Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

lunes, 28 de octubre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


PAZ POR TERRITORIOS
28 de Octubre 2013
 

Cuando a finales de 1991 terminó en fracaso la Conferencia de Madrid entre palestinos e israelíes, Rodríguez Zapatero no pasaba de silente y desconocido Diputado por León. Nadie podía imaginar que aquél simpático y joven político llegaría a convertirse en el quinto, peor y disolvente, Presidente del Gobierno de España desde la transición. Una pesadilla que duró dos Legislaturas. Al menos.

A Rodríguez Zapatero debió entonces impresionarle el eslogan de aquéllos tres días de negociaciones que carecían de marco legal de referencia, pero que instauraron lo de “Paz por territorios” que sin duda resultó más acertado que la propia convocatoria de la Conferencia. Sonaba bien y parece querer decir algo, aunque nada diga. Pero encajaba en la psicología de aquél poeta de lo inane. Y desde luego podía resultar instrumento útil para que alguien con más luces, construyera un proyecto diferente para España. Y fue el que se construyó, sobre la base de un nacionalismo que ya entonces llegaba a los límites intolerables de desbordar el Texto constitucional. Ahora, la Constitución no pasa de constituir una referencia maleable, dúctil y adaptable, arrollada hasta el extremo de carecer de vigencia en dos de los territorios cuya paz resulta esencial para el proceso. Me refiero al proceso de “paz por territorios”, muy avanzado, perfectamente estructurado, bien sincronizado entre Cataluña y el País vasco, entre estos y cierto sector de opinión internacional, fundamentalmente europeo.

Y un Gobierno, el de Rajoy, quizá desbordado. O no. Favorable al proceso, o cualquiera sabe el tipo de cobertura o comprensión que proporciona. Torpemente, parece estar solo en la resolución de problemas económicos, como si estos no tuvieran su origen en la estructura demencial del Estado, como si pudieran resolverse sin resolver la seguridad del Estado en su permanencia. Como si los problemas económicos fueran capaces de resolver los políticos.

Dice Rosa Díez que el Gobierno Rajoy, con el nacionalismo, tiene una reacción pueril, irresponsable y cobarde. Pero claro, ahora es moda exigir responsabilidades políticas, a políticos que realizan acciones inmorales. Pero nadie sabe en que consisten y además, el coste de los desmanes, no solo económico sino también moral, lo pagamos los ciudadanos. Ya está bien de refugiarse en la responsabilidad colectiva, que la hay, pero la exigible es la individual y no desde luego de carácter político. El idealismo salvaje de ETA solo ha sido capaz de manifestarse sino con violencia, como corresponde a comunistas de escuela. También haciendo el juego sucio durante decenios a los señoritos del PNV, que entendían los desmanes, junto a curas anticristianos que los amparaban. Ahora, cuando la burguesía hace el juego sucio a los canallas, comienza el banquete devorador de los pusilánimes, en un proceso imparable de albanización de la tierra vasca.

Y los nacionalistas catalanes metieron en un mismo ómnibus corrupto, a radicales, republicanos, comunistas, socialistas más o menos orientados, convergentes, democristianos y demás vividores de la política y burgueses de buena bolsa, iniciando un viaje sin estación de destino. Si llegaran a puerto comprobarían la dureza del duelo a muerte por disputarse y conseguir el poder. Por ahora ya gana el radicalismo de izquierdas. Pero debemos seguir preguntando lo mismo. ¿Se piensa liberar a Otegui? ¿Se le prepara el camino a Ajuria Enea? Solo falta Garzón en el ámbito nacional para cerrar el círculo, como aventuraba en ambos casos en uno de mis comentarios,  hace ya muchos meses. ¿De verdad hay continuidad en el tema ETA entre Zapa y Rajoy? ¿Se sigue trabajando en el proceso de paz? ¿Por qué se puso tanto empeño en la legalización del brazo político de ETA, llevándolo hasta el altar de las Instituciones? ¿Dónde están los finos y elegantes intelectuales vascos, muchos de ellos educados en Deusto que asisten callados a la toma del poder en Guipúzcoa? ¿Creen que dominarán el proceso más tarde?

 ¿Acaso la Sentencia del TEDH forma parte de ese proceso y por ello no se recusó al demócrata juez López Guerra, convertido nada menos que en Ponente, sin tener la decencia de inhibirse? ¿Por qué se puso en libertad al querido en los ambientes, Bolinaga o no se quiere detener al temido y no menos querido Ternera? Hay demasiadas preguntas por hacer y ninguna por contestar. Pero todo el mundo sensible lamenta ya, que los crímenes de ETA puedan prescribir antes que sus heridas. Como en su momento, la ruptura de España será un lamento colectivo cuando las consecuencias se perciban como devastadoras.

 

 

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