Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 8 de enero de 2020

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA

LA ULTIMA AZOTEA?
8 de Enero 2020


Ahora, en este mismo mes de enero de hace ocho años, iniciaba columna de Opinión semanal en el Diario Córdoba, denominada LA AZOTEA y con el título aquel día de El Gran Presupuesto. Fueron 102 artículos hasta abril de 2015, que cubrieron de forma apasionada, un periodo de coincidencia temporal con el socioperonismo reinante sobre el lodazal andaluz, cuyas terminales mediáticas impidieron con intransigencia la continuación de la experiencia. Las ultima Azotea del día 9 de aquel mes de abril llevaba el ingenuo título La Regeneración Posible. Paralelamente nacía este Blog de Opinión en cuya cabecera desde entonces, figura el lema Blog Independiente sobre tres Pilares del Liberalismo: Instituciones, Democracia y Libertad. Casi 400 artículos que intentaban contener crónica del tiempo político de España. Pero siempre entre el liberalismo y la socialdemocracia, las únicas ideologías de paz y progreso, que hicieron de Europa un oasis de libertad, avance social, democracia y bienestar. Las instituciones democráticas dan armazón a vigorosos Estados de derecho, al imperio de la Ley, la separación de Poderes, la prensa libre y unas sociedades educadas en el amor a la libertad individual y colectiva y al libre juego del mercado. Todo ello, sin perjuicio del intervencionismo del Estado, corrigiendo el desbordamiento de los límites e interviniendo en la consecución de una igualdad más efectiva y una justicia social real, que fortalecen envidiables Estados de Bienestar. Y en el marco de la Constitución de 1978, la más hermosa y moderna de Europa, cuyos principios y valores han dado el sentido exacto de su contenido al lema elegido como frontispicio del BLOG.      

Pero España ya tiene Gobierno progresista, en coalición también progresista y apoyada por una patulea no menos progresista que los anteriores. El Gobierno a punto de quedar constituido, y lo que es aún más extravagante, que presumiblemente formalizará su toma de posesión ante el último de los Borbones – de Felipe V a Felipe VI escribí – supone un nuevo y pintoresco episodio de la difícil y retorcida Historia de España. De manera que desde 1700 hasta el preocupante día de hoy, en el que aún permanece reinante aquella Dinastía, transcurren 320 años de los cuales 265 los ocupan sus sucesivos reinados, y los restantes 55 años repartidos entre dos tristes y dramáticas Repúblicas. Una de utopía tan breve como disparatada y la segunda, burguesa en sus planteamientos, pero enseguida   engullida, rebasada y destrozada por un comunismo criminal y devastador de sus regeneracionistas pretensiones. Y también dos Dictaduras o mejor, una dictablanda incapaz de remover los cimientos obstructivos que angustiaban la inteligencia nacional desde final del siglo XIX y otra larga e inicialmente brutal, pero transformadora y modernizadora de la economía y la sociedad, capaz de construir una sólida clase media que hiciera posible el gran cambio a la muerte del Dictador. Ya veremos el tiempo incierto que ahora se abre

Los últimos cuarenta y cinco años han sido fecundos para el progreso y la libertad. Quizá treinta y cinco si descontamos los prescindibles mandatos del dañino Zapatero y su sucesor en el drama, creador de una corriente reaccionaria y prerevolucionaria conocida como sanchismo. Sánchez da fin a la etapa socialdemócrata del socialismo español, pero también al periodo constitucionalista, democrático, parlamentario y representativo, iniciado en 1978. Y por supuesto, hace tambalear la Corona que con tanta dignidad ha llevado en sus sienes Juan Carlos I y mantiene su hijo Felipe VI, dando ambos unidad y permanencia al Estado y prestigio en sus relaciones internacionales. El soberbio, ignorante, prepotente y achulado Sánchez, inaugura un trayecto que cuando menos contiene más incertidumbres que certezas; más miedo que seguridad; más espanto que alegría; más estancamiento o regresión que progreso; más oscuridad autoritaria que luz de libertad. El sanchismo se ata al engaño y la mentira, a la simulación y el neolenguaje, hundiéndose en la antipolítica y huyendo de los caminos grandiosos de la democracia y la razón.

Aquí la extravagancia liberticida es la llegada al poder del comunismo totalitario de Iglesias, que responde a la corriente revolucionaria del socialismo del siglo XXI y que puede ser vehículo de las pretensiones de Soros en su ingeniería social sobre Europa y desde luego España. De manera que se vislumbra un paisaje utópico de una Europa federal de regiones sin Estados, empezando por el desmembramiento de la nación española, cuyos feroces y podridos nacionalismos catalán, vasco o gallego necesitaban el acceso al poder del zarrapastroso Iglesias, como momento dorado a sus pretensiones independentistas. Pero Iglesias conecta así mismo con un comunismo gransciano, bolivariano e internacionalista, con un bagaje intelectual muy superior al ambicioso y maquiavélico Sanchez y sabe que Europa sufre también un declive moral, social y de incertidumbre económica. Ambos lucharan por devorarse, pero será mucho más palpable el gradualismo devastador del programa comunista y la disolución del sanchismo en la salsa de su propia ambición.

De manera que asistiremos al vaciamiento de la Constitución a través del retorcimiento del ordenamiento jurídico, avalado por un Tribunal Constitucional afin a la nueva etapa que ahora se abre. El aislamiento total de la Monarquía; el acercamiento a la teoría franquista de unidad de poder y división de funciones; la nueva exhumación de este como fantasma para la restricción de las libertades, presentando la justicia restaurativa. La persecución de lo que pueda ser llamado fake news, como forma de restringir la libertad de expresión o el intervencionismo abusivo que restrinja la libertad de mercado. Y paralelamente abandonar el derecho a la educación, la persecución por ideas religiosas, el feminismo ideológico, el azote el ecologismo como dominación o la ingeniería social y el barrido de los valores y principios tradicionales y cristianos. En fin, es el comienzo de un nuevo tiempo constituyente sobre el poder constituido que madurado, dará a luz una nueva Constitución también progresista.

Mi Blog, difícilmente puede expresar con autonomía, seguridad e independencia su opinión, sin la existencia de rincones para el liberalismo y la socialdemocracia. Su espacio natural se desarrolla entre instituciones democráticas y a la luz de la libertad. Y ahora se abre una etapa de oscuridad con duración muy indeterminada. Cuando esclarezca, de producirse lo que puede ser irreversible, volverá a contribuir con su modesta opinión.