Todo ello ha logrado sustituir las clases ociosas de siglos pasados por ocios más lucrativos y activos en el pillaje del Estado.

Al final y sin querer profundizar más en este circo humillante, debemos acordarnos de Von Mises, cuando aseguraba que la corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública. Claro, porque democracia es control, es confianza en los gobernantes, pero en vigilancia. Es un dato constatable a lo largo de la historia: a más corrupción más legislación. O como diría Tocqueville, el momento más peligroso para un mal gobierno es cuando comienza a hacer reformas. En nuestro caso en éste y los anteriores Gobiernos. Cuando comienza un despojo incesante de las clases medias, masas neutras como las denominaba el citado Maura, que en todo este lamentable proceso muestran su indiferencia al ambiente corrupto, sería necesario explicar, como entonces hizo el ilustre reformista, la necesidad de descuajar el caciquismo que nuevamente nos dirige y romper la costra con que de nuevo la España oficial asfixia la España real.

Si acaso, nuestro homenaje a los pocos jueces que en solitario, defienden con valentía el Estado de Derecho y Democrático. Ojalá duren, algunos se lo agradecemos, seguro que la Historia también.       

martes, 17 de diciembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó


LA AZOTEA

LOS CIEN DIAS DE SUSANA
17 de Diciembre 2013

Existe una primera versión sobre el origen de los llamados “cien días” de gobierno, que en la opinión pública se suele conceder a los gobernantes cuando acceden al poder tras unas elecciones. Esa primera versión es de naturaleza histórica y refiere el periodo de tiempo vivido por Francia y que transcurre entre marzo y junio de 1815. Es decir, los cien días empleados por Napoleón para apuntalar su Imperio desde el regreso de Elba y la restauración de Luis XVIII, tras el desastre de Waterloo.

Pero hay otro antecedente más reciente y que quizá resulte más cercano por la similitud que pueda encontrarse entre dos sociedades sumidas en la depresión económica y el esfuerzo de sus gobernantes por propiciar y liderar un cambio de rumbo. Me refiero, naturalmente salvando las enormes diferencias y circunstancias, entre el pueblo norteamericano, tras la Gran Depresión de los años treinta y la permanencia en la depresión social y económica de Andalucía, en términos relativos, en los últimos treinta años de su historia.

De manera que el enorme Presidente FD Roosevelt, accede a la Presidencia de su entonces caótico país, en marzo de 1933, sumido en una gigantesca crisis económica, de valores y de sistema, para diseñar hasta junio del mismo año, una gran revolución condensada en el New Deal. El eslogan que supo aglutinar al pueblo norteamericano, quizá pueda resumirse en su famosa frase “solo debemos tener miedo del propio miedo”.     

¿Cual es nuestro miedo en Andalucía? ¿Lo perderemos alguna vez, aunque no sepamos definirlo? ¿Por qué esta tierra hermosa, rica y variada lleva siglos de fatalismo existencial? ¿Alguna vez alguien será capaz de señalar la ruta hacia la libertad de todos los andaluces? Me refiero a la libertad auténtica, a la ausencia de presión interna o externa que condicione el comportamiento. Esa libertad es la auténtica base para alcanzar la autodeterminación. Los regímenes autoritarios, no digamos los totalitarios, eximen de responsabilidad al individuo, porque la asume el Estado. Estafa que deriva en un arrebato no solo de la libertad sino también de la responsabilidad.

¿Y Susana? ¿Qué pasa con los Cien Días de Susana?, que salvando nuevamente las enormes diferencias está más cerca de CarterZapatero que de Roosevelt. Pues continuo opinando lo que malévolamente decía no hace mucho. Aseada, sonriente y feliz. Ella es mujer, joven, aunque no suficientemente preparada, a la espera de que en dos tardes le rellenen las carencias. Mientras, pues baño de pueblo cercano y generoso. Y que su enorme aparato mediático termine de configurar el nuevo mito. Y casi lo está consiguiendo. Si el Gobierno es una asamblea de mediocres e insulsos funcionarios del Partido, sus hombres de negro, no importa si así resplandece con más fulgor, si cabe, la estrella.

Claro en estas condiciones no tiene sentido lo de los Cien Días. Ni ella ha vuelto de Elba, sino de la calle San Vicente de Sevilla, ni tiene la grandeza de Napoleón o el coraje de Roosevelt. Es simplemente una chica de barrio, sencilla, cercana a su pueblo por el que quiere hacer cosas, muchas cosas. Pero ojo porque lleva demasiados años viviendo del presupuesto y varios en la sombra del malgobierno Griñán. Y además, su Partido lleva más de treinta como dueño y señor de esta tierra.  

En estos Cien Dias no pudo explicar en qué consiste la nueva etapa; ni el furor en su manera de ser implacable contra la corrupción; ni el “no podemos seguir con el paro insoportable”; o lo que pueda entender por “poner en valor las corporaciones locales”. O simplemente la fórmula para “recuperar la confianza de la ciudadanía” o el inquietante “debemos ir a un nuevo modelo productivo” o el esperanzado “debemos reconocer errores”. Así pues seguimos sin saber en que consiste el nuevo cambio. Solo frases más o menos bellas o grandilocuentes, más o menos sinceras, más o menos pegadizas, pero siempre prefabricadas, siempre vacías. No habla de la corrupción, pero sí repite que “hay que ser implacables” contra ella. Pero siguen las subvenciones clientelistas y a sus hermanos de UGT. Se respeta la Justicia pero el ataque continuo a la Juez Alaya, ahora extendido a la Intervención General del Estado, repugna.

Insistir en un nuevo modelo productivo y preparar un nuevo impuesto a las grandes superficies o a los depósitos bancarios, o el Banco de Tierras o el Banco público de Crédito o la introducción de “cláusulas sociales” en los contratos públicos, suena a chavismo bolivariano. O la bobada de exigir declaración de renta a las “pareja” de los altos cargos, como lucha contra la corrupción, pues de risa. Es como decir que se intensificará la lucha contra el fraude fiscal, tras desmantelar la Administración Tributaria, como irresponsablemente se ha hecho. O la lucha a favor de la transparencia, intentando publicar el orden del día de los Consejos de Gobierno, verdaderamente chusco.

Para qué seguir. Porque Andalucía lo que necesita es un sistema que la aleje del 37% de paro, el más alto de la UE-25, logrando aumentar su PIB que desde 2009 ha descendido un 5,8% y un 8% si lo medimos en su distribución per cápita. Reducir el desmesurado número de empleados públicos, 500.000, el más alto de España. Recomponer el tejido industrial regional, ahora un desierto, representando solo el 12% sobre el VAB, cinco puntos por debajo del medido para España, a pesar que desde 1970 ha descendido a la mitad.  

Estos, como el PRI o la revolución soviética, no necesitan cien días sino setenta años, para volver a empezar. En Andalucía seguimos de parto, es que viene atravesado. Pues eso.

 

sábado, 14 de diciembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó


LA AZOTEA

GOLPE AL ESTADO
14 de Diciembre 2013

Ciertamente este comentario también se podría titular “Golpe de Estado”, porque mi pretensión es expresar la escasa diferencia que lo separa del disparate catalán, salvo que la pretensión de su Gobierno no supone un cambio radical y profundo de la estructura del Estado español, sino una modificación bien planificada y diferida en el tiempo. Son treinta y cinco años de transición y consenso mientras se prepara el golpe del nacionalismo catalanista al Estado. Quizá no han llegado a la “técnica del golpe de Estado” que describía K.E. Suckent, Curzio Malaparte, pero sí han ejercido presión sistemáticamente insoportable, una extorsión ilegítima sobre los Gobiernos de la Nación y sus representantes democráticamente elegidos. Han anunciado un golpe tácito y burlado la Constitución, encabezando la rebelión el propio representante del Estado, que prometió respetarla y hacerla cumplir. Han establecido estructuras estatales propias y buscado el apoyo de la población, preludio de motín generalizado. El resultado, estará también diferido en el tiempo y las consecuencias sin duda desplegarán sus nefastos efectos en futuro no tan lejano.

Durante estos largos años hemos comprobado como una Constitución inacabada y ambigua y una estúpida política de buenismo institucional ha permitido una escuela al servicio del adoctrinamiento ideológico. Como, el odio a lo español va parejo al enaltecimiento de lo catalán vehiculado a través del idioma, inyectando en dos generaciones una versión de la historia que no resiste el mínimo análisis científico. Como se ha engrandecido la diferencia con lo español hasta la distorsión, con rastros preocupantes de nazismo, naturalmente imperialista. Pero también, como un grandioso y carísimo aparato de propaganda – más de 70 libros sobre independentismo se publicaron estos últimos años – se ha servido de intelectuales orgánicos bien refugiados en el presupuesto y desde luego de la casi totalidad de los medios de comunicación, engrasados generosamente para rendirse al servilismo y ser puestos al servicio de la causa nacionalista radical.

Soy consciente que todo esto coincide no casualmente, con un Estado muy débil, dedicado casi en exclusiva a salir del abismo económico y la pobreza, dentro de una Europa declinante que espera la caída francesa, la huída británica y alemana, esta última seguramente a disputar su influencia con Rusia imparable – si consigue incorporarse definitivamente a la libertad – en los pequeños Estados nórdicos y centroeuropeos. Con Dawson, quizá nos quede solo la esperanza de que su pérdida de poder no equivalga a la de conocimiento y su fuerza intelectual y espiritual continúe su influencia en el mundo.

Pero mientras, asistiremos perplejos e impotentes a que la cuestión catalana, seguida de la vasca a la espera, enfrente a las familias y la sociedad completa, incluida la española y sus instituciones, impidiendo salir de la crisis por la incertidumbre existente, la falta de confianza y la seguridad jurídica necesaria para no perder el prestigio ante los inversores y el capital extranjero. Una tragedia en ciernes. La famosa pregunta de decidir la independencia ya está presentada en sociedad por estos peligrosos y mediocres políticos. Y es prueba del nivel intelectual que suponen a los ciudadanos que pretenden liberar y liderar. Es un juego torpe de combinaciones infantiles de sísí – como la Emperatriz – nono, sino, nosí. Una estupidez impropia de quien cobra y vive de los presupuestos y en consecuencia del esfuerzo trabajoso de los demás.

Miren, los Estados cuya existencia presupone el Derecho Internacional Público se llaman Estados independientes o soberanos y son los dotados de personalidad jurídica internacional. Desde Bodino que designaba la índole de los Estados independientes con el término de soberanía estatal (summa potestas) hasta Vattel que lo expresa como “toda nación que se gobierna así misma, sin dependencia de ninguna extranjera”. De manera que menos retorcimientos y vaciedades. Seguramente con la primera de las necias preguntas miran de reojo a la Confederación de Estados. Un disparate que no sostiene ni la realidad actual - como resulta del ejemplo esencial de USA - ni la doctrina. Como dice Joseba Arregui, la Confederación conduce a la unión federal, pues ya ven.

No aciertan más que en la intriga y en el trinque del Estado. La deuda catalana ya está en cerca de 55.000 millones de euros. Claro, que ahí está Montoro y su FLA para ayudarles a pasar sus penas, es decir, las nuestras.

 

jueves, 12 de diciembre de 2013

La opinión de Javier Pipó


La Azotea 



Publicado hoy en el "Diario Córdoba" 
12 de Diciembre 2013


EL BIENIO ESTANCADO



El día 21 de este mes de diciembre se cumplen dos años desde la constitución del Gobierno Rajoy, tras ganar brillantemente las elecciones con más del 44,5% de los votos y el 53% de los escaños. Un resultado que seguramente resultará irrepetible, aún cuando Ortega, con la ingenuidad del sabio, afirmaba que la forma que en política ha representado la más alta voluntad de convivencia es la democracia liberal. Nuestro pensador nunca hubiera podido imaginar que 58 años después de su muerte y tras 35 de democracia que no llegó a gozar, un partido etiquetado como liberal conservador enlazado con homólogos europeos, que junto a la socialdemocracia lograron el mayor oasis de paz y libertad del mundo, traicionaría descaradamente tan hermoso soporte ideológico. Es más, creo con pesadumbre que carece de ideología, que sus ideas sirven de hoy para mañana si son útiles a los intereses de la minoría dirigente, si producen beneficios.

Ciertamente heredaron una España profundamente dividida, arruinada, sin esperanza, sujeta a la lomera del caballo suicida de la corrupción, hundida en un relativismo estúpido, en un nihilismo inculto y pasivo. Y no deseo hacer recaer la fatalidad solo en los años negros del zapaterismo. La incógnita de la nación española viene de más atrás. Parece como si cada centuria de vida española determinase una profunda depresión colectiva. Pero siempre se confía en la generación que, con arrojo, impulse el volantazo a la historia no escrita y alumbre horizontes de esperanza y regeneración.

Eso podría haber correspondido al liberalismo conservador tras el fracaso socialdemócrata y sus casi nueve millones de votos, presa de su incoherencia ideológica, de su hundimiento ético y de su evanescente creencia de que las democracias se sustentan en los liderazgos y no en instituciones.

Así, entre los unos y los otros tienen estancada la vida española treinta y cinco años, a pesar de que los ciudadanos les dieron el 73% de los votos y casi el 85% de los escaños en estas últimas elecciones. Proceso electoral dramático y decisivo, al coincidir con una crisis económica de dimensiones desconocidas, gigantescas, que devasta el tejido social construido con el esfuerzo y sacrificio de las generaciones anteriores. Que adelgaza con tajos profundos la estructura de clases medias que desde hace 50 años da estabilidad y seguridad a la continuidad del sistema. Que propaga de forma virulenta la tragedia de la corrupción, minando la credibilidad de las instituciones. Que pone en evidencia la debilidad del Estado frente a los nacionalismos y frente a los diecisiete territorios que hacen de aquél una máquina de endeudamiento intergeneracional y de ineficacia como nación.

Pero a estos conservadores nada parece interesar más allá de la cuenta de resultados. Ingenuamente se puede preguntar si tenían algún plan o resultaba imposible conocer la realidad desde la oposición. O si comparecer ante la opinión pública electoral con un programa e incumplirlo no supone romper unilateralmente un contrato social sagrado. O si creen suficiente para justificar su presencia en la historia de España, intentar resolver los problemas económicos, porque los éticos pertenecen a la esfera individual. Seguramente piensan que el regeneracionismo necesario para hacer posible una vida digna, pertenece a otra generación.

Sin duda, los graves problemas económicos de España tienen carácter endógeno, con origen en la pérdida de valores, producto de una educación al servicio de la ideología; en la destrucción de códigos de conducta que aplaude una masa desnortada; en el relativismo del pensamiento de tanto intelectual de nómina; en la cortedad de los horizontes de futuro no más allá de los límites de una región; en la falta de grandeza y patriotismo de los dirigentes.

Si el conservadurismo liberal y la socialdemocracia no se coaligan generosamente, para reformar el Estado y sacar España de la crisis regenerándola, se volverá a perder el tren de la historia. Parafraseando a Franklin Delano Roosevelt, una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia.

martes, 3 de diciembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA



EL CONSEJO GENERAL DEL CONTROL JUDICIAL
3 de Diciembre 2013

Desde 1985 se viene perpetrando cada cinco años, en cada renovación del Consejo General del Poder Judicial, una nueva violación “legal” de la Constitución. Y además, con insolente alegría de los que han cocinado el grave desaguisado de su órgano de gobierno neutralizado y celebran el haber acordado la sumisión del Consejo a la voluntad de los partidos políticos, de todos los partidos políticos.

No requiere la cuestión un profundo análisis, ni lo pretendo. Porque partiendo de la idea central de que el poder judicial pertenece a cada juez en el ejercicio de su función jurisdiccional, si es independiente, ha de mantener la dignidad de aquella frente al poder político, incluido el ejecutivo o los ejecutivos en el caso de España. Es la base y el fundamento de un Estado de Democrático y de Derecho, sometido solo al imperio de la ley. Pero el órgano de gobierno de los jueces ejerce gran presión sobre ellos al tener competencias disciplinarias o repartir nombramientos de magistrados para el Tribunal Supremo, Presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia de las CC.AA. o de las Audiencias Provinciales. 

La Constitución establece en su artículo 122.3 que el CGPJ estará integrado por veinte miembros de los que doce serán nombrados por el Rey entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca una ley orgánica. Los otros ocho serán propuestos a razón de cuatro por el Congreso de los Diputados y otros cuatro por el Senado por mayoría de tres quintos, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia. Pues bien, la ley de desarrollo fue la LO 1/1980 y en ella se consideraba que la elección de los vocales de origen no parlamentario, los doce Jueces y Magistrados de “todas las categorías judiciales” fueran por ellos elegidos a razón de tres provenientes del Tribunal Supremo y los otros nueve – seis magistrados y tres jueces – elegidos mediante un sistema electoral mayoritario de voto limitado, en base a listas completas pero abiertas y circunscripción única. Para prevenir el corporativismo profesional, tan persistente en la vida española – véase la profesión periodística y el cierre de la TV valenciana – la Constitución estable la extracción parlamentaria de los otros ocho entre juristas de reconocido prestigio, en muchas ocasiones  mejorable.

El sistema funcionó razonablemente bien y para nada combatido desde la opinión política. Pero claro, el PSOE – es decir, la ideologizada y hermana asociación Jueces para la Democracia -  no lograba suficiente representación, que sí lograba la Asociación Profesional de la Magistratura, más cercana al PP, o sencillamente los no afiliados e independientes. En consecuencia se inicia la deslegitimación del sistema con argumentos demagógicos y populistas. Y se aprueba en el Parlamento – tras una argucia denominada enmienda Bandrés- la Ley Orgánica 6/1985, que representa el reparto del Consejo mediante el “sistema de cuotas” partidarias. Todos designados por las Cortes, diez por cada una de las Cámaras, doce entre jueces y magistrados y ocho juristas. Este espectacular cambio o retroceso en el ámbito de una Justicia independiente, es susceptible de empeorar y de ello se encarga el Tribunal Constitucional, tan politizado como el Consejo. Dicta dos Sentencias al respecto, las números 45 y 108 del año 1986.

Haciendo referencia solo al número 108, el Tribunal en un alarde de perspicacia y sagacidad y evitando pronunciarse claramente sobre la constitucionalidad o no de la Ley, es capaz de sentenciar perlas como “declarar” constitucional los dos sistemas de elección de los Vocales del Consejo. Y además, “aconsejar” sustituir la regulación establecida en la Ley de 1985, porque “existe el riesgo de que las Cámaras a la hora de efectuar las propuestas, atiendan sólo a la división de fuerzas existentes en su propio seno y distribuyan los puestos en proporción a la fuerza parlamentaria de éstos”. Es imposible bobada jurídica de mayor tamaño, incompatible con sus altísimos sueldos y prebendas. Muestro mi convencimiento de que un Juez de Paz, en cualquier rincón de España, habría tenido un papel más lucido y valiente.

Los desaguisados continúan a pesar de las sucesivas reformas de 2001, 2002 y la última de 2013.
¿Y que se debe concluir y lamentar? Pues el nuevo y gravísimo incumplimiento del Partido Popular que prometió una reforma en el sentido de la primera Ley de 1980 y nuevamente se puso de lado en lo que atañe a la regeneración de la democracia.

Sin duda Tocqueville siempre acertó en la sencillez y profundidad de sus conocimientos: “La Constitución puede variar, pero en tanto exista es el origen de todos los poderes”. Pues eso.       

 

domingo, 1 de diciembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA

LA CHUSCA DIMISIÓN

1 de Diciembre 2013


La dimisión del tal Fernández en la dirección de UGT/ANDALUCIA ha resuelto un episodio chusco en su génesis y desenlace.Puesto de manifiesto el enjuague total por la prensa libre – si elementos como este llegan a gobernar silenciarán de inmediato la prensa no adicta – intentaron no sólo negar el latrocinio, sino aceptar posteriormente haber cometido errores inocentes con argumentos infantiloides, para terminar argumentando sobre una conspiración capitalista/mediática y de la derecha extrema.

Ciertamente, el nombramiento del tal Fernández no hace siete meses, para sustituir al oscuro y correoso Pastrana, ha supuesto un paso más en el desprestigio de ésta organización sindical y del sindicalismo en general. Parece que estos sindicalistas de tres al cuarto, creyeron que la representación social ostentada suponía patente de corso para desvalijar las arcas de la Junta, muy mermadas por una legión de timadores y piratas que la saquean con sistemática profesionalidad desde hace demasiados años en la más completa impunidad.

Aquí, la pregunta que surge desde el menos curioso de los observadores, es el papel desvergonzado que en la persecución del saqueo está teniendo la inútil y carísima Cámara de Cuentas y la despampanante y vacía Fiscalía Anticorrupción. Una democracia deambulando permanentemente en el filo de la navaja, no debe soportar que sus Instituciones se hayan convertido en penosas agencias de colocación de amigos y parientes de la corrupta clase política. Una oligarquía que toma el poder, para vivir opulentamente a costa del trabajo de la mayoría, sin importarles el presente de penas y carencias y privándoles hasta del derecho a la esperanza de futuro.

Para nada confío en la regeneración de la central sindical tras la dimisión forzada de su jefe, ni en el buen hacer de quién le sustituya. Seguro pertenecerá a la minoría dirigente actual y en consecuencia conocerá y habrá participado en decisiones más propias de robaperas que de líderes sociales con un mínimo de pudor, dignidad y ética. Simplemente, se buscarán nuevos métodos de holgazanería dañina. La regeneración será posible en la medida que lo haga el sistema democrático en su conjunto, del que la UGT no pasa de ser una pieza más, eso sí, anticuada, reaccionaria y lesiva a los intereses de los trabajadores y la Nación española. Pero el sindicato debe ser consciente que su conducta, que ojalá sea reprochada pronto por la justicia – esa que desprecian e insultan - y la opinión pública, supone una traición al movimiento obrero y a cuantos trabajadores confían en quien ha hecho de la defensa de sus intereses una forma noble de existencia.

viernes, 29 de noviembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA

Artículo publicado en el Diario "CÓRDOBA"


REPENSAR EL ESTADO O DESTRUIRLO 




No me parece especialmente llamativo por débil, el debate sobre la modificación constitucional que derive en Estado estructuralmente diferente. Y debería serlo urgentemente. Soy de los que creen en opiniones públicas influyentes como característica de la viveza creativa y de avance de las sociedades democráticas y en consecuencia libres.
Además, aun cuando casi nadie duda objetivamente sobre una cierta recuperación económica, a pesar del Gobierno y también de la oposición que antes fue Gobierno irresponsable, es puro voluntarismo creer que la actual estructura estatal puede permitir un desarrollo mantenido. La causa Estado, produce el efecto devastador de su insostenibilidad. Ya ven, las CCAA vuelven a crecer cerca del 2%, por encima del PIB y deben a la banca más de 8.500 millones de euros, siendo los principales morosos de la estructura económica nacional. Diseñar y definir un Estado viable y duradero es tarea difícil, compleja, nada dogmática, muy amalgamada de criterios jurídicos, históricos, económicos, incluso de psicología social. Debería estar vedada a políticos aficionados y a profesionales de la política, que con prisas e improvisación pueden intentar salvar su presente sin que nada les preocupe el futuro colectivo.

Pero los líderes divagan y aplazan el tema, porque carecen de visión de Estado. Rajoy proclama que no consentirá tocar la soberanía, ni los artículos 1 y 2 de la Constitución. Y no es esa en absoluto la cuestión. Con cierta displicencia no quiere entrar en el debate. Y a Rubalcaba le preocupa más su liderazgo que el Estado. En la reciente conferencia política, ni se mencionó la territorial, a pesar de los cientos de páginas documentadas. Remiten a la de Granada. Es la yenka permanente. Por eso la opinión de sólidos pensadores, capaces de crear escuela donde se elabora y escribe doctrina sobre Derecho público con sencillez y rigor, como es el caso del profesor Muñoz Machado, hace más atractivo acercarse y reflexionar sobre el presente y el destino de la Nación española. Con concisión relata en su Informa sobre España , ahora galardonado pero publicado hace un año, cómo le mueve no tanto el simple interés intelectual del especialista, como la "congoja del ciudadano". Así, partiendo del manifiesto deterioro de las instituciones públicas, recorre en once capítulos la gigantesca crisis constitucional que nos aflige, peor que la económica.
 
Siendo jurista de altísimo nivel, utiliza frases contundentes pero muy expresivas: "El Título VIII de la CE es un desastre sin paliativos, un complejo de normas muy defectuosas técnicamente que se juntaron en dicho texto sin mediar ningún estudio previo sobre las consecuencias de su aplicación". Una de ellas, creo, el asistir atónitos al asalto al poder de la clase política, ayudados seguramente por el "principio dispositivo". Principio cardinal y seguramente la más singular característica de la CE, inspirado en la de 1931. Novedad en el Derecho Constitucional, mediante el cual se desconstitucionalizan parcialmente los poderes de autoorganización territorial, ubicándolos en los territorios que se constituyeran como Comunidades o, mejor dicho, que ya venían actuando como "preautonomías". Con ello se consigue una organización abierta, en permanente definición, en permanente discusión. Y nadie se atrevió a neutralizarlo, ni la Loapa desgraciadamente fracasada para regocijo de muchos.

Pero lo aún peor. El vendaval iniciado en 2006, la segunda oleada del proceso estatuyente, transforma el principio dispositivo en principio de autodeterminación. Ahora en la mente de los nacionalistas vascos y catalanes, pero por iguales razones lo podría estar --y seguramente lo estaría si no se remedia-- en la de gallegos, canarios, navarros, valencianos o de las Islas Baleares. Es decir, que aquel innecesario, reaccionario, lamentable y zapateril debate sobre las reformas estatutarias, ha conducido al inconcluso y seguramente dramático, sobre la reforma de la Constitución.

Y en ello estamos, circulando entre la vuelta al centralismo, que nadie se atrevería ni a plantear, la devolución de determinadas competencias a la Administración central, que supondría una solución provisional por su tensión permanente centrifugadora y la solución federalista, de más consistencia y preservadora de la unidad nacional. Sin duda, con Muñoz Machado, es hora de repensar el Estado o destruirlo.

lunes, 25 de noviembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


LA CAPITULACIÓN DE GRANADA
25 de Noviembre 2013




Ahora justamente se cumplen 522 años del importante Tratado de Granada, conocido así mismo como Capitulación de Granada, que fijó las condiciones de la rendición de los nazaríes a los Reyes cristianos, poniendo fin a la dominación musulmana de Al-Ándalus, que había durado casi ochocientos años.

La historia casi siempre se puede actualizar para concluir paralelismos o enmarcar realidades en hechos del pasado que nos enseñan y condicionan. Cuando los gerifaltes del socialismo andaluz propusieron Granada para celebrar su Congreso extraordinario, seguramente no pensaron en esa hermosa ciudad como inicio de una nueva reconquista, esta vez de sur a norte, ni en las tribulaciones del último rey nazarí Boabdil, cuando fue despojado del poder de su próspero reino, oasis esplendoroso en una Europa hundida en la ruina del siglo XIV. Dice la dulce leyenda que fue Aixa, la Honesta, quien recriminó a su hijo Mohammed XII, Boabdil el Chico, el Desdichado, que llorara como mujer lo que no supo defender como hombre.

Ahora es Susana Díaz, como antes Aixa, la que recrimina a Griñán el Simple, que deje de llorar lo que antes no defendió ni con ideas ni con acción. Que olvide el relevo generacional y otras bobadas similares, tan inocuas e inútiles como su etapa de Gobierno y de Partido. Que se marche a Barbaria a disfrutar de su pensión de lujo y de la impunidad que se presume de su lamentable etapa como gobernante.

La euforia del Congreso se basa en la creencia entre la base socialista, de que sus dirigentes serán capaces de enarbolar banderas de reconquista, bajo la sabia dirección de una joven y madura mujer que se ha colocado en primera fila del nuevo ejército salvador. Por eso Zapatero arengó la tropa asegurando que con Susana comienza la “recuperación”, ya ven, cuando creíamos que fue con él en España y con el simple de Griñán, en Andalucía. O las siempre sensatas y sólidas reflexiones de Elena Valenciano, cuando asegura que desde Andalucía se está “gestando el cambio”, cuando estábamos convencidos que el cambio se está gestando en Andalucía desde hace treinta años, aunque parece que se retrasa el alumbramiento. Casi tememos termine en la fábula del parto de los montes.

Miren, la fiesta de Granada no tiene motivos para la algarabía. Allí se escucharon discursos viejos, estilos caducos, expresiones nada innovadoras. La falta de imaginación destellaba  reflejos de cansancio, ausencia de ideas, desubicación ideológica, incluso en los más jóvenes, como el lumbreras y nuevo portavoz parlamentario, el insignificante Mario Jiménez. Todo muy visto, muy trillado. Así no se reconquista el Gobierno de España.

¿Y Susana? Pues aseada, sonriente, feliz. Hombre, es que no se ha puesto límite. Tras los años negros de Zapatero, cualquiera es capaz de aspirar a ocupar la Presidencia del Reino de España, incluso del Reino federal. Y ella es mujer, joven, aunque no suficientemente preparada. Pero siempre habrá alguien que en dos tardes le rellene las carencias. Además cuenta con un fenomenal aparato mediático que pone todo el empeño en crear un nuevo mito. Y casi lo está consiguiendo. Hasta ahora parece discreta, ambiciosa, maquiavélica en sentido renacentista, implacable con quien ose hacerle sombra. Por eso ha nombrado un Gobierno de oscuros, insulsos y cortos funcionarios del Partido. Parece incapaz como hemos visto, de decir en que consiste la reconquista, el cambio. Solo frases grandilocuentes, prefabricadas, vacías. No habla de la corrupción, pero sí repite que “hay que ser implacables” contra ella. Pero siguen las subvenciones clientelistas y a sus hermanos de UGT.

Ni una palabra contra el paro, aunque reconoce que tras treinta años, si se alcanza casi millón y medio de parados, “algo habrán hecho mal”. Ya ven. Ni una palabra sobre el fenomenal desastre de la educación pública. Es fácil conducir un pueblo con deficiente instrucción y sesgada información. Pero si ha dicho algo que produce erisipela en la piel de una opinión pública democrática nacional y europea: “El PSOE va a derogar todas las leyes bárbaras de Rajoy”. Y eso lo dice en presencia de Zapatero y apremiada por sus compañeros comunistas que le exigen subir impuestos, crear banco público, un “banco de tierras” y otras lindezas más cercanas a las democracias ruinosas del chándal, que a la socialdemocracia alemana. No parecía contagiada por la finura del esplendor nazarí que la albergaba.Habrá que observarla durante algún tiempo no sea que la gestación referida por Valenciano no pase del parto del ratón. Del ratón de Susanita, claro.

sábado, 16 de noviembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA



LOS PRIVILEGIADOS DE LA CRISIS (y 2)
16 de Noviembre 2013



No pretendo desde luego, hacer un recorrido por los distintos y variados sectores de la crisis y sus generosamente privilegiados. No pretendo hacer demagogia ni acercarme a posturas facilonamente populistas. Pero la crisis, como siempre en situaciones de emergencia, tiene sus privilegiados, aquéllos que resultan beneficiados u obtienen beneficios cuando la mayoría padece carencias, se mueve en la escasez o simplemente no encuentra oportunidad y cae en la desesperanza. Y fíjense, encuentro un documento oficial, con membrete del Congreso de los Diputados, que por razones puramente técnicas no puedo insertar en mi comentario y que dada la objetividad de los datos que contiene, me propongo resumir para los lectores del BLOG.

El documento se denomina RÉGIMEN ECONÓMICO Y AYUDAS DE LOS SEÑORES DIPUTADOS, dividido en cuatro epígrafes.

El primero, sobre el régimen jurídico aplicable a las asignaciones económicas y otras ayudas, que como es sabido, se fundamentan en los artículos 71,4 de la CE y en los artículos 8,1 y 2 del Reglamento del Congreso de los Diputados. En definitiva, ambos preceptos constitucionales, les viene a reconocer las asignaciones económicas, ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos, “indispensables” para cumplir “eficaz y dignamente su función”. De manera que este régimen parte de conceptos genéricos e indeterminados, que permitirán cualquier dimensión de lo indispensable, así como de la dignidad y eficacia de la función parlamentaria. Y habrá que partir inicialmente que muchos parlamentarios se ganan las gabelas o que simplemente generarían ingresos muy superiores en otros ámbitos de la actividad profesional. Pero frente a ello, muchos, seguramente mayoría, nunca jamás hubiesen conseguido medio de vida más brillante y acomodado. Algunos, nunca tuvieron trabajo previo, son mediocres y nada aportan a la Nación y sin embargo reciben demasiado de ésta.

El epígrafe segundo se refiere a las retribuciones  a percibir a partir del 1 de junio de 2010 –desconozco si han sufrido modificación – conforme al acuerdo de la Mesa del Congreso:

  • Asignación mensual constitucional idéntica para todos los Diputados: 2.814 € (redondeado). A partir de dicha cantidad, se suma
  •  El Presidente: 9.121 € (complemento y gastos) + vivienda oficial
  • Vicepresidentes: 2.928 € (iguales conceptos)
  • Secretarios: 2.440 € (iguales conceptos)
  • Portavoces: 2.667 €, gastos
  • Portavoces adjuntos: 2.087 €, gastos
  • Presidentes de Comisión: 1.431 €, gastos
  • Vicepresidentes Comisión: 1.446 €, gastos
  • Secretario de Comisión: 698 €, gastos
  • Portavoz de Comisión: 1.046 €, gastos
  • Portavoz adjunto Comisión: 698 €, gastos

El epígrafe tercero es el dedicado a sumar a las percepciones individuales, las ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos indispensables para el cumplimiento de su función.

  • Indemnizaciones: 1.824 €/mes para Diputados de circunscripción distinta a Madrid y 871 €/mes, para los de Madrid, para “gastos originados por la actividad de la Cámara”y además, exentas de tributación.
  •  Transporte: Si utiliza automóvil, justifica el kilometraje a razón de 0,25€/km, si utiliza avión, barco, tren, taxi, el CD se hace cargo del pago. Si utiliza taxi en Madrid, cuenta con tarjeta con límite anual de 3.000 €.
  • Dietas: 150 €/día en el extranjero y 120 €/día en España
  • Comunicaciones: Teléfonos móviles e IPAD, a cargo del CD
  • Despacho propio en el CD
  • Personal de confianza: Para apoyarles en el ejercicio de su función:
            - El Presidente: 8 asistentes

      - Vicepresidentes y Secretarios: 2 asistentes cada uno

      - Presidentes de Comisión: 1 asistente cada uno

      - Diputados: 205 asistentes a repartir entre los grupos parlamentarios  

 En el epígrafe cuarto se señala como el artículo 28 del RCD establece una subvención fija por grupo parlamentario y otra variable en función del número de Diputados de cada grupo. Queda así: 25.597 €/mes/grupo  y 1.645 €/mes/diputado.

Pues a esta privilegiada posición en momentos tan graves, se le debe añadir los no menores en importancia, de naturaleza jurídica como la inmunidad – tan cercana a la impunidad – la fiscal o la de percepciones privilegiadas en materia de pensiones de Seguridad Social. A estos varios cientos de privilegiados se unirán los senadores, parlamentarios autonómicos, miembros de los ejecutivos regionales, miembros de entidades autónomas, control, etc. Hasta los 145.000 censados. Son en definitiva, los privilegiados de la crisis, durante y a pesar de la crisis

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


LOS PRIVILEGIADOS DE LA CRISIS
16 de Noviembre 2013

 

Parece que la Comisión ha reprochado al Gobierno español la insuficiencia de su esfuerzo para luchar contra la crisis. Le pide que durante los tres próximos años se proceda a disminuir en 35.000 millones el gasto público. Desde luego no voy a reflexionar sobre la posición relativa de España en relación con muchos de los socios de la Unión, pero sí decir que nuestras cifras de paro, déficit y deuda resultan insoportables.

Es decir una vez más, el Estado de las Autonomías diseñado en la Constitución de 1978, resulta inviable. En consecuencia aquí la cuestión no es tanto el recorte del gasto como cortar el gasto. Naturalmente el gasto improductivo, el clientelar, el de la subvención de la holgazanería y de los especialistas en cantamañanas. Y sin duda partiendo de un hecho irrefutable. Las autonomías son irreversibles. Ya no tiene solución. Sin ir más lejos, ayer en Pozoblanco, Rodríguez Zapatero lo dejó meridianamente claro: no hay marcha atrás. Si lo sabrá él que ha sido un elemento esencial en la demolición de la Nación española. Y curiosamente lo dijo junto a Muñoz Machado en unas Jornadas de reflexión. Seguro que el muy ilustre Profesor le regalaría su famoso Informe sobre España// Repensar el Estado o Destruirlo.

Pero el Presidente Zapatero, dentro de su estilo elegante y nada agresivo en la forma – lo que se agradece – dijo algo más que no puede pasar desapercibido: durante su mandato quiso reformar la Constitución y el PP se opuso. Señor Presidente Zapatero y Señor Presidente Rajoy, esto es muy grave en su importancia y no se puede hurgar sin consecuencias, porque la opinión pública tiene derecho a saber en qué consistieron esas negociaciones.

¿En qué consistía la reforma que propuso Zapatero a Rajoy? ¿Se trataba de una reforma que atañía al artículo 168 o al 169 de la CE? ¿Por qué se opuso Rajoy? Esto es vergonzoso, porque mientras, los privilegiados de la crisis vegetan en las Instituciones y el Estado continúa su marcha atrás, dominado por sus tres Poderes que con descoordinación y en lucha suicida debaten su propia supervivencia.

 

viernes, 15 de noviembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


PUBLICADO EN LA PÁGINA 6 DE OPINIÓN DEL DIARIO CÓRDOBA, EL DÍA 15 DE NOVIEMBRE DE 2013 
 




LA CUESTIÓN NACIONALISTA


Sin duda, el prolífico politólogo Daniel J. Elazar es el mejor teórico de la estructura federal del Estado. Su acercamiento a la finalidad del federalismo no puede ser más exacta: conjugar autogobierno y gobierno compartido. Es decir, que si el federalismo es la descentralización de los poderes del Estado, los distintos entes federados gozarán de autogobierno para unos fines y de gobierno compartido para otros. Pero conservando la unidad y la diversidad del conjunto y defendiendo que el interés central del mejor federalismo, es la libertad. 

El nacionalismo, en palabras de Lord Acton, no aspira ni a la libertad ni a la prosperidad, sino que, si le es necesario, no duda en sacrificar ambas al imperativo de la construcción nacional. Pero ocurre que la construcción nacional es difícil, lenta, a veces dolorosa para pueblos y generaciones, aunque históricamente apasionante. La guerra civil norteamericana, entre otras, tuvo causa en que el Norte evitó la autodeterminación del Sur. Si estos hubiesen retenido sus derechos de autodeterminación, USA no hubiese tenido grandeza alguna. No obstante, aquí en Europa, W. Wilson y sus Catorce Puntos, los Tratados de Versalles y otras fuerzas desintegradoras, fomentaron el desorden de los nacionalismos.

Y así seguimos, en continua cesión de soberanía al supranacionalismo, en pretensiones desmesuradas, exigiendo y consiguiendo sucesivos procesos descentralizadores que ponen en solfa el estado-nación, desdibujado en formas multinacionales, poliétnicas y postnacionales. Y en España, resulta acertado el juicio de Blanco Valdés, cuando dice que los nacionalismos interiores es la cualidad diferencial, de lo que denomina el federalismo español, respecto a los demás. 

¿Y acaso vivimos inconscientemente en Estado federal? Imposible esbozar, en reflexión de esta naturaleza, la singularidad española con tantas diferencias como similitudes con el federalismo. Pero sí subrayar la imperiosa necesidad de modificar, hasta que parezca lo que parecía querer ser, la Constitución de 1978. Los voluntariosos constituyentes quisieron hacer historia, pero dejaron un texto difuso y confuso, abierto, sin diseño, discutible y por tanto discutido, donde todo fuera posible, incluso su falta de vigencia como ahora, en parte del territorio nacional. Se vivía la presión insoportable del País Vasco y Cataluña en el comienzo de sus procesos secesionistas, hoy en plena ebullición. Todo quedó en manos del TC y en revisionismo constante que lleva a una descentralización desordenada, ilimitada, en centrifugación del Estado aparentemente imparable. 

Así transitamos infatigables desde el Estado regional al federal o cuasi federal. Partimos de un modelo asimétrico y heterogéneo, donde el Senado no cumple el mandato constitucional de ser Cámara de representación territorial, seguramente por el deseo de muchos, de bilateralidad con el Estado. O no se descentraliza el poder judicial, o las comunidades gozan de amplísima capacidad de autoorganización, pero no participan directamente en la elaboración de las decisiones del Estado. Creyeron, pues, elaborar una estructura estatal definitiva y ahora, inconclusa y a punto de desmoronarse, se plantea una contraofensiva simplista: "Paz por territorios". 

Hay que afrontar decididamente la modificación constitucional, lúcidamente, sin sectarismos ideológicos, sin fantasías, porque el federalismo resulta compatible con la Monarquía y la República. Sin pretensiones de permanencia ilimitada porque lograr un modelo que perdure al menos dos generaciones, sin debates estériles ni puesta en cuestión permanente, será un éxito histórico. Después se irá adaptando a un mundo cambiante e inestable. USA, modelo depurado de federalismo, ha cambiando su Constitución 27 veces desde 1791. 

Pero no existe un federalismo como modelo, sino que presenta muchos rostros y variaciones, como bien reseña el profesor Blanco Valdés. Quizá el alemán sería el más deseable. Debe insistirse, no obstante, que el sistema de financiación condicionará siempre el ejercicio del poder del Estado y el de los entes federados y locales, midiendo el grado de descentralización y evitando la desigualdad de los ciudadanos. Resulta significativo que la conflictiva financiación se ubique en el Título VIII de la Constitución y no en el VII. Economía, presupuestación y financiación son esenciales, máxime en un Estado ruinoso con casi seis millones de parados, altísimos niveles de deuda y previsibles dificultades de financiación. El modelo de Estado, medio diseñado en la CE, está inmerso en crisis de solvencia irreversible de raíz estructural. Es un Estado inviable. El objeto del federalismo es la consecución de unidad con diversidad. Eso no es idealismo sino realidad inevitable.

sábado, 9 de noviembre de 2013

La opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


CON LA MÚSICA A OTRA PARTE
9 de Noviembre 2013



Cuando el pasado día 7 la Orquesta de Córdoba se disponía a celebrar su tercer concierto de la temporada de abono, bajo la dirección como invitado de Joost Smeets, para interpretar la Obertura de Coroliano, el Concierto para violín de Mendelssohn y la Sinfonía nº 40 de Mozart, ocurrió un hecho significativo y premonitorio. Con la Orquesta en pie, un portavoz de riguroso negro, leyó un duro comunicado sobre la situación económica angustiosa, en que se encuentra aquélla. La causa es la reducción brutal, taimada y final de la Junta de Andalucía, en la aportación a que se encuentra obligada según los términos del Consorcio firmado con el Ayuntamiento de Córdoba para el sostenimiento del conjunto musical. Así mismo hacía un llamamiento desesperado a las autoridades municipales para suplir la parte arrebatada por la Administración autonómica. Los aficionados que llenábamos el Gran Teatro, respondimos sorprendidos y perturbados, con una cerradísima ovación de solidaridad y rabia contenida.

En estos 21 años de vida, la Orquesta que inicialmente fue dirigida por el gran maestro Leo Brouwer ha desarrollado una impresionante labor cultural, con casi 60 conciertos de media al año, infinidad de discos, promoción y divulgación de la música clásica, española e iberoamericana. Nació en época de ilusión colectiva, cuando la Consejería de Cultura aún conservaba el vigor y el rigor intelectual, producto de años anteriores de duro trabajo y el entusiasmo de jóvenes políticos comprometidos en rellenar el vacío cultural andaluz, en campos tan diversos como la museística, el libro, la arqueología, la restauración monumental y su inventario, la música, la danza o la flamencología. El resultado fue espectacular y de su magnificencia pude ser testigo privilegiado. Hoy, navega sin rumbo en un mar encrespado de burocracia corrupta, sin más estética que el chándal del compañero Chávez/ Maduro.

Y digo que el hecho era significativo y premonitorio y seguramente no erraré en el diagnóstico. Significativo, en tiempo de portavoces de una realidad cotidiana que nos martillea sin piedad con datos, cifras y circunstancias muy alejadas de los discursos oficiales del poder y de las peroratas insufribles de la oposición desnortada, que se anima en Conferencias de lo mismo. Premonitorio, porque de la debacle no asoma su fin devastador. Al contrario, parece que se autoalimenta conforme pasan los meses y la Nación va perdiendo el pulso económico, hasta la planicie de una pobreza que nadie está dispuesto a vivir pero que la percibe en las cortas distancias de cada día. Es verdad que si la situación así lo exige se habrá de prescindir de lo más periférico a la supervivencia. Pero no vemos una reducción de los privilegios, de los gastos superfluos, de la vía subvencionadora de la dependencia política, del tamaño del Estado gigantesco, glotón e inútil en su estructura, de la merma terrible e inmoral de la corrupción.   

Miren, los gigantescos presupuestos de la Junta, a pesar de su reducción, pasan desde los increíbles más de 32.000 millones de euros de 2012 a los más de 29.500 millones previstos para 2014. Naturalmente culpan groseramente al Gobierno de la Nación del ahogo andaluz tras 34 años en el poder, pero contienen algunos programas de gasto que resultan insultantes, sobre todo en sus capítulos IV y VII, a los que dedicaré un próximo comentario. Pero a la Orquesta de Córdoba solo aporta un millón de euros, cuando hace algo más de un año contaba con algo más de tres millones, ya reducidos. Claro, siempre queda el Ayuntamiento de Córdoba para completar la financiación, para eso gobierna la derechona. Naturalmente se continuará con la financiación del timo Barenboim. Sí, la Fundación Barenboim-Said, de orquesta mixta israelípalestina. De alto valor estratégico para Andalucía, que paga la gran idea del genial Maestro, también de la burla y la estafa. Pues nada, un millón y medio tras la rebaja, para que no se diga.

De la clase gobernante andaluza habría que decir con Samuel Johnson, “Que la gente vulgar exprese sus ideas, está lejos de ser cierto. Cuando lo hace, no se debe a su facilidad de expresión, sino a la superficialidad de aquéllas”. Es el triste momento.

martes, 5 de noviembre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA

LAS CLÁUSULAS
5 de Noviembre 2013
 

Hoy se ha conocido un auto judicial del Juzgado de lo Mercantil de Córdoba parecido a los edictos imperiales, al ius edicendi, que solo el soberano emitía. Es auto que trata de restablecer la justicia negada al “consumidor” de créditos hipotecarios. A los “consumidores de servicios” de Cajasur, engañados con técnicas “opacas y poco transparentes” en el decir de un Diputado cordobés, representante del pueblo burlado y soberano.

Miren, este tema es muy grave y a él me quiero referir no desde la crítica jurídica, terreno en el que no me considero especialista, sino desde la perspectiva sociopolítica. Y quizá deba comenzar diciendo que tanto la Sentencia, de la que trae causa, como el auto que pone la guinda, me parecen actuaciones judiciales contrarias al orden social, al bien común y a los intereses generales.

El juez, en un Estado de Derecho, no está para crear condiciones justas de convivencia, sino para impartir justicia mediante la interpretación de las leyes promulgadas por el legislador. El juez no puede ser “sensible” a la presión social al impartir justicia, sino imponer el imperio de la ley para restablecer aquélla. Cuando se actúa invadiendo un terreno que no corresponde se aplastan los intereses generales, también de los consumidores. De manera que dice el Juez que las dichosas cláusulas suelo, “crean desequilibrio sustancial en los derechos y obligaciones de las partes, en perjuicio del consumidor” ¿Y quién es el dichoso consumidor? ¿Acaso no es una de las partes que intervienen en el contrato bilateral el que se fijan derechos y obligaciones recíprocas? Ahora parece que consumidores somos todos, como ente colectivo y genérico, a preservar con prioridad y en consecuencia conducible con docilidad por el populismo reinante.

¿Cómo se puede de una parte decir, que las cláusulas suelo no son nulas en sí mismas y por otra que solo serán aquéllas incluidas con falta de transparencia? ¿Cómo se puede mantener que la falta de transparencia consiste en no facilitar la misma información sobre las condiciones de interés o de la existencia de la cláusula abusiva, existiendo una gran variedad de ellas? ¿Cómo se puede señalar que la carga de la prueba no corresponderá a los presuntos perjudicados en sus demandas individuales, sino a la entidad, que debe acreditar la falta de información. ¿Cómo la acredita? ¿Y los notarios y registradores, ya no sirven, por retrógados?

Miren, Cajasur se encontraba en bancarrota y está saliendo a flote por el trabajo de sus empleados y el apoyo de sus “consumidores”. Pero también porque una Entidad prestigiosa quiso apostar por el progreso de una zona en regreso social y progresiva pobreza, liderada por el más reaccionario peronismo durante más de treinta años. ¿Cuántos de sus más de 2.000 trabajadores serán victimas de jurisdicciones equivocadas? ¿Quién les consolará diciendo que perdieron su puesto de trabajo pero ganaron los consumidores?

Este no es el camino. Ya está bien de historia desgarrada de un pueblo que tras 35 años de franquismo le siguen otros 34 de populismo delirante. Olvidense de Gates y sus inversiones en FCC. Aquí no hay más cera que la que arde. Un Estado descompuesto en el que dejaron de funcionar sus tres Poderes. Aquí falta seguridad jurídica, que los Poderes Públicos sean predecibles y que la sociedad valore y defienda sus Instituciones. Si no, solo queda la ruina.

   

jueves, 31 de octubre de 2013

LA OPINIÓN de Javier Pipó



Hoy en la página seis, de Opinión, del "Diario Córdoba" se publica  

LA AZOTEA


PANORÁMICA


La situación española está demasiado encrespada para los que creímos que democracia consistía en vivir el sosiego de la libertad. Sufrimos estrés colectivo, con dificultad para ordenar tanto problema simultáneo y encontrar solución a tan complejo revoltijo de noticias, hechos y situaciones que dan tirantez y agobian la convivencia. Y no es posible libertad sin confianza ni democracia sin seguridad.

Se pierde confianza si el presente no hace viable un futuro mejor, donde el sistema político y económico esté al servicio de la mayoría, proporcionando una vida digna a los ciudadanos. Si el ordenamiento jurídico no facilita el acceso a una educación integral, con valores y principios para la convivencia responsable. Si se obstaculiza el libre desarrollo de todos y cada uno, según mérito y capacidad, para alcanzar una vida civilizada de bienestar y progreso. 

No existe seguridad, cuando la duda irrazonable se vuelve contra la estabilidad y permanencia de la nación, rehén de fuerzas disolventes que por egoísmo e intereses ajenos al bien común tratan de llevar al Estado hasta el empequeñecimiento suicida y final. Pero también, cuando la justicia se pone al servicio de la razón de Estado, olvidando que debe constituir el suelo y el techo de la democracia. O cuando la seguridad jurídica no es hilo conductor de continuidad y grandeza al desenvolvimiento de nuestro futuro.

Descorazonador, que la oposición con experiencia de gobierno y que será Gobierno, anuncie el borrado del ordenamiento jurídico de cuantas leyes salgan de la actual legislatura. Como si la Constitución no fuera lo único que puede unir a ambas formaciones políticas o tuviese lecturas contrapuestas o trazase modelos de sociedad distintos. Es el tejer y destejer perpetuo de una nación anquilosada, siempre en el pasado.

Por ello, democracia y libertad encuentran tanta dificultad para su permanencia estable en la nación. Se cronifican niveles crecientes de insatisfacción y frustración ante tanta apariencia innoble y aparatosa en esa pretensión imposible de poner la sociedad al servicio del Estado y no al contrario. Pero los poderes públicos deben iniciar una intensa pedagogía colectiva y explicar a los ciudadanos que en esta primera parte del siglo XXI, dos grandes males corroen España: el nacionalismo disgregador de dificilísimo retorno y la corrupción. Si ambos no encuentran solución urgente el futuro será incierto.

El nacionalismo no democrático, ninguno lo es, persevera alardeando de "hambre de poder atemperado por el autoengaño" en expresión de Orwel. Y además, exigiendo que se financie la ruina secesionista. La catalana, ahora. La vasca quizá mañana, cuando aterrice el ICO en Mondragón y finalice el paripé institucional de Bildu. Y el Estado, sin reducir tamaño, ni gasto, ni los impuestos. Pero sí disparando la deuda. Las CCAA, por ejemplo, esgrimiendo lista de agravios, preparadas y dispuestas al enfrentamiento y la insumisión, pero mantenIendo 166 legaciones en el extranjero, donde viajan miles de políticos de estas, del Estado y de los ayuntamientos. Y la corrupción que no cesa, colapsando una justicia no respetada y a veces no respetable.

Sí, es gran noticia el mínimo crecimiento en el tercer trimestre del año, pero no pierdo el temor a que la mejoría sea temporal, si no hay modificación estructural de la Constitución y el Estado. Qué gran nación en marcha de contar con instituciones inclusivas, políticos decentes y Estado razonable en su estructura y funcionamiento. Pero ya ven, los comunistas, llamando al derribo del Gobierno constitucional, sin elecciones, en la calle. Como hace 96 años. A la toma del nuevo "palacio de invierno". Qué horror.

El drama que vivimos, que en modo alguno debe terminar en tragedia, podría salvarse mediante un Gobierno de coalición PSOE/PP, presidido por alguien ajeno a ambas formaciones. Ello les permitiría vigilarse mutuamente y luchar denodadamente por salvar la dignidad de la nación. Una hermosa utopía, pero paso decisivo, histórico y constitucional.

lunes, 28 de octubre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA

Me llega el enlace que les brindo para su análisis detenido desde su inicio.



SIEMPRE CATALUÑA
28 de Octubre 2013





Se trata de una manifestación más de donde es posible dirigir un pueblo que en masa, es capaz de seguir a enloquecidos dirigentes que no ofrecen más allá de la miseria moral. No se trata de ninguna payasada. Es muy serio y sabe recrearse con los destinatarios de los mensajes. Los emigrantes que, procedentes de Andalucía y Extremadura, cuyo ídolo era Manolo Escobar, llegaron a Cataluña hace dos generaciones y cuyos hijos y nietos necesitan referencias. Los inmigrantes procedentes de África y Sudamérica, ya integrados. Las víctimas de un sistema educativo perverso y regresivo. Los curas que hace décadas debieron ser expulsados de la Iglesia, por esencia universal, que viven instalados como funcionarios en las sacristías del nacionalismo podrido. Los poderosos del sistema que esperan seguir viviendo succionando en la corrupción cercana al poder nacionalista y que con el independentismo esperan repartir entre menos.

Podrá llamarles la atención la ensoñación de la pertenencia de Cristóbal Colón a la Casa real catalana. Pero no es lo más importante. Creo que su trascendencia está en el tufo totalitario que despide. Es una mezcla de dirigismo comunista, xenofobia nazi e imperialismo fascista. Una vergüenza para España y para Europa, que se deslizan por el abismo de la estupidez suicida. El documento huye de la historia y de cualquier atisbo científico. Es igual.

Pero quisiera incidir en el párrafo en el que habla de las raíces helénicas de Cataluña y en consecuencia el talante democrático de su historia. Es decir, la tradición helénica es la base de una Cataluña democrática y tolerante, frente al origen del Derecho romano de los españoles y franceses y en consecuencia la tradición impositiva cercana a la inquisitorial Iglesia de Roma. No se puede decir más con menos palabras.

Terminarán como Maduro, creando una Consejería para la Suprema Felicidad Social de los catalanes. Será la señal inequívoca de las visiones de Orwel. Habría que decir lo que Dawson al leer los primeros volúmenes del magno “Estudio de la Historia” de Toynbee: Sentirme desconcertado ante la dificultad de reconciliar el absolutismo moral de sus juicios con el relativismo cultural de su teoría. 

  

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


PAZ POR TERRITORIOS
28 de Octubre 2013
 

Cuando a finales de 1991 terminó en fracaso la Conferencia de Madrid entre palestinos e israelíes, Rodríguez Zapatero no pasaba de silente y desconocido Diputado por León. Nadie podía imaginar que aquél simpático y joven político llegaría a convertirse en el quinto, peor y disolvente, Presidente del Gobierno de España desde la transición. Una pesadilla que duró dos Legislaturas. Al menos.

A Rodríguez Zapatero debió entonces impresionarle el eslogan de aquéllos tres días de negociaciones que carecían de marco legal de referencia, pero que instauraron lo de “Paz por territorios” que sin duda resultó más acertado que la propia convocatoria de la Conferencia. Sonaba bien y parece querer decir algo, aunque nada diga. Pero encajaba en la psicología de aquél poeta de lo inane. Y desde luego podía resultar instrumento útil para que alguien con más luces, construyera un proyecto diferente para España. Y fue el que se construyó, sobre la base de un nacionalismo que ya entonces llegaba a los límites intolerables de desbordar el Texto constitucional. Ahora, la Constitución no pasa de constituir una referencia maleable, dúctil y adaptable, arrollada hasta el extremo de carecer de vigencia en dos de los territorios cuya paz resulta esencial para el proceso. Me refiero al proceso de “paz por territorios”, muy avanzado, perfectamente estructurado, bien sincronizado entre Cataluña y el País vasco, entre estos y cierto sector de opinión internacional, fundamentalmente europeo.

Y un Gobierno, el de Rajoy, quizá desbordado. O no. Favorable al proceso, o cualquiera sabe el tipo de cobertura o comprensión que proporciona. Torpemente, parece estar solo en la resolución de problemas económicos, como si estos no tuvieran su origen en la estructura demencial del Estado, como si pudieran resolverse sin resolver la seguridad del Estado en su permanencia. Como si los problemas económicos fueran capaces de resolver los políticos.

Dice Rosa Díez que el Gobierno Rajoy, con el nacionalismo, tiene una reacción pueril, irresponsable y cobarde. Pero claro, ahora es moda exigir responsabilidades políticas, a políticos que realizan acciones inmorales. Pero nadie sabe en que consisten y además, el coste de los desmanes, no solo económico sino también moral, lo pagamos los ciudadanos. Ya está bien de refugiarse en la responsabilidad colectiva, que la hay, pero la exigible es la individual y no desde luego de carácter político. El idealismo salvaje de ETA solo ha sido capaz de manifestarse sino con violencia, como corresponde a comunistas de escuela. También haciendo el juego sucio durante decenios a los señoritos del PNV, que entendían los desmanes, junto a curas anticristianos que los amparaban. Ahora, cuando la burguesía hace el juego sucio a los canallas, comienza el banquete devorador de los pusilánimes, en un proceso imparable de albanización de la tierra vasca.

Y los nacionalistas catalanes metieron en un mismo ómnibus corrupto, a radicales, republicanos, comunistas, socialistas más o menos orientados, convergentes, democristianos y demás vividores de la política y burgueses de buena bolsa, iniciando un viaje sin estación de destino. Si llegaran a puerto comprobarían la dureza del duelo a muerte por disputarse y conseguir el poder. Por ahora ya gana el radicalismo de izquierdas. Pero debemos seguir preguntando lo mismo. ¿Se piensa liberar a Otegui? ¿Se le prepara el camino a Ajuria Enea? Solo falta Garzón en el ámbito nacional para cerrar el círculo, como aventuraba en ambos casos en uno de mis comentarios,  hace ya muchos meses. ¿De verdad hay continuidad en el tema ETA entre Zapa y Rajoy? ¿Se sigue trabajando en el proceso de paz? ¿Por qué se puso tanto empeño en la legalización del brazo político de ETA, llevándolo hasta el altar de las Instituciones? ¿Dónde están los finos y elegantes intelectuales vascos, muchos de ellos educados en Deusto que asisten callados a la toma del poder en Guipúzcoa? ¿Creen que dominarán el proceso más tarde?

 ¿Acaso la Sentencia del TEDH forma parte de ese proceso y por ello no se recusó al demócrata juez López Guerra, convertido nada menos que en Ponente, sin tener la decencia de inhibirse? ¿Por qué se puso en libertad al querido en los ambientes, Bolinaga o no se quiere detener al temido y no menos querido Ternera? Hay demasiadas preguntas por hacer y ninguna por contestar. Pero todo el mundo sensible lamenta ya, que los crímenes de ETA puedan prescribir antes que sus heridas. Como en su momento, la ruptura de España será un lamento colectivo cuando las consecuencias se perciban como devastadoras.