La AZOTEA
CRÓNICA DE LA VANIDAD
25 de Septiembre 2018
No
les engaño si les digo me importa una higa el doctorado del doctor
Sancheiglesias y su licenciatura, si la tiene, lo mismo que sus ministrillos y
ministrillas. Y no debería dudar de los méritos académicos de ninguno de ellos,
porque voluntariosos sí son; pero podría ser lo contrario de lo que parece y
aparece, entre lo que va quedando de su gobiernillo. Uno ha visto tanto, tan
variado y atrevido, dentro de la Universidad, y fuera, que lo contrario,
resultaría de menor cuantía.
Pero
nadie debe sorprenderse. La LRU de 1983 supuso malograr la Universidad como
impulso de progreso, en Nación en progreso y libertad. Pretendió desarrollar la
autonomía reconocida en el artículo 27,10 de CE, aunque no pasaba de transitar
por lugares comunes ya centenarios. Lo importante, y punto de inflexión cuyas
consecuencias aún perduran, está en la distribución de competencias entre el
Estado, las Comunidades Autónomas y las propias universidades. Al incluir la
gestión económica, evitaban y no de soslayo, el control presupuestario,
financiero y contable hasta ese momento a cargo de la rigurosa, eficaz y
eficiente Intervención General del Estado. En Andalucía, sin ir más lejos, más
que inflexión se produce explosión de gasto ineficiente a cargo de la Junta que
financia con despilfarro, máxima politización, ahí tienen los Consejos Sociales
como escaparate de inútil vanidad; corrupción y descontrol, confiado a la
Cámara de Cuentas, ya ven. Y no crean, cada provincia tiene la suya y alguna
más, con presupuesto total, solo en personal, superior a mil doscientos
millones de euros. Eso sí, Andalucía continúa en magnitudes económicas y
parámetros de bienestar social, entre las Regiones europeas menos
desarrolladas, tras cuarenta años de progresismo peronista y diez Universidades
públicas en flor.
Párrafo
quizá excesivo, reconozco, para una pincelada inmerecida en sector de
actualidad, propiciada por un Gobierno malhadado que está resultando
excesivamente lesivo para los intereses nacionales. Lesivo en todo aquello que
anuncia tocar y retocar, cambiando lo tocado y queriendo convencer a un gentío
desconcertado pero leal con quien le lleva al abismo del desprestigio y la
desolación. Eso si me importa y no el doctorado de un Presidente que está
convirtiendo en pesadilla los primeros cien días y seguramente en amargura, los
siguientes. Pero ni el Gobierno era bonito, como se vio a los pocos días, ni
habrían durado los que van quedando, de tratarse de democracia consolidada.
Pero no podría ser de otra forma si, como ocurrió, llegó a la Presidencia sin
programa político de gobierno, burlando lo establecido en el artículo 99,1y2 de
la Constitución y permaneciendo en ella sin convocar elecciones. Y con su
ambición ha logrado por vez primera desde 1978 una mayoría numérica de enemigos
absolutos de la democracia, la libertad, el progreso y en consecuencia de la Constitución,
que tratan de derribarla esperemos que democráticamente.
Sus
giras internacionales resultan penosas y molestas a sus socios europeos que
poco a poco comienzan a digerir estos brotes, parecen incontenibles, de amantes
de dictaduras comunistas y fascistas y de lo que es más peligroso, serviles
mayordomos que allanan el camino, borrando cualquier huella de razón ilustrada.
Acudió a la América del Sur y salvo Chile – donde no obstante dio la nota
visitando a la familia Allende- se entrevistó con lo peor de la Región,
evitando ser reprochado por su socio preferente. Y ahora con gran aparato
propagandístico viaja a la gran Canadá, sin haber digerido la Ley de Claridad y,
pretendiendo convencer en el Foro Progresista Mundial que su alianza con el
zarrapastroso comunismo de Iglesias es un paso en el mundo del progreso y la
libertad. Y su nota de humor negro; el CETA que hace un año decía “no es
tan bueno como para votar a favor ni tan malo como para votar en contra” ahora es ejemplo por seguir. Y en la prensa libre que aún difunde mensajes
de democracia liberal y representativa en occidente, no olvida el terrible
aviso de Aznar en el Congreso de los Diputados, cuando solemnemente acusó al
totalitario Iglesias de ser un peligro para la democracia. Menudo espectáculo porque por ahora no pudo
entrevistarse ni siquiera con el gañán Trump que aun en su profunda estulticia
es capaz de evitar la caída de USA en el liderazgo del mundo libre.
Y
mientras aquí, el golpe de Estado en Cataluña se hace irreversible máxime tras
oír que el Gobierno de la Nación es cómplice de la fechoría, deseando el
indulto de los golpistas si son condenados. Y preparan una salida, dicen
negociada, ya ven. La traición está anidada en las entrañas del Estado. Y claro
el PNV y sus socios y aliados bilduetarras, preparan las bases del Estado vasco
pretendido, con años de retraso al proceso catalán y seguramente ante de que
conozcamos la desvergüenza del Cupo, tras la Sentencia de un Tribunal de lo CA.
Y ello al contemplar con satisfacción la debilidad de este Gobierno, muy
superior al de Rajoy. Luego llegará Baleares, y Valencia, y Galicia, y
Canarias. Pues bueno sería recordar al vanidoso y perjudicial Presidente, en
relación con su socio Iglesias, lo que advertía T. Hobbes: cuando dos hombres
desean la misma cosa que no pueden gozar juntos, se convierten en enemigos.
Pues ya veremos porque ello también será peor para nosotros.