Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

viernes, 30 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ.

PUBLICADO EN EL "DIARIO CÓRDOBA" EL DÍA 4 DE OCTUBRE 2013


LA AZOTEA


REPRESENTACIÓN Y DEMOCRACIA



Sería una peligrosa ingenuidad desconocer las muchas carencias del sistema democrático y representativo vigente desde 1978. Quizá la más llamativa consista en la abrumadora y progresiva escasez de demócratas que configuran la base y su razón de ser. Porque la democracia se sustenta en ciudadanos educados en un sistema de valores y creencias que aprecia el vivir en libertad, respetando y acatando leyes justas que sus representantes votaron. Que aceptan el reproche y desprestigio social que la vulneración de aquéllas acarrea. Que sienten el orgullo de pertenecer a una sociedad evolucionada, en el estadio más alto de la civilización, valorando la democracia como forma superior de vida y no se avergüenzan de identificarse como patriotas. Que repudian los totalitarismos como forma gregaria e inferior de convivencia. Quizá por ello, Larra decía que un pueblo no es libre mientras la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.

Pero aquí en nuestra Nación abruma la carencia o al menos lo que existe quedó en minoría silenciosa y se va instalando el hombre masa definido por Ortega. Ineducado, soez, intolerante, dogmático y radical, que desprecia la libertad, que siente nostalgia de las cadenas vinculadas a quien pueda decidir por él. Soy consciente que esa hermosa meta de la que España se aleja, no es alcanzable sino tras procesos educativos equilibrados y constantes, con Gobiernos estables. Por eso vengo defendiendo contundentemente la necesidad de un sistema representativo que permita la alternancia en el poder de las dos grandes formaciones del espectro ideológico. Es decir, alternancia sucesiva mediante elecciones libres, del Partido socialista y del Partido conservador. Los demás, deberían ajustar sus propuestas hasta hacerlas coincidir con alguno de los grandes o aceptar un papel satelizado para cuando los electores permitan su colaboración de Gobierno, que puede y debe ocurrir frecuentemente. Ello permitiría gran estabilidad política y poder rentabilizar los esfuerzos ciudadanos, en sus pretensiones cerca de las instituciones constitucionales.

Este desiderátum no es novedoso ni aventurado y sí ampliamente experimentado en países de larga tradición democrática. Pero requiere modificaciones legislativas de calado, tan trascendentes como la Ley Electoral General, restringiendo el acceso a la representación de partidos minoritarios que no alcancen un porcentaje superior al actual 3% e introduciendo decididamente el modelo mayoritario a dos vueltas, que dirima en última instancia el partido gobernante. Naturalmente resulta deseable impedir o minimizar la presencia de los partidos nacionalistas en el Congreso de los Diputados, pero la Ley D´Hont favorece a las grandes formaciones, castiga a los de apoyo electoral disperso y resulta ajustada para los de ámbito autonómico. De manera que un sistema democrático, constitucional y parlamentario, también tiene sus servidumbres y excrecencias. Máxime al tratarse de Estado tan disperso como el español.

Pero el nacionalismo reaccionario y disolvente no aporta nada a programas de ámbito e interés nacional, quizá eslóganes, quejas, protestas y exigencias, como la secesión a plazos. Son partidos ajenos al objetivo esencial de llegar a gobernar, quizá porque no pueden. La pretensión se reduce a influir sobre el Gobierno y la opinión pública, convirtiendo su presencia en lobby de enorme influencia. Quizá solo en España sea posible que la Comisión de Exteriores de su Parlamento esté presidida por un nacionalista independentista o el representante del Estado en Cataluña pida la independencia sin ser acusado de traición. La presencia del nacionalismo debe quedar reducida al Senado reformado, si alguna vez llega la urgente transformación del Estado mediante una Constitución más propensa a la unidad nacional. Y excluidos o neutralizados en el Congreso de los Diputados, impidiendo que un reducido número de representantes decida el destino de la Nación.

España puede y debe quedar libre de la maldición que desde mediados del siglo XVII le impide despegar como nación con mucho que aportar a la Europa del progreso y la libertad. España tiene una Constitución en su mayor parte modélica, una excelente base cultural, tecnológica y científica, pero necesita cambiar la estructura de su Estado y su  modelo de representación. Antes de que nuevamente sea demasiado tarde.

lunes, 26 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ 26 DE AGOSTO 2013


LA AZOTEA

DEUDA, POBREZA Y FANTASÍA (Y 2)
26 Agosto 2013



Fue el gran John K. Galbraith el que hizo referencia a la sociedad de los tres tercios, cuando reservaba al grupo de los ricos, de las clases medias y de los pobres, por partes iguales, los trozos del pastel de la riqueza nacional. Claro que la estructura de la sociedad norteamericana salida de la Gran Guerra presentaba un reparto explosivo por injusto. En la Europa pasada por la socialdemocracia y mediatizada por un eficaz intervencionismo estatal las espadas sociales se encontraban envainadas y la esperanza en crear riqueza mejor repartida, minimizando la pobreza y el desencanto, parecía haber conseguido la fórmula exitosa de bienestar con libertad.El abuso ahogadizo del socialismo democrático y la reacción desproporcionada del neoconservadurismo plantean en Europa una etapa de angustia y desconfianza. Etapa  caracterizada por el descreimiento de la población en sus instituciones democráticas, asistiendo resignadamente a una nueva fase de capitalismo inestable, cuando no evanescente y la desmitificación del Estado providencia.

Se cuela la sociedad global y nadie conoce las recetas contra los mercados todopoderosos que dictan códigos de conducta y Estados fisgones que justifican su poder limando hasta la imaginación. España hace años consiguió mejorar la descripción de Galbraith al consolidar una mesocracia donde el reparto del pastel correspondía muy mayoritariamente a las clases medias, quedando un estrecho porcentaje para la riqueza y la pobreza, aunque muy distantes en su capacidad de bienestar. Esa estructura era el único soporte posible para establecer un sistema democrático y constitucional avanzado. La consolidación de esa estructura era la esperanza. La marcha acelerada hacia su desaparición, la gran frustración de una sociedad que teme conocer la verdad, si algún día alguien tiene el valor de describirla y mostrarla.

Desde la década de los 60 la herencia intergeneracional consistía en una progresiva mejora de la calidad de vida y un acercamiento lento pero imparable hacia la convergencia con los países europeos desarrollados, modelos envidiables de desarrollo en democracia, islas de libertad. Ahora, nuestro PIB disminuye, se nos hace desde fuera con turismo y exportaciones. Nuestro endeudamiento aumenta con tanta fuerza como el paro y toda una generación se ve frustrada en su derecho a horizontes de felicidad.

Ya se requieren al año, 230.000 millones de euros nuevos para financiar un Estado imposible, alcanzando un record histórico, como el de casi igualar la deuda pública al 100% del PIB. Pero las magnitudes son, si fuese posible, más mareantes ya que a principios de 2012 la deuda total era cuatro veces el PIB de la que casi el 84% es privada, despertando de un sueño tan frágil como fantasioso. Y sin tocar el déficit porque al no consolidar con los presupuestos las sociedades públicas, incluidas las autonómicas, desconocemos el real.Es la herencia intergeneracional de hoy.

Jefferson, tempranamente advertía que una generación no tiene derecho a atar a otra. Pero aquí se ata hasta la banca y sus 300.000 millones prestados por el BCE, para liquidez, ya ven. En algún momento alguien recordará que fue Jiménez de Asúa el inspirador del artículo 1º de la Constitución de 1931, que rotundamente proclamaba el Estado integral, compatible con la autonomía de municipios y regiones. Ahora solo se quiere recordar el color de la bandera.

Pero aquí en Andalucía entonaremos en silencio el himno a la alegría de Schiller, cuando en breve Susana Díaz alcance su sueño y nuestro desvelo, porque entonces, recordaremos lo que aquél nos señalaba tan certeramente: “Solo la fantasía permanece siempre joven. Lo que no ha ocurrido jamás, no envejece nunca”.

      

  

miércoles, 21 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

LA AZOTEA


DEUDA, POBREZA Y FANTASÍA 



Creo fue Samuel Jonson quien aseguraba que se podría tener la fantasía por compañera, pero debe tenerse la razón como guía. No se si aquí, es ese el lazarillo que nos conduce. No lo parece. Seguramente coincidiremos en encontrarnos con una Nación debilitada, desunida, desacreditada en el exterior y con el enemigo en el interior y encima con un gratuito y perjudicial, por extemporáneo e inútil, conflicto al sur del irredento y explosivo sur.

Aquí no se tiene un especial aprecio ni respeto por la Constitución. Treinta y cinco años parece una eternidad, pero a poco que se profundice en la marcha atrás habrá recapitulación sobre su vigencia y alguien nos hará el recuento sobre el tiempo en que no estuvo en vigor. Desde luego desde 1978, en al menos dos de sus Comunidades Autónomas. Es el tiempo que el nacionalismo reaccionario lleva lanzando bloques de hormigón al centro de gravedad de la Nación. Y en el resto del territorio, pues funciona como constitución-homilía. O como marcador de los límites éticos que la democracia puede decidir, en palabras del profesor Marina. Y desde luego así nos va, porque aquí lo que se decide es precisamente rebasar los límites y ver que pasa. Por ahora no pasa nada.

Pero debemos valorar, incluso en plena canícula, si nuestra estructura económica, empezando por la andaluza, será capaz de sortear las dificultosas situaciones de zozobra que se esperan cuando llegue el otoño-invierno. Y empezando por Andalucía, no creo deba hacer especial esfuerzo para expresar lo que espero del Gobierno Susana Díaz: nada. O mejor dicho, que su inexistente o muy minorada acción de gobierno perjudique menos que el despliegue de sus virtudes políticas.   

Pero a pesar de su inútil y perjudicial superestructura, vengo manteniendo que Andalucía tiene un enorme potencial de crecimiento. No solo las posibilidades de industria agroalimentaria del sureste, de la esencial del aceite o de las oportunidades en el vergel del Valle del Guadalquivir. Hay otras, como acaba de dar a conocer la TEDAE, que calcula como tres de cada cuatro euros de incremento de la facturación del sector de la tecnología de Defensa, Aeronáutica y Espacio, se debe a Andalucía que ya representa el 30% del sector en España. En 20 años, a pesar del sistema político obstaculizador e inoperante, se han triplicado las exportaciones de tecnología avanzada, más de 4.500 millones de euros que representan un 20% del valor de aquéllas.

Miren, Andalucía ha recibido de Europa durante 25 años, 70.000 millones de euros, a través de Fondos y otras generosas ayudas. Eso supone más de cinco veces el importe del Plan Marshall que entre 1948 y 1951 puso en marcha Estados Unidos para la reconstrucción de Europa tras la Gran Guerra. Y si durante aquellos años los paises beneficiarios crecían un 4% anual, parece difícil explicar el retroceso y distanciamiento de Andalucía del resto de España – menos de la mitad del PIB/per capita que el Pais Vasco – y ser la Región con más paro de Europa.

Pero es que no solo la fantasía es la compañera del pueblo andaluz durante los últimos treinta años de utopía infantil, es que los números casi la explican. Miren, si en 2006 la deuda total de la Comunidad era de casi 7.000 millones de euros, que representaba el 28% sobre los ingresos, en 2012 es de casi 20.000 millones que representan el 86% de aquellos. Ya me dirán donde vamos. Pero no crean que eso preocupa a los responsables autonómicos. Por ejemplo, este año la previsión de ingresos es cercana a los 31.000 millones de euros, que ya es fantasía. Pero a final de junio la recaudación neta es solo de poco más de 11.000 millones y a esperar que el Gobierno Rajoy lo resuelva. 

Parece definitivamente que de la descentralización no se espera una liberación, como dice Muñoz Machado. Ocurre sin embargo, que la última Legislatura parecía convertirse para los socialistas en el final de su monopolio político. Pero ante el inesperado fracaso de los populares se encontraron con la tierra quemada, fruto de su inefable iresponsabilidad. Y ahora, todo se espera de Madrid. Incluso la elaboración de los Presupuestos, como en Cataluña. Y en Madrid se continua inmóvil, porque sin rigor fiscal el déficit no se reduce y la deuda se hace insostenible. Si se abusa de la austeridad los efectos son negativos sobre el crecimiento, lo que obliga a ajustes fiscales adicionales y mantener el circulo vicioso. En ambos casos la consolidación resulta no creíble y los mercados terminan siendo implacables. Es lo que ocurre, pero con amenaza de deflación porque el IPC ha descendido un 0,5% desde enero. Ello dificultará el pago de la deuda, hará descender el consumo y aumentará el paro. Son las paradojas de la deflación, que dicen los economistas.

Y como el Estado sigue con estructura idéntica y no hay voluntad de reforma, pues el déficit seguirá aumentando la deuda hasta el rescate, con empobrecimiento colectivo, o la expulsión del euro, con empobrecimiento más acusado. Pero ya me dirán como se aguanta con el 27% de paro, necesidades de financiación que desde los 170.000 millones de 2012, pasan a 230.000 en 2013, incluido el inacabable FLA de los 23.000 millones ampliables. Pues ya ven, poniendo 40.000 millones para pagar intereses. Ya anunciaba Montesquieu que el endeudamiento “favorece a quienes no trabajan y crea dificultades a quienes crean riqueza”. Es el anuncio premonitorio de la pobreza.                                   


sábado, 17 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA


DESDE  EL  MEDITERRÁNEO ( y 2 )



Pues aunque parezca difícil, nunca en los últimos siete años pude ver tanta gente despreocupada, disfrutando el clima, el paisaje y la gastronomía en este hermoso rincón de España. Para los especialistas dejo si el bullicio sin igual es a causa de la crisis o  consecuencia inesperada de la misma y en cualquier caso, el origen del fenómeno para nada interesa a los empresarios de la restauración o de los servicios vinculados al turismo. Viendo este espectáculo de ocio y gasto resulta difícil comentar parámetro alguno de la crisis y sus perfiles demoledores. Pero la hay, eso desde luego.

Miren Andalucía, con datos económicos y de marginación social de infarto, espera nuevamente ilusionada la coronación del nuevo mito a manosear por un pueblo al que robaron hasta la esperanza de futuro. Veremos como una vez en su trono de poder casi absoluto, ocupando hasta los últimos alveolos del sistema, Susana expanderá sus escasas y destructivas ideas en lenguaje directo y radical, precipitando la caída al abismo de la economía y la estructura social.

Y no son juicios de valor sino anticipaciones de la realidad. Fíjense lo que promete Valderas, su soporte ideológico, cuando convoca al pueblo andaluz a una lucha contra la troika. Semejante insensatez haría inviable ocupar cargo tan improductivo como nocivo para los intereses generales. Pero no en Andalucía. Aquí enseguida se convocarán elecciones, que ganarán ampliamente, formando un frente popular como instrumento de cambio social profundo y duradero. Para eso está el sistema educativo; los medios de comunicación propios y afines; parte de la patronal a la espera de alguna migaja de la concesión amistosa; amplios sectores de las muchísimas Universidades, que colocan la ciencia al servicio de la ideología, tomando al inolvidable Lysenko como modelo; una Administración dócil, cada vez más alejada del imperio de la Ley, con controles internos desarticulados y externos de opereta y nómina, con 500.000 empleados debidamente observados por un ejército de fieles comisarios o unas instituciones nada transparentes ni democráticas que deambulan en la tinieblas espesas de la corrupción.

Y si así está la presunta socialdemocracia o socialismo democrático, en la otra orilla, el liberalismo conservador o no, el centro derecha, está destruido, anulado, desaparecido en su propia estulticia e irresponsabilidad. Sin candidato, con la obsesión de aparentar progresistas ideas socialdemócratas, paralizados por la masa inmunda del dinero fácil y la mentira como estatuto, esperando saber si la ética se desprende de una sentencia judicial. Mientras, unas clases medias desorientadas y estupefactas asisten impotentes a este proceso de autodestrucción sin parangón en las democracias occidentales. Es la muerte de un bipartidismo no desarrollado e imposible a causa del egoísmo colectivo, la falta de valores y principios, la ausencia total de un patriotismo vigorizante y fértil en un paisaje mediocre y cansino que algún día, nuevamente, helará el corazón de siguientes generaciones.

   

 

domingo, 11 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA


DESDE EL MEDITERRÁNEO



Reflexionar junto al Mediterráneo es seguramente diferente del resto de los lugares desde donde poder conseguirlo, pero estoy convencido que hacerlo desde la costa almeriense, muy cerca del desierto de Tabernas y junto al hermoso cabo de Gata, es todo un privilegio. Sus tardes apacibles y luminosas, sus aguas templadas y transparentes, sus carreteras costeras con vistas a hermosas calas y multitud de rincones poco frecuentados, es espectáculo sensorial de sencilla belleza si el espíritu se encuentra especialmente sensible y abierto. Pero no estoy dispuesto a que esta sublime estética me haga olvidar los desgarros de una tierra que sufre desde hace demasiadas centurias el desconsuelo de utopías imposibles y estupefacientes.

Aquí o desde cualquier punto de Andalucía se hace presente el origen del poder permanente y se entiende con poco esfuerzo la teoría de Acemoglu y Robinson sobre el fracaso de los paises. Aquí, lo único que carece de estética es el poder. Aquí, lo único que rebosa marrullería y desvergüenza es el poder sin ética. Fíjense como representando una extensión territorial del 17%, casi igual que su población, el PIB solo representa el 14%, pero descendiendo casi un 2% en 2012 y un 2,2% si se mide en términos de distribución per cápita.

Pero Andalucía desde el este mediterráneo y su potente 22% de la producción hortofrutícola nacional, al vergel de su parte occidental que como alguien dijo – seguramente lo único con sentido - podría ser la “california europea” tiene un potencial espectacular de desarrollo y creación de riqueza. Solo necesita la suerte y la inteligencia colectiva para dotarse de instituciones inclusivas, modernas y democráticas, con gobernantes honestos y preparados. Es el esfuerzo para abandonar una vergonzosa cola española y europea. Pero ya ven. Si siguen la actualidad andaluza, verán como se pierde la esperanza ante tanta estulticia. Pero con Voltaire, deseo amar nuestro país aunque nos trate injustamente.

Ahí tienen al estadista Valderas, asegurando que Andalucía “necesita pasar página del asunto de los ERE”. Y esa perla, tras apoyar una campaña sistemática y antidemocrática contra la juez Alaya que solo encontrará comprensión en la gente decente y según parece en la Audiencia Provincial de Sevilla, porque del CGPJ, ni está ni se le espera. El Vice Valderas es personaje corto de ideas, largo de lengua y maquiavélico en el uso del poder. Pertenece a esa nueva generación de comunistas, titulados en agiprop, de memoria asimétrica, auténticos puntilleros de la democracia constitucional, que carece de salida a la democracia popular en la que aún confían.

De manera que “esclarecer” y resobar hechos acaecidos hace setenta años, desenterrando muertos y rencores, necesita una espectacular infraestructura engrasada con millones de euros de los contribuyentes. Y una Dirección General de Memoria Histórica que aunque parezca de ficción, depende de su autoridad. Sin embargo, el mayor escándalo político y penal de esta pobre democracia, necesita una esponja limpiadora y a otra cosa. Es imposible mayor desparpajo en la desvergüenza y menor dignidad en el ejercicio del caro e inútil puesto que desempeña.         

Pero no crean, ahí tienen al gran maestro Daniel Barenboim y su duradero timo de la Fundación Barenboim-Said que desde 2003, saquea las arcas andaluzas que le financian con largueza su orquesta mixta de palestinos e israelíes. Hermosa idea que perdura, sin que nadie explique el por qué debe financiarla el Presupuesto andaluz, ya tan esquilmado por cleptómanos depredadores de variado pelaje. Miren, Andalucía tiene nada menos que cuatro Orquestas, alguna sinfónica, más el Teatro Maestranza de Sevilla, que cuestan a la región más empobrecida de Europa, la friolera de casi ocho millones de euros. Pues bien, Para Barenboim y su genial idea se destinan además, nada menos que millón y medio, el 17,5% de aquélla cantidad. A cambio, el genial Maestro decía de Chaves que tenía “una visión de la cultura, única en el mundo” ya ven. Y de Griñán que es un “gran melómano”, estupendo. Y de Susana, la próxima titular del poder andaluz, “que es muy simpática e inteligente”. Pues menos mal. Solo en esta tierra son posibles estos golpes maestros a políticos facilones que desconocen la digna compostura del dirigente público.  

Como los enredos de UGT y el empleo de fondos para la formación de trabajadores en financiar manifestaciones contra el sistema. Resulta insoportable tanta desvergüenza florecida en la impunidad  de un sistema estúpido en su permisividad y agobiante en el reparto de privilegios a saqueadores profesionales. Y sin dejar el embrollo de Gibraltar, tema favorito del sistema para situaciones de emergencia, pero que en estas circunstancias puede traernos más desgracias que alegrías. Precisamente por nuestra extrema debilidad debemos buscar el respaldo dialogado del principal baluarte de libertad del mundo civilizado, huyendo de enfrentamientos ridículos e imposibles, cuando se cumplen 300 años de aquéllos nefastos de nuestra decadencia, que aún sufrimos sin recuperación aparente.  

El poco pecho a sacar sea en defensa de la democracia y la libertad ante la tiranía castrista, por el turbio asunto Payá, aunque no le guste o precisamente por ello, a Cayo Lara y otros liberticidas. Qué tiempos aquéllos de Marcelino Oreja y Fernando Morán, los más sólidos ministros de Exteriores de los últimos cincuenta años. Pero es que Gibraltar está en el vértice de Andalucía y la Mesa de negociación que se prepara tiene una pata para la Junta. Pues será el estreno internacional de Susana y Valderas. Lo mismo nos integran en Gibraltar. Pues eso.          

miércoles, 7 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

LA AZOTEA


EL  CRÍTICO  VERANO




El comentarista de opinión debe también tomarse unos días de silencio en este caluroso verano, contribuyendo a rebajar la tensión de los meses vividos. No obstante dejo testimonio de mis inquietudes veraniegas en este Blog, para quien tenga la generosidad de leerlas cuando se incorpore al que será ardiente otoño que nos espera.

Hombre, hay datos muy positivos que habrán llevado la alegría a miles de familias que encontraron trabajo con esta o aquella regulación laboral, eso desde luego. Alegría por las noticias tan favorables de la balanza de pagos, sin dudarlo. Por la prima de riesgo a la mitad de hace un año, eso nadie lo pone en duda. En consecuencia, salvo los irreductibles antisistema o los muy sectarios, todos miramos al cielo por si nos ayuda a salir de la situación y nos volcamos en autofelicitaciones sobre lo que parece una cercana superación de la crisis. Pero llevamos ocho trimestres, es decir dos años, en decrecimiento continuo. Es que casi da igual, en términos macro, si son cinco y medio o seis los millones de parados, duplicando en cualquier caso la media europea.

Las previsiones para nuestra Nación en los próximos años, del FMI y de Bloomberg, son tan pesimistas que nos erizan los pelos y el desasosiego resulta inevitable ¿Por qué nos ubican detrás de Grecia y Portugal en perspectivas? ¿Nadie está dispuesto a sacar conclusiones de este desastre e intenta poner remedio? ¿Se puede seguir gastando el doble de lo que se ingresa? Eso supone más deuda; más gasto en intereses; menos inversión – la Junta de Andalucía tiene prevista una reducción del 21% este año- más paro; menos cotizantes; más impuestos y de nuevo, más déficit. Un círculo infernal en el que nos quiere sumergir la izquierda radical antisistema y los nacionalismos reaccionarios.

Pero ojo porque el déficit, que aumenta sin control, ya alcanzó en seis meses, lo previsto para doce. Y llevamos veinte meses en que nadie se encara con valentía y patriotismo a reducir un Estado insaciable, comelotodo y gordinflón, que nos lleva de forma inexorable a una ruina cierta. Estamos contemplando el triunfo maldito de un Estado ineficaz, imposible de financiar, compuesto de diecisiete agujeros negros dedicados al gasto innecesario, al pago de prebendas y favores, saturado de instituciones y entes creados antes de la función a desempeñar, de miles de aficionados agarrados a la nómina y al privilegio. Todo ello, envuelto en una nube pestilente de corrupción e impunidad. Es una ola indigna de antipolítica y desvergüenza que ha reducido a chiste de mal gusto la dedicación noble y vocacional del servicio público. Pero los pasos van en dirección contraria. Ahí tienen la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Se lo podían haber ahorrado porque no aconseja al Estado sino que lo amedrenta: cada parte y son diecisiete, va a lo suyo. Y el único que debería velar por los intereses generales, el Gobierno, pues no hace sino facilitar la centrifugación de aquél.

De modo que, por ejemplo, los anticipos excedidos sobre los ejercicios 2008 y 2009, concedidos por Zapatero – al final se convertirá en el Guzmán El Bueno de la democracia – se devolverán en 20 años en vez de los 10 previstos. O nunca. ¿O es que alguien considera que los FLA 1 o 2 o 3, o los que vengan, los devolverá alguna Comunidad? Pero ya ven en lo que quedó la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Una guasa con aspavientos. Y si en 2009, en pleno bullir del disparate, se crearon o consolidaron Fondos de financiación tan vacíos como el de Garantía, el de Suficiencia o el de Competitividad, pues ya se habla de un nuevo sistema que sin duda agravará la situación pero alargará la agonía hasta la llegada de los puntilleros.

Pero no son minucias. En 2011, últimos datos definitivos, el Estado transfirió a las CC.AA. casi 105.000 millones de euros, de los que el 18% vinieron a Andalucía cuyo presupuesto en 2013 es de más de 30.000 millones. Y ¿cómo piensan financiarlo? Seguro que la respuesta está en los presupuestos de 2014, donde Valderas tiene la palabra, Susana Díaz la sonrisa facilona y nosotros pondremos la paciencia y el dinero. Pues nada, que siga el festín que ya vendrá Europa o los americanos a sacarnos de la miseria y de camino salvar la democracia.  

    

sábado, 3 de agosto de 2013

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA

EL  PATRIOTA



El pasado día 21, en mi comentario titulado LO QUE VIENE, pedía la comparecencia de Rajoy ante las Cortes Generales o así, para “explicar lo que pueda y deba, pedir perdón y presentar la dimisión sin condiciones”. Y añadía, “eso es lo que haría un patriota”. Pero claro, como advertía Bergamin, detrás de un patriota hay siempre un comerciante y Rajoy prefirió, antes de recibir el presumible lanceo de la oposición, presentar las cuentas aseadas y preparadas para amortiguar lo que vendría después.

Y después venía el llamamiento a la mayoría, reclamando imperiosamente la más eficaz colaboración para alcanzar la felicidad. Es decir, solo un poco y mesurado amor a la patria pero sin olvidar a Quevedo quien astutamente señalaba como aquél, siempre daña a la persona. Total, que su inútil llamamiento fue un discurso hermoso, sólido, bien construido, repleto de mensajes dirigidos a una mayoría de ciudadanos demócratas, felices al comprobar como la dirección, confiada en impecables elecciones, con instituciones respetuosas con la ley y el derecho y un poder judicial independiente, lleva a la Nación a la prosperidad y la libertad. Puro espejismo de patria celestial. Como si nada hubiera ocurrido o pueda ocurrir, en acto de sublime soberbia enfatiza que no dimite, ni dimitirá, ni convocará elecciones, que es lo que faltaba.

Miren, profeso la mayor admiración por Rajoy, al que creo un hombre íntegro y honesto, inteligente, prudente, demócrata y gran parlamentario, pero nunca debió pasar de Ministro. La falta de decisión y coraje hacían presumir una legislatura difícil y presta al ataque despiadado e irresponsable de nacionalistas y liberticidas, no dispuestos a una nueva etapa Aznar repleta de decisiones e ideología. Y eso a pesar de la coyuntura de horror ante el retroceso histórico y el penoso error de los años negros del zapaterismo. Pero Rajoy no es imprescindible para la democracia liberal y el centro derecha, que sí lo son para la perdurabilidad de la Nación española. Las democracias avanzadas son sistemas de opinión pública donde la prensa libre juega un papel esencial en el control del poder, en un juego implacable de contrapoderes. Y ello requiere respeto y sensibilidad, admitiendo el error cuando se produzca, reconociendo el daño que siempre se ocasiona y con independencia de los reproches penales que procedan.          

El resto de la legislatura, veremos hasta cuando, será un infierno, vacío e ineficaz, de acelerado deterioro, en situación de suma delicadeza económica, social e institucional. Y cuando se convoquen elecciones nos veremos abocados a un temible frente popular, donde se ajustarán las cuentas pendientes y nos hundirán en una sima casi insalvable de pobreza, desprestigio internacional y desesperanza. Cuando Rubalcaba subió a la Tribuna con el disfraz de indignado, todo hacía pensar en el fin del imprescindible bipartidismo, en una estafa institucionalizada, en inexorable cuenta atrás, en malo y peligroso juego de patriotas.