Publicado en Diario Córdoba el 29 Noviembre 2012
LA AZOTEA
EL AÑO NEGRO
El pasado 28 de junio desde esta
AZOTEA etiquetaba mayo y junio como el “bimestre negro” de la situación española.
Seis meses después amplío el diagnóstico al año transcurrido desde que los
populares alcanzaron el poder tras la pesadilla Zapatero. La crítica resulta fácil porque
los datos no pueden ser más objetivos. Aumenta el paro a cifras desconocidas y
el déficit y la deuda a niveles insostenibles como consecuencia del círculo
infernal y parece que imparable originado en el mucho gasto inútil, de una
sociedad que se niega a vivir conforme a sus posibilidades.
Pero no es solo la
dimensión económica la que se ha desquiciado. Son los códigos sociales y
morales de conducta que se desprecian, las instituciones que flaquean, la
disparatada e ineficiente organización territorial del Estado. Es la corrupción
en dimensiones desconocidas y de impunidad creciente. Es la inseguridad
jurídica, el descaro insoportable en democracia de responsables políticos que
se niegan al cumplimiento de leyes vigentes o de sentencias firmes. Es el
nacionalismo reaccionario y depredador que ataca inmisericorde al Estado débil
y bienpensante. Es el desprestigio internacional de un país de poco fiar a la
vez que revuelto e insolvente.
Y este panorama nada optimista
empeora desde hace un año. Desgraciadamente. Y de poco sirven los esfuerzos
reformistas que no regeneracionistas del Gobierno y su partido. Porque se
gobierna sin diagnóstico definitivo, a ciegas, con temor, esperando el giro en
la tendencia y la misericordia europea. Pero Europa está nuevamente raptada, esta
vez por su propia utopía.
Nuestras raíces son
socialdemócratas y liberales. Pero aquéllos gobernaron 20 años y estos apenas nueve.
El derribo Rajoy no espera más. Todo vale aunque la Nación se hunda rápidamente.
¿Y después? Pues ya lo tenemos experimentado: bipartitos o tripartitos. Peor,
pero más pobres.