Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 29 de octubre de 2015

La Opinión de Javier Pipó. La Azotea


La Azotea de Javier Pipó

GOLPE DE PALACIO

 Hace ya muchos meses que este aficionado al comentario político opinaba que en Cataluña se producía un golpe de Estado lento pero inexorable, imparable. Y hoy me pregunto si efectivamente el golpe está inconcluso o en términos parecidos asistimos a una revuelta, rebelión, motín, putsch o revolución. Pues quizá los acontecimientos de estas últimas horas y los que están por llegar, no dejen encuadrar en ninguna de esas figuras al constituir una mezcla de todas ellas. Pero por afán inútil de ubicarlo al menos en la teoría me hace concluir encontrarnos en algo parecido al “golpe de palacio”, de antigua circulación por la literatura política. Y ello en la consideración de su encabezamiento y guión marcado precisamente por el propio representante del Estado golpeado al que se suma con entusiasmo ese personaje turbio que dice presidir el Parlament.. Y quizá prefiera esta expresión al resultar coincidente con la "técnica del golpe de Estado" de C. Malaparte, solo en cuanto a que sus protagonistas son elementos del propio Estado, pero también al diferir ampliamente en cuanto a su carencia absoluta de sorpresa.

Eso desde luego. Este golpe de palacio es cualquier cosa menos sorpresivo. Porque hace casi tres años de la declaración “de soberanía y del derecho a decidir del pueblo de Cataluña” que estableció unilateralmente su Parlamento, dando comienzo de forma decidida al “proceso de desconexión”. Así, ignorando con desprecio la STC 42/2014 dan un paso decisivo el pasado día 27 presentando una propuesta de resolución parlamentaria que como consecuencia del resultado de las elecciones de septiembre, obtenga mandato suficiente para iniciar la desobediencia al ordenamiento jurídico del Estado, empezando por la propia Constitución y las resoluciones y sentencias del Tribunal Constitucional. Y además, estableciendo plazo de treinta días para tener aprobadas leyes esenciales referentes a la Hacienda Pública y el sistema de Seguridad Social del nuevo Estado. Estamos pues ante un desafío hasta el momento triunfante, más que ante una provocación, que también, como dice el Presidente del Gobierno de España.

Así pues es hora, no de lamentar el penoso espectáculo de un Estado huido de Cataluña desde hace décadas o de gobiernos incapaces de modificar la Ley Electoral que por si fuera poco les obligaba a pactar con independentistas o del gobierno traidor de ZP y su estúpida puesta de rodillas ante el levantamiento o de un Gobierno petrificado como el de Rajoy que encima financia el desafuero y amenaza con dictámenes de los servicios jurídicos.

No es hora nuevamente de mantenerse en guardia ante el Tribunal Constitucional pendiente de la presentación de un nuevo recurso porque cuando se dicte Sentencia será tarde, seguramente insuficiente y jamás aceptada, ejecutada ni cumplida. Y además se está haciendo recaer sobre la jurisdicción constitucional la responsabilidad de enmendar las carencias, errores y a veces desafueros de la clase política.

Me parece adecuada la pretendida reunión de los que dicen sentirse preocupados y requieren unidad de acción. Pero nunca será con la emoción, el sentimiento y la responsabilidad de aquellos Pactos de la Moncloa, hace 38 años, en circunstancias muy difíciles, como ahora. Porque ya ven la fortaleza españolista del nuevo socialismo de Sánchez que ni tan siquiera puede garantizar la unidad de pensamiento en todo el territorio. Al final, la historia volverá a escribirse como en los últimos doscientos cincuenta años, entre los defensores del parlamentarismo, la libertad y la democracia y sus adversarios.  

Es hora de la actuación de la Fiscalía de oficio, presentando querellas contra los actores por ahora principales, con o sin resolución parlamentaria a la criminal propuesta. ¿A qué espera? Estamos ante un delito de rebelión o cuando menos, ante la provocación - que dijo Rajoy- la conspiración y la proposición para cometer rebelión, también punible a la luz del artículo 477 del Código Penal. Y otra cosa será la aplicación del artículo 155 completo del texto constitucional, que sin duda habrá de llevarse a efecto, estén o no las Cortes disueltas y más en concreto el Senado y su Diputación Permanente, sin duda con capacidad de actuación conforme a su Reglamento.      

Creo era Nietzsche el que opinaba, quizá con alguna desmesura, que la locura individual es cosa rara, pero en grupos, partidos, naciones y épocas, es norma. Espero no demos la razón al filósofo gigante, tras los acontecimientos gravísimos que se suceden en Cataluña.

 

viernes, 23 de octubre de 2015

La Opinión de Javier Pipó en La Azotea


La Azotea de Javier Pipó

LISTOS DE ESTADO

Claro que estamos en una campaña a cara de perro, insoportable en su desarrollo y seguramente dramática para la Nación en su final. Final también para un año magnífico en la recuperación económica, fatal para la regeneración y donde nada resulta predecible en elecciones sin duda agobiantes. Ni el resultado; ni el mantenimiento de la unidad nacional; ni el modelo de sociedad; ni el avance hacia el progreso y el bienestar. Nadie puede asegurar ni siquiera la preservación de la libertad. Porque todo parece estar en crisis, desde la moral social a los principios y valores heredados de anteriores generaciones. Desde la seguridad jurídica al marco que favorezca el desarrollo económico y la creatividad. Entró como un nerviosismo revisionista que señalando una falsa, equívoca e inculta modernidad necesita revolver los cimientos de una sociedad mejorable pero comparable a las avanzadas del mundo desarrollado.

Y ya ven lo que nos ofrecen aquellos llamados precisamente a preservar el sistema que tantos sacrificios y esfuerzos costó a generaciones anteriores. Ni socialistas ni populares son capaces de elaborar una guía inequívoca de ilusión regeneradora, de objetivos colectivos que movilicen una juventud machacada por el fracaso del modelo viciado, con más agujeros negros que luces brillantes de esperanza.

Continúan mintiendo o simplemente ocultando la verdad ante la incapacidad de un discurso decidido sobre cómo abordar definitivamente el ruinoso gasto clientelar, pareciendo muy al contrario querer ampliar una sociedad cada vez más subsidiada y en consecuencia más dócil y dependiente. Parecen pretender, más allá del Estado providencia, implantar nueva e imposible utopía del Estado reconvertido en inmensa ONG. Por eso no cesan en la subida de impuestos, mientras baja la calidad y cantidad de prestaciones y servicios. Y si nadie lo remedia, pronto le darán un tajo a las pensiones, un sueño inalcanzable. Pero ni hablar, ni oír hablar de reducir ayuntamientos, concejales y cantamañanas disfrazados de asesores. Ni de hacer desaparecer las absolutamente prescindibles Diputaciones o los privilegios políticos o los aforamientos anacrónicos. Ni por supuesto racionalizar el régimen competencial de las administraciones públicas, modificando radicalmente el Titulo VIII de la CE o ésta, en lo necesario para hacer un Estado viable y eficiente. Por eso resulta tarea de titanes frenar el déficit galopante - el oculto y el sacado a estadística – o la deuda creciente, tan menguante en disponibilidad de recursos como impagable en términos razonables o dinamizar la economía en impulso ahora frenado por la incertidumbre política que se respira.

¿Y entonces de qué nos hablan? Pues ya ven, los socialistas – por boca del inefable Zapasanchez, el estadista sin cabeza de Estado - nos vienen ahora nuevamente, con la eterna cantinela de la educación, adornando la faena con simplezas o tópicos de finales del XIX. Y nuevamente nos hace reflexionar sobre un socialismo hispano sin capacidad para saltar al XXI, agarrado a las fobias de la patria, la religión, la bandera o el territorio. Hay que tener valor insolvente para plantear como novedad una nueva Ley de Educación que eso sí, destierre de todas las aulas el catolicismo, como enemigo a batir. Y ya encontrará un nuevo e inolvidable Moratinos capaz de dar escarmiento diplomático ejemplar a la Santa Sede. Y veremos cómo se podría digerir la falta  de más de cinco mil centros de enseñanza católica con cerca de un millón de alumnos, como no sea dando un raspado a la Constitución para satisfacer el anticlericalismo casposo, antiguo y enfermizo de radicales reaccionarios. Y nos quieren hacer olvidar que desde 1970 la única Ley de Educación que logró perdurar 20 años fue precisamente de Franco. Desde 1990 no hubo más ley educativa que la socialista, bajo distintas fórmulas o nombres, desde la LOGSE a la LOE de ZP y su odiosa y antidemocrática Educación para la Ciudadanía. La derecha democrática no pudo poner en vigor ni la LOECE de 1980, ni la LOCE de 2002. La de Wert del PP nació muerta y ya ven por donde va. Mientras, los índices de solvencia educativa nos avergüenzan ante las naciones cultas y avanzadas. Un sistema que soslaya los valores de la CE y solo busca la ideologización desde el enfrentamiento y el rencor.

Y los populares, ahora que lograron culminar con éxito enderezar lo que parecía imposible y no poder introducir su reforma educativa, se les ocurre como urgencia nacional desde el Ministerio de Alonso, “propuesta para una educación libre de acoso homofóbico y transfóbico”. Y todo el arco iris quedó conmocionado y estupefacto, aunque jamás los voten. El documento, tan cursi como innecesario, tan torpe como extemporáneo, es desconcertante. “Abrazar la diversidad” en 175 páginas que seguramente Pablete no las habría suscrito. Parten de que “los hechos muestran que frente a los que sostienen que lo natural es la heterosexualidad, lo natural es la diversidad…también la diversidad para estructuras familiares, como las homoparentales y las arcoíris”. Así pues, debemos “desaprender” porque todos y todas hemos sido “enculturados” – ahí queda - en el sexismo y la homofobia. De manera que nos instan a desaprender la mala educación recibida y ver como nuestros hijos y nietos siguen las instrucciones del “comité escolar antidiscriminatorio”, una especie de policía sexual y asisten a las “asambleas de convivencia” en las aulas y al mejor esplendor del “día del orgullo LGBT”. Es maravilloso.

Decía el sabio renacentista Tamames sobre ZP, que era un iluminado rodeado de incompetentes. Quizá podríamos acusar a estos incompetentes de estar rodeados de iluminados.
 

jueves, 22 de octubre de 2015

La Opinión de Julián Delgado en "Última Hora" de Mallorca


Artículo que se publicará el próximo sábado día 24 en el Diario “Última Hora” de Mallorca

 OLA ANTISEMITA

Julián Delgado

Cada día se hace más asfixiante la ola de antisemitismo en España. Hasta ahora, la izquierda liderada por los de la ceja de visa oro, armani y paraíso fiscal, coincide con la extrema derecha filonazi y residual en el inexplicable antisemitismo militante, mientras se abrazan con Fidel, se alinean con Maduro y se muestran complacientes con  los terroristas que defienden la yihad.

Han desarrollado en estos años un discurso infame antisemita, antijudío y antiisraelí, una mezcla, según Juaristi, de antiamericanismo, de buenismo de los progresistas y de la recuperación del judaísmo religioso. Reflejo del atavismo católico como un componente del odio y desprecio a la cultura judeocristiana. Y el desprecio  al liberalismo. Se han incorporado a la llamada nueva judeofobia con elementos racistas del antisemitismo tradicional.

Destilan con impudicia odio a Israel, al Estado judío; le estigmatizan, le niegan el derecho a existir  culpándole de todos los males que asolan el mundo. No hay que olvidar que Israel es un Estado democrático que se rige por nuestros mismos valores, el único enclave de esas características en la zona que es la cuna en donde crece el odio y los ataques a nuestra civilización. Israel constituye nuestra vanguardia en la defensa de la liberad, para que las mujeres no sean esclavas, para que los homosexuales o las adúlteras no sean lapidados... Este neo-antisemitismo defiende la doctrina del apaciguamiento en el conflicto del Oriente Medio, esa tendencia de la izquierda a la cultura de la laxitud que le lleva a considerar inmoral la legítima defensa de la supervivencia de Israel. Lo suyo es que el Estado pida perdón, no que se defienda de sus crueles enemigos.     

Lo más sorprendente es que a este aquelarre se haya sumado el ínclito ministro JMG Margallo. Se ha referido a los ataques a cuchilladas y atropellos de judíos por parte de palestinos con un comunicado marcadamente hostil a Israel. En él equipara los muertos a navajazos a los abatidos por la policía, no hace referencia a actos terroristas, sino a ataques y enfrentamientos, llama a todas las partes a la contención, o sea, pide que los policías israelíes se contengan al proteger a sus conciudadanos.  Nefanda postura. 

 

 

sábado, 17 de octubre de 2015

La Opinión de Javier Pipó


El BLOG de Javier Pipó


EL POLLO CATALÁN


Se siente asco, pero también temor y pena, mucha pena por el tiempo histórico perdido durante años de construir en la inutilidad. Ya sé, se lograron cuarenta años de convivencia pacífica sin más sobresalto que la frialdad asesina de ETA amparada por la insensata burguesía nacionalista. Pero hasta el posibilismo comunista, que poseía un pasado más negro que el que trataba de sustituir, contribuyó a una España que por vez primera en la historia del constitucionalismo lograba el periodo más continuado y fructífero de paz y bienestar creciente.

Pero cuando se remonta una crisis profunda y arrasadora como ésta, se aprecia con claridad aterradora el detritus que queda en el fondo de un sistema débil, vulnerable, no interiorizado en el gentío, incluso despreciado por quienes deberían ser protagonistas y beneficiarios, y su feroz salvaguardia. Porque aquí, desgraciadamente prevalece la envidia, el egoísmo, la soberbia colectiva, que impide a la casi mayoría contemplar un horizonte más hermoso, un destino mejor como pueblo, como Nación insertada en Europa, en la mejor isla universal de democracia, libertad y progreso.

Pero no parece posible poder prolongar esta primavera de gloria colectiva. Son muchos los enemigos, no tan desconocidos, tocando flautas que solo entonan melodías cansinas, pegadizas y arrolladoras como en Hamelín, que terminarán por arrastrar al abismo todo un pueblo tan desnortado como carente de principios sólidos de moral social, o cuando menos solventes, y de conocimientos políticos adecuados o tan siquiera útiles. La democracia se conquista mediante la evolución del proceso histórico; la educación en valores y principios y la constatación de un pueblo capaz de valorar que vivir en libertad constituye la forma más civilizada y suprema de convivencia humana. Y en consecuencia se encuentra en vigilia permanente para lograr que esa forma de convivencia se mantenga y desenvuelva hacia el futuro las gigantescas posibilidades que contiene y de  proyección obligada hacia siguientes generaciones.

Pero ya ven la tragedia catalana, avocada al desastre o cuando menos al enquistamiento baldío, ahistórico, reaccionario. Es el asalto al Estado por la vanguardia de chifaflautas, guiados por un iluminado que despojado de la corbata descubre su progresismo reprimido e inservible. Pero no crean, porque llegar a esta situación de burla insoportable a la Justicia, chulería infinita a las instituciones y engaño masivo a la población, ha sido posible por el cobarde silencio de los intelectuales, el egoísmo plomizo de los empresarios y financieros, la cobertura de las sacristías y la uniformidad totalitaria de los medios de comunicación. Primero se asalta los medios hasta su control, para así, dirigir la cultura unidireccional del nacionalismo impuesto; totalizador del pensamiento único.

Y la reacción del Estado apenas perceptible. Está dirigido por un Gobierno enmustiado que tras alcanzar una mayoría imposible, le discuten hasta el único y brillante éxito de su período, con los mejores resultados de recuperación tras la laminación traidora del zapaterismo. Gobierno cuarteado por la división de figuras tan brillantes como de insoportable soberbia que no saben plegarse con humildad a la función tan trascendente como imprescindible de su responsabilidad. Y un Partido silente, sin nervio, dirigido por pusilánimes, incapaces de entender la fuerza esencial y definitiva de una mesocracia, protagonista de la historia desde comienzo del pasado siglo.

Y ya digo, no nos puede enorgullecer esta clase política tampoco en la otra orilla. Fíjense en C´s, un Partido inexistente como tal, sin contenido programático, salvo la idea de España que debería ser común y que igualmente apoya a populares que a socialistas - como en Andalucía - en función de la cercanía e identificación ideológica del dirigente ocasional. Sin embargo, una formación tan inconsistente como evanescente puede constituir la llave gobernadora de los próximos años, aunque cualquiera puede adivinar por donde discurrirá el rigodón que se prepara.

Porque claro, Susana, la Presidenta, despejado por disolución judicial su calvario de corrupción, limitado a lo estrictamente imprescindible aunque el descubrimiento de un pastel sobre otro fuera de ayer y afectara a su egregio mandato,  puede lanzarse al tierno cuello de Sánchez para rebanarle su débil liderazgo. Y además, dejar decretado que el modelo es el suyo, con el mayordomo Marín o algo así, y su inocente muchachada, sobre todo tras el patón de Zapasanchez incorporando otra revelación del oportunismo político llamada Lozano tras el vistoso oportunismo militar de la comandante. Un primor de panorama.

Y así las cosas, el pollo catalán que decía ese demócrata europeo llamado Baños o parecido, está a punto de degustación en el banquete que nos preparan los patriotas de la butifarra. Menos mal que cuando llegue enero, un Gobierno de progreso dialogará sin fin, en esta y la otra orilla del Ebro. Aunque haya finalizado la digestión del pollo.          

 

       

sábado, 10 de octubre de 2015

La Opinión de Javier Pipó


La Azotea de Javier Pipó

EL ERROR

 

 Desde luego es momento poco brillante para opinar sobre la actualidad por quienes somos comentaristas no profesionalizados. Ahora mismo, empantanada la situación como parece, es territorio saturado por encuestas, sesudos opinadores y en muchos casos aburridos e interesados pero bien pagados tertulianos del plató. Quizá el nuevo año, si llega con una gobernación razonable, despeje la situación, aunque sea empeño que se me antoja cada vez más inalcanzable. Mientras, resulta más fácil y lleno de emociones, incluso morbosas, repasar la actualidad andaluza que dentro de sus aguas estancadas y malolientes desde origen, presenta siempre episodios dramáticamente chuscos, cuando no paradigmáticos para los amantes de la sociología política y su divulgación.

Pero no crean, hay mucho territorio que recorrer, incluso para articulistas aficionados porque la rebelión catalana bien tramada, hiela la sangre al obstinarse en mostrar rasgos más que definitorios de la degradación de un sistema que aceleradamente comienza, ojalá no de forma irreversible, el camino del arrasamiento de aquel como sustentador de una sociedad de vanguardia. Y así, con secesión o sin ella porque el daño está hecho, aunque a resultas se contabilice un mayor o menor cataclismo de las instituciones y de su arquitectura económica y social, construida no sin esfuerzo por generaciones pasadas. Parece instalarse el gobierno de los iluminados y en ola de locura mayoritaria o casi, creen llegado el momento de su autodestrucción rigurosa, sistemática, estúpida. Por ahora, consiguieron la metamorfosis de los representantes de la burguesía más catalanista, culta, tradicional y conservadora para ponerlos al servicio de grupos ácratas, revolucionarios de folleto, con las ideas ancladas en la primera mitad del siglo XX, alimentados con el peor leninismo y cercano a sicópatas gloriosos como Mao, Pol-Pot o Kim Jong-Un, dejando muy a la derecha de su reaccionarismo cutre el populismo hortera de los bolivarianos miserables de Venezuela. Cómo será la deriva que en el popurrí catalán parecen honorables señores de la política los estadistas de izquierda republicana o los comunistas de ICV. Es lo que hay y quizá el episodio criminal del AVE no sea más que una señal del mecanismo letal en que puede convertirse la situación explosiva de Cataluña. Son las consecuencias conjuntas y simultáneas de una huida cobarde del Estado, regido durante decenios por políticos pusilánimes con nula visión de la historia y del papel europeo de la Nación española. Pero también de una hermosa Constitución que lleva en su seno la semilla de la discordia y que debió modificarse en la legislatura Rajoy, empleando el procedimiento agravado del artículo 168, alargado en dos periodos, tratando su conversión en lo que nunca debió dejar de ser, autenticando su contenido, haciendo posible un Estado viable y duradero antes que por inercia imparable acabe con el ser de la propia Nación.

Ahora, a la puerta de unas elecciones generales, los populares de Rajoy haciendo esfuerzos admirables pero tardíos, quedarán presumiblemente en la puerta del poder que no supieron conservar. Y no era tan difícil observar una trayectoria ajena a los principios y valores que le dieron una irrepetible y envidiable mayoría que debió suponer el impulso regenerador de España para su anclaje definitivo en la Europa culta y democrática. Muchos lo vimos desde el primer año y trasladamos la angustia a una opinión pública pancista y descreída. Y debió cambiarse de trayectoria a pesar de la herencia miserable recibida que quizá pudo haber servido como acicate no solo para la salvación del caos económico sino también y precisamente por ello, para restañar las heridas en una moral social arrasada y en un Estado elefantiásico, glotón e ineficiente. Ahora reflexionan tarde sobre el desgarro ocasionado al pretender gobernar una Nación solo con política económica.

Y lo mejor que puede ocurrir será que un golpe de sensatez lleve al gobierno de España, una coalición de socialistas con C´s, porque estos preferirán la cercanía de una mayoría social que parece palparse, a un proyecto popular al que consideran anclado. Y ya ven como se presenta la parrilla de salida. La socialdemocracia española en tránsito hacia la insignificancia, pilotada por un aprendiz de concejal desenvuelto, con más gestos de insolencia que de solvencia, con escasos rasgos de inteligencia política y más destellos de ambición que brillo de estadista. Sin descanso ni desmayo profundiza en un delirio de palabras vacías y oportunistas, haciendo de un proyecto otrora importante, ideología torpemente difusa y confusa. E inútil para sacar a la Nación de la postración en que yace. ¿Y Rivera? Pues viviendo un  sueño que parecía inalcanzable y para nada previsible. Es verdad su valentía en la defensa de la unidad de la Nación española entre aquellos lobos nacionalistas hambrientos y feroces. Pero ya me dirán cuando tenga que medirla con el “concepto polisémico” de Zapasanchez, aunque por ahora se conforme con prestar su imagen por diarios, revistas y platós, en un road show incansable y productivo. Por más que se empeñe carece de partido y de programa y eso en las actuales circunstancias resulta dramático y chusco. Si el modelo de gobierno es el puesto en marcha por un tal Marín en Andalucía, un Ciudadano criado a los pechos del socialismo gaditano, caeremos en la más absoluta depresión. Era esperanza de muchos miles de ciudadanos y el pobre no pasa de fatuo mayordomo de Susana y su lenguaraz y autoritario Presidente del Parlamento. Claro, aquí ya me dirán para lo que pueda servir tanto la oposición como el Parlamento. Es el régimen, que si no ocurre un cambio casi imposible se revolverá tan rígido como autoritario. Cuestión de tiempo.

Ya vivimos el error, quizá tengamos que soportar el horror.    

jueves, 8 de octubre de 2015

Otras Opiniones. Julián Delgado

Artículo que publicará el Diario "Última hora de Mallorca" el día 10 de Octubre
Políticos de diseño
Julián Delgado


En esta sociedad de hoy, las ideas, los conceptos y los argumentos han perdido importancia, lo que cuenta son las personas; los medios y las redes nos cuentan la actualidad a través de sus protagonistas. En la política pasa igual: solamente nos llegan los duelos dialécticos y los titulares que producen sus dirigentes. 
No es de extrañar, pues, que los partidos busquen personas con perfil mediático, a ser posible guapas, atractivas y simpáticas, para incluirlas en sus listas, aunque carezcan de experiencia, e, incluso, pese a que estén apenas dotadas para la política. Lo que importa es la imagen. Artistas, deportistas y todo aquél que haya destacado en alguna causa meritoria, son buscados por los ojeadores de los partidos para proceder a su fichaje. Es ahora el caso de Zaida Cantera. La comandante, que pidió la baja del Ejército después de haber sido víctima de acoso sexual, es la última adquisición del PSOE. 
Los ciudadanos nos merecemos más respeto por parte de los políticos; quienes figuren en las listas  deben ser los más capaces para dirigir nuestro destino colectivo, no los más guapos o los más famosos. Por otra parte, el hecho de que, como en este caso, la víctima de una acción deleznable acabe mercantilizándola, vendiendo su tirón mediático a un partido a cambio de los privilegios del poder, resulta poco edificante. Desde ese momento se debe a quien la ha fichado y ha de estar dispuesta a que éste rentabilice su fichaje. La comandante satisfizo su primera prestación con un titular: La cúpula militar sigue funcionando como antes de la Transición. ¡Ay Zaida, qué poco sabes lo que fue aquella cúpula! La mayoría de los generales de entonces habían luchado junto a Franco, del que eran incondicionales; aún se sentían vencedores, se subían a los podios para arengar a grupos fascistas y escribían en la prensa los artículos más reaccionarios. Dirigían unas FAS presas dentro de su aldea ideológica, concebidas en lo político y en lo estratégico para sostener la dictadura. Eran su guardia pretoriana.   
La cúpula militar y el Ejército de hoy son equiparables, en todo, a cualquiera otros de la Unión Europea. Y tú lo sabes. Comandante Zaida, ¿de verdad crees que el escaño vale tu deslealtad?

domingo, 4 de octubre de 2015

La Opinión de Javier Pipó


La Azotea de Javier Pipó

 

LA INTEGRACIÓN

 

Observa, me decía mi informador habitual, la enorme capacidad de integración por absorción que tiene el régimen socialista andaluz. Y me pone dos ejemplos de los muchos, variados y complejos que aquí se desarrollaron durante los últimos treinta y cinco años de socialperonismo. Por sí mismos, dice, explican el éxito arrollador de una forma política incansablemente renovada año tras año. Nadie osa disputarle el terreno bien labrado de la ya tercera generación de jerarcas, aprendices y tuercebotas, esparcidos por todo el territorio, ocupando hasta los alvéolos sociales con alguna representación, entes, grupos y entidades y en general todos los cuerpos sociales intermedios medianamente significativos o mínimamente influyentes.

Y como observador crítico bien informado, me narra la historia fascinante del susanismo, protagonizado por ella misma durante los últimos veinte años, con eventos más o menos recientes que describen la gran tapadera de la corrupción sistémica andaluza. Y ya digo, hoy me pone los ejemplos del fiscalConsejero y del Consejerorector, aparentemente desconectados pero imprescindibles en la olla pestilente de la rapiña.

Ya ves me dice, como funciona en Andalucía el Poder Judicial, por llamarle como se debe. Al final, plenamente integrado en el sistema. Y su trabajo ha costado porque nadie puede decir que sea fácil. Pero si el poder radica en cada juez en el ejercicio de su jurisdicción, pues deberá trabajarse la jurisdicción con el juez adecuado en el momento oportuno. Es mucho lo que se juega y mucha la responsabilidad histórica a protagonizar. En estos treinta años o más, cualquiera estará legitimado para preguntar por el papel de la fiscalía en el  desenmascaramiento de la mamandurria a cargo del erario público, de su saqueo sistemático. Es cuestión de recordar los años perdidos de Conde Pumpido y desde 1995, las oportunidades totales de la anticorrupción que Jiménez Villarejo imaginaba algo así como propia de “los intocables” y que sin embargo en esta tierra parece se hizo realidad aquel durísimo aserto de Lincoln de que la mejor justicia no siempre es la mejor política. Porque el instrumento de integración- sigue diciendo- funcionó como un reloj y a la hora del statu quo explosivo, nada como incorporar  a la mesa a uno de la familia, a un fiscalConsejero maduro y bien relacionado que hable de tú a los que luego – cuando corresponda- impartirán la justicia que proceda. Pero al menos les hará llegar la extrema sensibilidad de hombres y mujeres trabajando por el bien común, a su manera y eso es importante para marcar los tiempos necesarios.

Ahí tienen los ERE´s, Invercaria, Formación, etc y etc, como pasan los años y envejecen o se jubilan los protagonistas sin más reproche que el de la prensa libre. Se deshace lo instruido, se cambia de instructor y en poco tiempo puede quedar empitonada la oposición. No digan, es maravilloso. Y el pueblo ajeno, sigue votando entusiasmado porque ya se identificó con una corrupción socializada que para nada enturbia un discurso de utopía imposible, pero hermoso. Y no es por hablar, ya me dirán cuál es el papel de un Consejero de Justicia, si ésta – emanada del pueblo- debe impartirse por jueces independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley y al igual que los fiscales, pertenecientes a Cuerpos nacionales. Pero queda en manos del gobierno regional el facilitarle los medios para que trabajen, incluso la dotación de personal. Y claro, la Juez sustituta de Alaya dice que paraliza la instrucción porque carece de medios humanos. Pues ya está. Pero queda mucho trabajo pendiente ante tanto desmán, como el consejo prestado en  los Tribunales Superiores, en las Audiencias provinciales y en el CGPJ, con más agujeros negros que la propia Constitución.

Del Consejerorector, por cierto imputado según terminología antigua ahora solo investigado, deberíamos hablar detenidamente, porque llega en el momento oportuno y seguramente nada casual. Ya veremos si en este huerto no estalla la siguiente mina, sobre todo si la inteligencia mezquina que desprecia la universalidad de la ciencia es la autosometida al poder. Miren, Andalucía tiene el privilegio de contar con una Universidad pública en cada capital de provincia y dos Universidades Internacionales, también públicas. Es decir, diez. Más que Madrid o Cataluña, el 20% de las de España, con presupuesto superior a los 1.600 millones de euros, que supone casi el 19% del presupuesto de todas ellas. Algo así como el 1,25% del PIB regional, cuando la enseñanza universitaria pública no supone más allá del 0,9% del PIB nacional, incluida la andaluza. ¿Y quién controla esta inmensa máquina económica y de poder territorial? Pues los Consejos Sociales, ahí queda la garantía, la solvencia técnica y la seguridad jurídica. Y cuando puede, la inútil Cámara de Cuentas y nunca, el Tribunal de Cuentas que bastante tiene. Ya ven el retroceso, antes de la Ley de R.U. de 1983, el control estaba en manos de la Intervención General del Estado, menudo cambio. Como si el control financiero de fondos públicos guardase relación alguna con la autonomía universitaria. En lo que sí tienen autonomía no ejercida es en la crítica sobre la corrupción y su investigación, delatando los orígenes, causas, protagonistas y los remedios. Nada de eso esperen, ni siquiera la queja del inmenso caudal público volcado en enseñanza superior que no saca Andalucía de la cola de las regiones pobres europeas a pesar de la ejemplar solidaridad de las naciones de la UE con esta tierra maldita en su dependencia.  

Es el arte de la integración, le contesto. Como el de los partidos teloneros en los periodos en que el socialismo no logra mayoría suficiente. Integró por absorción el andalucismo, luego el comunismo posibilista de IU y ahora con maestría ejemplar deglute el infantil C´s que contiene en su seno un troyano llamado Marín o algo así. Y encima, Durán, el pertiguero andaluz que logra un Parlamento donde sobran, por molestas, las iniciativas de la oposición. Perfecto.

Ahora se celebra con júbilo los 25 años de la integración en el mundo de la libertad y la prosperidad de una parte de la Alemania sojuzgada por esa quintaesencia del progresismo en que consiste el totalitarismo comunista que devastó la economía, el medio ambiente y la dignidad humana de millones de alemanes. Tras estos 35 años queremos preguntarnos cuando Andalucía se integrará, al menos, en la decencia política.