Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 27 de octubre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

La AZOTEA


POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS
28 de Octubre 2018


Alguien dijo que la democracia es la pertinaz sospecha de que más de la mitad de la gente tiene razón más de la mitad de las veces. No estoy tan seguro, porque ahora parece que cambian las mitades y no solo por la influencia desvergonzada del TezanosCis puesto al servicio de la mentira de Estado, sino porque parece como si la persistente campaña a favor del autoritarismo comenzara su triunfo descarado y sin más dificultad que utilizar las mismas instituciones que hicieron posible la llegada y el establecimiento del germen destructor del sanchismo.

Miren, el lamento del Tribunal Supremo sobre que se asimile con normalidad lo que es síntoma de destrucción del Estado de derecho, es quizá la advertencia más seria y comprometida desde el golpe dado al propio Estado y que lo ha dejado comatoso e inservible; o en expresión de Raúl Heras, arde el Supremo y tiembla el Estado. Y así estamos, viendo temblar a quien debe defender el sistema que tras avances, progresos y dificultades, después de una difícil Transición y el respeto a una valiosa Constitución, constituye baluarte de democracia y libertad. Ahora vemos, casi en conformidad, cómo
se acerca el ángel exterminador sin que nadie sea capaz de hacerle frente, sino cobardemente señalando en rojo la puerta, con la esperanza de que pase sin llamar.

¿Acaso no se veía venir? ¿Acaso descansan o desaparecen los enemigos de la libertad para parecer permanente e indestructible? Jamás ha sido así, porque es bien superior y escaso, flor delicada necesitada de cuidos casi cotidianos; requerida de amor permanente, solo al alcance de sentimientos de apego como estadio sublime de la razón y la dignidad humanas. Y la experiencia histórica demuestra como la libertad solo florece en democracias avanzadas, en regímenes democráticos y representativos, donde se respeta la separación de poderes, sometidos a la ley como expresión de la voluntad general.

Ahora hace 29 años cayó el muro de Berlin, que representaba un cerco brutal de los derechos humanos y el avance social; era el fracaso de un sistema totalitario y canalla que mantuvo bajo la delación, la tortura y la muerte a millones de personas en la propia Europa. Solo con muros y violencia se sostenía un sistema contrario al sentido de la historia y del progreso humano, conllevando su desmoronamiento el del viejo y atroz sistema soviético y su telón de acero. Como si la dictadura comunista se pudiera justificar por haber colaborado en la destrucción del horrendo y criminal nazismo; maniobra de blanqueo aceptada por tantos intelectuales y tontos útiles del occidente libre y democrático. Pues mientras el nazismo parece de difícil resurgir en la vieja y desnortada Europa, a pesar de brotes de alguna manera preocupantes, el comunismo de las mil caras cobra fuerza y se extiende por territorios alejados de valores y principios acordes con el pensamiento avanzado y la Luz del progreso.

La herencia de Zapatero está resultando no solo peligrosa sino letal para la libertad. El germen malévolo de la iniquidad no solo ha barrido la socialdemocracia que con acierto sembró F. González, hombre de Estado al que tanto debe España, sino que recogido por el sanchismo se extiende como virus tóxico en el tejido social, en los medios de comunicación y en las instituciones. Es reacción carente de ideología, alejada de la ética social del comportamiento y de los principios y valores de nuestra tradición política, carente de solvencia, credibilidad y límites; pura máquina maquiavélica de
poder en su perfección más absoluta. Y para su avance y permanencia se apoya y deja dirigir por el inteligente y zarrapastroso comunista bolivariano Iglesias, perteneciente a la ultima generación del populismo internacionalista, para quien la Constitución no pasa de mera componenda entre el clasismo oligárquico y el neofranquismo sostenido por el Ejército; contrario a la democracia y enemigo de la libertad favorecedora de los privilegios de la burguesía.

Y en estas estamos porque el Estado está prácticamente desaparecido de los territorios sediciosos; el sistema educativo, fraccionado en diecisiete modelos y ya de por sí ideologizado e ineficaz, ha soslayado los principios y valores del constitucionalismo; en el País Vasco y Cataluña se distorsiona la Historia hasta convertirla en cómics de odio y revancha hacia la Nación española. A un golpe de
Estado ya irreversible se le combate con diálogo inútil y se maldice cualquier intervención del Poder judicial, mientras se riega con generosidad la financiación de su estructura futura. La Constitución se pretende modificar hasta convertirla en modelo que de cabida a un Estado plurinacional ajeno y contrario a la de 1978; por supuesto en ella, habrá desaparecido la monarquía precisamente por representar la unidad y permanencia de aquél. Se ocupan los medios de comunicación y se anuncia una nueva Ley Fraga para regular la libertad de expresión o se amenaza con penas de cárcel en una
inicua reforma del Código Penal que impida criterios contrarios a la Comisión de la Verdad, dispuestos a convertir en eje de su nueva dictadura.

Planea un triángulo tenebroso y oscuro, cuyos vértices los ocupan, el sanchismo inútil, letal y colaboracionista; el comunismo antisistema y decididamente antidemocático y el nacionalismo sedicioso catalán y vasco, defendido por el radicalismo antisistema y sustentado por una estúpida y decadente burguesía traidora y trincona. Quizá merezca recordar el por quien doblan las campanas y evitar contestar, porque doblan por ti. O mejor como escribió W. Shakespeare “la culpa, querido bruto, no es de nuestra estrella, sino nuestra” Pues eso.

jueves, 18 de octubre de 2018

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO


Artículo que será publicado en el Diario “Ultima Hora” de Baleares el próximo sábado día 20 de Octubre


EL FRENTE POPULISTA
Julián Delgado. Escritor

Los podemitas se han dado cuenta de la dificultad de alcanzar el poder por sí solos, han cambiado su estrategia y han conseguido radicalizar al PSOE hasta el punto de arrastrarle a su terreno. Pero los intereses socialistas confluyen con los bolivarianos. Zapatero se dio cuenta de que la socialdemocracia había perdido su vigencia en Europa, que sus políticas las desarrollaban con ventaja los partidos liberales y, por tanto, inició su huida a la extrema izquierda. Se descolgó de la Transición, conectó la legitimidad del sistema con la Segunda República, activó el revanchismo, creó el cinturón sanitario al PP y la duda sobre la nación española, dejó a los proetarras entronizados en las instituciones y abrió el camino para la actual situación en Cataluña.

Hoy, Sánchez presencia como la socialdemocracia agoniza y, sin ser una cosa ni otra, su irresponsabilidad, su narcisismo y su falta de escrúpulos le han señalado el sendero a seguir para no morir con ella: converger con Podemos en el chapapote ideológico del chavismo y abrir el camino a la autodeterminación en Cataluña y País Vasco. Así, todo indica que asume el objetivo de sus socios ideológicos de marchar hacia una República Confederal.

Por eso está con ellos en la tarea de destruir el pilar fundamental sobre el que descansa la democracia, el Rey. Sánchez firma un pacto de legislatura con quien propone la abolición de la monarquía, acuerda con él la derogación del delito de injurias a la Corona y se arrastra ante los golpistas que han situado a Felipe VI en la diana, mendigando sus votos; se encama con Otegui, a quien suplica su apoyo a través de Zapatero, el mismo que comete la infamia de hacer seguidismo al chavismo a sueldo de Maduro; han dejado el presupuesto del Reino en manos de un antisistema bolivariano, que los negocia en la cárcel con un golpista y con otro fugado, para que una vez aprobados, los amañe la ministra a su conveniencia.
Los socialistas han dejado de ser un partido fiable, han dado la espalda a buena parte de la sociedad y han optado por la ruptura social, con lo que ponen en peligro la unidad de España y la democracia. Sánchez preside un Gobierno envilecido que dinamita el Estado que debería defender.        
        

lunes, 15 de octubre de 2018

La Opinión de Javier Pipó



LA MUTACIÓN
15 de Octubre 2018



Quizá debería explorarse la posición de la mayoría social conformadora, todavía, de un sistema estable de mesocracia, ante la angustia de lo que podría denominarse el pesimismo optimista, de continuar el cogobierno, falsamente llamado de progreso, que piensa y actúa, cada vez más alejado de las reglas de funcionamiento del sistema. Y creo que ese Gobierno lo conforman y son corresponsables en exclusiva, el más que soberbio Sánchez y el zarrapastroso comunista bolivariano, Iglesias. Instalado aquél en Moncloa, desconcertado pero feliz, habiendo sobrepasado su propia credibilidad y la del artículo 99 de CE. E Iglesias, en el lujo de su dacha de Galapagar, como hacían Brezhnev y el resto de jerarcas soviéticos, dirigiendo el poder autocrático y total desde la lejanía. El resto, de ministros y demás instalados, no pasan de empleados mas o menos cualificados al servicio del proceso que se gesta.

Miren, no voy en este momento a intentar hacer una crítica del documento de medio centenar de folios titulado “Acuerdo de PGE 2019, Para un Estado Social”, en donde parece figurar un principio de compromiso entre el Gobierno de España y los bolivarianos comunistas y totalitarios de Podemos. Son centenares las opiniones que circulan por España, a cargo de reputados analistas y no tardaran los provenientes de expertos extranjeros y de organismos internacionales competentes. Pero sí he de decir que jamás, ni siquiera durante el franquismo a partir de la LOE de 1967, un servidor publico y cualquier español con mínima cultura político/institucional se habrá sentido más humillado y derrotado en sus esperanzas de Ilustración europea que al contemplar atónito los membretes del Gobierno del Reino de España a igual nivel que el de una formación de ganapanes antidemocrática y antisistema. Y tras el indigno encabezamiento, el preámbulo, distribuido en once párrafos insultantes, injuriosos, falsos y dramáticamente penosos. El resto de las páginas solo para iniciados, porque representa un engaño colectivo envuelto en palabrería huera e impropia de un Presidente que tiene el honor de ocupar tan alta magistratura. Es pronóstico de lo que viene, precisamente ahora que se anuncian nuevos tiempos de recesión, en más que complicado marco mundial.

¿Cómo Sánchez es capaz de firmar un compromiso en nombre del Gobierno de España que desconoce el propio Gobierno? ¿Cómo está dispuesto a firmar un compromiso de Gobierno democrático con una fuerza no democrática, excrecencia de la democracia, enemiga de la Constitución, la Monarquía y revisionista de la Transición? ¿Lo firmaría con una fuerza política que con representación parlamentaria fuera de extrema derecha y totalitaria, porqué entonces con una fuerza totalitaria y de extrema izquierda? ¿Porqué los firmantes del documento colocan en el título “Para un Estado Social”? ¿No les interesa recordar que la Constitución en su artículo 1 establece que España se constituye en un Estado social y democrático de derecho?

Creo sinceramente, tal como vengo sosteniendo desde su aparición en escena que, Sánchez viene mutando de Zapasanchez a Sancheiglesias, sin solución de continuidad. Y claro, lleva déficit de origen al proceder de un espacio perdido para la Luz. El zapaterismo nunca tuvo sitio propio, salvo para el histrionismo en la moral social y política. Ciertamente su forma de comportamiento no es la del patán Largo C. pero el daño ocasionado a la socialdemocracia parece irreversible. Por si fueran escasas las fechorías durante su traidora, infame y ruinosa Presidencia, pretende dar oxígeno a un régimen abyecto como el venezolano, ante la vergüenza de la comunidad internacional ilustrada. Y ahí lo tienen zascandileando con conmilitones de Iglesias y ahora, aparece con etarras como el canalla Otegui. De manera que no solo fue escuela para el pobre Sánchez sino que ahora parece erigirse en agente político y económico de una operación de más amplia envergadura, quizá continental.

Y para el éxito de esa operación, resulta necesario un paso más allá, un Sancheiglesias que, abra las puertas del poder político al comunismo bolivariano, hasta su presencia irreversible. De manera que devino sancheiglesias para cumplir una función miserable pero histórica, de liderazgo en el asentamiento del comunismo al Sur de Europa. Y ello supone sin duda, compartir Gobierno, ahí tienen el documento presupuestario; abrir las puertas al manejo de la tv estatal o facilitar la penetración en el Ejército y Servicios de Inteligencia.

La operación en marcha nos hará observar en poco tiempo esfuerzos llamativos en el desprecio a la Corona que crecerán en paralelo a iniciativas culturales y políticas en favor del republicanismo, resaltando la extemporaneidad y desubicación de notas de la Casa Real como la emitida, exculpatoria de lo que nunca fue ni será error protocolario. O comisiones y expertos saturando los medios sobre la necesidad urgente de modificar la Constitución, producto de una Transición neofranquista y no popular y mientras, intentaran desfigurarla mediante Decretos Leyes. Y se intentará hacer más permeable la Judicatura y sensible el Constitucional y dominables los medios de comunicación, los públicos y los privados. Y terminar de borrar cualquier huella de prestigio o de principios y valores del catolicismo. ¿Porque, la libertad para qué? como dijo Lenin, padre del progresismo y espiritual de Iglesias. Y el golpe de estado en Cataluña o lo que se prepara en el País Vasco y lo que venga, hasta tanto la Constitución lo permita se taponará mediante el dinero de la solidaridad española. Algo más que una mutación genética.        

 
 

domingo, 7 de octubre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La Opinión de Javier Pipó

AL INICIO DEL OTOÑO
7 de Octubre 2018


Hace solo cuatro años, el comunista populista y antisistema Iglesias, decía allá en Bolivia que, en política no se gana por tener mejor discurso, ni más votos, sino poder; por tener poder. Cuatro años después ya tiene todo el poder, sin necesidad de votos, y hace gala continua de como en efecto, la pasión de dominar es la más temible de las enfermedades del espíritu. Ciertamente el progresismo – pocas veces logró no pasar de broma macabra- lleva profundizando demasiados años entre la pura semántica y la verdad. Pero no la verdad ontológica sino la lógica, de adecuación entre lo que dice y la realidad que refiere. Pero ya sabemos, por cultura general, como en las democracias populares, modelo propugnado por Iglesias, el pueblo ostenta el poder, pero obedeciendo.
Para lograr tan progresista conquista, en este país de tuertos, donde el ciego es revolucionario ya digo, no se necesitan votos o solo los suficientes; ni tampoco representatividad parlamentaria, basta aliarse con quien desprecia la Nación; ni división de poderes, ¿para qué?; ni imperio de la ley como expresión de la voluntad general. Pero sí indispensable la continua movilización popular en la calle y, desde luego, la ideologización de la educación y la cultura, desde la escuela a la universidad, desde los intelectuales orgánicos a los tontos útiles de recambio. Y los medios de comunicación indispensables, empezando por la tv y radios estatales, pero dominando también los privados puestos al servicio de la causa, esperanzados en recoger beneficios de cualquier naturaleza.
De manera que constituida la nomenklatura e instalada su élite en la grandiosa dacha de Galapagar – VPO a cargo de la Guardia Civil- solo queda gobernar a distancia de Moncloa, desgastando a su inquilino mediante el chantaje, la amenaza y la mentira. Ya sabemos, pero ellos anticipan, que los gobiernos populistas gobiernan dando la cara al pueblo y la espalda a la verdad y no digamos a la sabiduría ilustrada. Por eso explicitan públicamente que nunca tuvieron más poder e influencia en la gobernación de la Nación. Y los mensajes al pobre doctor Sáchez y su descuajaringado Gobierno, no cesan. Lo mismo le sirven criterios sobre el déficit y la deuda - al fin Europa no pasa de ser una confluencia de intereses multinacionales amenazada por el fascismo- que le arreglan de un plumazo populista la quiebra de la Seguridad Social. O le exigen al modo talibán, el volado de la Cruz del Valle de los Caidos y dónde no debe de nuevo ser enterrado Franco.
Pero tampoco la oposición democrática se libera de tan peligroso fardo. Es objeto continuo de adjetivos descalificadores, tachando de extrema derecha fascista a VOX, PP y C´s, ya ven. Les interesa laminar cualquier atisbo de pluralidad aun a sabiendas de que justamente la extrema derecha prácticamente desapareció hace años del panorama nacional en perjuicio del liberalismo conservador y democrático. Y les saca de quicio que los restos de auténtico fascismo falangista les digan descaradamente que solo pactarían con Podemos. Claro, son hijos del mismo tronco y aspiran al mismo Estado totalitario donde la libertad está tan tasada como la justicia y la igualdad. De manera que hay consecuencias de un Parlamento desequilibrado donde solo gallea la izquierda totalitaria comunista – ahora cogobernando- y carece del extremo opuesto de idéntico cariz que actúe de contrapeso y permita al resto de fuerzas ejercer la representación democrática con autenticidad.  
Y mientras, el tan apuesto como inútil Presidente, hecho un verdadero lío ante el espectáculo de su increíble doctorado y la desvergüenza de sus ministros con la Hacienda “de todos y todas”, prácticamente desaparecido, cuando no desconcertado, tomando una y otra vez el avión oficial, lo mismo para ver un partido que para consolar a la familia de Allende o Saramago. Un prodigio de estadista. Y el lío no lo tiene solo con sus ministros o con los socios totalitarios de Podemos, sino también con los traidores golpistas de Cataluña. Como si el diálogo fuese posible una vez consumado el golpe de Estado. Como si cada semana que pasa no hiciera la situación más irreversible, el desprestigio internacional más denso y el declive económico más evidente. Pues le falta nombrar a Zapatero como mediador y así completar el circulo de traición y deshonor, comenzado con la reforma del delito de rebelión en el Código Penal de 1995 y que seguramente terminará modificando el texto Constitucional hasta hacerlo irreconocible, aprovechando la mayoría mostrenca del Congreso y la facilidad relativa de su artículo 166 y siguientes. En las redes sociales los rumores no tan disparatados abundan, agobian y preocupan a la mayoría silenciosa. Pero pocos dudan que, si Pujol y familia aún no han sido siquiera molestados, difícilmente el peso de la justicia podrá caer sobre unos golpistas alojados a cuerpo de rey y a cargo del Estado, en cárcel sin carceleros y pendientes de su indulto, en el supuesto poco probable de condena. Y el otoño no hizo más que empezar.     
  
    

jueves, 4 de octubre de 2018

La Opinión de Julián Delgado


Artículo que será publicado en “ULTIMA HORA” de Baleares el día 6 de Octubre

 DEL DISEÑO A LA CLOACA
Julián Delgado. Escritor
        

La desfachatez del Gobierno le lleva a creer que los españoles somos tan mentecatos que nos tragarnos la jácara de la cacería por poderes oscuros. Tienen que tener la jeta de granito para acusar a las derechas de bloquean las instituciones. ¿Qué hizo Sánchez en 2016? Impidió la formación de gobierno al PP durante casi un año y, después, paralizó su acción con el No es no. ¿Y el cordón sanitario?

La saña intolerable de la que ahora acusa a la oposición es incomparable con la que su partido utilizó, por ejemplo, a propósito del 11-M, que poco falto para que un grupo de líderes del PP sucumbiera en un linchamiento. Ha utilizado a policías y jueces de su ganadería para espiar e instigar procesos a sus adversarios, y de su prensa adepta, para sentar sentencias mediáticas a quienes luego resultaron inocentes, como Camps, o que llevó a la sepultura por mil euros, como a Rita Barberá.

Ha filtrado a los medios sumarios y grabaciones secretas (Luis, se fuerte); habrá que recordarles la filmación rastrera practicadas a P.J. Ramírez con Exuperancia para vengarse de los casos de corrupción que difundió su periódico. Sánchez ha exigido dimisiones, como al ministro Soria o a Cifuentes, por casos de mucha menor enjundia que los que ahora justifica a sus ministros y a él mismo. Se ha cargado los estándares éticos de que se jactó.

Ese galán huero llegó al gobierno presentando al PP como una gavilla de bandoleros despreciable, en una campaña orquestada con ayuda de la justicia, policía y prensa afín. Su promesa era limpiar, regenerar la política. Pues bien, debe abandonarlo, porque  en lugar de ello ha demostrado su incontrolada ambición, ha mentido con descaro, ha hecho trampas en su tesis, su Gobierno se ha visto comprometido con las hediondas cloacas estatales, varios ministros no han sido tan ejemplares como él prometió, ha amenazado a la prensa indócil con limitar su libertad de expresión… Pero, sobre todo, por ser cómplice de los que escarnecen a diario la democracia disfrazados de un falso pacifismo, los que pisotean los derechos de los unionistas que corren por las calles y los apalean. Peligroso territorio sin ley que estalla de odio, en manos de fanáticos. ¡¿Asumible?! Indecentes.