COMENTARIO
DOS
EPISODIOS ( y II)
Javier
Pipó Jaldohttp://elblogdejavierpipo.blogspot.com
27 de
Agosto de 2012
Pues el segundo de los
eventos que ahora comento no queda lejos del anterior en cuanto a galanura y
trapío democráticos. Me refiero a la ya famosa Comisión parlamentaria andaluza de
investigación de los EREs, que sin duda pone en caida libre al Estado de las
autonomías. Qué episodio más chusco y deprimente.
Quizá lo peor, si se puede
discernir lo malo de lo peor, es la presencia acaso cómplice de la oposición
que forma un solo partido, el Popular, que además es mayoritario en la Cámara.
Ya me dirán que hace allí cuando seguramente le sacarán en las conclusiones el
prestige, la guerradeIrak y la trama gurtel. Posibilidad no tan lejana porque
están citados varios dirigentes populares y las conclusiones tomadas antes de
constituirse.
Si se ha aceptado convocarla y
celebrar sus sesiones es para convertirla en un nuevo órdago contra el Gobierno
Rajoy, enemigo de Andalucía a la que quiere estrangular financiera y
económicamente. Si se ha de aceptar alguna irregularidad, la culpabilidad caerá
sobre malos funcionarios/filtrapapeles y desaprensivos elementos minoritarios,
contrarrevolucionarios, les falta decir. Pero el fin es bueno, aunque en los
medios empleados quizá hubo exceso.
Pero fíjense y no pierdan
detalle. En esta carrera imparable al distanciamiento del mundo desarrollado y
de la libertad donde nos han colocado tras progreso inefable, hemos alcanzado
en bienestar, los últimos lugares de las regiones de Europa y el último de
España. Pero al menos, dicen, hemos tenido asegurada la paz social. Como en
tiempos de Franco y sus 25 Años de Paz, pero sin Polos de Desarrollo.
Los denominados trabajos
parlamentarios están poniendo de manifiesto la pobreza extrema de nuestra
democracia, sostenida en gran parte por personajes cuyo CV cabría en media
cuartilla pero dotados de una verborrea capaz de avergonzar a cualquier
demócrata con un mínimo de sensibilidad y conocimiento del mundo de hoy.
Entre silencios provocadores,
discursos arrogantes de los comparecientes y las preguntas estúpidas de
demasiados interrogadores, transcurren los caros e inútiles días de festín parlamentario.
Pero sobresalen dos perlas
lanzadas a la Comisión por el incomparable exConsejero de Empleo, personaje en
libertad bajo fianza de 450.000 euros depositada no sabemos por quién, que
dicen: ¿Quién ha dicho que el poder no
es discrecional? y “La Ley de
Presupuestos deroga todas las disposiciones anteriores que se opongan a ella”.
Esta segunda no merece apenas respuesta. Simplemente, recomendarle a este
jurista de reconocido prestigio asesoramiento acerca de la amplia doctrina
constitucional que adjudica a la Ley de Presupuestos de cada año falta de
vocación para permanecer en el ordenamiento jurídico más allá del ejercicio
para el que se aprueba.
En cuanto a la primera ya se le
debería haber contestado si en su acercamiento al Derecho Administrativo
sustantivo, a la doctrina de nuestros grandes maestros, no oyó hablar de la
Desviación de Poder. Este vicio del acto administrativo implica la utilización
para fines distintos de los previstos, las potestades que una autoridad ostenta
para la realización de intereses públicos. Una de las violaciones más graves
del orden jurídico, que con gran parte de la doctrina más autorizada debería
ser sancionada con la nulidad de pleno derecho.
Mire Sr. Fernández yo le digo que
la discrecionalidad no implica de manera alguna libertad absoluta frente a la
norma porque toda la Administración está vinculada a una norma jurídica. O como
dice el Prof. García de Enterría, en el Estado de Derecho no se concibe que los
órganos que realizan funciones administrativas ejecuten determinada labor sin
tener como fundamento una norma autorizante administrativa, legislativa o
constitucional.
Está claro Sr. Fernández que le
faltaban estudios, lecturas y conocimientos antes de haber asumido sin pudor
alguno tan importante puesto.
Mire, la discrecionalidad a la
que usted alude, seguramente desviación de poder, la está confundiendo con el
margen que para la valoración de las circunstancias particulares en cada caso, debe
tener quien ejerce el poder. Porque para la aplicación del Derecho en el marco
de las políticas públicas se requiere margen razonable de flexibilidad, de
apreciación. Pero esa maniobrabilidad debe ser utilizada para la creatividad en
la gestión pública y no para el manguerazo y la arbitrariedad.
Que la Justicia le juzgue a usted
y al resto de los implicados con justicia. Fíjese la grandeza del Estado de
Derecho. Pero políticamente, para lo que fue al Parlamento dando pobres
lecciones de ética, no solo no le perdono sino que le condeno al abandono
perpetuo de la vida pública a la que nunca debió llegar.
Pero al final de esta semana
rechinarán de nuevo los costillares de la democracia, porque han anunciado su
asistencia a la Comisión dos estadistas, dos joyas de la corona de España.
Chaves, el kirchner andaluz y Griñán, la tapadera. Pobre democracia. Pobre
Andalucía.