Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

martes, 30 de junio de 2015

La Azotea de Javier Pipó


La Azotea

EL AUTO
30 de Junio 2015

Lo peor es que el Auto del Juez Barreiro no ha causado alarma social. Pero nadie mínimamente informado sobre estos más de tres decenios de socialismo andaluz puede honestamente llamarse a engaño. Es que el sistema es así, pero no desde el año 2000, funesto comienzo del festín judicial, sino desde su fundación. Por eso, los que hemos conocido más o menos de cerca a tantos y tantos de sus responsables, vemos como la manta ha quedado escasa, pero suficiente para poner de manifiesto como la democracia puede, con o sin Platón, degenerar en oligarquía y penetrar en un círculo infernal de ineficacia, corrupción, autojustificación, bunquerización, estancamiento, pobreza y autoritarismo.
Es que Chaves fijaba el escenario en cuatro golfos, pero llegará a cuatrocientos sin contar los mil y un procesos en marcha. Y observen la dimensión porque el vendaval arrastra a dos Presidentes de la Comunidad, representantes del Estado en ella y encima, presidentes del partido que llevó a estos todavía presuntos delincuentes, a la gloria histórica de un malgobierno fraudulento, maloliente y maldito. Y con ellos, cuatro Consejeros – nunca perdió más tiempo el águila que cuando escuchó los consejos del cuervo- y otros cincuenta altos cargos, tan altos que se creyeron sin cargas. 

La rigurosa resolución judicial de Barreiro, es la crónica técnica de un régimen nefasto para los intereses públicos de Andalucía y España, único objeto y justificación de su entramado institucional que con alguna decencia y no ahora con solivianto, debería haber defendido y propiciado. Es la crónica negra de una época que desgraciadamente para la democracia, estuvo liderada por quien nada puede ni debe reprochar a la franquista anterior a la que sucedió, sabiendo que la dictadura partía de bases sociológicas y económicas de devastación. Como tampoco nada puede reprochar al resto de la Nación que a través de exquisitos mecanismos constitucionales de solidaridad, puso en sus manos ingentes cantidades de recursos económicos y materiales, estúpidamente dilapidados para finalmente dejar el territorio herido moralmente, deshecho políticamente y en la cola de la Europa del progreso y el bienestar. Que nada puede reprochar – como Grecia, tan cercana en tantas felonías individuales y colectivas- a la Europa hermanada por métodos de convivencia civilizada que se ha volcado con más de 70.000 millones de euros en esta desorientada región y que sin embargo, descubierto el pastel, se encuentra cada vez más alejada y desprestigiadas sus instituciones. Pero la generosidad europea es para la convergencia y no para el camelo de la paz social, engrasada con descaro y desvergüenza.  

El Auto de Barreiro es pieza única, singular, digna de estudio detenido por cuantos quieran acercarse al servicio público, para así poder reconocer los principios, valores y reglas que nunca deben traspasarse en la gobernación de una nación. El enjundioso texto delimita con precisión las líneas rojas que jamás deberían ser rebasadas por el gobernante democrático, porque en su preocupante relato resalta con nitidez aquella estructura que hace diferenciar una sociedad atrasada que desprecia las normas jurídicas de autolimitación en la convivencia, de aquélla otra lealmente respetuosa con ese contrato social tantas veces referido, capaz de someterse al ordenamiento jurídico,  base de una sociedad avanzada para alcanzar y mantener el respeto a los derechos individuales y colectivos, la libertad y el progreso.  

No se que diría ahora aquel penoso vocero del Gobierno andaluz cuando hace un año acusaba al de España de iniciar una "Causa General" contra Andalucia, a raíz de las primeras salidas a la luz pública de otro gigantesco escándalo. Me refiero a los cursos de formación, que ya verán cuando termine la instrucción judicial como dejará en juego de aficionados a los ERE's. Porque el relato de hechos no parece circunscibirse a zonas concretas de la Administración, sino que se alimenta con participación asombrosa de ciudadanos, grupos y entidades al calor del desbarajuste de las instituciones. Ya me dirán el valor ejemplarizador de un poder capaz de extender hasta el último rincón del sistema, inimaginables dosis de desvergüenza e inmoralidad, centrado mayormente una y otra generación en ordenar cuidadosamente el legado putrefacto de la corrupción.

Produce bochorno infinito, no solo a quienes hemos dedicado más de media vida al servicio público, el martilleo incesante en el relato de actos presuntamente ilegales perpetrados en fase de gestión y ejecución del presupuesto, con el “no consta”, “no figura”, “no se acredita” “no se fiscaliza”  o cuando dice “se generan importantes perjuicios al erario público, debido a ejecución de actos indiciariamente fraudulentos” o cuando expresa como hay desviación de dinero a beneficiarios ajenos o a entidades mediadoras o escandalosos honorarios a bufetes de postín. Y además nos anuncia que los 854 millones es comenzar porque apoyado en la inútil Cámara de Cuentas, lleva el drama hasta los 1.200 millones. Y hasta hay lugar para el rincón de lo chusco, en una Administración de panchovilla, como el “error” a la Cía. APRA que se le abonan 2.999.999 euros, cuando debió ser 2.999,99 euros, pero es igual juana que su hermana, porque encima la aseguradora se niega a devolver lo cobrado indebidamente, dice el Juez. Y es que, cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. Pues eso.   
  

domingo, 21 de junio de 2015

La Opinión de Javier Pipó


La Azotea

TALENTO Y TALANTE
21 de Junio 2015



Desde la negra etapa de ZP, no habíamos gozado desde las instancias del poder un discurso capaz de engarzar retóricamente tales expresiones. Hasta el momento ya digo, ignorando al bobo de Estado, con ellas se pretendía describir una situación, un grupo o un personaje, entendiendo por talento algo así como una simbiosis entre actitud y aptitud o cómo saber utilizar los dones que los demás carecen. Consistiendo el talante en la capacidad para establecer el contexto adecuado para que se desarrolle el talento. O en definitiva y como alguien dijo, que talento y talante conjuguen con tiento y aguante. Pero mira por donde, llega la rutilante estadista sevillana y nos presenta su gobiernillo con  estridentes calificativos, tan rimbombantes que ruboriza transcribirlos, pero que han resonado por Andalucía entera, pregonados por unos medios de comunicación fervorosos, la  mayoría bien engrasados por el presupuesto.

Y esta criatura política, ha tratado de convencernos- aunque no la hayamos votado- que lo suyo es "el Gobierno del talento y del talante”. Ahí queda eso. Como si el talento se generara de forma espontánea y el talante fuera un gesto de forzado voluntarismo. Como si la frase necesariamente pudiera convencernos de una nueva era, empeñada en aparentar como iniciada. Y conste con carácter previo que los demócratas o constitucionalistas, debemos agradecer a Susana su gesto de desprecio a los comunistas reaccionarios de Podemos hasta dejarlos estupefactos. Tanto como su guiño simbólico a C's, más o menos sincero – en ella pocas cosas lo son - conociendo son de peligro fácilmente descriptible. Ya digo, se nota un montón la mano de Felipe Glez con permiso del pertiguero Bono.

Desde luego Pipó – decía mi cansino histórico- usted es difícil de convencer, quizá porque anduvo demasiado cerca del poder, conociendo el suelo de sus cavernas; pero no me negará se trata de un Gobierno brillante y eso supone un tanto para la Presidenta. Bueno, le digo, no es para entusiasmos partidarios y menos en mi caso, de independencia siempre defendida porque nunca me abandonó el peligro de perderla. Pero no me referiré a cada uno de los consejeros, por resultar empeño no solo tedioso sino inútil  y conducente a profunda melancolía.        

Miren, aquí no caben juegos de tronos fantasiosos sino más bien empeño en descubrir si bajo la hiel encontraremos algún día la miel. Porque ahora contabilizamos treinta y cuatro años de historia de agujeros siderales, pero cuando Susana finalice su mandato el régimen habrá durado más que el franquismo. De manera que la primera valoración será la continuidad del sistema, reforzado por un Parlamento blindado ante cualquier veleidad de apertura al cambio. Un parlamento más bien proclive a los tercios de familia y sindical, con un presidente a lo rodriguezdevalcarcer y un órgano de gobierno que cuando el TC se pronuncie sobre el golpe de mano de su composición habrá finalizado esta Décima gloriosa. Y Andalucía, seguirá siendo gobernada más desde el talante que desde el talento. Tan así como nuestra progresiva identidad con Grecia y como ella, con más pasado que futuro.

Pero ya me dirán si no tiene su aquél incorporar dos Rectores, dos, a este gobierno del recambio, mejor del cambio y mitad. Quizá lo merecían porque hicieron por el Gobierno socialista, mucho más que la mayoría de sus Consejeros. Pero ¿acaso triunfaron o terminaron la labor científica y organizativa que les supone tan encumbrada dignidad de Magníficos, en sus universidades de origen? Hace años se reconvirtieron en designaciones políticas, eso si relevantes, en la estructura de poder provincial y en algún caso regional, como acabamos de ver. Aun confío en que se haga la luz del día en las diez universidades públicas andaluzas; con sus miles de empleados y sus miles de millones sin control. Bueno, se dirá que para eso están los fieles Consejos Sociales o la inútil Cámara de Cuentas o las llamadas auditorías, ya ven. Y en cuanto a la otra estrella fulgurante del firmamento de Susana, pues ahí la tienen para lo que sea menester. Ella, Rosa, es inmune al tiempo y a las circunstancias. Lo mismo le da, que le da lo mismo, de alcaldesa comunista o diputada socialista; de Ministra de agricultura con Zapa- ya ven- o Consejera de Fomento con Griñán, otro éxito de los tiempos del fraude sin plan. Lo suyo es besar la mano del poder, sin una mala palabra ni una buena acción. El resto, no tienen interés ni para la crónica social.

Aquí lo que necesitamos saber es si, aunque mínimamente, se combatirá el fraude, la rapiña y el saqueo de los fondos públicos. Si, aunque sea un poquito, se intentará introducir en la vida pública andaluza, la decencia como principio y la democracia como sistema. Si lograremos avanzar, aunque sea poco, en el prestigio internacional de las instituciones. Y si como consecuencia de todo ello y de mucho más, Andalucia acortará distancias con el mundo desarrollado del empleo y el bienestar social. El talante me importa una higa si no hay talento y vergüenza. Pues eso.

jueves, 18 de junio de 2015

Otras Opiniones. Julian Delgado

Artículo del escritor mallorquín JULIAN DELGADO que se publicará el próximo sábado, día 20 de Junio, en el Diario "ULTIMA HORA" de Palma

El cordón sanitario 
Julián Delgado. Escritor   

El cordón sanitario, inventado para controlar epidemias y evitar sus estragos, se ha recreado en España para excluir al PP de la vida política. Esta infame práctica propia del sectarismo más tóxico -pues en democracia el objetivo es cohesionar, no excluir a quien acepte las reglas del juego- la pusieron en práctica los nacionalistas catalanes en el Tinell con la bendición de Zapatero. Hoy se repite contra el mismo partido, de la mano de Sánchez, con el objetivo de echarlo del poder y maquillar su derrota electoral, aunque para ello deba vender su alma al diablo. Pactaremos con todos menos con Bildu y el PP. Hace falta sentir un odio patológico para proferir tamaña deyección mental. Y es que el odio es una pasión perturbadora del alma que ahoga la objetividad; y si amenaza nuestra integridad psicológica, con el tiempo se incrementa y se acumula, hasta que se llega a desear la destrucción del objeto odiado.

“…el odio es una pasión perturbadora del alma que ahoga la objetividad…”

Lo que les faltaba a los de Podemos, educados en el odio, no queremos justicia sino venganza, para desatar su rencor y su violencia, hasta ahora verbal, contra el enemigo común. En sólo unos días, hemos sabido que cargos de esta formación se habían burlado de las víctimas del Holocausto, de Irene Villa y de Marta del Castillo; han querido empalar a Gallardón, sacrificar al ministro del Interior y vitoreado al grupo terrorista Terra Lliure; la asalta capillas madrileña amenazó arderéis como en el 36, y un concejal nos ha intimidado con su puño, en el que lleva tatuada la palabra odio. Abuchearon los discursos de concejales del PP y Cs. y, en la calle, la horda festiva injurió y amenazó a éstos con la horca y la guillotina. Mientras, Bildu exaltaba el terrorismo de ETA y amenazaba con la necesidad para algunos de llevar escolta. 

Ante este clima de enfrentamiento sectario, ante estos excesos revanchistas, ante la preocupación de un importante sector de la sociedad, que ve el peligro de volver a un pasado que creíamos superado, el partido socialista, del cual cabría esperar ponderación y sensatez, se ha sumado a la fiesta señalando con el dedo a quienes merecen ser encerrados en el centro del cordón. Piensa Pedro que, galopando sobre los lomos de Pablo, va a llegar a la Moncloa. ¡Ja! 

 

 

martes, 16 de junio de 2015

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


EL IMPULSO DE PROGRESO (y II)
16 de Junio 2015



Claro que va percibiéndose el aroma del progreso. Al principio, quizá hace ya algún tiempo, era la inconfundible estética del radicalismo revolucionario, en una fusión multicolor de cochambre y malas formas, apuntando a la indigencia intelectual de sus alegres portadores que deseaban y debían manifestar al mundo exterior el ardiente resentimiento interior. Ahora, cuando no es posible mantener en silencio sus odiosos planteamientos intelectuales, sacan a relucir los eslóganes de marea con que trajinaron a cientos de miles de no tan ingenuos ciudadanos que escenificaron y lo continúan haciendo, pertenecer al ejército de encantados tras esa flauta con coleta que fabula en el reino de Hamelín.

Pero no pueden pretender engañar a una mayoría silenciosa pero sensata, sobre lo que es y representa la doctrina del progreso en el mundo occidental, por muy neciamente confiada y sin motivo que se encuentre. Porque progreso es idea dinámica que anima y regula nuestra civilización y no la tenebrosa, falsa y estereotipada, defendida por estos impostores evangélicos. Como ya dijo J.B. Bury, el progreso es la prueba a la que son sometidos los propósitos y las teorías sociales. De manera que ahora comienza y ojalá no dure mucho el tanteo sobre la resistencia del sistema que inician estos identificados enemigos de la democracia. Pero nadie debe olvidar como junto al progreso y haciéndolo posible, nos queda en la historia de las ideas políticas la paz, imprescindible en el avance; los derechos individuales y colectivos, como catálogo de lo irrenunciable; la felicidad, alcanzable solo en armonía social; el orden, donde fructifica el bienestar; la justicia, como garantía y la libertad, que dignifica y justifica el sistema. Es decir, no pueden desviar a una sociedad avanzada en su empeño de preparar sin tregua, el reinado de la razón que reclamaba Voltaire.

Pero ya ven la razón que les asiste. La violencia como ideología, la imposición como método y el odio como doctrina. Y mientras avanzan, se les entrega sectores completos de la vida social y económica para que los regulen conforme a ideas arbitrarias cuando no totalitarias, donde la ley es aceptada si se ajusta a lo que el propietario del poder pueda entender como justo o legítimo. Nos acercamos pues en el ámbito político, a ese gobierno arbitrario que vuelve a corresponderse con el azar en el ámbito de la naturaleza, primitiva naturalmente, porque como alguien advirtió, una constitución democrática no puede ser administrada por un pueblo sin ilustración.

Desde la escuela debe enseñarse el amor a la libertad, el temor a perderla, la concepción de esta como flor delicada, necesitada de desvelos permanentes para evitar que la arrebaten. Esta tropa que se instala en las instituciones no viene seducida por el servicio público, ni como guardián del sistema, ni como promotor del progreso. Vienen a quedarse como constructores de un sistema que allí donde se desplegó lo hizo a sangre y fuego, dejando el terreno baldío, casi irrecuperable para la vida digna.

Los populares tienen una gran deuda con la historia, por su estúpida negligencia en haber desaprovechado el periodo de esperanza que iniciaron, transformando la moral social, aplicando reglas prudentes y razonables de cambio en las instituciones públicas y en la estructura del Estado. Pudo más la codicia repugnante de tantos de sus responsables que tomaron el poder como instrumento no de servicio público, sino de lucro personal y de grupo. Por eso, de poco les está sirviendo por ahora, la brillantez del éxito económico. Y que decir de nuestros socialdemócratas, aún bajo el síndrome de ZP, embarcados en una operación colectivamente suicida, ayudando con reiteración a la introducción en la democracia española del virus imparable del comunismo totalitario, que a modo de troyano infame terminará por roer hasta las entrañas del sistema.

A unos y otros solo queda el transcurso de pocos meses para salvar el sistema constitucional, democrático y representativo que pone a prueba nuestra libertad y que debe impedir el hundimiento de la Nación española en el progreso de la tiniebla. Al fin y al cabo, la libertad social más importante es la libertad de beneficiarse con la experiencia.    

jueves, 11 de junio de 2015

La Opinión de Javier Pipó


LA AZOTEA

EL IMPULSO DE PROGRESO (I)
11 de Junio 2015



Pues ya consiguió Susana quien la impulse hasta la Presidencia de la Junta de Andalucía. Tal como ella deseaba ardientemente pues el parto inminente y ojalá feliz, no espera. Como tampoco el pronunciamiento inequívoco de sus amados andaluces, es decir poco más del 22% de los que tienen derecho de voto o algo más del tercio de los que votaron. No es para tanto, aunque sea el juego por el que no muchos disponen del futuro de todos. Pero también, es el resultado de un intenso y prolongado trapicheo, más honorablemente conocido como negociación, con el desenlace conocido de que el empujón lo realiza quien dio en llamarse partido emergente. De manera que Ciudadanos, con el 8% de los escaños y sin llegar al 10% de los votos evita el pastelón de otras elecciones y oculta la indigencia, no solo política, de la gran estadista de pitiminí.

Mire Pipó, me decía un ilustre prócer de la situación, parece que su teoría de los corrimientos ideológicos que hace unos días sostenía en su columna, era lo que parecía, un susurro venido de las entrañas de la disidencia a Zapasanchez. La fuerte y poderosa corriente que trata de mantener a flote las históricas siglas del PSOE sacando cuchillos afilados para organizar la noche de sanbartolomé. Y claro, ahí están personajes como Chacón, de quien comentaba en mi Azotea de noviembre de hace tres años encontrarse estigmatizada por la estulticia del zapaterismo, pero a quien deseaba – si la dejan- suerte en su pretendido liderazgo y en la defensa de los intereses nacionales. O González a quien los amantes de la libertad y la democracia debemos agradecer su hermoso viaje al comunismo hortera de Venezuela y lamentar no lo hiciera junto a Aznar, como símbolo conjunto e indestructible de lo que representan. Y representan mucho aunque por ahora ganen los troyanos del chándal ideológico y el trinque. Aquí en Andalucía, al menos, se nota la mano de Felipe, tratando de minimizar los efectos de la deriva imparable de Zpschez.

Estamos conociendo, palpando, lamentando los primeros efectos de la vorágine insensata de acabar con el modelo razonable, ordenado y eficaz del bipartidismo, que aún sin estar debidamente consolidado parece ya cosa del pasado. Precisamente del pasado que proporcionó a la Nación española los mejores decenios de su historia contemporánea. Es el triunfo de la extrema izquierda antisistema quien solo en la dispersión encuentra el caldo de su cultivo totalitario. Pero claro, aquí deberían temblar muchos pares de piernas si el ruido del error colectivo, del voto de la indignación contra el poder, no impidiera reflexionar sobre el riesgo real de desarticulación de los dos únicos partidos de implantación y vocación nacional.

Observen como no está siendo posible conocer los vectores de la pretendida política de pactos estables y de progreso. Hay territorios donde se defiende el criterio de lista más votada para en el limítrofe, los mismos, defienden componendas para acabar - así lo dicen sin pudor - con el PP. En otros o en importantes ciudades, el socialismo democrático es capaz de pactar con los agentes del comunismo dictatorial bolivariano, el mismo que casi encarcela a Felipe González, tras insultarlo sin piedad ante los ojos espantados de pusilánimes vividores de la democracia. No se pacta sobre ideologías que conformen programas de gobierno, sino sobre intereses más o menos confesables que fundamentan la aparente vocación de servicio público, refugiada en los rescoldos de las ideologías.

Ahí tienen a la miliciana Colau, anunciando su programa de progreso para quien quiera oírla, también el insignificante Trías, pretendiendo no cumplir las leyes que considere injustas o creando nueva moneda en la economía de trueque. Es como Nicolás de Cusa pero en bruto, cuando en pleno siglo XV explicaba que la ley para ser localmente obligatoria necesita la aceptación o en el sentido revolucionario de Rousseau de que las leyes son siempre dañinas para los desposeídos. Es el parto del antibipartidismo. Es la flor del consenso. Es la retropolítica.

En cuanto a C´s sufre un síndrome de certeza, como el PP. Ese don que permite realizar la transición entre verdades ideales y verdades reales y encuentra su origen en el sentido común, que tanto preocupaba a Balmes y tan escasamente a la clase política. Es decir, el instinto intelectual por el que se acepta la existencia objetiva del mundo exterior. Por eso desconoce cual pueda ser su espacio de circulación, al ignorar la ideología que defiende. Va y viene entre el socialismo moderado y el liberalismo de la libertad. Es decir, entre el PP y el PSOE, entre las alas sensatas de ambos, que existen. Y así no le queda otro papel que la bisagra de situación, que la buena solución de coyuntura. Papel deslucido, de poco futuro, aunque saque pecho en las primeras horas, según el papel asignado por el resultado electoral; una especie de correveidile de quien sea, con tal de aparentar lo que no es, pero tampoco dejando de ser lo que aparenta. Un lío. Como la España que espera otras elecciones, en una Europa que ya se traga hasta las trolas de Tsipras. Es el impulso hacia el progreso.

martes, 9 de junio de 2015

OTRAS OPINIONES. Julián Delgado

Artículo publicado en el Diario "ÚLTIMA HORA" de Mallorca el pasado sábado, día 6 de Junio, cuyo autor es el escritor mallorquín Julián Delgado Aguado.
Su contenido coincide plenamente además con las tesis mantenidas en mis últimos artículos.             

PEDRO Y PABLO
Julián Delgado

Para empezar a negociar, Pablo le exige a Pedro un giro de 180º, pero se conformará con menos, pues ya no necesita simular escrúpulos por la corrupción que mancha a sus socios. Lo que precisa de él es que le cepille el polvo de miliciano de Durruti con aires  bolivarianos, quedar homologado como líder de una fuerza democrática de izquierdas y que se incorpore a su línea radical, cuyo objetivo declarado es cargarse el entramado institucional y de valores de la Constitución del 78. Pedro, que ha cosechado el peor resultado histórico del PSOE, ha visto la posibilidad de maquillar su fracaso y apaciguar con nutridos pesebres a sus huestes, que ven en el paro propio causa más que suficiente para el entreguismo, pactará con Podemos. Para ello, Pedro tiene que negar tres veces y todas las que sean necesarias al centro izquierda, como hizo aquel otro Pedro con Cristo, y después olvidarse de la promesa que realizó durante la campaña electoral de no pactar con el populismo. Tras el pacto, Pedro se verá obligado a apoyar políticas cada vez más radicales porque, de no hacerlo, perderá el sostén de sus nuevos amigos y será acusado de ser un freno a la regeneración. 
 
El socialismo resultará...una fuerza de ideología impostada, agotada, antigua y sin ideas propias,…”   
 
El PSOE quedará muy lejos de ser aquel partido socialdemócrata moderno, que en su día aglutinó a una mayoría de españoles, lugar del que ya le alejó Zapatero, renunciando a valores e ideas que son la esencia de su identidad. PSOE y Podemos serán percibidos como grupos similares; y ya sabemos lo que le ocurrió al tripartito: ante dos formaciones que ofrecen lo mismo, se elige a la más dinámica y genuina. Pedro pretende liderar la izquierda, pero el socialismo resultará para el electorado una fuerza de  impostada ideología, agotada, antigua y sin ideas propias, mientras Podemos será percibido como la auténtica izquierda. Pedro habrá hipotecado el futuro de todos por salvar sus posaderas, y el PSOE, que lleva años en continuo declive, seguirá los pasos del Pasok griego y del PSI italiano. Pablo, buen conocedor de las tácticas estalinistas, que tan eficaces le han resultado para conseguir noquear a IU en el primer asalto, hará de Pedro la muleta que ahora necesita, para abandonarlo en la nada de la política en cuanto no lo precise.    
 
 

martes, 2 de junio de 2015

La Azotea de Javier Pipó

LA AZOTEA
LOS ESPACIOS IDEOLÓGICOS
2 de Junio 2015

La cuestión esencial que hará salir al electorado de la situación de perplejidad en que se encuentra - quizá sin tiempo antes de las generales- consiste en delimitar con claridad cuales son los territorios ideológicos del panorama actual. Es verdad que en este mundo globalizado no es la cuestión ideológica la que dirime el control universal. Ahí tienen el experimento chino, de capitalismo de Estado, de comunismo capitalista en que consiste su régimen novedoso, salvo en cuestión de respeto a la dignidad humana. Se va abriendo mano en libertad económica para hacer crecer la riqueza y en consecuencia la capacidad de consumo pero no abandona el totalitarismo que lo define, y desde luego mantiene cerrada a cal y canto la libertad política, la posibilidad de crítica a la oligarquía de partido enriquecida y titular de los recursos colectivos que predican como objetivo del régimen. Pero aquí de poco puede servirnos el ensayo chino cuando ni conocemos como se reparten el pastel, con más o menos descaro, los jerarcas de un sistema cada vez más desdibujado y perdido en la bruma de la corrupción generalizada.

De manera que ZP, bobo de Estado que desarmó el Estado mismo haciéndole casi desaparecer, perdido entre estúpida verborrea y esfuerzos infinitos por hundirlo en el desprestigio internacional, parece que finalmente no pasaba de trompetero de quienes interesaban el desdibujamiento de las lindes del pensamiento político. Observen a su sucesor Sánchez, como abandona el espacio de la socialdemocracia atraído por la novedad de un moderno comunismo que bascula entre el bolivarismo histriónico de Venezuela y el mejor populismo autoritario de los distintos peronismos sudamericanos. Y no crean que eso se les ocurre a personajes de tan escaso peso intelectual. Imposible, porque el peligroso viraje está controlado por varios y notables figuras que o desaparecieron de la primera fila o para nada interesa figurar de protagonistas. Y sirva de ejemplo Bono, inestimable pertiguero del socialismo español del último tercio del siglo XX.

Y Zapasánchez dejó dicho muy claro que su misión y empeño consiste en liderar la izquierda, toda la izquierda, haciendo de su partido el eje esencial, capaz de ser decisivo y predominante en la izquierda española. Entonces ¿para qué ha de “alcanzar a Rajoy”? ¿Por qué la obsesión desmedida con el serio Registrador, si al menos teóricamente encabeza un partido de derecha o cuando menos de centroderecha? Porque ve en Rajoy el ala derecha de la izquierda que él representa y le ocupa un precioso y nada despreciable espacio electoral. Y porque además, la posición más cercana a la socialdemocracia que al liberalismo conservador de los populares, obliga a los socialistas a un desplazamiento excesivamente cercano al comunismo del chándal y la coleta y eso – en este momento – le hace sentir vértigo de perder la propia identidad, aunque desobedezca el mandato de sus poderdantes. Pero aún queda tiempo para observar el desarrollo de las caóticas negociaciones en la formación de gobiernos locales y regionales y los tozudos hechos nos darán cabal medida por donde discurren los corrimientos ideológicos que se llevan este primer cuarto de siglo. Pero no seria la primera vez que el partido más cercano al modelo ideal, con la fortaleza que da la legitimidad de no escamotear sus principios, engulle antes o después a quien no es capaz más que de una burda imitación ideológica por afán desmedido de poder. De manera que la pretensión del inmaduro Sánchez, de desplazar a Rajoy del centro izquierda y el ansia de gerenciar incluso el comunismo de Podemos, puede hacer del socialismo democrático un insignificante partido en el panorama español.

En cuanto a los populares, el deslizamiento operado hacia la izquierda está resultando letal para los intereses de Estado que les correspondería defender. Nada tienen que hacer en la socialdemocracia de la que están siendo alejados con desprecio por sus titulares naturales. Rajoy, sin nadie a su derecha y situado en espectacular mayoría absoluta, debió liderar un regeneracionismo profundo y duradero; una reforma sensata de la CE, buscando solución al problema territorial de la Nación y un avance decisivo en la reubicación del moderno liberalismo conservador y centrista. Y desde luego, plantar pilares decisivos en la reindustrialización de España y avanzar en la sociedad del conocimiento. El éxito en el rescate económico y la recuperación, seguro la habría llevado a cabo también, un sensato socialdemócrata. No cabía otra ni mejor solución.