Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 25 de agosto de 2016

La Opinión del Julián Delgado

Artículo del escritor Julián Delgado que será publicado por el Diario “Última Hora” de Mallorca el próximo día 27 de Agosto
El narcisismo del No es No
Julián Delgado. Escritor
   ¿Es que las derechas no están compuestas de ciudadanos? ¿Es que los hombres de derechas no son españoles? No estamos ante las preguntas que se podrían hacer hoy por la  cerrazón del PSOE a facilitar la formación de un gobierno del PP, son las que pronunció el ministro de Gobernación, Rico Avello, en 1933, ante la no aceptación, por parte socialista, del resultado de las elecciones ganadas por las derechas, que casi doblaron en votos a las izquierdas.
   Más de ochenta años después, estas preguntas siguen teniendo vigencia. Hace una docena de años, el PSOE inauguró la etapa del zapaterismo guerracivilista, que siguen fielmente Sánchez y su camarilla, y que tiene como uno de sus ejes, iniciado en el Pacto del Tinell, arrinconar a las derechas en un gueto político. Ayer fue porque la República era cosa de la izquierda y no podía gobernarla la derecha, hoy se justifica con la pureza ideológica y la superioridad moral por encima de cualquier otro razonamiento; por tanto daño y tanto dolor  que ha hecho a los españoles, en un intento de hacer olvidar que aquellos sufrimientos fueron consecuencia de las desastrosas políticas realizadas por ZP y que Rajoy ha tenido que enmendar y con éxito.
   El líder actual de este nuevo PSOE tiene como característica esencial el narcisismo: está convencido de que es moralmente superior a sus rivales de derechas; por su baja empatía, carece de un interés auténtico por los otros y focaliza la atención en sí mismo, es autorreferencial, arrogante y está hinchado de soberbia, que parece querer contener apretando con fuerza los dientes; solo trabaja para él, aún a costa de los intereses generales; y está preso de un resentimiento personal contra Rajoy que le desequilibra y angustia. 

   Pedro ha llevado a su partido a la postración política e ideológica, lo que le ha convertido en un instrumento inútil para la sociedad. Al cerrar las puertas a las derechas en una situación tan excepcional y grave como la actual, pretende traspasarnos las consecuencias de su irresponsabilidad a todos los ciudadanos, obligándonos a votar en unas nuevas elecciones, y lo hace olvidando sus señas ideológicas, confundiéndolas con el sectarismo y dejándose llevar por sus más bajas pasiones.

viernes, 19 de agosto de 2016

LA OPINIÓN de Javier Pipó

LA AZOTEA

LA SABIA ESTUPIDEZ
19 de Agosto de 2016



   Pues hay que estar atentos porque al fin la opinión pública y publicada, ya tiene fecha para asistir al espectáculo entre cómico y jocoso del voluntarioso Rajoy, sometiéndose a la investidura, o por mejor decir embestidura, de una clase política con gana de revancha, lucimiento y justificación del excesivo tiempo de ocio remunerado. La función, tan necesaria como constitucional, tan inútil como irreal, será el próximo día 30 en el hermoso Palacio de la Carrera de San Jerónimo, inaugurado por Isabel II y por el que ha desfilado lo mejor y lo peor de una legión de sabios y canallas, benditos y bribones que durante 166 largos años, hicieron gozar y penar al gentío de esta bendita España. Pero ahora es distinto aunque no sepamos por qué ni para qué. Bueno, el por qué sí; si no, esto revienta en mil pedazos. Pero el para qué, es más complicado y pueden no estar seguros ni el pobre Rivera ni el Registrador de España. Es que son como gemelos pero de distinto parto; cada uno con su óvulo, que ya es llamar la atención.

     Por lo demás podemos no salir de lo mismo y si no, al tiempo. Porque claro, Rajoy lleva su idea, yo creo que bienintencionada o no, pero que se estrellará contra el muro infranqueable de una socialdemocracia devenida en roca berroqueña, sostenida por el más inútil y lesivo dirigente socialista europeo. De manera que por ese lado nada hay que esperar. Zapasanchez ha logrado lo que ninguno de sus antecesores; hacer del socialismo democrático algo así como un tapón que no se mueve, no traspasa y no se nota. Allá él y los suyos, aunque perjudica también a los nuestros y a los demás que somos todos. Pero esto es lo que hay porque si alguien espera algo de los barones verán que no pasan de varones del montón, con el miedo en el cuerpo a perder el kit de privilegios adquiridos o regalados o a que la baronesa de Triana permanezca a resguardo de sus descamisados; seguramente lo más sensato de la comedia.

   Y en la orilla de los treinta y dos escaños? Pues que parece como si tuvieran sesenta y cuatro. Juegan en este casi sainete el papel de salvadores de casi todo y además, manteniendo las esencias de toda la vida. Ya saben aquél famoso artículo 6º de la Constitución de 1812 que decía algo así como el amor a la Patria es una de las obligaciones de todos los españoles y así mismo el ser justos y benéficos. Pues eso o lo contrario, que tampoco hay que exagerar, como en Andalucía con el estadista Marín, regando las camelias de Susana y prestándole un impecable y gratuito servicio de catering. De manera que mi pesimismo que a tantos gusta y a tantos desasosiega me trae a este momento conservando la casi integridad de opinador independiente y a salvo una autoestima por los suelos de la idiocia. Yo no sé en lo que esto acabará ni cómo, pero si presumo estará al final. Y desde luego al principio de una era de esterilidad política que clama al cielo de la historia. Sí, esterilidad frente a unos tiempos nuevos, complejos e implacables que arrastrarán al infierno de la insignificancia a quien no sepa tomar el pulso de forma decidida en ese reto del progreso social, el bienestar, la justicia y la libertad.

      Yo desde luego no he oído comentario alguno,a este dúo de salvapatrias de ocasión, sobre el futuro del sistema de pensiones, ahora que comienza a circular de nuevo en las redes la patraña actualizada de 2013 en que cierta prensa internacional inducida, denominaba el mayor desfalco de la historia europea, consistente en el saqueo de los fondos de pensiones para comprar bonos del Gobierno de España. Ni pío, pero tampoco sobre la solución urgente al más importante problema social desde 1975. Pues Merkel y sus socios socialdemócratas ya están diseñando propuestas de solución, fíjense, para la atrasada Alemania. Pero no crean, tampoco sobre la crisis europea y el avance imparable de los populismo fascistas y comunistas. Ni sobre qué hacemos con las diecisiete autonomías y su imposible financiación y gobierno o sobre la rebelión catalana y la que viene. O sobre la impunidad del lodazal andaluz y catalán y algo sobre el déficit y la deuda que nos asfixia y nos expulsa de la productividad. O sobre el paro estructural que nos aleja de constituir la mejor y mayor escuela de camareros de Europa. O si tienen opinión sobre los progresistas islamistas, cuando nos advierten " con vuestras leyes democráticas os invadiremos, con nuestras leyes religiosa os someteremos". Es decir, sobre lo que interesa a nosotros y no a ellos; hombre, nosotros somos más y estábamos antes.

         Miren, estoy harto. Que lo invistan o lo embistan pero sin tomaduras de pelo. Estoy hecho a la
mala idea de que tras la sesión, llegará un Gobierno imposible para una etapa increíble de desasosiego, desgobierno y estupidez colectiva. Pero será nuestra sabia estupidez. O sea 

viernes, 12 de agosto de 2016

La Opinión de Javier Pipó.

La Azotea 

LAS CAMELIAS DE LA DAMA
12 de Agosto de 2016



    Ya ven la plegaria laudatoria y de gloria que el bueno de Antonio Manuel Carmona, compuso hace no muchos días por estas cálidas tierras del Sur. Sí, me refiero al purasangre de la noche televisiva que iba para ministro y quedó en concejal para sostener a fuerza de estómago a la inútil y lesiva alcaldesa de Madrid. En algo debía quedar el simpático eslogan "Carmona con Carmena". Pues ya digo, el pobre sufrió un éxtasis de inteligencia política y amor irrefrenable por la compañera Susana, con nuestra Susana; con la Susana de tiroslargos y tronío trianero, la hija del pueblo que con el pueblo y para el pueblo se funde, la esposa del tieso. Y va y le dice en su presencia que es un fenómeno de la política, que está a la altura de las grandes europeas sin nada que envidiar a la Thatcher o a Merkel; ahí queda eso. Y se vuelve a Madrid, a seguir apoyando el progreso, dejando en Sevilla el regusto del elogio y la semilla de un futuro político mejor, cuando a Susana la grande, la poderosa, conduciendo el timón de esta pobre España le recoloque desde la cima y puedan reconocerle sus virtudes ocultas. Pues ya veremos, porque en estos tiempos los acontecimientos vuelan y nada es lo que parece, ni siquiera Susanaperon que ya es decir.

   Fíjense en el intrépido Rivera que en un golpe de magia, en un " ahí queda eso", presenta ante el hierático Rajoy nada menos que seis medidas para salvar España de sí misma. Es verdad que seguramente necesitaríamos sesenta, pero buenas son para empezar. Además son medidas ya muy usadas por el personal en el vestuario político de la trastienda y a casi nadie extrañará que se traigan a este probador. Miren, algunas sirvieron para vestir de gala presidencial a personajes como Sanz, Cifuentes, Herrera o Pedro A. Sánchez. Y además las usó para intentar engatusar al estadista Zapasanchez, de manera que el zorroviejo Rajoy tendrá que tragarlas ampliadas, menos esa de la Comisión, o rechazarlas en bloque. Es igual porque sirven para poco que es algo más que nada. Ya me dirán tanta emoción y tertulia elogiosa preparatoria de los editoriales del día siguiente, repletos de optimismo por aquello del inicio de la caminata.

   Miren, es verdad que hay una mitad de España amorcillada y la otra encanallada. Pero la tomadura de pelo ha llegado a tales límites que seguramente resultaría indescriptible, incluso para Pérez Galdós. No me digan que ahora España necesita el compromiso de una Comisión de investigación sobre el caso Bárcenas; lo que a duras penas intenta salvar la Justicia lo desea confiar a una malandrina comisión. Y esa colosal estupidez la propone el jefe de quién preside en Andalucía la más vergonzosa, boba e inútil Comisión de Investigación sobre una inmensa cloaca de corrupción a cargo del régimen socialperonista, duradero ya tanto tiempo como el franquismo. De manera que apuntala al populismo rociero de forma descarada e impresentable Rivera el simple, y ahora con esas credenciales y la propuesta/disparate trata de convencernos de ser la bisagra que necesita Rajoy. Por lo visto la preocupación, ya europea, sobre la rebelión catalana y si el Gobierno activará el artículo 8,1 de la CE, no necesita figurar en el listín; ni la crisis financiera insalvable del sistema de pensiones; ni el gigantismo inabarcable del Estado; ni el papel activo sobre el desbordamiento yihadista de Europa; ni el abordaje decidido de una reindustrialización de la Nación; ni el déficit, la deuda y la Comisión europea; ni el problema del paro ya estructural; ni la independencia de la Justicia y para qué seguir.

   Ya digo, el simpático Carmona no es más que la aparición en el escenario de la socialdemocracia española de la incapacidad para acabar con el penoso bienio Zapa y encontrar alguien que con talento reconduzca la caótica situación del Partido. Pero Carmona va demasiado deprisa y Susana con más ambición que patrimonio intelectual y político, demasiado despacio. No duden sobre lo que representa Susana: populismo último modelo, vacío y antipolítico que germina en todas las formaciones que trascienden el liberalismo. Jamás escuché de los labios de quien lleva más de veinte años vinculada al lodazal andaluz, ni pude leer de su pluma idea alguna que represente esperanza, porque tiene pocas, antiguas e inservibles en una moderna democracia. Pero su astucia le lleva a sobrevivir en la vida política más allá de lo razonable y merecido, apartando con habilidad y sin piedad a quien estorba su camino de gloria. Los datos de Andalucía durante su mandato resultan estremecedores, sin más mérito para los intereses generales que lograr hacer desaparecer de la actualidad el escándalo gigantesco de la corrupción de su régimen. Pasan los años y nada resuelve la Justicia, es más va deshaciéndose lo instruido, prescribiendo las acciones o muriendo los protagonistas. Un éxito arrollador que sin duda resulta paralelo al trinque impune de la burguesía convergente catalana.


   De manera que si Rivera representa ahora menos que cuando empezó y no logra ni tan siquiera delimitar sus contenidos ideológicos - que seguro los tiene- y el desubicado y envarado Zapasanchez, no tiene ni el cariño de los suyos, el episodio nacional es más que galdosiano. No se si queda Susana en la otra orilla; si puede no les quepa duda alguna. Su ambición y afán de notoriedad no tiene límites y su bagaje consiste en gobernar una población conservadora acostumbrada a obedecer, a seguir las directrices del poder, a confiar ciegamente en sus dirigentes sin pensar si en vez de gato le dan liebre. Lo importante es que le den algo y al ser posible gratis. La dama se adorna con dos camelias; aunque no sabemos si se presentará con la blanca o con la roja. Pero casi seguro que se presenta.  

jueves, 11 de agosto de 2016

La Opinión de Julián Delgado

Artículo que será publicado en el Diario “Última Hora” de Mallorca el próximo día 13 de Agosto

La asonada catalana

Julián Delgado. Escritor

    Buena la ha hecho el semanario más leído en Alemania, Der Spiegel, al contemplar la posibilidad de una intervención militar en España ante la asonada catalana, el alzamiento antidemocrático contra el Estado constitucional que constituye la llamada ley de desconexión. El artículo se titula Revuelta con vacío de poder y viene a considerar que el separatismo aprovecha que el Gobierno está en funciones para dar pasos decisivos hacia la independencia; entre ellos, la celebración de un referéndum unilateral. Concluye que Probablemente el Gobierno no tendrá más remedio que recurrir a las fuerzas de seguridad para impedir el referéndum.

    En algún digital de la trinchera nacionalista se asegura que el Ejército español tiene preparados planes de contingencia en caso de proclamación de la república catalana e incluso especula con el número de efectivos necesarios, que calcula entre 3000 y 5000 en el caso de que la resistencia fuera pacífica. Las alarmas entre el soberanismo se han activado y algunos iluminados proponen incluso alquilar los puertos de Cataluña a la Armada China. El Gobierno tiene que afrontar ya este disparate secesionista que tendría graves consecuencias para toda España. No hay margen ya para el diálogo, pues niegan la legalidad española y están dispuestos a proclamar unilateralmente la independencia.

     Los partidos constitucionalistas deberán llegar a un acuerdo para la defensa del orden constitucional y para que caiga sobre los sediciosos todo el peso de la ley, que se apliquen las normas más convenientes y que sean refrendadas en el Senado, de ser necesario. La vía del artículo 155 de la CE es a la que más se ha hecho referencia; sin embargo, no hay que descartar la Ley de Seguridad Nacional cuyo objetivo es garantizar la defensa de España y sus principios y valores constitucionales, y que otorga al presidente del Gobierno autoridad para declarar mediante decreto la situación de Seguridad Nacional y asumir el control de las instituciones en el territorio que considere afectado. No puede haber ni equidistancias ni apaciguamientos ni silencios cómplices; habrá quienes lo critiquen y medios a los que no les guste, pero la situación exige determinación y patriotismo.   



jueves, 4 de agosto de 2016

La Opinión de Javier Pipó.

La Azotea

“VOY A SERLES FRANCO”
4 de Agosto de 2016


   Los españoles de la mayoría silenciosa, amantes de su país, de sus costumbres y tradiciones, de sus creencias y valores, se encuentran estupefactos ante tanta estulticia, ante tanta osadía y descaro. De manera que si no tuviéramos suficiente con la penosa, insoluble y temeraria algarabía de estos achulados alevines de la política nacional, llegan los del seny catalán y llevan al sistema a cotas inimaginables de tensión provocadora y riesgo cierto de explosión. Reventón de incalculables consecuencias para una Nación en el borde de la estupidez colectiva. Y para el sueño europeo, donde se integra en espacio de soberanía compartida, ahora que no parece atravesar su época más brillante desde la II GM; pero que acusaría el golpe demoledor de una España de nuevo enmarañada en sus demonios y maldiciones históricas.

   Este largo y cálido verano nos está deparando emociones sin fin y las que se van forjando sin cesar, en preparación de un otoño no menos caliente. Mientras, el sabio gentío que votó este engendro de democracia sin salida, llena playas, hoteles, restaurantes y carreteras en busca de una alegría de vivir, sin saber ni querer reparar en el marrón que deja atrás el resentimiento y la Historia sin memoria. Habría pues que volver a recordar la sentencia de Azorin: "hoy se alza una Nación pujante frente a un Estado caduco y corrompido" pero sobre todo débil. Debilidad en la que quedó sumergido tras los nefastos años de zapaterismo, prolongados por quien no supo aprovechar la esperanza en una regeneración demorada en más de dos centurias, vagando entre velos que impidieron ver la luz ilustrada de la razón. Ahora, por uno u otro lado no queda más razón que la imposición, ni más luz que la proyectada por estos ganapanes de la política, usureros, les llamaba Unamuno,
empeñados en hacer antipolítica y creyendo alcanzar la gloria, mientras nos hunden en el miedo y el temor a perder de nuevo el tren del futuro. Seguramente no nos queda más que la resistencia y la confianza en tiempos mejores.

   Ahí tienen a Zapasanchez, ese político insignificante pero soberbioso, que ya hasta El País le falta el respeto y que nadie entre sus filas es capaz de parar y apartar de forma definitiva por el bien de España y de la socialdemocracia necesaria. Este tiempo de espera ha sido suficiente para conocer la escasa profundidad de sus ideas y la debilidad de su armadura política, y sí desde luego para agrandar la fugaz estela de quien no pasa de estirado figurón en la crónica social de semanario. Parece como si solo unos nuevos comicios fueran capaces de colocarlo en el rincón oscuro de la Historia española y de su socialismo democrático.

   Pero ya me dirán el papelón del joven Rivera que primero se abraza al fracasado Zapa para retroceder como éste en la estima del electorado y en el papel que podría haber jugado en la regeneración de la democracia. Si este absurdo periodo de reflexión nacional se prolongara - camino vamos de la tercera vuelta, por si acaso- seguramente el voluntarioso aprendiz de la izquierda centrista, encontraría las claves más o menos definitivas de sus parámetros ideológicos y hasta podría jugar algún papel, no más allá de una Dirección General en un Gobierno moderado de la esperanza. No espero de él
ninguna aportación mínimamente valiosa en este momento delicadísimo de la vida nacional. Me conformaría con que no la obstaculice.

   Y mientras, los traidores nacionalistas catalanes que al fin se sitúan en el lugar al que únicamente pueden devenir sus sediciosas propuestas, enseñan cartas definitivas que de permitir su exhibición retadora terminarán en rebelión, casi asegurada. Es rebelión previsible que no puede frenar los dictámenes de la Abogacía del Estado, ni siquiera el TC, pero que jamás debió llegar a la situación inédita, única, de resultar financiada por el propio Estado del que pretenden separarse. Desde luego, es el momento de preparar la aplicación del artículo 155 de la Constitución sin tibiezas, ni medias tintas. Pero también de advertir sin vergüenza, con energía democrática, que continúa en vigor el 8,1 del mismo Texto, aunque ambos se encuentren desgraciadamente sin desarrollo legislativo.


   Precisamente en un agosto de hace 143 años- no son muchos en la Historia de una Nación- se debatía en el Congreso de los Diputados un nuevo texto constitucional para el establecimiento de una República federal. Pero mientras se iban declarando en Estados independientes los distintos Cantones, acaloradamente se discutía entre "intransigentes" y "moderados" si la República debería ser de abajo arriba o de arriba a abajo. Meses después, en enero de 1874, Pavía daba su golpe de Estado y la Constitución no llegó a ser aprobada. Pero fíjense, ni el propio Castelar era consciente de la molicie de la clase política, cuando decía que nadie acabó con la monarquía democrática; nadie trajo la república; fueron las circunstancias; la conjuración de la sociedad, la naturaleza. Quizá Rajoy podría repetir, ahora que dice iniciar con Rivera una caminata, seguramente llegará a paseo, lo del Presidente Figueras antes de huir a Francia: "Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros". Pues eso.