Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

martes, 27 de julio de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

REFLEXIONES DE VERANO

27 de Julio 2021

 

 

Un mes sin asomarme a La Azotea y cuando decido subir aun con calor abrasador, diviso sobrecogido un panorama absolutamente desolador. Mi reacción casi instintiva es cerrarla para siempre, antes de que los agentes del Gran Hermano me echen el cerrojo desde fuera y dejen mi viejo y cansado cuerpo a la intemperie de un sol africano y la soledad del predicador en el desierto.

Ya se que el nuevo Régimen que pretende instalarse en España apunta maneras autoritarias, antidemocráticas y populistas desde mucho antes del presente mes de Julio; pues desde su penosa llegada al poder, ahora hizo tres años. Ahí es nada. En solo un trienio se vuelve a seccionar la bella, aunque trágica historia del constitucionalismo patrio - aunque la barbarie cavernaria del comunismo totalitario pretenda la solemne estupidez de matrio – iniciada hace nada menos que 209 años, salpicada de sexenios inciertos, guerras sangrientas, tiempos autoritarios y esperanzadores años de progreso y libertad. No se si con lógica, pero toda la razón para Tocqueville cuando advirtió que nada es más duro que el aprendizaje de la libertad. Pues aquí hay escuela para quien quiera reflexionar.

Pero al menos, a un ciudadano del montón, le queda el mínimo derecho a exteriorizar una reflexión interior sobre la velocidad y perfección en el desmontaje metódico del sistema democrático y desde luego recordar aquello de Chesterton cuando decía que este mundo nunca será seguro para la democracia. Y tanto. De manera que tras treinta seis años de franquismo, con sus diez de totalitarismo feroz y veintiséis de autoritarismo - que al menos puso a la Nación entre las diez potencias económicas del momento – y desde 1978, cuarenta de democracia, paz y libertad, llega donnadie cantamañanas, rodeado del detritus maloliente del sistema y lo voltea hasta hacerlo irreconocible en solo tres años.

Pues es lo que hay y seguramente esto no hizo más que empezar. Y nadie debe fantasear sobre métodos legendarios de acabar con el tirano. Hoy, los autoritarismos solo se pudren y finalizan desde dentro. Y la descomposición estaba ya presente en la propia amalgama que vio nacer el Régimen. El sanchismo nada tiene que ver con la socialdemocracia europea que tantos y tan importantes años de progreso proporcionó a las democracias europeas; ni con los años de socialdemocracia felipista, aun con los errores de bulto en la deriva guerrista o en la permisividad del lodazal andaluz ya en la impunidad de la Historia.

El sanchismo y su manada de incondicionales es egolatría como ideología, poder autoritario como método, mentira como contenido y permanencia como obsesión. Esa carencia de ética política y de moral social solo puede ser apoyada por un comunismo cavernario, totalitario, que huyendo de referentes históricos que mínimamente den sentido a tan perversa y fracasada doctrina, se reviste de lo peor del populismo castrobolivariano para dar una imagen alucinante de idiocia descarada que va horadando el tejido social y arrasando principios y valores de una sociedad que parecía asentada en su tradición grecorromana y cristiana.

El resto, nacionalistas vascos sacudiéndose sus vestigios nazis, o el viejo y cansino catalanisno independentista, ahora en la órbita de una extrema izquierda tan peligrosa como desnortada, no son mas que oportunistas de ocasión, en busca de la coyuntura favorable ofrecida por un Estado debilitado, casi fracasado, que mana a borbotones desidia y deshonor en el mantenimiento y defensa de su soberanía, en el respeto al orden constitucional, en la seguridad jurídica, en el caos territorial y en el desprestigio casi circense en el orden internacional.

Enfrente, una derecha desunida, en manifiesto desencuentro en cuanto al método y el deseo de poner fin a este Régimen ilegítimo, que sabe aprovechar la legalidad del orden constitucional que quieren derribar, para avanzar hacia una sociedad que seguramente mira al sistema chino como modelo de comunismo de Estado y capitalismo económico. Sistema iliberal, que arrumba la dignidad de la persona y sus derechos mínimos de autodeterminación y esperanza de libertad. El sanchismocomunismo se ha instalado en España con un programa decidido y vigoroso para acabar con ella como Nación y su Constitución de 1978 como sistema de convivencia. La nueva política nos lleva a la España multinivel. Pues ya verán.  

 

lunes, 26 de julio de 2021

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

 

Artículo publicado por el diario ULTIMA HORA el sábado 24 de Julio

 

La vocación autoritaria de Sánchez

Julián Delgado. Escritor

 

Desde que llegó a la Moncloa, una vez arrasado el viejo PSOE, controlado férreamente el nuevo y constituido un Gobierno sumiso, Sánchez se propuso hacer lo mismo con España. Para ello puso en marcha un desembarco en las instituciones públicas y privadas; no dejó ninguna suelta, controló incluso a empresarios y obispos y liquidó los órganos de control democrático. Aprovechó la pandemia para controlar el Poder legislativo, declarando el estado de alarma, y no el de excepción, para gobernar por decreto, reduciendo a la mínima expresión el control del parlamento.

Respecto al Poder Judicial, la primera medida que tomó fue colocar a su ministra Delgado como Fiscal General, pero no ha podido asaltarlo en masa, someterlo como ha hecho con el resto de poderes e instituciones. Por eso lleva dos años desarrollando una implacable campaña de deslegitimación global del sistema de justicia. Lo ha considerado una amenaza, una piedra en el camino, un dique de contención para su proyecto ideológico. Esta campaña tiene hoy carácter de acoso y derribo, y va desde el Tribunal de Cuentas hasta el TC a los que desafía, presiona, desacredita, denigra y hasta legisla contra los jueces para atarlos. Gracias a la UE no ha ido más lejos. Su empeño es poner la Justicia al servicio de su proyecto autoritario, crear una Justicia a su medida, en la que toda decisión del Gobierno esté por encima de la ley. 

En cuanto al cuarto poder, Sánchez puso una gran interés en controlarlo; entre sus primeras decisiones estuvo, mediante un decreto urgente, someter a RTVE. Después de prometer que sería plural y de calidad, lo convirtió en el ariete para transformar la mentira, que ha presidido su quehacer político, en una práctica normal y aceptada en la vida pública, un virus inmoral inoculado en el corazón del sistema. En lugar de tener el contrapeso de los medios privados, desde el primer día actuó para neutralizarlos, sin el menor rubor. Amenazas o generosas subvenciones, todo vale para intentar que se muevan en su férula.

El adanismo de Sánchez le lleva a creer que España necesita hacerse de nuevo y está en la faena de revisar su idea misma. Por el camino que lleva desembocaremos en una democracia orgánica de republiquillas.  

 

viernes, 9 de julio de 2021

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

 Artículo que será publicado por el Diario ULTIMA HORA de Mallorca, el sábado día 10 de Julio


LA DEFENSA CREATIVA DE ESPAÑA

Julián Delgado. Escritor


Ante los intentos de asalto a la unidad de España, hemos vivido con cierta tranquilidad confiados en que la Constitución establece un procedimiento tan complejo y exigente para cualquier cambio que la afecte (art. 168), que, en la práctica, lo hace imposible. No es ajeno al derecho comparado, pues otros textos constitucionales hacen lo mismo respecto a las materias que declaran irreformables. Así pues, para que una iniciativa de modificación rompa la unidad de España es preciso que se debata en el Pleno del Congreso y del Senado; si los dos tercios de ambas Cámaras la aprueban, se disolverá el Parlamento. Las nuevas Cámaras, salidas de unas nuevas elecciones, deberán ratificar la decisión tomada por las anteriores y tramitarán el proyecto de reforma. A continuación se someterá a referéndum y si el número de votos afirmativos es mayoría, quedará aprobada la reforma.  

La Constitución previno hasta la aberrante circunstancia de que un enemigo de la unidad de España llegara a ocupar La Moncloa con esa cerradura a prueba de bombas y, por ello, hemos venido durmiendo tranquilos. Pero hete aquí, que el vientre monclovita, fecundado por el ínclito Zapatero experto en negociaciones claudicantes,  que pastorea a insignes juristas, dicen que liderados por Conde Pumpido especialista en limpieza de togas sucias del polvo del camino, ha dado a luz un ratón al que se refieren como  Derecho creativo. 

Esa criatura llega al mundo con un pan bajo el brazo en forma deun referéndum sucedáneo del de autodeterminación, que es el que exigen los soberanistas. Una capacidad de celebrar consultas no vinculantes cuya eficacia el mismo presidente del Gobierno del Reino de España podría reconocer como suficiente para justificar la rendición del Estado. Culminaría así el cúmulo de  arbitrariedades y desafueros cometidos desde aquel día en que Rajoy fue sustituido en el Congreso por el bolso de la vicepresidenta

No es de recibo que para conseguir alargar un par de años la supervivencia del Gobierno se pueda poner en peligro la existencia de una nación milenaria por cuya supervivencia han dejado la vida miles de españoles a lo largo de su historia. 

Habrá que ir pensando en la Defensa creativa de España.

miércoles, 7 de julio de 2021

LA OPINIÓN DE JULIAN DELGADO

Artículo que será publicado por el Diario ULTIMA HORA de Palma


Los tres niveles del Procés.3

Julian Delgado. Escritor


EProcés.3, que se iniciará el 13 de septiembre después de que los nacionalistas catalanes hayan exhibido músculo en su Diada, se desarrollará a tres niveles. Uno,teatral, que se escenifica en el Congreso, donde Sánchez se presenta como el pacificador del rampante secesionismo catalán, que busca una solución para el conflicto de Cataluña a través del diálogo. Se acepta el enfrentamiento bronco con la oposición incluso con sus socios, se justifican las concesiones en aras del consenso y la concordia y se promete respetar la Constitución. Pero esta ostentación de las discrepancias de fondo entre Sánchez y los nacionalistas no deja de ser puro teatro para consumo de los seguidores de sus respectivos partidos, una estrategia para ocultar la total sintonía de Sánchez con los nacionalistas.

El segundo nivel es el de las bagatelas, menudencias que se negociarán  en la llamada mesa de diálogo. Sirve este nivel como cortina de humo que esconde la negociación  de fondo. Se pondrán encima de la mesa una larga lista de nuevas competencias que harían desaparecer el Estado en Cataluña, y que van dirigidas a apaciguar a los separatistas más radicales. Estas son la cesión de estructuras de Estado a la Generalitat y diversas prebendas económicas y financieras que resultarán un agravio para el resto de las CCAA: fondos europeos, financiación de infraestructuras, imposición del catalán, apoyo a la candidatura de los JJOO de invierno en Cataluña,  ampliación del aeropuerto de El Prat, inversiones en cercanías, titularidad de carreteras del Estado, el fin de la represión, el blindaje de competencias, representación catalana en la UE, selecciones deportivas, compartir la capitalidad de Barcelona con Madrid, etc.  Es el nivel de las fotos y las declaraciones, sonrisas y caras de perro, que permite ganar tiempo y ofrecer alternativas en las relaciones de los contendientes, despejar tensiones y escenificar crisis simuladas que permitan exhibir la complejidad del empeño.  

El tercer nivel es el subterráneo, el de las alternativas creativas al que no llegan las cámaras. Es en el que Sánchez tiene vía directa con el ínclito Zapatero, su hombre en las sombras, el que urde y muñe el plan de la España plurinacional a sus órdenes directas. Al que no le basta haber renunciado vencer a ETA cuando se estaba en las mejores circunstancias para conseguirlo y, en su lugar, tras un proceso de rendición ignominioso disfrazado de pazlegitimó el hacha y la serpiente e hizo bueno el pronóstico de la madre Joseba PagazaaurtunduaHarán cosas que helarán la sangre. Ahora pretende repetir la jugada en  Cataluña.

Sánchez y su Gobierno rojo-morado, ha metido en su cama política a todos los que quieren acabar con España, ha aceptado sus reivindicaciones y su discurso victimista considerándolos justos y se ha puesto manos a la obra. Así, pues, su objetivo es ofrecer una opción que acepten los soberanistas, aunque haya que desgarrar algunas costuras de la Carta Magna, pero sin que llegue a reventar. Dentro de la Constitución hay muchas cosas que se pueden hacer, declaró hace unos días Sánchez y ahí está Conde Pumpido, junto a ZP, preparando la ingeniería legal para burlar la Ley de Leyes. Rescatarán el Estatut de Maragall, que tumbó el TC en su día, incluirán en su texto, entre otras mejoras, la competencia de realizar referéndums consultivos. El soberanismo la activaráen el momento que considere más oportuno: cuando se hayan incorporado al censo los jóvenes hoy adolescentes inoculados desde las escoletas con el virus del procés en sus distintas variantes. Se repetirá la consulta hasta que el resultado sea favorable a sus intereses y entonces no habrá marcha atrás: harán una lectura vinculante y se independizarán por la vía de los hechos consumados. Y vaya usted a decirles con la fuerza simbólica del triunfo en el bolsillo, que el resultado no tiene valor ejecutivo.  

Para ello necesita una campaña de descalificación y destrucción de las instituciones de control y maniatar a la Justicia. Y en eso está Sánchez desde el principio. Ahora promueve despojar al TC de su capacidad para ejecutar sus propias sentencias, suspendiendo el recurso previo de inconstitucionalidad para frenar Estatutos con contenido separatista e impidiendo que actúe contra referendos ilegales, cuando se había comprometido a endurecer las penas ante consultas ilegales. El TC corre el riesgo  de representar el papel de extra mudo sin capacidad para intervenir ante consensos políticos que estén fuera del marco constitucional. 

¿Quién controla el Estado? Pues eso.