LA AZOTEA
GOLPISMO PROGRESISTA
27 de Septiembre 2020
Qué
espectáculo más bochornoso ante el mundo democrático donde se ejerce la
libertad, y donde todos se sujetan a los mandamientos sagrados de la
Constitución, en tanto en cuanto se encuentren en vigor. Aquí, en la España
progresista de la manada sanchistacomunista se desprecia la Constitución, objeto
de burlas e incumplimientos sangrantes; se desprecia la Jefatura del Estado, a
quien se reta y provoca de forma chulesca e impune; se desprecia la separación
de Poderes, tratando de poner al poder Judicial bajo los criterios y mandatos
del Ejecutivo; se ignora la Historia, en un volver a repetir los mismos errores
del pasado, despreciando los teóricos del progresismo como Turgot cuando
destacaban que las generaciones sucesivas, al erguirse sobre los hombros de sus
predecesoras, se seguían unas a otras por acumulación y no por repetición. Pero
aquí, lo que se desprecia en verdad es la libertad y el modelo de democracia
vigente en el mundo del progreso, la razón, el pensamiento y la civilización.
La autoritaria exclusión del Rey de
los tradicionales actos de entrega de Despachos a los nuevos Jueces es acto de
villanía intolerable; y de traición a la Constitución. Son funcionarios, pero
también nuevos miembros de un Poder independiente del Estado de quien el Rey es
Jefe y quien asumiendo la más alta representación y siendo símbolo de su unidad
e independencia, asiste a acto protocolario, simbólico, pero del más alto
significado constitucional ya que en su nombre administraran justicia. Pero a
nadie se escapa que la miserable decisión del Presidente del Gobierno, obedece
a intereses bastardos de apoyo en el Congreso para aprobar los Presupuestos,
mantenerse en el Poder y continuar su obra destructiva y parece que plenamente
programada de nación de naciones federadas. Intolerable y bananero que
un ministrillo de tres al cuarto, colocado como comunista en algo así como
consumo, se permita ladrar contra la Monarquía y sea apoyado y ahondadas sus
miserables palabras por quien ostenta ilegítimamente la Vicepresidencia del
Gobierno. O que al Ministro de Justicia le asombre el ¡Viva el Rey¡ gritado en
el Salón. Todo un espectáculo en el ocaso del sistema.
Aquí,
el desprecio a las instituciones, sean judiciales, representativas o meramente
civiles está empezando a resultar altamente preocupante porque anuncia el
autoritarismo que se presume, por esperable y quizá inevitable. El proceso
comenzó con ZP, hoy agente activista ante Europa del narcocomunismo
bolivariano, logrando un éxito sin antecedentes al lograr que su hijo político
Sánchez – tan arrogante como ambicioso, tan soberbio como astuto, tan peligroso
como ignorante – introdujera en el Gobierno el comunismo zarrapastroso de
Iglesias. Y por si fuera poco el terremoto sistémico que están provocando en la
lucha antidemocrática contra la Constitución y sus Instituciones, tienen la
desfachatez histórica de autodenominarse progresistas, haciendo se revuelvan en
sus tumbas desde el citado Turgot, al ingenuo Voltaire cuando sentenciaba que
se prepara el reinado de la razón; o Locke en su exigencia de que los gobiernos
se adecuen a las reglas morales. Casi un siglo después de que J.B. Bury
describiera la doctrina del progreso como la idea que anima y regula a la
civilización occidental, estos ganapanes del sanchismocomunismo están logrando
el regreso hacia el abismo de la pobreza y la miseria moral de quienes les
apoyan y de quienes deseamos su salida urgente del poder, sin sangre, sudor, ni
lágrimas.
La
brutal pandemia que azota la Nación española es caldo de cultivo para el
sanchismocomunismo en su empeño alocado por destruir sus mejores años de
progreso, paz y libertad. Pero ellos manejan y administran con diligencia la
crisis total y no cesan en la construcción de una sociedad dependiente del
poder y dócil a su mandato. Y lo tienen muy avanzado en el terreno de una
opinión publica desinformada e ineducada políticamente; medios de comunicación
claramente favorables; educación dirigida y una cultura al servicio; y lo
enervante, amplios sectores financieros de apoyo. Pero ya ven, España cayó en
su PIB a niveles de hace catorce años, un récord en la serie histórica. Y esto
no hizo más que empezar, aunque sintiendo repelús solo mencionarlo. El desplome
de su magnitud interanual alcanza el 21,5%, con las exportaciones cayendo más
del 33%; la inversión, en el recorte histórico del 22%; el consumo de los
hogares casi el 20,5%. Y lo que es peor, pero inevitable, en este hundimiento,
la destrucción de casi tres millones y medio de puestos de trabajo.
La
amenaza con moño del nuevo Lenin español a la bancada popular de “nunca
volverán a formar parte del Consejo de Ministros” no resulta baladí ni debe
menospreciarse. Estamos en plena vuelta al guerracivilismo, mediante golpe de
Estado blando, comenzado en Cataluña y donde predominan de los sucesores de ETA
y el FRAP. O como dice la jefa socialista de Euskadi, el que Bildu se
comprometa con la gobernabilidad de España, constituye un hito histórico.
Golpistas catalanes indultados, y si no amnistiados, y los etarras en la calle;
esa reinserción social verdadera que dice la descarada Mendia. De manera que
golpe de Estado, eso sí, progresista. Pues menos mal.