Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 29 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

Artículo que será publicado el próximo sábado día 1 de Mayo en el Diario ULTIMA HORA de Palma.

 

EL PUCHERAZO

Julián Delgado. Escritor

 

 

Estaba escondido bajo una mesa en una sucursal de Correo de Vallecas, desde donde observaba a una pareja de mediana edad sentada ante sus respectivos ordenadores introduciendo datos personales. Correspondían a personas censadas en Madrid, de las que habían comprobado no  habían votado nunca. Unos metros más allá, dos jóvenes introducían en sobres la papeleta del PSOE del voto por correo de los seleccionados y las introducían en sacas oficiales.  

Visiblemente agotados por varios días dura faena, hicieron un alto. Estos pardillos de derechas no saben lo que es tener de jefe de Correos a un compañero dispuesto a echar una mano cuando hace falta, dijo el mayor de los cuatro. Se creían que lo nombraban para hacer un favor a un amiguete y que se iba a limitar a  cambiar el logo y a cobrar, dijo otro burlón. Si conseguimos acabar el trabajo de los sesenta mil sobres, que es lo que ha calculado Tezanos para cerrar el paso a las fuerzas de Colón, podremos estar orgullosos, aportó el otro. A ver si lo bordamos como el tocomocho de las cartas con las balas, aunque hay que ser conscientes de que nos la estamos jugando,  advirtió el sesentón. Todo sea por frenar el fascismo y garantizar nuestra vida laboral, añadió la mujer.

Ya estaba todo preparado para que el día en que se volcaran las sacas del voto por correo se sumaran las que estaban a punto de acabar de llenar. Emocionado pensando en el servicio a la patria que iba a hacer al llevarle a Inda la cinta que estaba grabando, se me cayó el aparato y el ruido alertó al comando del pucherazo. Se abalanzaron sobre mí, el canoso me apunto con una beretta 92X y les dijo a sus compadres: me lo tengo que cargar, nos ha visto la cara.

En ese momento mi perro, asustado al oírme gritar y verme acurrucado debajo de la cama, me despertó con sus nerviosos ladridos. Me avergoncé de mi sueño. ¿Cómo podía ocurrírseme semejante barbaridad de manos de un Gobierno de progreso? Una cosa era copiar una tesis, engañar en una campaña prometiendo lo contrario de lo que iba hacer, utilizar el CIS para orientar el voto, pactar con los malos y rendirse ante ellos, hacer un arte de la gestión de la mentira, atizar el odio… pero ¿un pucherazo…?  Soy un facha onírico. 

miércoles, 28 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

DEMOCRACIA O FASCISMO

28 de Abril 2020

 

 

Pues creo que Iglesias, leninista y agitador callejero, hablando desde el mismo Gobierno de España, desde el Parlamento o poniendo en marcha al gentío, nunca nos dió el calibre exacto de su farsa circense más que, cuando ha soltado al aire ese poema delirante de que la batalla de Madrid se libra entre democracia y fascismo. Y claro, él mismo se coloca en el bando civilizado de la democracia porque el fascismo es todo lo demás. Y parece que hay un sector social que da por válida esa tremebunda fanfarronada. Ya sé que como estalinista y zarrapastroso bolivariano, Iglesias adquirió tan inmerecida relevancia desde que su camarada el muy mediocre y parlanchin Sánchez le abrió la puerta del Gobierno de la Nación que tan tramposamente preside y muchas de las Instituciones clave del sistema que juntos pretenden derribar, una vez arrasado.

Y todo quedó contaminado de basura ideológica, de odio sin fin que llega no solo a utilizar el BOE como Bando doctrinal, sino el mismo Ministerio del Interior, donde el infame personaje que lo preside se permite con impunidad manifiesta, acusar al primer Partido de la oposición como “organización criminal”; lo mismo nos queda por ver cómo su policía patriótica es mandada a registrar la Sede, en busca de sedicentes y mafiosos fascistas. O ese otro Ministro de Consumo o algo así, explicando en su panfleto Por qué soy comunista, la repugnante Transición y el papel de Santiago Carrillo, demoniaco traidor que fue capaz de divagar sobre el Eurocomunismo, ese intento de conversión del PCE en partido democrático, abandonando la violencia y la dictadura como medio de acción política y como fin en la conquista del Poder, es decir el leninismo. De los demás, como Abalos, Belarre, Montero o la otra Montero, mejor los juzgue el futuro y pueda ser valorado el inmenso retroceso histórico que juntos, están proporcionando a la Nación española.    

De manera que este peligroso dúo, y la manada que les acompaña y les da cobertura, se han constituido en el mayor peligro para la democracia española, la Jefatura de su Estado, la unidad como Nación y la Libertad como esencia definitoria. Ahí los tienen como formaron valladar infranqueable, el pasado 25 de marzo junto a los neonazis del PNV, los xenófobos independendistas catalanes, los bilduetarras y demás mareas, rechazando en el Congreso la proposición presentada por la Oposición, de condena del totalitarismo nazifascista y comunista, en base a la Resolución similar del Parlamento europeo de 2019.  Claro, resultaba imposible reiterar la necesidad de conmemorar a las víctimas de estas aberrantes ideologías que procediendo del tronco común socialista, sacudieron y bañaron en sangre gran parte del siglo veinte europeo.

Y resulta imposible porque el Secretario general actual del PCE, el muy conocido bolivariano y defensor de las mas abyectas dictaduras sudamericanas, Enrique Santiago, no está dispuesto a equiparar los crímenes de unos y otros. Claro, durante la II GM, las democracias occidentales cometieron el inmenso error de contar con Stalin para derribar el horror nazi como aliado más, aunque representara la venganza de un totalitarismo sobre otro, aun habiendo firmado el vergonzoso Pacto y reparto Ribbentrop-Molotov en 1939. Ese blanqueo impide hablar de genocidio comunista, según la ONU en 1948, en pleno festejo de los Aliados. Pero eso no impide hablar de matanzas o de Pol Pot, Kim Jong-Un, Mao, Castro, o los crueles dictadores de la URSS, RDA, Polonia, Bulgaria, Rumania, Checoslovaquia. De manera, que menos cinismo exigible a ese intelectual de medio pelo, en doctrinas de Marx, Engels o Gramsci, porque ha vuelto a la inmersión del PCE en el más puro y criminal leninismo. Y aunque hay miles de testimonios, ahí tienen El libro negro del comunismo de Stephane Courtois o entre nosotros, Memoria del Comunismo, de Jimenez Losantos.

Miren, naturalmente que en Madrid se enfrentan, por ahora en la buena confrontación de los votos, por una parte, la democracia parlamentaria y constitucionalista y, por otra, el fascismo. Pero el fascismo, lo representa cada vez con más nitidez y descaro, el sanchismocomunismo que ojalá su instalación en el Poder dure no más allá de lo necesario para que en España no se ponga el sol de la Libertad.      

 

         

 

 

sábado, 24 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

EL DERRIBO

24 de Abril 2021

 

 

 

No ocurren más que coincidencias, a cual más desgraciada y letal para la libertad y la democracia en España. Y parece no haber sino comenzado una tarea muy planificada, coordinada y sistemática para derrumbar la Monarquía parlamentaria, la Constitución de 1978, y en definitiva todo el sistema civilizado de convivencia, paz, progreso y bienestar. Y sería arriesgado especular sobre la posibilidad de que pueda ser conseguido, a pesar del conjunto de condiciones objetivas que parecen coincidir para el gran golpe definitivo.

Y alguna de las condiciones óptimas parecen concordar. Desde la pandemia que no cesa en ola universal devastadora y temor generalizado en la población, hasta las fechorías inenarrables de un Gobierno descarado y felón que se sirve del comunismo tan anticuado, devastador y peligroso como siempre, aliado además al peor desecho político y moral de la sociedad. ¿Y Europa? pues ya digo, en trance; en aparente pero difícil despertar de lo que parece un letargo definitivo. Pero miren, al menos ha repuntado, en ataque de digna sensibilidad, al escuchar el imponente quejido de la judicatura española, reaccionando al intento bolivariano/sanchistacomunista, de neutralizar la independencia del Poder judicial y en consecuencia, la separación de poderes. Y por ahora ha tenido éxito porque el desmoronamiento del Poder Judicial parece quedar para mejor ocasión.

Pero no creo sea suficiente para abarcar todos los sectores sobre los que se despliega la sombra negra del autoritarismo. Ahí tienen la vergonzosa utilización del BOE del día 23 de Abril, con ocasión de publicar, para su inmediata y perniciosa entrada en vigor, la LO 5/2021, derogando – por un ordeno y mando de la mayoría maliciosa- el número 3 del artículo 315 del Código Penal. Pero lo más miserable y desconocido en la Historia democrática española desde la Restauración es que, en su Preámbulo o Exposición de Motivos, se deslice maliciosa y antidemocráticamente el siguiente párrafo: Con la crisis como oportunidad, desde la llegada al Gobierno del Partido Popular en diciembre de 2011, se inició un proceso constante y sistemático de desmantelamiento de las libertades y especialmente de aquellas que afectan a la manifestación pública del desacuerdo con las políticas económicas del Gobierno. Era impensable, pero si posible. Una fechoría de tal calibre se pone a la firma del Rey, que por respeto a la Constitución y su artículo 62, debe sancionar y promulgar. Pero claro, también debe arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones, sin que nadie sepa con exactitud cómo se lleva a cabo cuando las instituciones, casi todas, están en manos de enemigos declarados del Texto Constitucional y del Rey, Jefe del Estado, símbolo de la unidad y permanencia del Estado mismo. Ciertamente que la rubrica no constituye un acto propio de los citados en el artículo 65 CE y en consecuencia es refrendado por el llamado Jefe del Gobierno. Pero ¿y si el Rey, en cumplimiento de su papel constitucional de árbitro y moderador, se hubiese negado a firmar tan sectaria como histórica provocación?

O como pasar por alto la también provocativa, grosera y contraria a las formas vigentes en los países democráticos, intervención ante el Congreso de los Diputados del llamado con desmerecimiento Presidente del Gobierno del Reino de España, con loas tan ahistóricas como injustas y desubicadas, en el 90 aniversario de la proclamación de la II República. Y ello sin mencionar siquiera los históricos servicios de la Monarquia al constitucionalismo democrático, pacífico, como cauce de libertad y progreso. Un ataque descarado que pasa de castaño y anticipa la borrasca constitucional en ciernes.

De manera que las pocas formas de respeto institucional que van quedando son progresivamente absorbidas por la irrupción totalitaria del sanchismo en la independencia de los Poderes y en su separación, como garantía de contrapoder, equilibrio y mutua fiscalización. Y eso, sin necesidad de resaltar el conjunto de normas introducidas en el ordenamiento jurídico, la mayoría mediante decretazo, modificando la tradición, la Historia y su verdad, la moral y el sentir de la mayoría de la Nación, de la que ya no resulta respetable ni su unidad. Aquí, a la razón moral se opone la razón política en la versión sanchistacomunista. Es el nuevo Orden político y su Ministerio de la Verdad que se aproxima, donde la relación poder/sumisión y mando/obediencia no necesitará ni justificaciones externas.

La batalla de Madrid, con o sin debates inútiles, con o sin montajes peliculeros, que ojalá no obedezcan más que a la fantasía de la extrema izquierda presuntamente perdedora, está marcando el fin de una etapa democrática de vanguardia y el comienzo de otra orweliana, donde el autoritarismo arrasará el progreso y la libertad. Y que el peso de la Ley se desplome sobre los violentos y los que amenazan con impunidad. Las democracias no las conducen los iluminados ni los líderes, sino las Instituciones y el Derecho. Pero esta democracia se desmorona por derribo, porque arrincona la libertad.

 

jueves, 15 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

 

Artículo que será publicado el próximo sábado por el Diario mallorquín ÚLTIMA HORA                                

LA DOCTRINA REVELADA

Julián Delgado. Escritor

 

A lo largo de estos años, la izquierda, con la ayuda de buena parte de los medios de comunicación, en especial de la TV, en claro abuso de una propaganda moralizante, ha construido un marco mental hegemónico de lo políticamente correcto. Este pensamiento igualitario lo ha convertido en verdad incontestable y, por tanto, nadie lo puede cuestionar, salvo que quiera ser expulsado al averno con la estrella de facha en el pecho como un judío en Auschwitz. Es la virtud que impone la izquierda beata desde su púlpito pagano al amparo de la peregrina convicción de su superioridad moral, de que representa el bien mientras a la derecha se le niega legitimidad moral para su participación en política. 

Así las cosas, la derecha ha venido arrastrando su pecado original, mendigando un lugar al sol, aunque tuviera que pasar por leyes con las que estaba en desacuerdo y doblar la cerviz ante ciertos dogmas. Pero hete aquí que, parte de esta derecha lanar, un día decide prescindir de ese yugo y desafiar ideológicamente la doctrina revelada; incluso algunos de los que permanecen en ella se suman a la rebelión, como es el caso de Ayuso.

La reacción no se ha hecho esperar, convencida la izquierda de que la violencia es un instrumento legítimo para imponer su modelo de sociedad, decide infundir en los rebeldes un terror paralizante y reverencial, los estigmatiza y los fija como blanco, declarándolos enemigos a los que hay que aniquilar y, en torno a ese odio, cohesiona a sus feligreses. 

Por eso, la batalla de Madrid ha sido considerada la madre de todas las batallas y, para evitar la victoria de Ayuso, se ha puesto en marcha el sectarismo, la bajeza moral, la mentira grosera, el discurso incívico y guerracivilista (¡A por ellos como en Paracuellos!), el odio y la violencia.

La infitada de Vallecas es la expresión violenta con la que el comunismo quiere imponer su derecho de propiedad de los espacios públicos en los barrios obreros. El totalitarismo no acepta las diferencias ideológicas, su concepto de libertad no ampara el pluralismo. En Vallecas se ha agredido a la democracia y se ha querido enfrentar a los madrileños evocando los años republicanos. Todo demócrata debe sentirse concernido. 

 

 

martes, 13 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

SOCIALISMO O LIBERTAD

13 de Abril 2021

 

 

Al menos a mi me ha producido cierto consuelo escuchar al líder de los populares, parafraseando a Isabel D. Ayuso, la bondad de un lema como Socialismo o Libertad. Pues ya era hora y sobre todo, si sabe o decide dirigir su liderato, orientado a sacar la Nación española de esa tan triste como pobre e indubitable elección. Jamás demócrata alguno del mundo civilizado, podría elegir sistema diferente que pudiera ser ajeno a la libertad. Y aunque ahora en España difícilmente se divisa alternativa diferente al sanchismo y su manada, si me permito hacerle una salvedad de observador exigente.

Hablar de socialismo en extensión, como abarcatodo, resulta tan simple como injusto. No es momento ni lugar para exponer desde el punto de vista de las ideas políticas la evolución que, desde mediados del siglo XVIII, con Saint-Simón, ha tenido una doctrina que abarca desde la filosofía al campo de la sociología, la organización política o la economía. Pero sí que existe un socialismo democrático, como marcha evolutiva superadora del marxismo, denominado socialdemocracia que ha supuesto un avance de progreso y libertad en la media Europa del desarrollo, la democracia representativa, la igualdad, la justicia y el avance social.

Pero aquí, la socialdemocracia desapareció con Felipe González. El sanchismo ha supuesto un vendaval arrasador, sepultando no solo las ideas sino la presencia crítica de sus valores más representativos que en silencio forzoso y aplastante o en huida cobarde hacia el olvido, dejan en manos de un insensato, el patrimonio valioso de una forma civilizada de hacer Historia. Pero también está borrando las huellas del liberalismo regeneracionista y del conservador. Y ello porque es momento ideal de un pueblo confiado en la fortaleza de la libertad y muy debilitado por una pandemia asesina que ha logrado hasta modificar la longevidad tradicional española. Un pueblo poco formado y mal informado en el desarrollo de la vida política que nunca creyó que la democracia es flor delicada necesitada de cuidados continuados y tonificantes de sus amantes.

El sanchismo de opera bufa, de simpleza rayana en la estolidez, de la imagen falsa o falseada, de mentiras estructuradas a martillazos, pretende y está consiguiendo consolidarse en el poder. En todos los poderes, en todas las instituciones, en todos los rincones o cuerpos intermedios de la sociedad; en la cultura, en la enseñanza, incluso introduciendo simpáticos cintoras en todos los medios de comunicación públicos y los privados debidamente entusiasmados. Y si las reglas obstaculizan la pretensión, se cambian, como sea, empezando por los decretazos, por el arrinconamiento de la oposición, por el menosprecio al crítico con la acusación de fascista, intolerante o antidemócrata. Y claro, tiene su base de resentidos, envidiosos o simplemente conformistas que siempre creerán en el poder como sustituto del esfuerzo y la autoestima.

Y para conseguir su propósito devastador necesitaba una fuerza brutal de historia negra, ajena no solo a la libertad sino a la propia dignidad humana, como es un comunismo de populismo miserable y zarrapastroso. Doctrina aún vigente como vemos en algunos rincones del continente europeo; azote de la humanidad que, junto al nazismo totalitario y racista, ha escrito las páginas más vergonzosas de su Historia contemporánea. Y para nada han renunciado al principio marxista de que sin revolución no podrá realizarse el socialismo porque el poder publico - dice el Manifiesto – viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa. De manera que, con programa tan ligado al constitucionalismo del 78, dan un paso en la dirección explosiva, uniendo sus intereses al nacionalismo radical y separatista y a los restos aun ardientes del neoterrorismo bilduetarra. Ya no resulta de utilidad ese internacionalismo proletario, el trabajador no tiene patria, su patria es el trabajo o la Patria es el trabajador, que decía Perón, porque ahora urge la conquista del poder al mejorar las condiciones objetivas de alcanzarlo.          

Ya parece que una y otra vez los medios, con pesimismo antes al alcance de pocos, auguran una caída hacia el abismo autoritario y antidemocrático. Hasta una mayoría de asociaciones judiciales ponen el grito en Europa por la decadencia del sistema democrático de España. Pues esto no hizo más que empezar y ya ven la siesta entre temerosa y cómplice del Tribunal Constitucional. Nadie debe esperar nada de Europa que bastante tiene con dulcificar su insignificancia y caída como potencia, en el diálogo entre bloques. La resistencia o caída de Madrid, marcará el antes y el después del régimen del 78 y su Monarquía constitucional. Parece, como está escrito, que la democracia, hoy, se destruye desde dentro. Pues eso.

miércoles, 7 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

AYUSO Y CONSTITUCIÓN

7 de Abril 2021

 

 

 

Soy de los que confían en que Isabel Diaz Ayuso logre convertirse en una esperanza para ese amplio sector del constitucionalismo conservador o regeneracionista, amante del sistema democrático. De esa amplia mayoría silenciosa en que se ha cimentado la mesocracia, generadora de equilibrio y estabilidad. De esa mayoría creyente en los valores constitucionales de libertad, la individual y la colectiva; justicia, servida por jueces independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley que si llegan a Ministros no vuelvan a impartirla; de igualdad ante la ley, y no por ley, sin discriminación por razón de nacimiento, raza sexo, religión, opinión o circunstancias personales o sociales.

Y naturalmente, de esa mayoría amante del pluralismo político, incluidos los partidos como instrumento para la participación. Pero partidos políticos que no rebasen la propia Constitución, convirtiéndose en órganos del Estado o en titulares del poder público; es decir, respetando la Constitución que solo les confiere funciones de “evidente relevancia constitucional” como tiene establecida la STC 10/1983. Y ya me dirán la deriva acelerada de autoritarismo que traen el conglomerado de partidos iliberales insertados en el propio Gobierno de la Nación, vulnerando de continuo los principios democráticos, deteriorando e intentando destruir el sistema de libertades, mediante conductas referidas en el artículo 9,2 de la Ley Orgánica de Partidos Políticos, que los hace ilegales. ¿Pero quién los declarará? ¿Quién los denunciará ante la jurisdicción, sin miedo a represalias, antes de que sea demasiado tarde?

Pero ya parece nos sumergimos en un panorama desolador, con límites indefinidos que todo lo abarca, desde la pandemia a la economía, desde la declinante Europa al caos territorial de esta España de las autonomías, en deriva acelerada hacia una diluida nación de naciones o en confederación de estados asociados, por voluntad y puede que algo más del sanchismocomunismo, en ascenso hegemónico. Y solo han transcurrido poco más de cuarenta y dos años de régimen constitucional, resultando implacable la rueda cansina de la Historia que desde 1812 nos enseña el difícil camino de la Libertad, entre luces y sombras continuas, que hielan el corazón.

Pero aún la Nación española conserva líderes, muchos, como Diaz Ayuso, capaces de transmitir a la mayoría, el empeño decidido por proteger no solo los valores sino también los hermosos principios garantizados en la aún vigente Constitución. Esos principios civilizadores y de progreso que hicieron grandes y prósperas a las naciones que cobijan la democracia como savia de vida y convivencia pacífica y culta. Principios esenciales que salvaguardan la dignidad humana, la individual y la colectiva y hacen posible la paz, el orden, el entendimiento y la justicia social. Líderes que deben luchar denodadamente porque esta democracia parlamentaria y representativa, conserve principios como el de legalidad, de jerarquía normativa, la seguridad jurídica o la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos o la transparencia y la publicidad e irretroactividad de las normas restrictivas de derechos.

Y desde luego, cumplan y hagan cumplir el extenso y moderno catálogo de derechos individuales y colectivos que contiene la Constitución de 1978. Evitando el afán del populismo imperante por crear lo que denominan nuevos derechos que no pasan de una decidida pretensión de ideologizar lo que es perenne y universal. Y mucho menos, tratar de pasar por derechos públicos subjetivos, de aplicación inmediata sin necesidad de desarrollo normativo regulador contenidos entre los artículos 14 al 38, los derechos que aun resultando fundamentales, deben solo informar- no es poco- la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos, en que debe fundamentarse el bien común, desde un Gobierno de progreso, caracterizado solo por la defensa de intereses generales.

Miren, no lo crean. No existe moderación en la izquierda, más allá de la socialdemocracia rasurada por el sanchismo, alejada de los centros de decisión, humillada en el olvido revisionista y revanchista del oficialismo. Los restos de aquella o callan acobardados o huyen en busca del recuerdo hermoso de lo que representó en Europa y en la breve España de la Transición. Ahora toca el gobierno basura de los necios, aliado al comunismo y sus mareas, al nacionalismo neonazi y golpista de distintos territorios, origen y confesiones, o al seudoterrorismo de Bildu, borrando cualquier huella de humanismo trascendente. Nos gobiernan desde la revancha, la mentira placebo, la simulación y el odio. Media Nación, entre estupefacta y temerosa ve desmoronarse la esperanza de progreso y libertad que representa la inigualable Constitución de 1978, con todos sus defectos, derivados de una necesidad histórica de superación.

La dura batalla de Madrid, a cara de perro ya comenzada, es la primera parte de una guerra de las ideas que no debe cesar mientras el sanchismocomunismo permanezca en el poder. Y miren, si permanece en él, la democracia estará en riesgo de desaparecer porque seguramente no consentirán cederlo como enseña la Historia de España desde el mismo comienzo del pasado siglo. En Madrid, la democracia no tiene más camino que Ayuso y la Constitución. Ojalá.