A VUELAPLUMA
LA OPINIÓN de
Javier Pipó
EL CÁNCER CATALÁN
31de Marzo 2013
El eterno problema catalán, hace tiempo convertido en cáncer, tiene ya metástasis que invade todo el
tejido nacional amenazando su supervivencia. Y hay partidos de la oposición exigiendo saber el curso y
contenido del nuevo pasteleo PP-CIU. No desde luego el PSOE, enredado en la búsqueda de argumentos que
justifiquen su vaciedad. Y es que se avecina una nueva victoria del
nacionalismo.
Confío que alguna vez llegará a entenderse cómo los nacionalismos, a los
que siempre adjetivo como reaccionarios, quizá sean pacíficos pero nunca moderados. Y
además,
siempre son maximalistas a largo plazo, porque no pactan o acuerdan sino que
cubren etapas.
La nueva fase del episodio, la nueva etapa, resulta del mayor
interés
porque a pesar de haberse iniciado aprovechando la profunda e integral crisis
nacional española,
ha quedado muy bien diseñada y preparada para su ejecución. Naturalmente me refiero al
señuelo
del soberanismo que ya se contornea en el horizonte como esplendor de tierra
prometida.
Pero parece que a Cataluña – quiero decir a sus mediocres
dirigentes- le sorprendió la profundidad y persistencia de la crisis.
No lo duden, Cataluña está arruinada. Ya me dirán que transición a la soberanía les espera. Y no es cuestión baladí, su deuda alcanza casi 51.000
millones de euros, tanto como Valencia y Andalucía juntas. Casi como Madrid,
Castilla la Mancha, Galicia, Castilla León y Baleares juntas. Pero hay más datos, por dejar delimitado
el problema. Cataluña debe a la banca extranjera más de 6.600 millones y ocupa el
cuarto lugar de España en renta per cápita, a 3.500 euros del País Vasco y más de 2.000 de Madrid, que por
cierto recauda el 41% del IRPF de España, el doble que Cataluña.
Quiero decir con todo ello que Cataluña está muy tocada como tierra de
promisión
y necesita urgentemente más de 7.000 millones de euros para respirar. Así se entiende que su
dependencia del FLA sea total. Se llevó el 40% de lo repartido. Ya veremos si se devuelve y
cuando.
Pues nada, primero intentarán y seguramente lograrán que España se encargue de las deudas y
ellos seguirán
con la monserga de la soberanía. Para eso está Rajoy muy solícito y seguramente predispuesto. De hecho, su mosquetero
Montoro ya ha proclamado a los cuatro vientos la viabilidad del Estado Autonómico. En eso está tan desacertado como en las
cifras de déficit.
A los pocos días
le llaman la atención hasta los burócratas de Bruselas que tampoco constituyen un modelo de
coherencia y rigor. ¿Cuánto tardará en decir lo contrario? Por de pronto están dispuestos a fijar los
objetivos de déficit
a la carta. Cada autonomía el suyo y el de Cataluña para todos. Una nueva patada
a la Constitución.
Y de nuevo las balanzas fiscales. Terminarán por hacer estadista a Zapatero.
Desde luego armazón teórico no les falta a estos euronacionalistas Ahí está Mas-Colell, un diablo insolidario, con su cántico al expolio fiscal y su
nueva teoría
del superávit
primario. Es decir, déficit sin peso de deuda. Como si eso no ocurriera al Estado
en su conjunto, que este año necesitará 40.000 millones para el pago de deuda, es decir el 4% del
PIB. ¿Cual
sería
el superávit
sin la carga de deuda?
Al final se llegará a presagiar que
la gran cuestión de la Nación española no es de coyuntura sino de estructura,
permanente, casi vitalicia. Salvo que entre todos se ponga freno a la estampida
enloquecida de las autonomías.