Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 29 de diciembre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

SE LEVANTA EL TELÓN
29 de Diciembre 2018


Habrán observado el espectáculo de bandolerismo político y degradación democrática que ha supuesto la constitución del Parlamento de Andalucía para poder dar comienzo, o algo así, a la XI Legislatura de la Nueva Época. Ejemplar y modélica representación, cuyo relato podría o debería constituir lección preferente de Educación para la Ciudadanía, esa genial mamarrachada zapateril que todavía rellena el vacío intelectual de la enseñanza pública andaluza y quizá española. De manera que en una sesión de todos contra todos se alcanzó un perfecto desacuerdo, dentro del más perfecto acuerdo posible. Si no se lograba, todos perdían y una vez cerrado, todos pueden sentirse ganadores, aunque no sepan de qué. Genial.

El inútil y correoso Marin, es ahora cuando decide tocar poder con rango de vicepresidente de la cosa. Los últimos cuatro años prefirió servir, retrepado en el cómodo y aparente banco de oposición blandita y condescendiente, de muleta al socioperonismo, vigente desde el último cuarto del pasado siglo. El pobre, en esos largos y vacuos días no conoció fechoría de gobierno alguna; ni operación corrupta digna de reprochar; ni nombramiento que helara el corazón; ni empresa, organismo, ente u observatorio, tan ocioso y estéril como costoso que denunciar; ni despilfarro que taponar, ni gasto vano que frenar; ni órgano de control interno que despolitizar y potenciar; ni propuesta constructiva que exponer. Solo tragar y aguantar. Y ahora, desde el oropel que presume al asiento al que aspira, se pone estupendo, exigente y capaz de distinguir entre el comunismo antisistema, con cien años de negra historia, ansioso de la dictadura totalitaria que encarna Podemos y el conservadurismo presumiblemente exigente o intransigente pero legítimo y legal de Vox, convertido en la esperanza de millones de españoles o al menos de cuatrocientos mil andaluces, de orden social, respeto a la autoridad constituida, empezando por la Jefatura del Estado y sometimiento a la legalidad constitucional. Al primero, comprensión y ayuda para seguir en las instituciones, cualquiera que sea la representación ostentada. A los conservadores, desprecio altanero y prevención ante cualquier malentendido que pueda suponer acercamiento y mucho menos alianza. Y con los del PP, marcando la distancia todo lo que se pueda por si se nota la cercanía.

El PP, podría sentirte orgulloso de ver expulsado del poder el socialismo corrupto y populista que lo ocupó de forma indebida para los intereses generales durante cuarenta años, pero en modo alguno de haber salido de las elecciones de forma victoriosa o brillante. El simpático Juanma Bonilla o Moreno o como se llame, alcanzó seguramente el puesto de Presidente pero no el poder, tras cuarenta años de antecesores en modesta y discreta oposición. Lo creo en pretensión de convertirse en el centro de una izquierda centrista representada por C´s y una derecha conservadora y constitucional que predica Vox. Pero pensar que pueda llegar a gobernar y converger en acuerdos provechosos con aquellos resulta gratuito. Mientras el pobre Marin lidere la formación resultará empresa titánica, si no fallida desde el comienzo, porque nuestro ciudadano siempre mostrará simpatía emocional hacia el socialismo de Susana, síndrome de Estocolmo de muy difícil si no imposible despeje.

Por su parte, el susanismo declinante no ceja en su empeño por mantenerse en el poder y si puede, cuestión no imposible, volver a recuperarlo. Es la fuerza que sobre ella ejercen los antepasados, proyectando un rayo de responsabilidad histórica en el mantenimiento de la rosa antes de que el tiempo de traición a su historia pudiera marchitarla. Miren, la etapa de socialismo andaluz que parece a punto de concluir, no responde a ninguno de los “tres socialismos” a los que hacía referencia Luis María Ansón el pasado 26 en su brillante columna de El Mundo. Desde luego no al sanchismo, en deriva largocaballerista hacia el comunismo antisistema, antidemocrático, anticonstitucional, antimonárquico y liberticida de Podemos. No veo a Susana Díaz tragando la víbora amenazante lanzada por Sancheiglesias contra la autonomía andaluza, de una intervención contundente si no le gustan las leyes aprobadas por su Parlamento ¿quizá piensa el inane y peligroso estadista en el artículo 155 de la CE, que ni se atreve a nombrar ante los golpistas catalanes? Pero claro, el peronismo solo se ejerce desde el poder y si se pierde, queda en kirchnerismo y pudiera que en procesamientos siempre tan molestos como inciertos. Por eso desbarra en mamarrachadas indignas, de torpeza infinita. Pero si llega a formarse Gobierno y comenzar la Legislatura, tanto aquel como el Parlamento, asemejaran jaula de grillos y resultaran inoperantes para desmontar el complejísimo régimen constituido, tarea ya de por sí de casi imposible realización. Desentrañar cobijeras, volver a la legalidad general, acabar con privilegios, desenmascarar corrupciones y modificar los parámetros del atraso económico/social es tarea no de cuatro años sino de una generación. Máxime porque la oposición interior del socialismo y su quinta columna será durísima, y la exterior insoportable, apoyada por el comunismo rabioso, amoral y revolucionario de Podemos, con cobertura de medios de comunicación mayoritariamente afines, intelectuales orgánicos, universidades públicas colgadas y sindicatos.

El telón se ha levantado. ¿Habrá función? El año que viene lo sabremos. Mientras, a todos ustedes deseo una feliz despedida de 2018 y ojalá 2019 resulte menos negro de como lo contemplo desde mi Azotea      
    


jueves, 27 de diciembre de 2018

LA OPINIÓN DE Julián Delgado


Artículo que será publicado en el diario “Ultima Hora” de Mallorca, el próximo sábado día 29 de diciembre

El Chantaje
Julián Delgado. Escritor



El nuevo rico de la política que es Sánchez fue a Barcelona a recibir la lista de deberes que Torra le imponía: los 21 puntos que ahora han salido a la luz, entre ellos el referéndum. Un chantaje en toda regla, una burla al Estado de Derecho y una deslealtad de Sánchez al ocultarlo a los españoles. Y a someterse a las indignas condiciones que le imponían; todo, con tal de contar con el apoyo parlamentario de los que ponen al Rey en la diana, desprecian a España y desdeñan la Constitución.

Demuestra el líder separatista su desconexión de la realidad, su cinismo mayúsculo, su falta de pudor por no decir de vergüenza. Dice que hay que desfranquizar España, como si ésta fuera Corea del Norte, y lo exige desde el racismo más primitivo, desde el fanatismo más cerril. Cuando indica que hay que aislar al fascismo, se lo debería aplicar a él mismo, que mantiene una jauría de grupos antisistema y de ultraizquierda, a los que alienta. El remate grotesco está en su llamada a los españoles a la regeneración democrática y a la ética política. Ha estado sublime, siendo Cataluña la Comunidad Autónoma con la corrupción más arraigada; ahí están la familia Pujol, la madre superiora, el vástago y su partido condenados por corrupción y éste, además, embargado. Al día siguiente, ya levitando, fue capaz de afirmar que en Cataluña no se ha roto la convivencia. Después, infló la papada y sonrió orgulloso.     

Sánchez está madurando la forma de amañar una consulta que formalmente no rompa con la legislación vigente,  en la que se pregunte, por ejemplo, si se prefiere mantener el actual Estatut o reformarlo en la dirección del recortado por el TS en 2010. Los independentistas votarían en blanco y en función del resultado se propondría una reforma constitucional a medida.

Otro punto es el de la amnistía de los presos. El indulto les obligaría a manifestar antes su arrepentimiento, lo que les inhabilitaría ante los suyos para poder seguir en política. 

En fin, Sánchez está dispuesto a abrir España en canal y ha roto el consenso constitucional con una política entreguista indigna de un presidente del Gobierno.

A buen seguro que la Nación sabrá responder antes de que sea tarde. Democráticamente, claro.




lunes, 17 de diciembre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

LAVILLA
17 de Diciembre 2018


He leído una entrevista periodística con Landelino Lavilla que inevitablemente agolpa en mi memoria muchos recuerdos vividos o mejor, compartidos, en mi Jaén natal, con tantos jóvenes de los ochenta del pasado siglo, en los albores de la Constitución de 1978. Tantos que, como yo, tuvimos el privilegio de conocer, tratar y aprender del insigne catalán de Lérida, memoria viva de la Transición; esencia pura del centrismo político, portador de valores y principios perennes de convivencia, democracia y libertad; funcionario íntegro, del más alto nivel y preparación jurídica, con sesenta años de servicio público. El político vivo que mejor conoce los secretos compartidos y comulgados con Suarez, al que inspiró y en gran parte redactó o corrigió, el ordenamiento jurídico que pudo asentar una democracia moderna sobre los pilares de un texto constitucional de vanguardia. Y que soportó con dignidad la pistola indigna de Tejero, tan cerca de su prodigiosa cabeza, cuando presidía la solemne sesión de investidura presidencial, ceremonial odioso para los enemigos de la libertad que hacen guardia siniestra en una y otra puerta extrema del sistema.     

Y resulta especialmente oportuno referirse a ello, ahora que su Cataluña amada aparece dividida y soliviantada por el nacionalismo reaccionario, aliado al comunismo casposo y cavernícola de Iglesias, en continua ebullición y disfrazado de confluencias varias pero no variadas, capaz como se ve de conducirla a una escisión definitiva de España. Como pronto en el Pais Vasco o, en los otros territorios de Baleares o Valencia, donde el mismo nacionalismo tóxico se funde en alianza suicida con falsos socialistas y serviciales tontos útiles al servicio de una causa canallesca. Esa Cataluña de donde hace años desapareció el Estado y donde la educación, cedida cobarde y traidoramente, es semilla de odio, mentira y manipulación para gestar, como en el resto de la Nación, resentimiento social, radicalidad y división, fase previa a una situación prerrevolucionaria.

 ¿Y entonces que hacer en Cataluña? ¿Qué hará el Estado frente a un golpe que no termina de cuajar, pero tampoco de fracasar? Pues dialogar a través del Gobierno. ¿Y el diálogo girará sobre las condiciones de rendición del Estado o de la Generalidad? Pues no se sabe, pero sí que allá se encamina el Gobierno de la Nación, con el miedo en el cuerpo y con ejército de protección para defender la integridad física que no moral de sus mediocres miembros y miembras. Y frente a la propuesta de diálogo del seminazi Torra, de soberanismo, presos golpistas y su indulto, y regreso impune para los huidos, el portentoso y lumbreras estadista que figura al frente del Gobierno español, socio legítimo de la UE, propone precariedad laboral, desigualdad, paro y lucha contra el machismo o algo así. Un prodigio. De manera, que si el diálogo disuasorio se asegura como parece, seguramente hablaran de lo que puedan o de lo que imponga el seminazi. Y ya verán como el litigio de tres siglos podrá resolverse en menos de tres horas. Aunque más bien creo, el proceso continuará, dirigido por fanáticos totalitarios; la educación no cesará en continuar formando generaciones de odio, manipulación y dogmatismo, hasta lingüístico; el modelo de sociedad cambiará; los Mozos de Escuadra seguirán al servicio del golpismo; la economía se estancará o retrocederá, como en el resto de la Europa sectaria del Sur; Pujol seguirá impune y la deuda de Cataluña con el Estado habrá llegado a los 90.000 millones de euros, entre los que cientos de ellos sirvieron para financiar el alocado proceso.

Por eso, Lavilla habla de que en modo alguno el 23F tuvo la hondura del golpe catalán, coincidiendo también en eso con la más brillante intelectual española del siglo XX, Carmen Iglesias, mi inolvidable maestra a la que tanto debo en mis lecturas sobre la Ilustración. Pero ellos pertenecen ya a un mundo pasado y desaparecido, el mundo de la Razón y el pensamiento ilustrado. Ahora abunda el bobo de Estado que subido al Falcon es capaz de sufrir mal de altura de manera irreversible. Ahí tienen al inefable y gigantesco Zapatero diciendo hace cuarenta y ocho horas: “Me hago la pregunta de que pasaría en España si no existiera el PSOE como partido moderador” ¿Habrá sido él, el mandante de Sancheiglesias en la genialidad del día 21? ¡Ay maestro Lavilla! ¿dónde habrá quedado tanto esfuerzo de concordia y entendimiento? ¿qué queda de ese centrismo atractivo y atrayente? ¿cuál es el futuro de la hermosa Constitución de 1978 por la que tanto reflexionaste, luchaste y comunicaste? En cualquiera de las circunstancias que se dibujan, en nombre propio y de muchos de la mayoría silenciosa doy las gracias a los que como tu, fueron capaces de hacer posible estos cuarenta años de democracia fértil en progreso y libertad. Eso no lo olvidamos. Que Dios te guarde muchos años.         

jueves, 6 de diciembre de 2018

La Opinión de Javier Pipó


LA AZOTEA

TRAS LA REFLEXIÓN, REBELIÓN
6 de Diciembre 2018.
A cuarenta años de la Constitución de 1978


Hoy, tras cuarenta años de vigencia de la hermosa Constitución de 1978, aun con alguna convulsión vivida, muchos millones de españoles podemos y debemos sentirnos orgullosos, felices, de la conmemoración. Ojalá tras retoques necesarios, pero no urgentes, pudieran prolongarse, respetarse y cumplirse, los principios y valores contenidos en sus cincuenta y cuatro primeros artículos, más allá de la mitad del presente siglo, hasta completar el centenario de lo que constituiría el salto decisivo de la Nación española en el avance hacia un estadio de civilización superior, en un mundo que en muy poco guardará similitudes con el conocemos en este primer tercio del XXI, tanto como es este respecto del ultimo del pasado siglo.

Pero casi resulta pura ensoñación. Ya ven como tras la reflexión y la votación en la Comunidad andaluza, cuyo resultado dejó con el paso cambiado a tantos opinadores - empezando por el que esto escribe tan crítica como cómodamente instalado en su Azotea - despierta cierto estado de rebelión que se expande por las ocho provincias y quizá pronto por el resto del territorio nacional. Ciertamente erré en el sentido esencial de mi análisis sobre el resultado previsible de los comicios, pero no desde luego en ser ganadas por el socioperonismo de Susana o la descripción de sociedad dependiente del poder, donde se ha logrado socializar la corrupción.

Miren, la estructura social es cuerpo organizado de valores normativos que rigen la conducta común y las relaciones sociales. Su deterioro produce anomia, es decir en expresión de Durkein, falta relativa de normas creadora en el individuo y en el grupo, un estado de ánimo que rompe o debilita la cohesión, principal resorte de la moral social. ¿Estamos acaso en fase de anomia aguda donde se deteriora o desintegra el sistema de valores y ello provoca angustia pronunciada, como decía Merton?

Desde luego la conducta indiferente de la mayoría de líderes políticos de la izquierda y asociados, más notable aún en el populismo radical de la extrema izquierda comunista, resulta cuando menos suicida. Ignorando la prioridades nacionales; rechazando la Constitución y sus orígenes de consenso y reconciliación; despreciando los pocos valores vigentes, intentando con éxito progresivo cambiar estos por otros nuevos; atentando contra la organización social y sus estructuras culturales; considerando irresponsablemente, que las normas y metas existentes son arbitrarias, elitistas o simplemente franquistas y lo arbitrario no puede exigir fidelidad, ni posee legitimidad porque podría ser de otra manera. ¿Acaso este proceso no tan lento no aboca a la rebelión social? ¿O quizá se encuentre en la fase previa del resentimiento social?

Pues quizá, porque el resentimiento es un sentimiento complejo que engloba el odio, la envidia y la hostilidad impotente. Y la diferencia radica en que aún resultando odioso o reprochable, no implica cambio de valores como la rebelión. En el resentimiento se condena lo que se anhela en secreto, mientras que en la rebelión se condena el anhelo mismo. Pero ya me dirán si no representan casi igual peligrosidad social. Es cuestión de organizar la rebelión sirviéndose de ese vasto depósito de descontentos y resentidos, provocando continuas dislocaciones institucionales y como ocurre en la Cataluña del golpe de Estado abierto y sin solución, donde el débil sistema institucional es barrera provisional para la satisfacción de objetivos previamente legitimizados.

Todo este proceso podría haberse acelerado de resultar asociados como resultado de las elecciones andaluzas, de un lado el susanismo populista y, de otro, la rama más radical del comunismo andrajoso de Iglesias. Pero tampoco está resuelto y las tres versiones de la derecha, desde la extraña, gaseosa e inestable socialdemocracia liberal de Rivera, a la derecha conservadora y parece que firme y constitucional de Abascal, pasando por la voluntariosa y quizá liberal conservadora de Casado, difícilmente se pondrán de acuerdo en objetivos, programa y Gobierno. Aun llegando a gobernar quiero suponer serán conscientes que desmontar la espesísima corteza de corrupción que anida hasta los alveolos del sistema institucional, económico, social y político andaluz, necesitará no menos de una generación y gobiernos fuertes y decididos, muy conocedores de la realidad.    

El sanchismo vacío, inútil y traidor, vinculado y agradecido al comunismo revolucionario bolivariano y al nacionalismo despreciable catalán y vasco – por ahora- están pasando a la acción política organizada, negando fidelidad a la estructura social vigente, fuente de frustraciones en gran escala, colocándola en grupos sociales poseedores de nuevos mitos que no dará -dicen al gentío- lugar a frustración. Históricamente son los individuos de clase social en ascenso y no los socialmente deprimidos quienes organizan al resentido y al rebelde en grupo revolucionario. O en la aparición del fascismo. Es el inicio de la rebelión social. Todo está escrito. Pero ojalá vuelva a equivocarme.

viernes, 30 de noviembre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

EN EL DÍA DE REFLEXIÓN
30 de Noviembre 2018


Escribo estos párrafos la víspera de dar comienzo los preparativos de una nueva Legislatura en la Andalucía donde quizá parezca solo existió un único mandato parlamentario de casi cuarenta años de duración. A escasos días de la Navidad, esa gran fiesta de la cristiandad donde en gran parte de sus ciudades ya no es posible exhibir simbología de su origen y contenido religioso, se preparan las urnas para la elección de un nuevo periodo de gobernación sociopopulistaperonista. Y asumo, por supuesto que, el previsible resultado, es manifestación de una voluntad popular generalizada. Y ese es precisamente el problema/lamento que, mayoritariamente el gentío, acepte ser gobernado en la democracia de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político que tantas posibilidades admite, precisamente por aquel modelo más contrario a sus propios intereses. Y me refiero claro está, no a los que este opinador pueda definir, sino a los que conllevan el avance social; la existencia de ciudadanos educados y amantes de la libertad y la democracia, orgullosos de sus instituciones y de la patria española o deseosos de avance y progreso económico.

Andalucía quizá contiene los rasgos mas sobresalientes para el análisis de la sociología política: la degeneración cíclica de los sistemas políticos ya descrita en la República platónica; la socialización de la corrupción, impune hasta el momento y electoralmente neutra; la adaptación al poder global; la dependencia subsidiada del Estado intervencionista; la destrucción o huida de las élites; el adelgazamiento progresivo de las clases medias, garantía de estabilidad social; la fuga de la inteligencia y la presencia masiva, pegadiza y estúpida de una intelectualidad de mercadillo, expandida por una reaccionaria tv pública; el estancamiento económico relativo o el esencial fracaso educativo como impulsor del populismo falsamente democrático.

De manera que poco cambio se espera. Bueno, quizá alguno, pero seguramente a peor. El acuerdo entre la involución comunista, liderada por la moderna Teresa Ibárruri, con la peronista Susana, puede resultar explosivo y venezolano en sus parecidos resultados. Es decir, autoritarismo, populismo, estancamiento económico y social, intervencionismo y limitación sin tregua de la libertad individual y colectiva. Eso hace que muchos hemos de preferir el peronismo humano e inútil de Susana al salvajismo ideológico prehistórico del comunismo podemita. Cuatro años de esta mezcla perversa serían mucho peores que cuarenta de corrupto socialismo andaluz.

Pero ya me dirán, si Susana, maestra con oficio de demagogia imparable, tiene el descaro de proclamar que VOX es un peligro para la democracia cuales puedan ser los vectores de unas elecciones viciadas ya en su origen. Miren, estos comicios son imprescindibles para la existencia de una democracia, al menos formal; condición indispensable, pero en modo alguno suficiente. La democracia, es más, mucho más que unas elecciones, al suponer todo un sistema, un modo superior de convivencia civilizada y avance social y desde luego de respeto al orden constitucional establecido. ¿Cómo y porqué puede hacer la descalificación de un partido recién nacido que no tocó poder? ¿Acaso por lo que propugna, en gran parte coincidente con millones de españoles? ¿Es antidemocrático reconocer el fracaso del sistema autonómico, por el desvarío económico y de desigualdad inconstitucional en que derivó? ¿Es fascista o xenófobo exigir una inmigración controlada por la legalidad, que no colapse la sanidad, los servicios sociales o educativos? ¿Cómo puede apelar a la defensa de la democracia quien pertenece a un Partido sin brújula, sin principios, que lo mismo pacta con terroristas como Otegui, formaciones como Bildu/PNV, antisistema como Podemos o golpistas independentistas catalanes? ¿Acaso este detritus del sistema que llevaron al SG de su Partido de forma legal pero ilegítima a la Presidencia del Gobierno de España no constituye un peligro real y ya casi palpable para la democracia?

Andalucía va a resultar esencial en la consecución de la nación de naciones, propugnada por Sancheiglesias y su gobierno/basura en el centro del desprestigio europeo e internacional. La deriva autoritaria, antidemocrática y reaccionaria sostenida por el golpismo catalán y pronto vasco, así como por el comunismo zarrapastroso podemita, buscan el momento de acabar con la Monarquía constitucional, el modelo de Estado, empezando por la distribución territorial del poder y los principios y valores propugnados en el Texto de 1978, borrando cualquier vestigio de estos últimos ochenta años de nuestra Historia. De manera que estas elecciones, de resultar adversas para el sanchismo puede retrasar tan perverso proyecto.

Sobre Andalucía se cierne no solo la sombra negra y amenazante de una alianza del viejo socialismo corrupto pero conocido y seguramente reconducible, con un comunismo crecido, populista, autoritario, liberticida, anticonstitucional y antisistema. También sobre Andalucía avanza la amenaza real de un bandolerismo desbocado de las mafias de la droga operantes alrededor de Gibraltar, cada vez más violentas y asesinas que pueden acabar con el paraíso del turismo y el desarrollo económico y social, empeorando aún más los desgraciados parámetros comparativos. Y sin olvidar que sobre Andalucía se cierne una oleada de inmigración masiva y descontrolada de decenas de miles de seres humanos que colapsan instalaciones imposibles, servicios sociales, educativos, sanitarios y policiales y cuyas consecuencias están por contemplar a medio plazo, sobre todo si se continua no en el rescate humanitario sino más en su búsqueda y traslado, ya casi desde las costas de Marruecos. Así pues, mucho por reflexionar antes de depositar el voto. También muchas dictaduras provienen de elecciones más o menos libres. Pero la suerte o desgracia, está echada.       
     

jueves, 29 de noviembre de 2018

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

Artículo que será publicado el próximo sábado día 17 de Noviembre en el Diario “Ultima Hora” de Baleares

SOBRAN POLICIAS
Julián Delgado. Escritor



La Administración Pública le viene a costar de media a cada español por encima de 10.000 euros  al año, según estudios de EAE Business School, debido al incremento del número de funcionarios  y al derroche del sector público. Una cifra desmesurada si la comparamos con los países de la UE. Pese a ello, para cuadrar los presupuestos, todos los gobiernos han optado  por subir los impuestos en lugar de racionalizar el gasto.
                                                                                                   
Si nos fijamos en la Policía, España está a la cabeza del mundo en número de agentes por habitante, salvo algún país con el que resulta difícil comparase. Entre las policías estatales, autonómicas y locales hay 237.000 agentes, lo que significa estar por encima de los 500 policías por cada 100.000 habitantes. La misma tasa que Alemania con una población de 35 millones más. De cubrirse la plantilla de los cuerpos estatales, serían 22.300 más En estos últimos años, se da la contradicción de que a la vez que se va reduciendo la delincuencia (España es uno de los países más seguros del mundo), la Policía ha seguido creciendo.

Las causas son varias. Se ha desarrollado el Estado sin planificarlo debidamente. Nunca se ha definido una doctrina de seguridad, ni se han trazado planes estratégicos ni el modelo de policía responde a las exigencias de hoy. En los años 80 comenzaron a crecer las policías locales impulsadas por los primeros alcaldes de la democracia, requeridos con insistencia por sus vecinos para hacer frente a una inseguridad  galopante. Pasaron de los 15.000 efectivos entonces a los 60.000 de ahora. Las policías autonómicas se planificaron para ser policías integrales y sustituir a la estatal en su territorio, pero la realidad es que confluyen ambos servicios.

Las policías se solapan en el mismo territorio con iguales funciones. La división de un cuerpo para el sector rural  y otro para las ciudades no tiene hoy razón de ser. Las plantillas también han crecido por el deseo de crear empleo público.
Además, ha contribuido a esta inflación el dominio de lo que se ha venido en llamar ideología de la seguridad, en la que el temor y los prejuicios prevalecen sobre el análisis.
Urge racionalizar y reducir el modelo policial y ahorrar un tercio del gasto actual. 

  

viernes, 16 de noviembre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

LA CAMPAÑA PERMANENTE
16 de Noviembre 2018



Quizá fuese Joaquin Costa el que dijo aquella genialidad de que teniendo la llave del estómago se tiene la llave de la conciencia. Como regeneracionista y crítico con la Restauración que le tocó vivir, el ilustre notario que fue de mi Jaén natal, la hubiese aplicado al régimen andaluz como crítica al caciquismo, corrupción y reaccionarismo del viejo socialismo andaluz; precisamente por quien estaba más cerca de Iglesias “el viejo” que de Cánovas. Porque ciertamente ahora no vivimos años de regeneracionismo, sería un decir, sino más bien de revisionismo y a cargo de aquéllos que incapaces fueron de ir más allá de Kruschev pellizcando a Stalin.

Miren, ahora comienza la campaña de las elecciones andaluzas bajo el paraguas de la Constitución de 1978 en lo que parecen sus estertores, agitada esta por una manada de irresponsables, ambiciosos y ganapanes más cercanos al gamberrismo institucional que a la gobernación de la democracia representativa que tanto progreso, libertad y pensamiento creativo ha dado a occidente; pero ya ven, el mismo Costa advertía que la libertad es alimento nutritivo pero de difícil digestión y estos politicastros de tres al cuarto no digieren ni el pan con que tan indebida como gratuitamente se les remunera.

Y ya ven, asistiremos a una campaña con todo el formalismo jurídico democrático deseable, como si fuera el inicio de una etapa desconocida pero posible; como si en Andalucía no funcionase una campaña permanente, perfecta, impecable e inacabable de duración muy cercana a las cuatro décadas. Cuando terminen estos días de promesas estúpidas e increíbles, de posturas tan falsas como el sistema sobre el que se sustentan llegará la victoria que ya hasta con comicidad anticipa el augur del cisstezanos al servicio del sanchismo, también a cargo del Presupuesto.    

 El sanchismo, necesita la prolongación del susanismo, una forma perfeccionada de peronismo que, solo ha transitado la mitad del tiempo necesario para adquirir la acreditación definitiva de régimen que se sucede así mismo y dura no menos de setenta años, como el priismo o el sovietismo. Regímenes todos ellos que naturalmente habrían ganado elecciones de haberlas convocado, como el franquismo, que solo duró los años que ahora cumple, con regocijo, el socialismo andaluz. Franquismo, por cierto, en feroz revisionismo, no podrá ser ensalzado ni en los Planes de Desarrollo de López Rodó- ahora prometen levantar un Polo de Desarrollo en el Campo de Gibraltar- que lograron colocar España en la octava potencia económica, salvo el riesgo de sufrir pena de cárcel en condena por los nuevos tribunales de la verdad – los nuevos TOP- que se constituyan, impartiendo justicia restaurativa. Es la verdad del progresismo en acción.

¿Porque acaso, aquí y ahora, existe democracia en Andalucía? Desde luego sí, formalmente, pero no como forma deseable de vida, como estadio superior de convivencia; sencillamente porque la libertad no está arraigada en las costumbres, ni identificada con ellas, como diría Larra. Aquí, quizá como en otros territorios de España, fue enraizando la sociedad dependiente, subvencionada, poco exigente con la propia autodeterminación. Y la dependencia del Poder ha devenido en una sociedad dócil, influenciable, temerosa a perder el favor de aquél. Y el Poder, asegurado en su posición dominante, fue también deviniendo en poder corrupto al servicio de si mismo, de su propia sucesión y pervivencia. Y por eso Andalucía, tierra hermosa plena de posibilidades de prosperidad y bienestar, avanza en términos absolutos, claro, pero permaneciendo estancada cuando no en retroceso, en relación con la convergencia en Europa y la propia España. Las magnitudes socioeconómicas resultan estremecedoras y evitaré traerlas porque encogen el corazón. Pero si clamar por la inutilidad de la denominada solidaridad europea – más de cien mil millones casi dilapidados, cuando no malversados- como la del Estado, a través de mecanismos perversos como el FLA o el FCI. Claro, se desmontan desde el principio los sistemas de control interno para unos y otros, y se llega a situaciones casi anecdóticas como los ERE, Formación y otros muchos, que no son sino las migajas de un fenomenal e integral sistema de corrupción política, económica y social. Fenómenos como el andaluz, por ahora inmune e impune, más que estudiados en la sociología política, cuyo paradigmático ejemplo lo constituye el siempre recomendable estudio de Acemoglu y Robinson Por qué fracasan los Paises.

No lo duden, a pesar de la historia prieta de estos cuarenta años de negra corrupción, pegajosa y extendida; a pesar del indudable españolismo de la briosa Susana, mujer ya digo, sencilla, cercana al pueblo, trianera humilde, de raíces cristianas, comparativamente honesta pero políticamente tan ambiciosa como implacable; a pesar de la distancia que la separa del frentepopulismo sanchista, al servicio del neocomunismo bolivariano y andrajoso de Iglesias, volverá a ganar. Representa la continuidad del sistema que en breve cumplirá esos largos cuarenta años de paz social subsidiada; es su deber histórico que cumplirá por encima de todo. Y si no la apoya C´s en otro estúpido y estéril papelón, no tendrá más remedio que buscar alianza con el ala más radical del podemismo, representado en el Sur por Adelante Andalucía, que lidera una moderna miliciana llamada Teresa Rodriguez. Entonces habrá comenzado la cuenta atrás de la demolición del Estado y su Constitución de 1978. Comienza la Campaña que no termina.      

jueves, 15 de noviembre de 2018

La Opinión de Julián Delgado


Artículo que será publicado el próximo sábado día 17 en el Diario “Ultima Hora”

El DESMEMBRAMIENTO
Julián Delgado. Escritor


Un aspecto fundamental en la vida de las personas y la estructura de Estado por antonomasia, junto con la Educación, ya trasferida, es la seguridad pública, integrada por las instituciones de Justicia, Policía e Instituciones penitenciarias. Pues bien, en Cataluña, buena parte de las competencias de la Justicia, la totalidad de las de Policía y las de Prisiones están transferidas, y el País Vaco y Navarra, están en camino.  El año pasado, en el atentado yihadista de Barcelona, se pudo constatar que, en un hecho que tanto afecta a la seguridad del Estado, éste estaba ausente. Incluso se impidió a la Guardia Civil inspeccionar la casa que explotó en Alcanar.

Esta realidad constituye una anomalía democrática incomprensible. No se da en ningún país del mundo por más descentralizado que esté. El Estado no puede transferir la competencia sobre los delitos que afectan a su propia seguridad, y menos, si quienes las asumen son de deslealtad más que probada y la pueden utilizar para dinamitarlo.
 
Hemos llegado a esta situación porque los sucesivos gobiernos se han plegado a la estrategia nacionalista de ir construyendo su proyecto de país acosta de la musculatura del Estado. Despreocupándose del bien general, los correspondientes ejecutivos han desarrollado políticas egoístas, cobardes e irresponsables. Con tal de mantenerse en el poder, han hecho concesiones que han ido debilitando el Estado. Desde la promulgación de la CE del 78, éste, el Estado, no ha hecho más que irse vaciando de competencias en beneficio de las CCAA; la identidad española se ha ido evaporando progresivamente y la estructura estatal, desmoronando.

Después de cuarenta años, nos damos cuenta de que, en algunas regiones, el Estado ya no existe. Está representado por un delegado de perfil bajo que carece de facultades e instituciones para ejercer la acción política y, las pocas que tiene, como la Alta Inspección Educativa, no se atreve a utilizarlas.  
En lugar de buscar la manera de corregir estas graves disfunciones y de mantener una profunda descentralización, sin renunciar a que el Estado esté representado eficaz y dignamente en todo el territorio con sus símbolos e instituciones,  Sánchez está dispuesto a acelerar su desmembramiento.

martes, 6 de noviembre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

AGITANDO EL SISTEMA
6 de noviembre 2018


Soy consciente de la saturación informativa que sobre la situación política española hay en la opinión pública nacional y europea, pero quizá nunca como ahora, desde la muerte del General Franco, se percibía una zozobra semejante. Si ya, viví el pánico del golpe de los Generales en 1981 con la toma de rehenes en el Congreso y la exhibición de fuerza de los tanques de Milans en las calles de Valencia. Pero el deterioro, el desgaste, la desorganización y desestructuración del sistema en la actualidad, no guarda semejanza con aquél, donde se desarrollaron tan penosos acontecimientos y, desde luego, existía el convencimiento general de que aquello resultaría de triunfo imposible. Era una población deseosa de cambio y unida por la esperanza de contar con una democracia moderna y equiparable a cualquiera de las europeas, que tanto se añoraba, desde la Universidad a la fábrica, desde las Academias a la sociedad y sus cuerpos intermedios; desde el Rey a Carrillo, desde Suárez a Felipe González. Tenía que ser y fue el triunfo de una Constitución, un pueblo, un Rey y, unos gobernantes patriotas dispuestos a sacrificar parte de sus apetencias en aras de la paz y el progreso.

Pues ya es Historia, incluso historia repudiada por muchos de los hijos y nietos de aquellos soñadores que al menos lograron cuarenta años – no es poco- precisamente de la paz nunca antes percibida, del progreso pocas veces logrado y de la reconciliación jamás alcanzada en una España diversa, desigual, injusta y difícil. De manera que una Constitución, la más longeva de nuestra torturada historia, respetable por su modernidad, contenido y utilidad, de inigualables principios y valores, deja de ser considerada como guía por los guardianes del sistema, dispuestos a su agitación hasta hacerla imposible e impensable como nunca en trescientos años. Insólito en la Europa del pensamiento ilustrado y del mundo de la razón.

Miren, aquí ocurre algo más que el acceso al poder de un politicastro cínico, autoritario y vacío. Es el comienzo del fin de un sistema, zarandeado por aquellos que más se beneficiaron de su permanencia; es la implantación del iliberalismo en las instituciones; la mentira en la gobernación; el dirigismo en la escuela y los medios de comunicación; el adoctrinamiento permanente desde las potentísimas cadenas de TV al servicio del poder y el control de la población a través del subsidio y el Estado protector. Es la progresiva implantación de un neofascismo populista y arrasador de la democracia parlamentaria y representativa que no distingue entre monarquía o república, entre poderes separados o entre leyes supremas a las que someter a ciudadanos y gobernantes. Es el fin del respeto a Locke, Montesquieu o Tocqueville y el acercamiento al Estado hobbesiano del Leviatan, cuando no a Hegel y la marxistificación de la sociedad y el poder. La memoria histórica, la comisión de la verdad, la justicia restaurativa o la prohibición bajo amenaza de cárcel de los homenajes al dictador, planteando incluso el cierre de la Iglesia donde pudiera ser inhumado, sobrepasa límites razonables, incluso en una democracia de medio pelo. 

No creo resultar desmedido en lo dicho porque los hilos de este trágico gobernante los mueve un siniestro personaje, Iglesias – la otra parte de Sánchez - elaborado producto de la ultima generación de neocomunistas, cercanos al estalinismo, cuyo internacionalismo luce envoltura confusa e indeterminada de populismo bolivariano. De manera que un sanchismo, en la práctica desgajado de la socialdemocracia, con destellos sospechosos de nuevo fascismo, busca alianza con el comunismo rabioso de Podemos y logran quizá un movimiento parecido al italiano. Y claro, ello carece de reglas, principios y base de la ética social y del comportamiento colectivo. De manera que encuentran en el nacionalismo periférico, ya calado por otras versiones de populismo radical – rebasada cuando no engullida la burguesía suicida que los aupó - los mejores aliados para acabar con la Transición y su consenso; la reconciliación y sus efectos de paz y entendimiento; la Constitución 1978 y sus hermosos valores, y con la propia Nación española y su historia. Y nadie desde dentro de la otrora democrática y honesta socialdemocracia sale en defensa del legado histórico de Suresnes; al contrario, de escuchar barones y baronesas de la España plurinacional. Una aflicción de difícil evolución y cuyo resultado final perjudicará gravemente los intereses nacionales. Desastre en esta agitación del sistema que puede verse incrementado por la ayuda de las próximas elecciones andaluzas, cuyo resultado favorable a Sancheiglesias ofrece pocas dudas. De eso hablaremos más adelante.         

jueves, 1 de noviembre de 2018

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO


Artículo que será publicado por el Diario “Ultima Hora” de Baleares el próximo sábado día 3 de noviembre

El Indulto
Julián Delgado. Escritor

 No se entiende tanto teatro por parte de la Generalitat, pidiendo gestos al Gobierno sobre sus presos, y, de éste, tanta ignominia, mandando mensajes a los jueces de que no se les ocurra condenarles por rebelión, que ya dijo Trillo que para ello hay que llevar pistolas y cartucheras. Como si alinearse con los reveses de los juzgados de Bruselas y Alemania y discrepar de los criterios técnico-jurídicos del juez instructor, no llevara consigo su propio desprestigio, la irritación de los togados y la desazón de los ciudadanos. 
No tengan duda de que al poco después de que sea publicada la sentencia, los servicios penitenciarios de la Generalitat, violentando el reglamento, decretarán el tercer grado para todos ellos. Eso significará que deberán dormir cuatro días a la semana en una residencia penitenciaria, un piso no identificable y sin vigilancia. Tampoco duden de que el Gobierno, antes de las elecciones del 2020, decretará un indulto parcial o total por exigencias del guión, que permita a Sánchez permanecer en la Moncloa. Eso sí, deberán pasar por el trago amargo de aceptar la sentencia.

Y esto, a pesar de que dejar sin la justa sanción tan graves delitos propiciará su repetición. Debe recordarse que considerar la Operación Galaxia como una charla de café nos llevó en menos de dos años al 23-F. Esto, pensando que Torra, siempre entre el fanatismo y la tosquedad  se conforme, y los CDR y otros radicales se lo permitan, con optar por la ruta que le ofrece la bicéfala  Jefatura del Gobierno Sánchez-Iglesias, de alcanzar la República en el plazo de unos años y no lo vuelva a intentar, como amenaza a diario, a través de otra DUI.

La situación no puede ser más delicada para España. Por un lado, tiene que enfrentarse al grave y desleal desafío soberanista y, a la vez, sufre la acción de un frente populista que intenta sustituir el Régimen del 78 por otro de corte bolivariano-comunista. Y al frente del Gobierno, un hombre nefasto a quien está devorando su propia ambición, empeñado en gobernar la nación con quienes tienen como proyecto destruirla, que está atrapado por los dos bandos, renunciando a combatir el separatismo y aceptando refundar España como una República populista.     

sábado, 27 de octubre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

La AZOTEA


POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS
28 de Octubre 2018


Alguien dijo que la democracia es la pertinaz sospecha de que más de la mitad de la gente tiene razón más de la mitad de las veces. No estoy tan seguro, porque ahora parece que cambian las mitades y no solo por la influencia desvergonzada del TezanosCis puesto al servicio de la mentira de Estado, sino porque parece como si la persistente campaña a favor del autoritarismo comenzara su triunfo descarado y sin más dificultad que utilizar las mismas instituciones que hicieron posible la llegada y el establecimiento del germen destructor del sanchismo.

Miren, el lamento del Tribunal Supremo sobre que se asimile con normalidad lo que es síntoma de destrucción del Estado de derecho, es quizá la advertencia más seria y comprometida desde el golpe dado al propio Estado y que lo ha dejado comatoso e inservible; o en expresión de Raúl Heras, arde el Supremo y tiembla el Estado. Y así estamos, viendo temblar a quien debe defender el sistema que tras avances, progresos y dificultades, después de una difícil Transición y el respeto a una valiosa Constitución, constituye baluarte de democracia y libertad. Ahora vemos, casi en conformidad, cómo
se acerca el ángel exterminador sin que nadie sea capaz de hacerle frente, sino cobardemente señalando en rojo la puerta, con la esperanza de que pase sin llamar.

¿Acaso no se veía venir? ¿Acaso descansan o desaparecen los enemigos de la libertad para parecer permanente e indestructible? Jamás ha sido así, porque es bien superior y escaso, flor delicada necesitada de cuidos casi cotidianos; requerida de amor permanente, solo al alcance de sentimientos de apego como estadio sublime de la razón y la dignidad humanas. Y la experiencia histórica demuestra como la libertad solo florece en democracias avanzadas, en regímenes democráticos y representativos, donde se respeta la separación de poderes, sometidos a la ley como expresión de la voluntad general.

Ahora hace 29 años cayó el muro de Berlin, que representaba un cerco brutal de los derechos humanos y el avance social; era el fracaso de un sistema totalitario y canalla que mantuvo bajo la delación, la tortura y la muerte a millones de personas en la propia Europa. Solo con muros y violencia se sostenía un sistema contrario al sentido de la historia y del progreso humano, conllevando su desmoronamiento el del viejo y atroz sistema soviético y su telón de acero. Como si la dictadura comunista se pudiera justificar por haber colaborado en la destrucción del horrendo y criminal nazismo; maniobra de blanqueo aceptada por tantos intelectuales y tontos útiles del occidente libre y democrático. Pues mientras el nazismo parece de difícil resurgir en la vieja y desnortada Europa, a pesar de brotes de alguna manera preocupantes, el comunismo de las mil caras cobra fuerza y se extiende por territorios alejados de valores y principios acordes con el pensamiento avanzado y la Luz del progreso.

La herencia de Zapatero está resultando no solo peligrosa sino letal para la libertad. El germen malévolo de la iniquidad no solo ha barrido la socialdemocracia que con acierto sembró F. González, hombre de Estado al que tanto debe España, sino que recogido por el sanchismo se extiende como virus tóxico en el tejido social, en los medios de comunicación y en las instituciones. Es reacción carente de ideología, alejada de la ética social del comportamiento y de los principios y valores de nuestra tradición política, carente de solvencia, credibilidad y límites; pura máquina maquiavélica de
poder en su perfección más absoluta. Y para su avance y permanencia se apoya y deja dirigir por el inteligente y zarrapastroso comunista bolivariano Iglesias, perteneciente a la ultima generación del populismo internacionalista, para quien la Constitución no pasa de mera componenda entre el clasismo oligárquico y el neofranquismo sostenido por el Ejército; contrario a la democracia y enemigo de la libertad favorecedora de los privilegios de la burguesía.

Y en estas estamos porque el Estado está prácticamente desaparecido de los territorios sediciosos; el sistema educativo, fraccionado en diecisiete modelos y ya de por sí ideologizado e ineficaz, ha soslayado los principios y valores del constitucionalismo; en el País Vasco y Cataluña se distorsiona la Historia hasta convertirla en cómics de odio y revancha hacia la Nación española. A un golpe de
Estado ya irreversible se le combate con diálogo inútil y se maldice cualquier intervención del Poder judicial, mientras se riega con generosidad la financiación de su estructura futura. La Constitución se pretende modificar hasta convertirla en modelo que de cabida a un Estado plurinacional ajeno y contrario a la de 1978; por supuesto en ella, habrá desaparecido la monarquía precisamente por representar la unidad y permanencia de aquél. Se ocupan los medios de comunicación y se anuncia una nueva Ley Fraga para regular la libertad de expresión o se amenaza con penas de cárcel en una
inicua reforma del Código Penal que impida criterios contrarios a la Comisión de la Verdad, dispuestos a convertir en eje de su nueva dictadura.

Planea un triángulo tenebroso y oscuro, cuyos vértices los ocupan, el sanchismo inútil, letal y colaboracionista; el comunismo antisistema y decididamente antidemocático y el nacionalismo sedicioso catalán y vasco, defendido por el radicalismo antisistema y sustentado por una estúpida y decadente burguesía traidora y trincona. Quizá merezca recordar el por quien doblan las campanas y evitar contestar, porque doblan por ti. O mejor como escribió W. Shakespeare “la culpa, querido bruto, no es de nuestra estrella, sino nuestra” Pues eso.

jueves, 18 de octubre de 2018

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO


Artículo que será publicado en el Diario “Ultima Hora” de Baleares el próximo sábado día 20 de Octubre


EL FRENTE POPULISTA
Julián Delgado. Escritor

Los podemitas se han dado cuenta de la dificultad de alcanzar el poder por sí solos, han cambiado su estrategia y han conseguido radicalizar al PSOE hasta el punto de arrastrarle a su terreno. Pero los intereses socialistas confluyen con los bolivarianos. Zapatero se dio cuenta de que la socialdemocracia había perdido su vigencia en Europa, que sus políticas las desarrollaban con ventaja los partidos liberales y, por tanto, inició su huida a la extrema izquierda. Se descolgó de la Transición, conectó la legitimidad del sistema con la Segunda República, activó el revanchismo, creó el cinturón sanitario al PP y la duda sobre la nación española, dejó a los proetarras entronizados en las instituciones y abrió el camino para la actual situación en Cataluña.

Hoy, Sánchez presencia como la socialdemocracia agoniza y, sin ser una cosa ni otra, su irresponsabilidad, su narcisismo y su falta de escrúpulos le han señalado el sendero a seguir para no morir con ella: converger con Podemos en el chapapote ideológico del chavismo y abrir el camino a la autodeterminación en Cataluña y País Vasco. Así, todo indica que asume el objetivo de sus socios ideológicos de marchar hacia una República Confederal.

Por eso está con ellos en la tarea de destruir el pilar fundamental sobre el que descansa la democracia, el Rey. Sánchez firma un pacto de legislatura con quien propone la abolición de la monarquía, acuerda con él la derogación del delito de injurias a la Corona y se arrastra ante los golpistas que han situado a Felipe VI en la diana, mendigando sus votos; se encama con Otegui, a quien suplica su apoyo a través de Zapatero, el mismo que comete la infamia de hacer seguidismo al chavismo a sueldo de Maduro; han dejado el presupuesto del Reino en manos de un antisistema bolivariano, que los negocia en la cárcel con un golpista y con otro fugado, para que una vez aprobados, los amañe la ministra a su conveniencia.
Los socialistas han dejado de ser un partido fiable, han dado la espalda a buena parte de la sociedad y han optado por la ruptura social, con lo que ponen en peligro la unidad de España y la democracia. Sánchez preside un Gobierno envilecido que dinamita el Estado que debería defender.        
        

lunes, 15 de octubre de 2018

La Opinión de Javier Pipó



LA MUTACIÓN
15 de Octubre 2018



Quizá debería explorarse la posición de la mayoría social conformadora, todavía, de un sistema estable de mesocracia, ante la angustia de lo que podría denominarse el pesimismo optimista, de continuar el cogobierno, falsamente llamado de progreso, que piensa y actúa, cada vez más alejado de las reglas de funcionamiento del sistema. Y creo que ese Gobierno lo conforman y son corresponsables en exclusiva, el más que soberbio Sánchez y el zarrapastroso comunista bolivariano, Iglesias. Instalado aquél en Moncloa, desconcertado pero feliz, habiendo sobrepasado su propia credibilidad y la del artículo 99 de CE. E Iglesias, en el lujo de su dacha de Galapagar, como hacían Brezhnev y el resto de jerarcas soviéticos, dirigiendo el poder autocrático y total desde la lejanía. El resto, de ministros y demás instalados, no pasan de empleados mas o menos cualificados al servicio del proceso que se gesta.

Miren, no voy en este momento a intentar hacer una crítica del documento de medio centenar de folios titulado “Acuerdo de PGE 2019, Para un Estado Social”, en donde parece figurar un principio de compromiso entre el Gobierno de España y los bolivarianos comunistas y totalitarios de Podemos. Son centenares las opiniones que circulan por España, a cargo de reputados analistas y no tardaran los provenientes de expertos extranjeros y de organismos internacionales competentes. Pero sí he de decir que jamás, ni siquiera durante el franquismo a partir de la LOE de 1967, un servidor publico y cualquier español con mínima cultura político/institucional se habrá sentido más humillado y derrotado en sus esperanzas de Ilustración europea que al contemplar atónito los membretes del Gobierno del Reino de España a igual nivel que el de una formación de ganapanes antidemocrática y antisistema. Y tras el indigno encabezamiento, el preámbulo, distribuido en once párrafos insultantes, injuriosos, falsos y dramáticamente penosos. El resto de las páginas solo para iniciados, porque representa un engaño colectivo envuelto en palabrería huera e impropia de un Presidente que tiene el honor de ocupar tan alta magistratura. Es pronóstico de lo que viene, precisamente ahora que se anuncian nuevos tiempos de recesión, en más que complicado marco mundial.

¿Cómo Sánchez es capaz de firmar un compromiso en nombre del Gobierno de España que desconoce el propio Gobierno? ¿Cómo está dispuesto a firmar un compromiso de Gobierno democrático con una fuerza no democrática, excrecencia de la democracia, enemiga de la Constitución, la Monarquía y revisionista de la Transición? ¿Lo firmaría con una fuerza política que con representación parlamentaria fuera de extrema derecha y totalitaria, porqué entonces con una fuerza totalitaria y de extrema izquierda? ¿Porqué los firmantes del documento colocan en el título “Para un Estado Social”? ¿No les interesa recordar que la Constitución en su artículo 1 establece que España se constituye en un Estado social y democrático de derecho?

Creo sinceramente, tal como vengo sosteniendo desde su aparición en escena que, Sánchez viene mutando de Zapasanchez a Sancheiglesias, sin solución de continuidad. Y claro, lleva déficit de origen al proceder de un espacio perdido para la Luz. El zapaterismo nunca tuvo sitio propio, salvo para el histrionismo en la moral social y política. Ciertamente su forma de comportamiento no es la del patán Largo C. pero el daño ocasionado a la socialdemocracia parece irreversible. Por si fueran escasas las fechorías durante su traidora, infame y ruinosa Presidencia, pretende dar oxígeno a un régimen abyecto como el venezolano, ante la vergüenza de la comunidad internacional ilustrada. Y ahí lo tienen zascandileando con conmilitones de Iglesias y ahora, aparece con etarras como el canalla Otegui. De manera que no solo fue escuela para el pobre Sánchez sino que ahora parece erigirse en agente político y económico de una operación de más amplia envergadura, quizá continental.

Y para el éxito de esa operación, resulta necesario un paso más allá, un Sancheiglesias que, abra las puertas del poder político al comunismo bolivariano, hasta su presencia irreversible. De manera que devino sancheiglesias para cumplir una función miserable pero histórica, de liderazgo en el asentamiento del comunismo al Sur de Europa. Y ello supone sin duda, compartir Gobierno, ahí tienen el documento presupuestario; abrir las puertas al manejo de la tv estatal o facilitar la penetración en el Ejército y Servicios de Inteligencia.

La operación en marcha nos hará observar en poco tiempo esfuerzos llamativos en el desprecio a la Corona que crecerán en paralelo a iniciativas culturales y políticas en favor del republicanismo, resaltando la extemporaneidad y desubicación de notas de la Casa Real como la emitida, exculpatoria de lo que nunca fue ni será error protocolario. O comisiones y expertos saturando los medios sobre la necesidad urgente de modificar la Constitución, producto de una Transición neofranquista y no popular y mientras, intentaran desfigurarla mediante Decretos Leyes. Y se intentará hacer más permeable la Judicatura y sensible el Constitucional y dominables los medios de comunicación, los públicos y los privados. Y terminar de borrar cualquier huella de prestigio o de principios y valores del catolicismo. ¿Porque, la libertad para qué? como dijo Lenin, padre del progresismo y espiritual de Iglesias. Y el golpe de estado en Cataluña o lo que se prepara en el País Vasco y lo que venga, hasta tanto la Constitución lo permita se taponará mediante el dinero de la solidaridad española. Algo más que una mutación genética.