Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 28 de noviembre de 2019

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO


Artículo que será publicado en el Diario Ultima Hora de Palma el próximo sábado día 30
Robin Hood
Julián Delgado. Escritor

La gran diferencia entre la sentencia del caso Gúrtel y la de los ERES es que en aquélla la Justicia le puso en bandeja al PSOE la moción de censura y, en esta, ha esperado un año para no perjudicarlo. La acorazada mediática de la izquierda ha convertido el caso más grave de corrupción política de la democracia en una bagatela del pasado. Su periódico de cabecera ya editorializó afirmando que los ERES eran un sistema heterodoxo de agilización de pagos. Y como soportar a los interventores es una lata, Ábalos y sus palmeros llegan a la desfachatez  de contarle al personal que el PP cuando roba, roba de verdad, como la española cuando besa, y que, cuando lo hace el PSOE,  se replica la figura de Robin Hood, el bandido que asaltaba en los caminos a los ricos para dárselo a los pobres. Pero el bandido justiciero redistribuidor de la riqueza no es más que una leyenda, un cuento para niños, y ese señor con cara avinagrada nos toma por tales, o como adultos memos, y nos suelta el mantra de no se han metido un duro en el bolsillo. No tengo aquí espacio suficiente para relacionar los beneficios personales obtenidos por la cuerda de presos de la Junta, que van desde la garantía de sus opíparos sueldos al coche oficial con conductor y escolta  y colocar a familiares y amigos.
Esta asimetría moral no es solo hegemonía cultural, es una especial manera de concebir el poder. Berdiaeff sentenció que todo poder lleva en sí un veneno, y en el caso de la izquierda española esa ponzoña consiste en concebir el poder como algo que va más allá de dirigir la acción del Gobierno. Se trata de ejercer un control total sobre la sociedad utilizando todos los mecanismos capaces de penetrar en las conciencias y en la inteligencia de las personas de forma totalizadora: la educación, la cultura, el deporte, la propaganda, la moral en forma de religión laica, … Utilizar todos los mecanismos de influencia en la sociedad como instrumentos de adoctrinamiento con objeto de conseguir de los individuos la adhesión total. El Estado se presenta arrogante, como un todo, ignora el derecho de los que se salen de su diseño de buen ciudadano. Pone en peligro la individualidad. Algo así como la tiranía en la sociedad blanda.

viernes, 22 de noviembre de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA

EL DATO ANDALUZ
22 DE Noviembre 2019




Pues salió a la luz la esperada Sentencia sobre diez años negros del socialismo andaluz. Es verdad que de forma adecuada a lugar y tiempo. Es decir, tras unas elecciones que haciendo posible lo previsible, supondrá un cambio de régimen político en España. Y con los actores ya envejecidos y achacosos por el paso de los años; y con hechos probados que ya veremos hasta la firmeza de la Sentencia, a quién imputar, el qué imputar y cuándo. Y en consecuencia con la impunidad esperable en un sistema incapaz de defenderse de sus enemigos, en tanto sea capaz de proporcionar bienestar relativo y apariencia de formalismo democrático. Es la narcolepsia propia del fascismo.

Pero no crean, el régimen sociocorrupto instalado en la Región más poblada de España y la segunda más extensa, lleva otros treinta años, y esos ni han sido ni serán juzgados nunca. Y muchos quedaran satisfechos al creer que lo juzgado ya en primera instancia es el meollo de la rapiña practicada desde que Fernández Viagas abandona la Presidencia en 1979 y comienza la etapa de Escuredo y Rodriguez de la Borbolla, seguida de la infeliz llegada del bueno de Manolo (Chaves), en 1990. Es decir, diez años de aprendizaje y casi treinta de pillaje bajo el caudillaje de Manolo, el educado Griñan y la pobre Susana. Y ya ven, salvo esta última criatura - peronista kichneriana pura, con aires cínicos y altivos y más ignorancia que buena fe - sus dos antecesores han sido Presidentes del Partido, Ministros del Gobierno de España y uno de ellos hasta Vicepresidente. De manera que la Vicepresidencia que se avecina para el cochambroso intelectual Iglesias, no pasa de pura degeneración. Y desde luego no parece resultar casual que el experimento, más cercano a la ingeniería social que a la implantación ideológica, sea confiado a la cúpula del Partido y llevado a cabo en la Región más vulnerable y atrasada de Europa.

Por eso el primer Presupuesto en 1983, con la flamante y siempre incumplida Ley G. de Hacienda Pública, sea en euros equivalente a 480 millones; en el año 2000 ya alcance los casi 16.500 millones de euros y diecinueve años después esté en los 36.500 millones. La magnitud mayor de la España autonómica que junto a sus más de 270.000 empleados públicos dan idea del pastel de multisaborres que a todos llega de una manera u otra al ponerlo en relación con el número de familias y habitantes en edad laboral o de población activa. Sobre esa mesa tan apetitosa, resulta necesario desactivar los órganos de control interno y superar mediante la simulación y el engaño los de control externo; domesticar el Poder judicial; poner la radiotelevisión publica al servicio del poder; engrasar los medios de comunicación; incidir a tope, ideológicamente, en los márgenes autonómicos de la legislación educativa; infiltrarse en los cuerpos intermedios del entramado social sin dejar ni las cofradias al descuido; utilizar el mecanismo subvencionador para buscar el silencio cómplice tanto de cientos de entes sociales como de sindicatos y patronales e introducir como mandamiento de exigible cumplimiento en el seno de la Administración que entre legalidad y eficacia siempre esta tendrá preferencia sobre aquella. Y como hubo casi treinta años de impunidad en el uso del gigantesco Presupuesto, en la facilidad para conseguir un empleo público según principios ajenos al constitucionalismo, todo era posible y razonable en una interpretación perversa de bien común e intereses generales.

Pero es lo que toca y parece como si la culminación del régimen corrupto andaluz coincidiera con la llegada del zapasanchismo, ahora aliado al peligroso y totalitario comunismo bolivariano de Iglesias. Ha sido como el anticipo, una muestra de aquél. Que quieren les diga, tampoco resulta casual que tres de los Ministros de Sánchez - incluida de nuevo la Vicepresidencia, en manos de la pobre Calvo – estuviesen antes de prácticas en el lodazal andaluz. Es la ósmosis perfecta. Es mezcla explosiva y dramática si además se considera lo que está al caer en la ayuda mutua a prestarse entre sanchistas, comunistas del más variado y peligroso pelaje, independentistas, sucesores de Sabino Arana, filoetarras y regionalistas desubicados.

Malos tiempos para la Constitución de 1978, su espíritu de concordia, entendimiento y progreso hace tiempo desaparecieron. Se acerca eso tan pintoresco que el sanchismo denomina nación de naciones cuando todavía no se ha logrado ni digerir el Estado autonómico más allá del federalismo alemán o suizo, ni su financiación. Parece que sanchistas y podemitas pretenden la disolución de la Nación española y ya veremos el método a utilizar ya que el intento chocará con la parte casi blindada del Texto constitucional. Por eso empezaron con la práctica anulación del Monarca y Jefe del Estado, en una campaña en que el felón Iglesias no ahorra epítetos, descalificaciones y falsedades históricas para su desprestigio. Es un retroceso de ochenta años; es la fusión de neocomunismo y neofascismo. Los jueces huyen, los liberales desaparecen, los intelectuales emigran. Solo queda un pueblo inerme e inerte, desorientado y guiado por sus peores enemigos. Pues la Sentencia andaluza no pasa de constituir un dato.   


jueves, 14 de noviembre de 2019

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

Artículo que será publicado el próximo sábado en el Diario ULTIMA HORA de Palma
 UN GOBIERNO TÓXICO
Julián Delgado. Escritor

Al llegar al poder en febrero del 36, el Frente Popular permaneció impasible ante la quema de iglesias, pasatiempo al que se dieron las férvidas multitudes. Azaña dijo entonces: Todos los conventos e iglesias  no valen la vida de un republicano, y abrió la puerta al horror. Tras el anuncio de un Gobierno formado por socialistas y comunistas sustentado por separatistas, de momento no se ha cumplido la amenaza de arderéis como en el 36,  pero los soliviantados separatistas catalanes se dedican a cerrar la frontera con Francia secuestrando a miles de ciudadanos, causando graves trastornos y ocasionando fuertes pérdidas económicas. Y se da la misma pasividad que entonces del Gobierno progresista. La frase la puso Torra, el patrocinador de los CDR, su espónsor ideológico: algo así como cuidado con cargar sobre los manifestantes. Y dejaron abierta la puerta del caos. 
Y todo esto con un presidente que tiene una deplorable relación con la verdad, drogadicto del poder, de poco respeto a los valores democráticos, políticamente amoral, ausente de escrúpulos y de los valores que cabría exigir a quien pretende dirigir el país. Y que a su vera tendrá a un vicepresidente  que, por fin, ha asaltado el cielo, nihilista, narcisista, que llegó a la política exigiendo la derogación de la Constitución y el final de la monarquía, que defiende el derecho a la autodeterminación, ensalza la desobediencia colectiva, se hermana con los proetarras y cuya salsa es la acción callejera. Nada bueno podemos esperar.    
El tiempo que nos aguarda es de restricción de libertades, de definición progresista de lo que es democrático o no lo es, de control de la moral, de las creencias, de las conductas; todo para la creación de un nuevo orden que se pretende justo. Una religión laica, con un Estado que todo lo controle, en la que el ciudadano y sus iniciativas no cuenten. Las consecuencias serán el empobrecimiento económico, el debilitamiento de la unidad del Estado y el sometimiento al separatismo. Pero, sobre todo, viviremos la exaltación del cainismo, la fractura emocional y la estigmatización de los que no acepten sus principios. Un Gobierno tóxico para el 95% de españoles, que agrietará el sistema democrático.

martes, 12 de noviembre de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA

FIN DE CICLO
12 de Noviembre de 2019




Pues ya está” Es frase de Sanchez a recordar como culminación de una obra nefasta y arrasadora de quien no pasa de vulgar e inútil autoritario, infiltrado en la debilidad de esta hermosa democracia. Sistema democrático de aparente solidez, que tras el 10N ha quedado noqueado y resquebrajado, tras el paso más bien reaccionario y primitivo de este farsante del que ojalá pudiéramos celebrar la marcha definitiva e irreversible. Pero ya ven, por ahora se queda aupado por un gentío saturado de entusiasmo y desinformación, fácil de convencer y reacio al análisis de la auténtica dimensión de esta falsa socialdemocracia; un retromovimiento conocido como sanchismo.

Mi perspectiva desde esta Azotea queda oscurecida por acumulación de acontecimientos, a cuál más desgraciado desde la llegada a Moncloa de otro maestro de la simulación y el engaño, llamado Zapatero o algo así. De manera que mi Opinión de hoy quedaría plasmada en el resumen de las decenas de artículos editados en esta misma columna, desde la aparición del inane Rajoy, con su hierática política de contable de lujo, allanando el terreno a esta pareja de enemigos de la democracia y la Razón ilustrada.

Lean y relean los resultados de las Elecciones del pasado domingo o análisis de sesudos comentaristas o peroratas de comentaristas más o menos pegados al poder, porque todos ellos le llevaran a la misma conclusión preocupante cuando no temerosa. Por vez primera desde 1978, España se encuentra en crisis radical de sistema. Ni siquiera el 23F supuso similar situación; entonces, de forma violenta y equivocada se quiso sin apenas apoyo popular- resolver una crisis que se entendió como estructural del Estado. Ahora es la crisis total del Estado mismo.

Lo peor es que esta crisis de Estado, en el corazón del Estado, está derivando por días en irresoluble. Y no hay voluntad, ni inteligencia política para intentar resolverla. Tampoco apoyo popular suficiente. El Rey, única instancia que resiste con dignidad el empuje, se encuentra cada vez más solo, desamparado y en Cuba, donde Borrell recibirá el apoyo de la negra dictadura, seguramente progresista. Ya con C´s ha desaparecido lo que parecía constituir esperanza de reinstalar en España nuevamente y con más solidez, solvencia y calado, un liberalismo moderno, progresista y transformador. Todo quedó en marioneta sin rumbo y sin conocimiento de su propia ideología. Por contra, nos queda una sociedad y un complejo institucional atiborrado de basto e iletrado iliberalismo adaptado a una democracia formal y pluralista, en manos de Partidos Políticos totalizadores que no poseen más patriotismo que el poder, ni más perspectiva que su propia supervivencia.

Son ramalazos de la decadencia europea, nihilista y relativista, donde la moral social va careciendo de prestigio como el resto de valores y principios heredados por Historia y tradición, ya casi desdibujados hasta lo irreconocible; incluidos aquellos tan hermosos figurados - en nuestro caso - en el texto constitucional. Como el cristianismo, cercano a dejar de ser referencia trascendente para convertirse en curiosidad intelectual, y donde casi ha desaparecido el amor al orden y el equilibrio, al consejo de los mayores y al magisterio de los sabios. Lugar de silencio, cuando no huida de intelectuales, con tantas Universidades convertidas en escuelas de fanatismo. Es la España europea de la posverdad, donde progresa el desorden porque el Estado funciona poco y mal, salvo para la exacción fiscal, sintiéndose incapaz de ejercer la soberanía, defender las fronteras exteriores o el mantenimiento del bienestar. Por eso el gentío confía mayormente en aquellos que le prometen seguridad gratis desde antes de nacer hasta después de morir, creyendo masivamente en soluciones populistas, utópicas y a veces imposibles.

Resulta ridículo, cuando no dramático, asistir al espectáculo chusco de miembros del Gobierno, cuando no su Presidente, descalificando al tercer Partido más votado por los ciudadanos con la monserga de la ultraderecha, cuando su socio preferente es el comunismo totalitario, rancio y bolivariano de Podemos. O pretender un Gobierno imposible sin respuesta social, al que denominan con descaro ahistórico de progreso, cuando estaría formado por estos mismos comunistas reforzados por sus violentas confluencias; antisistemas; golpistas; filoetarras y todo adornado por los sucesores de Sabino Arana o el oportunista e impúdico Revilla.

No existe socialdemocracia constituida en la democracia española con la que la derecha moderada y constitucionalista – que es toda – pueda pactar para la formación de Gobierno. Solo existe sanchismo, el peor enemigo de la Constitución de 1978 desde su entrada en vigor. Así pues, la derecha no debe contribuir a la deconstrucción de la Nación española, en tanto Sánchez continúe al frente del socialismo español, en su retroceso hacia el largocaballerismo, el odio y el enfrentamiento entre españoles. No debe contribuir al fin de ciclo de paz y progreso iniciado hace cuarenta años. Eso nunca.