LA AZOTEA
COMUNISMO O LIBERTAD
18 de Marzo 2021
Seguramente
esta nueva Azotea debería constituir la tercera parte del DESMORONAMIENTO que
ocupa las dos anteriores visiones, obtenidas tras contemplar el paisaje y el
paisanaje nacional, desde esa privilegiada y cómoda atalaya de tan atrevido como
modesto opinador. Pero hay días, como el pasado 15, que mejor sería bajar al
sótano y refugiarse de tantas y tan demoledoras noticias como sacuden la
actualidad nacional.
Desde
esta mi terraza, contemplo una población atemorizada, desprotegida, que se
debate entre muerte o supervivencia, la ruina económica o augurios de desempleo
arrasador en futuro no lejano. Desde aquí no resulta dificultoso contemplar pobreza
y desesperanza; angustia y desamparo; una pandemia que no cesa, unas vacunas
que no llegan y en consecuencia el rebaño sin alcanzar inmunidad. Y con pánico
desconocido y risa nerviosa contemplar la impunidad de una clase política desvergonzada,
en rifa de cargos y privilegios, movimientos y ocupaciones tan interminables
como odiosos. Pero la crónica de estos días es generosa de noticias en cascada,
y comentarios de variada índole; quizá deba centrarme en tratar ir más allá de
lo dicho, en la medida de lo posible y resulte a mi alcance.
Miren,
esta triste actualidad tiene dos actores secundarios y uno principal. El gran y
primer protagonista actúa como acostumbra; tras el escenario medrando,
conspirando, dirigiendo y desestabilizando la vida nacional. Es un falaz y astuto
profesional de la política amoral, desideologizada, líquida y en parte maquiavélica,
propia de un tiempo de desequilibrios generalizados e idiocia prevalente. Se
llama Sanchez y su movimiento en la consecución y mantenimiento del Poder en
todas sus formas, se ha dado en llamar sanchismo. Su posición está cada vez más
alejada de la socialdemocracia y el constitucionalismo. Es responsable del
desaguisado nacional, constituyendo un gran peligro para la Nación española y
su unidad. Es, el enemigo mortal de la democracia y del sistema constitucional
de 1978.
El
otro es Iglesias, actor secundario pero esencial para la representación en
sesión continua que comenzó este 2021, tan desdichado parece como el anterior.
Iglesias es profesional del comunismo, en un depurado estalinismo leninista, con
mezcla imposible de Gransci y la peor basura internacionalista que dejó el
comunismo, en forma de populismo peronista o bolivariano y sus secuelas de
hambre, dictadura y desesperanza. También, alejado del comunismo
colaboracionista y casi democrático o del eurocomunismo fugaz, instalado en la
España del postfranquismo. Ya ven, a estas alturas de siglo introduciendo la
dialéctica estalinista fascismo/antifascismo que encandiló a intelectuales
orgánicos y sigue fascinando a tanto tonto útil y tertuliano de nómina. De
manera que él sigue en lo suyo, en su guerra de posiciones, en la conquista de
espacios ideológicos, culturales y de agitprop, hasta lograr la hegemonía.
Era
imposible la permanencia de Iglesias, incluso en el Gobierno basura de Sanchez,
aunque deja dentro fieles cachorros, tan inútiles como peligrosos; estilo Belarre,
activista y comisaria política , analfabeta funcional, impuesta como Ministra
del Reino de España. Pero resultaba inconcebible la gestión
presupuestaria ministerial en manos de un teórico del leninismo, aunque la
ambición sanchista le ha permitido conocer y conectar con elementos de la
Inteligencia, de las FF AA y de Seguridad y eso si son espacios de poder
imprescindible. Como lo es el financiero y las claves del movimiento
insurreccional que renace con su apoyo en el País Vasco/Navarra y Cataluña,
donde ya ven, la CUP es apuntalada y comprendida – seguramente también votada -
por más del 60% de las clases acomodadas, burguesas y cultas de su sociedad.
Y la
tercera, Ayuso y el nuevo ayusismo, como protagonista indiscutible e
imprescindible, como reducto de un liberalismo conservador o no, pero
constitucionalista y en consecuencia democrático. Políticamente sola frente al
comunismo, al que hace frente con descaro y tenacidad ejemplares y que hizo
suyo el talentoso lema COMUNISMO O LIBERTAD, que debió ser la bandera indiscutible
del perdido o huido Casado que tanto debería reflexionar sobre su calamitosa
gestión del pretendido centroderecha.
Miren,
si en un extremo se instala el sanchismocomunismo que en breve continuará su cruzada
contra el sistema constituido, pero ahora de forma agitada y agresiva,
incluyendo Constitución, Monarquía, Poder Judicial, medios de comunicación,
educación y cuanto pueda representar la dignidad nacional, no existe ni puede
existir la equidistancia política. El centro solo existe entre liberalismo y
socialdemocracia y ahí tienen la caída de C´s para demostrarlo. Frente a la
extrema izquierda, autoritaria, antidemocrática, antinacional, de imposiciones
legales por decreto ley con tufo neonazi, antiparlamentaria, intervencionista, aficionada
a la ingeniería social, la delación y el dirigismo, solo cabe el
constitucionalismo parlamentario, representativo, el Estado de Derecho y la
separación de poderes. Entre comunismo y libertad, elijo la libertad y la
dignidad que representa el liberalismo. Pues eso.