Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 31 de mayo de 2018

La Opinión de Julián Delgado.


Artículo que será publicado en el diario “Ultima Hora” de Mallorca el próximo sábado día 2 de junio
LA ENCRUCIJADA
Julián Delgado. Escritor 
Hay que aceptarlo, los partidos que articulaban el sistema del 78 se vienen abajo y amenazan con arrastrar en su caída todo el edificio constitucional. En sus estertores, Rajoy cae en el oprobio por no reconocer que  no sólo lleva años pilotando un partido en el que la corrupción había hecho metástasis, sino que, además, su debilidad ante el desafío nacionalista, está permitiendo el deterioro de la legalidad y que se haya creado en Cataluña  una situación a las puertas de la violencia.
Sánchez III, el constitucionalista, vuelve a ser Sánchez I, el irresponsable, al que no le importa desestabilizar el país, fragilizarlo convocando a que decidan el destino de España sus propios enemigos, con tal de satisfacer su delirio monclovita. El Sánchez II, el poseído por el NO es NO, también vuelve a sus andadas demostrando ser un personaje inconsistente y oportunista. Muy lejos de poseer el suficiente talento sinóptico, que exigía Ortega a los políticos, para formarse una visión íntegra de la situación, es un líder personalista que ha hecho del PSOE el más faccional y agónico de la historia.   
Y ante ese panorama de incertidumbre en que el orden y las certezas de la vida social, familiar y productiva han cambiado de la noche al día, colocados en una encrucijada que nos puede llevar al esperpento y al conflicto, buscamos respuestas y sólo encontramos interrogantes. En un escenario de desafección democrática y desorden, donde destacan la codicia, el odio, el resentimiento, la envidia, el fanatismo, la xenofobia…, los problemas no dejan de crecer y hacerse más complejos. Por si fuera poco, ya no podemos sustentarnos en valores y referencias que creímos inmutables y que hoy son engullidos por un sumidero de populismos y extremismos.
En estos momentos de cambio de ritmo de la historia, si no aparecen líderes capaces de sacarnos de esta crisis política y existencial, se instaurarán en el ciudadano la ansiedad, la desazón y la tristeza, que devienen en miedo, transformando la percepción de uno mismo, de los demás y de la vida. Una situación que conduce a posturas radicales en las que es difícil imaginar nuevos escenarios, construir nuevas relaciones, encontrar soluciones aceptadas por todos.

viernes, 25 de mayo de 2018

La Opinión de Javier Pipó

La Azotea

EL FINAL
25 de Mayo de 2018

Pues fíjense lo encantado que está Rajoy con sus nuevos Presupuestos y de paso, de haberse conocido. Es un crack. Desde luego a distancia de sus competidores próximos a los que saca una diferencia notable y, en su cercanía, parecen más bien enanos políticos. Pero ojo no crean, el comunista otrora Pablete, hoy don Pablo, enseguida padre de familia y con casoplón en barrio distinguido, responsable del internacionalismo proletario y de la revolución pendiente, por aplazada, le come el terreno en aplomo, cinismo y capacidad para transformar la realidad.
Es verdad que operan sobre realidades tan distintas como distantes. Don Mariano actúa con éxito sobre la cotidianidad económica que a todos interesa – a quien no que las pensiones suban casi seis veces y media por encima de lo asegurado como posible y conveniente - aunque desprecie los posicionamientos ideológicos que, parece ver como inútiles y anticuados, en tanto sea capaz de hacer de la utopía que nunca llega una realidad palpable que casi todos viven. Y eso resulta ciertamente indiscutible porque siempre será posible comparar con un pasado más o menos lejano, sobre todo si éste es tan cercano como negro, en forma de legado ZP, desastre moral, social y económico donde los haya. 
Sin embargo, a don Pablo le resulta imposible abandonar criterios ideológicos tan dogmáticos como anticuados, tan totalitarios como inútiles, despreciando los parámetros de la realidad económica, aunque la pertinaz evidencia sea historia de sangre, pobreza e indignidad. Pero es igual, a él como buen marxista/leninista y estalinista no le interesa la democracia burguesa, sino esa llamada así misma como “popular”. Es decir, que el gentío vote no lo que quiera sino lo que deba; y aquí son varios los millones, como nos recuerdan asiduamente los voceros de lo imposible, pidiendo respeto para unos votantes enemigos de la libertad. Respeto el que parece suscitar Zapatero, el otro podemita ilustre, en los círculos del Vaticano, como vocal europeo de la ejemplar democracia totalitaria venezolana.  
Y claro, mientras, Rajoy vende lo imposible a un pueblo harto de indignos gobernantes, pero deseoso de encontrar algo parecido a un líder honesto, demócrata y europeo. Pero desgraciadamente se encuentra con el final de un ciclo que sin duda debió ser regeneracionista y aprovechado para consolidar una Nación unida, próspera, libre y respetada; con un sistema educativo forjador de ciudadanos amantes de la democracia representativa, conocedores de valores y principios acordes con la razón ilustrada, deseosos de progreso y bienestar, en aventura colectiva apasionante, como todas aquellas que traspasando una época - desconocida en nuestra Historia de los últimos doscientos años- busca incansablemente la justicia y la igualdad de oportunidades. Y de un proyecto constitucional capaz de proporcionar al menos otros treinta años de concordia y entendimiento, modificando hasta lo necesario el nefasto Título VIII que, seguramente, terminará por alterar el equilibrio territorial, incluso europeo.
Pero no, Don Mariano se encuentra inmerso en una cloaca insalvable de corrupción y abuso de poder que llevará a prisión, seguramente, a la élite dirigente de un Partido que no solo debió borrar el pasado de declive y ruina moral en que sumió a la Nación la traición del gran zascandil Zapatero, sino poner las bases consolidadas de una alternancia inteligente de socialdemocracia y liberalismo moderno y avanzado. Y para despedirse, mientras cae inexorablemente en el pozo del olvido, es capaz de vender – ya digo- a las alimañas nacionalistas vascas no solo un cupo aún más favorable, sino un paquete de privilegios económicos y políticos que serán, de conformarse, germen de disolución de la Nación española. Y ante sus ojos y con su consentimiento, aquellos, junto a los etarras de Bildu ya tiene preparado un nuevo Estatuto – quizá Constitución- de su deseado Estado Confederal, una malévola mamarrachada sin soporte en la ciencia política ni en el derecho constitucional moderno. Y todo por un afán enfermizo de mantenerse en el poder, en trueque vergonzoso de unos Presupuestos tan falsos como inviables.
Ahora se presentó una moción de censura en el Congreso de los Diputados por parte de Sancheiglesias que los últimos días pretendía lucir plumaje de estadista y no pasaba de argumentos de concejal de modesto municipio. Y pretende alcanzar la Presidencia del Gobierno de España como si su Partido representara la regeneración ansiada y ya definitivamente olvidada. Pues menuda elección cuando dos Presidentes del Partido que, han sido Ministros y Presidentes de la J.A. más otras docenas de altos cargos de la Administración Central y de la Junta están en el banquillo, en análisis de los más desvergonzados casos de corrupción financiados de forma directa con dinero público, por importe muy superior a los mil millones de euros. Pues puede ocurrir, con el apoyo entusiasmado de los comunistas y quizá vergonzoso de C´s que quedaría invalidado, como en Andalucía, para alcanzar el Poder.    
Pero don Pablo no, no vende porque se vende solo, ya ven, más de cinco millones de votantes para dejarse conducir a la miseria liberticida del paraíso cubano, venezolano o coreano. Él compra y lo hace en el mercado odioso del capitalismo y claro, pasa por el abuso de un precio altísimo y de un crédito que seguramente tendría que devolver, o no, pero vergonzoso igualmente. Y a la vista del revuelo de una prensa a veces libre, decide someterlo a la gente, a la base. Y seguramente triunfará porque para eso funciona eficazmente el centralismo democrático. Imita a los viejos jerarcas del mundo soviético y ya adquirió su dacha. Solo le queda acabar con la estúpida derecha que gobernó España los últimos cuarenta años. Y a punto de conseguirlo está. 

Mientras se desvanece el sueño democrático del 78, en Cataluña se mantiene la rebelión al Estado que parece contar solo con el artículo 155 como defensa, ya ven. Se gesta la vasca, también financiada desde la Administración Central; se remueven los cimientos de la Nación en Navarra, Baleares o Valencia y, en Andalucía se superponen la gran corrupción a duras penas enjuiciada y ya veremos en qué términos sentenciada, con la presencia vigorosa de la mafia de la droga que a gran velocidad extiende su red de corrupción y chantaje a instituciones y personas. Nos queda el gobierno de los jueces en ese ciclo de las formas de gobierno que ya nos hablaba Aristóteles. Tras la democracia, la oligarquía o aristocracia o gobierno de los mejores, en su versión dulcificada. Pero la esperanza está en volver a la democracia, antes que degenerar en tiranía.

sábado, 19 de mayo de 2018

La OPINIÓN de Javier Pipó


La Azotea

INTERDEPENDENCIA LETAL
19 de mayo 2018


Decía F. Furet, en su intercambio epistolar con E. Nolte, que comunismo y fascismo son interdependientes en las representaciones - las ideas- las pasiones y la realidad histórica global, es decir en los regímenes. Pues mucha verdad hay en ello de cuanto debatían hace poco más de veinte años estos grandes intelectuales europeos. Parecían presagiar el futuro, porque sobre el pasado de ambas ideologías, no hay más que contemplar el socialismo como árbol común del que irradian sus perversas consecuencias; para ahora en el presente juzgar sus múltiples convergencias o como dicen nuestros pensadores, interdependencias.
Miren, la triunfante rebelión catalana será en el futuro fuente inagotable de investigación y análisis sociológico y de la ciencia política, quizá como la vasca, si bien este manantial se encuentra distorsionado por la ola de violencia asesina que debió avergonzar y quitar de circulación dos generaciones de tarados ideológicos nacionalistas. Pero ya ven como una se alimenta con la otra, en mutua y miserable hermandad de vasos comunicantes, rebosantes de mezquindad humana. Pero fíjense el prontuario de frases terribles propias del fascismo, en su versión nazi, salidas de la mente privilegiada para el horror de un zascandil llamado Torra o algo así, que se permite despreciar con palabras y hechos, la imagen, la Historia, los símbolos y el respeto debido a una vieja Nación que aspira a ocupar lugar en el mundo desarrollado de la razón y la Luz ilustrada. Por su lado, analizar el trasfondo de la ideología vasca no lleva mas que a la melancolía porque al alcance de cualquiera está el pensamiento, por llamarle así, brutal, violento, profundamente nazi de otro tarado intelectual llamado Sabino Arana.
Pero el desvarío catalán es progresivo y quizá con corrientes que convergen en un catalanismo arrasador, que va laminando los pilares de una sociedad próspera, de una burguesía ilustrada y de una Iglesia, creo, de vocación universal. Desde el proteccionismo económico de excelentes resultados, al federalismo político de Pi y Margall y el particularismo de Almirall; desde el tradicionalismo religioso y filosófico, transformado en regionalismo/nacionalismo que basa el renacimiento cultural en la lengua catalana, al catalanismo político de Prat de la Riba y su Nacionalidad Catalana. Desde el nacionalismo corrupto del 3% pujolista y convergente a la mínima expresión de la exigencia política en que ha devenido el peligroso Torra, o algo así. De manera que el devenir del nacionalismo catalán ha sido la historia arrasadora de una burguesía ilustrada y poderosa hasta convertirla en algo parecido a una bandada corrupta de tuercebotas que entregaron lo mejor de Cataluña a movimientos antisistema. Historia paralela a la vasca, aun no concluida y a la espera de obtener más privilegios, con los algo más que matices en que la violencia etarra es comprendida y amparada por miserables como Arzalluz o villanos como Setién. Y todo gracias a un Estado en situación agónica desde hace cuarenta años, una educación revolucionaria servida por agitadores y unos medios de comunicación aferrados a la manipulación, la mentira y la distorsión, pero rentables en dividendos hasta el escándalo.
Pero estas degradantes y degradadas burguesías nazifascistas y totalitarias, fueron ya devoradas en ambos casos, al que siempre habrá de añadirse la tragedia navarra, por corrientes voraces del totalitarismo comunista que también se desenvuelve en el espacio fascista con tintes descaradamente nazis. De manera que al Sur de Europa comienza ahora, con más claridad, a consolidarse la interdependencia, como síntesis perfecta y seguramente histórica de un ciclo que siempre estuvo en el pensamiento de la ciencia política. Y miren, Italia no anda muy lejos del experimento, aunque allí, por ahora, no acucia la mísera tragedia nacionalista. Pero qué horror si De Gasperi, padre de la UE junto a Schuman, Adenauer o Spinelli, vieran su proyecto de integración europea – las ciudades como en Italia, construyendo Naciones y estas el Estado europeo- en manos aliadas de comunistas y fascistas repartiéndose el poder y seguramente liquidando el más hermoso proyecto de integración continental en la culminación histórica del bienestar, la riqueza y el progreso. ¿Y qué hace el resto de Europa? Pues intentar sacudirse el brote seguramente imparable del fascismo en su vertiente autoritaria o totalitaria, aliado o no, al temible y criminal nazismo. Y eso sí, declamar continuamente el antifascismo como posición irrenunciable – mucho menos el anticomunismo- como si con eso bastara para preservar la libertad. Es decir, poner velos de cinismo sin fin que taponen el horror que representan los regímenes comunistas o nazis.
¿Y qué hace el Gobierno de España y el Partido que lo consuela? Pactar con los traidores nacionalistas vascos privilegios vergonzosos, a cambio de unos Presupuestos tan falsos como irreales; acercarse al podemita Sancheiglesias que, le susurra baratijas ideológicas. Y preparar una reforma constitucional tan ridícula como la aplicación del penoso artículo 155 CE, pero que pondría a la Nación española al borde de su disolución. Espero que, con anterioridad a esta pretendida felonía más propia de la factoría ZP, unas elecciones generales dejen en el recuerdo borroso a quien ni siquiera supo mantener la dignidad de gobernar. ¿Y qué hace C´s? dar la cara en Cataluña con una política de raza como Arrimadas y alardear en el resto de España de inmadurez, con desesperante incongruencia, falta de definición ideológica y compromiso político en esta hora trascendente para el futuro. ¿Y qué nos queda? Quizá la VOX de los sin voz, aunque ya veremos si terminan de nacer, aunque sea en la esperanza de un futuro mejor. Pues eso.     
    

jueves, 17 de mayo de 2018

La Opinión de Julián Delgado


Artículo que será publicado por el Diario “Ultima Hora” de Mallorca el próximo sábado día 19 de Mayo

KU KLUX CAT
Julián Delgado. Escritor


Lo propio hubiera sido que en el acto berlinés de pleitesía del presidente títere al ventrílocuo huido, se hubiesen tocado ambos con los capirotes blancos que caracterizan a la organización que lucha por la supremacía blanca.
En democracia, un supremacista fanático no debería ocupar un puesto de responsabilidad política. Ver a Torra ejerciendo de presidente de la Generalitat, aunque sea como marioneta de Puigdemont, agrede a la razón de forma obscena.
Un personaje cegado por el nacionalismo, que se cree dueño de la verdad y no admite cuestionamientos, es todo lo contrario al perfil que se debe exigir a una autoridad en un sistema de libertades.
Encastillado en posiciones políticas que excluyen a más de la mitad del electorado catalán, al que considera bestias que tienen un bache en su ADN,  y sordo ante el criterio ajeno, nada de lo que le dijo la oposición le provocó la menor reflexión. Ofreció diálogo, pero carece de capacidad para negociar, pues su tendencia es a imponer: según afirmó, su política integradora consiste en convencer a los otros para que se sumen a su movimiento.             
Un líder político fanático es muy peligroso; según Soler Montagut, es el paradigma de la intransigencia, es quien, con una argumentación basada en mentiras y promesas, conduce a las masas a ver y escuchar sólo lo que se les impone como dogma y única verdad.
Hay múltiples ejemplos en la historia en los que este tipo de líderes imposicionistas convierten a los hombres libres en esclavos de las fantasías que unas élites sectarias les inculcan como verdades reveladas.                               
¿Y por qué han nombrado presidente a semejante sujeto? Porque alguien así, fanático y obstinado, de patriotismo exaltado y devoción a una idea de pueblo superior, que ha construido a su enemigo español rebajándolo a la condición de carroñero, hienas,  víboras..., es lo que soñaban muchos de los votantes de los partidos independentistas.
Este títere lleva en su interior una bomba que Puigdemont hará estallar a distancia el día que le parezca más conveniente para sus intereses. Mientras tanto, si el gobierno no lo desactiva, ejecutará las decisiones de su amo y llamará a defender la República en la calle.

martes, 8 de mayo de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La Azotea

EL DECLIVE
8 de Mayo 2018


Este país, seguramente España, parece haber perdido el rumbo. Es verdad que hace mucho tiempo, tanto como de progreso y libertad. Aunque no se si esto, desde el punto de vista del sistema democrático tiene mucho sentido. De manera que una Nación ilusionada como pocas, que ha salido casi indemne de la oscuridad, tras cuarenta años de espaldas al parlamentarismo representativo y a los derechos del ciudadano; que ha modificado radicalmente los parámetros del desarrollo económico y el bienestar social; que disfruta una Constitución envidiable, ejercida y defendida con vigor, poseedora del más importante y moderno catálogo de derechos individuales, colectivos, sociales y económicos de Occidente; y que nadie lo dude, cuando se encuentra más  integrada en el modelo europeo de vida desde tiempos de Carlos V y, paradójicamente, se deshace en una crisis de valores y principios sin parangón, seguramente,  desde hace más de un siglo.

Pero tras el hundimiento moral de 1898 y la generación que lo definió, surge la del 14 y su racionalismo, con europeísmo, cientifismo y republicanismo, que la hacen bascular entre el liberalismo y el socialismo. Eso sí, repletos de vida, de ideas brillantes que traspasan nuestras fronteras y producen hasta resquemor en los centros intelectuales europeos. Pero ahora, ¿dónde están? ¿existe esa interminable nómina de gloriosos como Ortega,  Azaña,  Américo Castro, D´Ors, Marañón, Pérez de Ayala, JR Jiménez, Jiménez de Asúa o Falla? ¿es capaz la vida intelectual española de redescubrir el regeneracionismo? ¿O acaso España sigue siendo la anomalía? que decía Salvador de Madariaga en su España.

No creo sea ahora posible el regeneracionismo purificador porque no es tiempo de pensamiento ni de reflexión, sino de acción pura. Es decir, de impulso aunque no se sepa hacia ni hasta donde; tiempo de realidad virtual que hace posible hasta la criptomoneda o tiempo de la llamada sociedad líquida, de la modernidad líquida, que definió Bauman. Claro, y de populismo que todo lo invade y de todo se apodera, hasta que devore la propia fuente que lo genera. En esta hora, hasta el liberalismo conservador otrora medido incluso en su expansión verbal, siente la tentación populista y a veces confundido con el socialismo más o menos moderado, crea mitos e ilusiones que embarcan al gentío en aventuras tan inútiles como imposibles.

De manera que huidos nuestros intelectuales y pensadores solo nos queda la compañía inseparable de tertulianos, suministradores de potitos ideológicos que bien administrados están demostrando ser eficaces para dar vuelco hacia el pasado a esta vieja Nación, ya cansada de tanto ajetreo en el tiempo de ida y vuelta de su Historia a veces gloriosa y tantas veces tan encanallada como miserable. Y ahora parece caminamos de tránsito entre una y otra, solos, porque hasta Europa parece debatirse entre su pasado de vanguardia a su nuevo rapto por el Dios/Estado de los extremismos, tan opuestos como iguales en su arrasadora y totalitaria pretensión hegemónica. 

No veo luz ilustrada por lugar alguno de mi patria, que creía común e indivisible, sino mensajes odiosos expandidos por medios de comunicación al servicio de esos poderes hegemónicos; intelectuales bien pagados al servicio del regreso; universidades en la retaguardia del progreso, regidas por iluminados con más ideología sectaria que ciencia; burgueses, empresarios y algunos circulos económicos, al servicio de  causas perdidas y estúpidas que en modo alguno heredaron del pasado y que a buen seguro avergonzarian a los antecesores; políticos con el deber de gobernar que hace tiempo perdieron la dignidad del cargo y de la representación que ostentan. Y una clase media, a punto de perder la posición de mayoría silenciosa y que ahora se refugia en el anonimato para llorar el silencio que produce el temor y el miedo a que la herencia recibida de sus mayores, repleta de progreso y libertad, no pueda ser transmitida a las siguientes generaciones.

Pero hay que seguir manteniendo  y expandiendo la idea de Nación y el amor a la libertad. Y ser capaces de sentir vergüenza al escuchar etarras hablar de disolución, en presencia de morralla peneuvista, siempre al lado y al servicio de los totalitarios asesinos. Y al poder, convenciendo al gentío de la derrota de ETA, cuando está más representada que nunca en la vida parlamentaria, en las instituciones, en los medios, en la influencia interna y externa, en la Navarra que madura, en la Cataluña batasunizada que triunfa clamorosamente en los foros internacionales, en espectáculo más bananero que europeo. Como si hoy el matar fuese instrumento de cambio revolucionario y no la educación desde la escuela primaria, la presión social al mejor estilo nazicomunista, la movilización social instrumentalizando incluso el sindicalismo y la agitación – el agiprop- en técnicas hermanadas de comunismo y nacionalismo reaccionario. Pues que Dios nos ampare.     


           



jueves, 3 de mayo de 2018

La Opinión de Julián Delgado


Artículo que será publicado en el Diario “Ultima Hora” de Mallorca el próximo día 5 de Mayo



BANALIZACIÓN DEL MAL

Julián Delgado. Escritor


    
          Los hechos infames acaecidos en un portal de Pamplona en los Sanfermines del 2016 deben analizarse desde distintos puntos de vista. Uno de ellos es intentar comprender cómo, después de haber agredido a una joven, abusado de ella en jauría y de haberla humillado, se van sin la menor conciencia de haber hecho algo mal: siguieron la fiesta, fueron al encierro sin un ápice de remordimiento ni temor de ser detenidos.


          No sólo son ellos, también Urdargarín creyó en todo momento que sus contratos, aprovechando su parentesco real, eran lo más normal del mundo; o las autoridades andaluzas: seguro que entendieron que en aquel reparto de millones de los Eres entre gente de su tribu, aun saltándose las leyes, no sólo no había mal intrínseco alguno, sino que, más bien, colaboraban a una justa distribución de la riqueza.


          El mal hay que buscarlo en la crisis que atraviesan los agentes de transmisión cultural, decisivos para la socialización de las personas y, por consiguiente, para la integración de los valores sociales y el respeto a las normas, al igual que para ejercer un control social informal previo al institucional.


           Las causas de la crisis en la que se encuentran inmersas la familia y la escuela son diversas y complejas, pero el resultado es que han perdido buena parte de su capacidad socializadora junto al monopolio de la transmisión de conocimientos en la sociedad de la información. Respecto a la Iglesia católica, que hace unas décadas monopolizaba la formulación de criterios morales además de imponer preceptos coincidentes en buena medida con las leyes penales, ha perdido también gran parte de su influencia debido a la fuerte corriente de secularización y de laicismo. Los medios de comunicación, pendientes de la cuenta de resultados, en buena medida se deslizan por el amarillismo, presentan modelos indeseables, fomentan la competitividad agresiva y cargan los programas de violencia. Ni la empresa ni mucho menos la política son ya referentes para la socialización del individuo. Esta última, con su mal ejemplo, produce un efecto contrario al deseable.


         
Si las familias y los agentes sociales no contribuyen a la transmisión de valores sociales integradores, habrá cada vez más Manadas.