Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 30 de mayo de 2015

La Azotea de Javier Pipó

LA AZOTEA


LA  MAREA
30 de Mayo 2015

A mí si me parecen las pasadas elecciones un ensayo, más bien un anticipo de las próximas generales. Y si eso así fuese ¿Cuál sería el panorama 2016? Pues muy bueno no, desde luego. Pero tampoco es para tomarlo como tragedia porque un mundo cada vez más globalizado e interdependiente, intenta deglutir las infecciones contagiosas con terapias tan limpias como eficaces que evitan propagación. Es la ventaja de sobrevivir en el primer mundo porque en el segundo o tercero los cánceres económicos y en consecuencia sociales, se resuelven con clones preñados de artefactos letales. De modo que aquí, en este ensoberbecido mundo desarrollado europeo se despachará con aislamiento, a diferencia del otro donde funcionan las barreras, incluso informativas.

Como el caso griego, cercano y similar al que aquí parece de desarrollo inevitable. La Europa de los 28 que ya renunció a sus fantasías políticas, no está dispuesta a que Grecia lo haga a la permanencia en zona euro. Y eso, parece convertirse en objetivo irrenunciable, contando naturalmente con que se producirá una tercera reestructuración de la deuda. ¿Y lo del crecimiento y la competitividad? Eso, para los libros de texto. Pero cualquiera puede entender que si Grecia suspende pagos, ni el BCE conseguiría estabilizar la Unión Monetaria y esto no es la FIFA para que vengan los norteamericanos a resolverlo. Es lo que queda del viejo sueño de Schuman, Monnet, Spaak, Adenauer, De Gasperi y tantos otros; solo la Europa económica con instituciones  adaptadas a los negocios y las finanzas. Y hasta Merkel de acuerdo. Y los británicos hasta la corona.

Por eso, siendo lo nuestro como en Grecia, pero en grande y más corrompido, la preocupación es aún descriptible, pero seguro no llegará “la sangre al río” como en el relato de Herrera Márquez, aunque no falten “pancho villa” que quieran jugar a la revolución. Pero ya ven como transcurren las semanas tras las elecciones del nuevo tiempo, con mayordomos de las ideologías, devenidas a creencias o simples ocurrencias, señalando territorio con pestilentes residuos de la otrora sociedad del bienestar y pretendidamente democrática. Ahora se lanzan sin piedad los detritus de un sistema en descomposición que no tendrá ni para dar de comer a los pobres de Carmena o Carmona o como se llame.  

Aquí ya se dibuja un derribo inevitable de la Constitución facha del 78 para erigir una más popular, más cercana al gentío. Al fin, Europa se lo piensa y no está dispuesta a entrometerse en cuestiones políticas, siempre que no pongan en riesgo el mercado. Y no crean exagero porque ha bastado que el TC intente llamar la atención sobre el desorden competencial entre el Estado y las Comunidades Autónomas, a raíz de las expropiaciones de la Junta de Andalucía de pisos de bancos, para que la autora del desmadre, Elena Cortés, felizmente apartada del Gobierno andaluz, saque los pies del tiesto diciendo que si la pretensión no tiene cabida en la Constitución lo que hay que hacer es cambiarla y urgentemente. Igual que el Constitucional, Tribunal de los banqueros, al decir de esta estadista, luchadora comunista por la democracia y la libertad. Es verdad que sin oficio ni beneficio, pero con tiempo en su temporada de concejala, para animar a los vecinos machacados por el botellón a dejar el barrio; o para acompañar el paso de procesiones por delante de su domicilio con sonoros solos de cacerola. Una joya que ahora parece moderada al contraste de lo que se acerca. Como la miliciana del Ayuntamiento de Barcelona o la presunta jueza del Ayuntamiento de Madrid o la que se ve llegar al de Valencia y a tantas Comunidades y cientos de Ayuntamientos que no aparecerán en los noticiarios.

Es el recambio; es el rescate del ciudadano de ese infernal mundo en que vive; aunque comience la huida de capitales en plan masivo; aunque cunda la preocupación en las cancillerías de medio mundo y en los estados mayores de los grandes inversores internacionales; aunque aumente el paro, una vez colocados en las administraciones públicas más de un millón de vigilantes inútiles; aunque aumente el déficit, la deuda y la prima de riesgo; aunque resulte imposible financiar la sanidad que se colapsará con miles de inmigrantes en la nueva política de papeles para todos; aunque la educación se salga de los informes Pisa, porque lo trascendente se llama conciencia de clase.

Pero no debe cundir el desaliento porque esta Nación está llamada a moverse en los límites de desarrollo contenido, olvidarse del avance del bienestar y a intentar sobrevivir de la solidaridad internacional, teniendo el honor de liderar la vanguardia del segundo o tercer mundo. Pero no llegará la sangre al río.

Terminaremos apoyando a Susana, como Felipe, ante el desvarío de Zapasánchez, perdido en la bruma de la retrohistoria. Como los populares, perdidos en el egoísmo de la rapiña y el saqueo. ¿Cómo estos y aquellos podrán salvar el sistema? ¿Qué sistema, qué Nación? Habrá que reconducir la marea y pereceremos sepultados.               

 

 

lunes, 25 de mayo de 2015

La Azotea de Javier Pipó

LA AZOTEA
 
ALCANZAR A RAJOY
25 de Mayo 2015

Leerán muchísimas opiniones y contemplarán emocionantes tertulias de sesudos comentaristas sobre las últimas elecciones, pero quizá observen como los capaces de diagnosticar las consecuencias de la jornada, serán pocos. Es verdad, la votación dura un rato y los efectos irán desplegándose a lo largo de los próximos meses y si me apuran, años. Pero a mi juicio, de aquéllas causas cada vez más palpables, derivarían efectos aplastantes. Eso quedaba al alcance incluso, de los menos sagaces.

Y también parece como si el pacto social que ya definieron Rousseau, Hobbes, Locke o el mismo Rawls, formato intelectual de las sociedades contemporáneas, interesara a pocos, cada vez a menos. Es como si prevaleciera que el Estado debe proveer hasta nuestro destino, resultando indiferente el tipo de Estado, sus métodos o sus exigencias. Así se deduce al constatar que los dirigentes con derecho a disponer de nuestros bienes y nuestro futuro, provengan de formaciones votadas por no más allá de la cuarta parte de los que pueden hacerlo.

Pues ya veremos quien sea valiente de interpretar el puzzle resultante de un disparate colectivo de colosales dimensiones. Ya ni siquiera se vota a formaciones que interpretan ideologías, sino a conglomerados de calentón de quienes no se conoce más que su radicalidad y su odio visceral a lo establecido. Y eso se aplaude y apoya. Ahí está el horror de Madrid, Barcelona o Valencia y tantas ciudades o gobiernos regionales, en manos del totalitarismo populista. Como si la difícil situación económica que parecía poder superarse o la crisis moral de valores sociales y de ética del comportamiento que debería poder regenerarse, requirieran predicadores vacíos, estrictamente reaccionarios y peligrosamente revolucionarios, para llevar a la Nación hasta el borde del precipicio. Que espanto.

De manera que aquí lo que mola es lo desconocido, refugiándose en excusas no más recónditas que las frustraciones colectivas o los resentimientos reprimidos y siempre dispuestos a su afloramiento. Pero eso no justifica dejar el poder en manos de aventureros y las decisiones colectivas al arbitrio de insolventes, cuyo recorrido intelectual se apoya solamente en la exigencia de derechos a costa siempre de los que no tienen mas que obligaciones. Esto supone la deriva como Nación, un retroceso en el triunfo de las luces y la razón.

Aquí parece calar un mensaje simple hasta la desesperación. La maldad del bipartidismo y su final feliz y como consecuencia, la bondad de poder contemplar un panorama de pactos continuos que hagan posible la gobernación. Incluso en Ayuntamientos, donde ya me dirán la necesidad de ingeniería partidaria para llevar a cabo gestiones puramente administrativas en materia de fomento, infraestructura o bienestar colectivo. Y lo blasfemo es que eso lo predica también el comunismo totalitario, cuya atmósfera vital es el partido único y en consecuencia hegemónico. De manera que pasamos infelizmente de la insoportable inmoralidad pública al insostenible autoritarismo de los iluminados.

Y el sistema estaba confiado a dos concepciones suficientes y no demasiado distantes, para recorrer territorios ideológicos sensatos. Desde la socialdemocracia, que tan espléndidas metas de igualdad y justicia social llevó a tantas naciones europeas, hasta el liberalismo conservador en cuya historia se despliegan los mejores modelos de libertad y progreso. Las demás interpretaciones podían replegarse en cualquiera de ambas concepciones, siempre que el objetivo consistiera en respetar la Constitución, preservar la libertad y contribuir al fortalecimiento de la economía como motor del avance social.

Pero el modelo no soportó el paso de tres generaciones. La socialdemocracia pretende nada menos que liderar la izquierda, toda la izquierda, incluida la totalitaria, la comunista, la de las mareas, la que ocupa las plazas, la que considera inmoral devolver el dinero prestado por los bancos, la que exige papeles para todos, la que sufre la existencia de un Ministerio de Defensa, la que controla la sociedad mejor mediante la delación y la sospecha. La izquierda que sembró ZP y que ahora pretende completar su sucesor Zapasanchez. Por eso pidió a sus votantes alcanzar a Rajoy, aunque de camino sembrara de minas el territorio nacional. Por eso, lo urgente es ocupar Ayuntamientos y Gobiernos regionales, con quien sea y mejor si en sus balcones ondea la bandera republicana porque a la postre habrá de iniciarse una democratización de la Jefatura del Estado y una revisión a fondo de la Constitución que nació en territorio facha. Menudo estadista y menudas historias le tendremos que oír antes de la misa del gallo. La de los turrones postreros.

Y el pobre Rajoy, haciendo cuentas y viendo como encaja sus elecciones, las del enterramiento de un modelo regenerado, pulcro y valioso que pudo ser y no supo. Quizá se retire a Yuste con Monago, a interrogarse en que pudieron equivocarse si su afán era imitar a sus verdugos. Pues allí podrá recordar como los Fugger de ahora, los de Merkel, no estarán dispuestos a pagar los caprichos del desnortado pueblo español. Sería un festín mucho más caro que el griego.       

lunes, 18 de mayo de 2015

LA AZOTEA DE JAVIER PIPÓ


LAS ELECCIONES
18 de Mayo 2015

En el pasado mes de Abril se contabilizaron nada menos que 84 años desde que otras elecciones municipales tumbaron – creo para siempre- el sistema de la Restauración que tan torpemente culminó Alfonso XIII. Ciertamente fue un autogolpe de falsos y corruptos monárquicos, coincidente con la fuerte influencia de una intelectualidad que más claramente desde el Pacto de San Sebastián, buscó la alianza con fuerzas políticas deseosas de un salto adelante en la modernización de España. Si aquellas elecciones se concibieron como plebiscitarias, fueron ganadas con amplitud por una monarquía desprestigiada y sin salida y aprovechadas por el dinamismo de los perdedores que pusieron esperanza e ilusión sin límite en una República capaz de la gran transformación. Aquello resultó imposible porque no era pueblo capaz de luchar por la libertad sino mantenerse pertinaz en la autodestrucción para conseguir simplemente restaurar, pero la tragedia.

Ahora, si acaso, el pacto del Tinell entre brutos y sin intelectuales; sin almirante Aznar, ya ven nuestro marinero en tierra; sin generales Berenguer o Sanjurgo y sin Rey dispuesto a “salir por cartagena”. Ahora la monarquía es republicana, enraizada fuertemente en Leticia I, no dispuesta con inteligencia y profesionalidad, a ceder el cetro para acostarse en monarquía y amanecer en anarquía.  Creo que el día 24 nos acostaremos un poco España para amanecer algo más Grecia. Pero se repetirán las palabras de Josep Pla, “todo adquiere un aire de verbena triunfante, un aire de alegría directa y desbordada”. Seguramente por haber fulminado el bipartidismo. Es lo que queda de proyecto de Nación. Y el día 25 volveremos a tener pegada a nuestra piel los mismos problemas de estructura que agobiaban nuestra existencia placentera dos días antes.

Por ejemplo, una corrupción pegajosa impidiendo el prestigio internacional, el desarrollo nacional y el avance hacia una civilización de nivel superior que justifique siglos de penuria y sacrificios de tantas generaciones anteriores. Ya ven la Andalucía del fraude generalizado pero sin plan, trampeando como puede entre Rocío y Triana, entre “votadme porque no me tiembla el pulso” y el “si no gobierno esto no funcionará”. De manera que el resultado de las elecciones seguramente acelerará la investidura de Susana impidiendo, de convocarse nuevos comicios, el reforzamiento del liderazgo posible. Aunque ello poco importe porque a su gigantismo con pies de barro, no corresponde más papel que el de la continuidad del régimen impune recibido de sus mayores. Si acaso debe esforzarse en perfeccionar los métodos de simulación y ocultamiento que eviten procesos judiciales molestos a siguientes generaciones. Sí, no lo duden, el Poder judicial, volverá el día 25 a ser lo de siempre. Una caja de guardar papeles para que el tiempo haga de bálsamo justiciero. Y mientras, la política recosiendo togas y puñetas a la espera de tiempos mejores, en la siguiente generación.

Y en el resto de la Nación, volverán a primer plano los explosivos de espoleta retardada en que consisten las comunidades autónomas, adosados a su columna vertebral. Un Estado insostenible, inviable, que financieramente sobrevive con fondos estatales como el FLA o el FFF y que causan asombro en el ámbito de la UE. Pero el intrépido Montoro cree trabajar para la cohesión nacional, endeudando al Estado, estrujando contribuyentes y formulando el principio de Mota que anuncia bajada de impuestos hoy no, mañana. Él sabe que mañana será imposible, pero es entonces cuando se convocan nuevas elecciones generales, son las que tocan, y el aplazamiento de cualquier medida en el camino de la sensatez. Se escapó una Legislatura irrepetible para modificar hasta la Constitución. Pero ya ven, el artículo 135 y gracias. Nada de exigir el cumplimiento de su desarrollo, una estúpida tragedia. Como el regeneracionismo imposible o el inmoderado nacionalismo independentista, sembrando como hongos la periferia de España.  

 Y para que decir del mundo de los parados que duplican las cifras de los países socios de la UE. Claro que aquí funciona de lujo la economía sumergida que alivia los trámites burocráticos y la presión tributaria. Pues ya veremos cuando pase el suflé.

Aunque muchos ponen su esperanza tras las elecciones estas o las próximas, en el inquieto Zapasanchez, cada vez más extraño al pensamiento de los grandes líderes de la socialdemocracia europea actual o histórica. Al menos, debería imitar a Felipe González. Ojalá su desvarío fuese solo en periodo electoral. Porque de los llamados partidos emergentes que vienen a romper el bipartidismo – no será en Andalucía, de partido único-  mejor no hacer referencia por ahora. Menuda tropa.

De manera que el domingo elecciones. ¿Y el lunes? A rezar quien pueda.

jueves, 14 de mayo de 2015

LA AZOTEA DE JAVIER PIPÓ

LA METAMORFOSIS (y II)

Pues ya ven como en la Junta de Andalucía el espectáculo es en sesión continua. Pero no porque la pobre Susana quiera ser Presidenta elegida por su amado pueblo, pero votada a trancas y barrancas por sus representantes, sino porque este es el ser, la idiosincrasia de un régimen camino del tercio de siglo, entre dos.

Ya se que los optimistas miran a los ojos y los pesimistas, conociendo el suelo como yo, miran a los pies, que decía Chesterton. Pero les aseguro que mi falta de optimismo está basada en la observación directa y personal durante muchos años, sin intermediarios, sin apenas pasión pero con mucha devoción. Por ello, muestro toda la firmeza cuando aseguro que el sistema cuidadosamente tejido en esta tierra desde los años ochenta – ochéntame otra vez- será de muy difícil superación. Aquí, todo lo impregna, todo lo toca y controla, nada le resulta extraño porque todo efecto tiene causa segura. Y así desde hace 35 años que se dice pronto. De manera que no es esto o aquello, es todo. Y son todos, porque todos han participado del festín, aunque unos hicieran de avispados empresarios o espabilados recaudadores y otros la mayoría, solo asistieran a la pachanga al ritmo del pasacalles de ocasión, con la esperanza de una rifa con premio asegurado.

Y esto ¿cómo se desmonta? Pues yo no lo se, pero creo será cuestión de una generación o más; de un ordenamiento jurídico implacable y un sistema educativo basado en valores cívicos y democráticos. Y un movimiento regeneracionista profundo, donde la intelectualidad juegue un papel vanguardista en demanda colectiva y generalizada a favor de la ética social y la moral pública y olvide su vergonzoso papel de comparsa de ideologías totalitarias y criminales. Y donde los medios de comunicación más o menos independientes, pero libres, continúen luchando a favor del derecho a la información, a la opinión y a la libre difusión. Y donde los jueces utilicen su función de hacer justicia sin miedo y no utilicen los tribunales como palanca de prestigio social o de medro profesional. Y donde los funcionarios públicos entiendan ser servidores del Estado, debiéndole solo a él lealtad incondicional. O donde los poderes económicos y financieros luchen a favor de un mercado libre y transparente que favorezca el intercambio leal, el desarrollo y el progreso. Es decir, esto lo desmonta la democracia. Una democracia que funcione - ahí es nada-  y no esta parodia más propia de la España de la Restauración.  

Y en sentido contrario, pretender que los arquitectos de este sistema putrefacto sean los artífices de su regeneración, resulta un acto de suprema estupidez. El denominado socialismo democrático que está regentando este cleptocrático y peligroso sistema y lo ha llevado a una calle sin más salida que el autoritarismo por muchos votos que obtenga, ha pasado ya a la historia de los sistemas políticos. Sus dirigentes son responsables de sepultar las hermosas y liberales señas de identidad de la socialdemocracia europea, como ideología imprescindible en el espacio civilizado del bienestar, la cultura y la libertad y que representan las formaciones políticas que durante tantos años gobernaron las prósperas naciones del norte del continente, Alemania o incluso la republicana Francia. Deberían desaparecer de primera línea de la escena pública tanto tiempo como fuese necesario, hasta el regreso en condiciones de hacer olvidar los estragos históricos ocasionados a la democracia.   

Pero ya verán. Aquí se asegura una y otra vez que no temblará la mano o el pulso para luchar contra la corrupción. Nadie sensato lo creerá. Nadie puede pensar en esa posibilidad, porque es imposible y los intereses generados durante años afectan a demasiados sectores, grupos y personas. Al fin solo nos encontramos a mitad del tiempo de implantación del sistema. En la URSS y en México duró setenta años. Y en Argentina, Cuba, China y para que seguir, pues por el estilo o cercano.

Aquí el pulso no temblará pero para la lucha contra los efectos de la corrupción. En consecuencia, se afinarán los procedimientos para evitar filtraciones, se dejarán las huellas imprescindibles que haga imposible la aparición de indicios. Se continuará controlando el acceso a la función pública, logrando personal que entienda poco, pregunte lo justo y resulte leal a la causa, viendo así asegurado el ascenso en su carrera. Se continuará apartando de la cosa pública a funcionarios reclutados conforme a los principios constitucionales, para entregar los negocios administrativos a quienes se pueda confiar. Se terminará de aniquilar los sistemas de control interno, como la Intervención, equivalente a interrupción. Se politizará aún más, aunque no se note, la Cámara de Cuentas o lo que sea. Se subvencionará hasta el silencio a la prensa libre. Se buscará como sea el apoyo de jueces progresistas de relumbrón. Se infiltrará hasta el coma a entidades sociales y cuerpos intermedios. Y se crearán gabinetes, institutos y observatorios para luchar contra la corrupción, eso sí. Y se legislará lo que desde el principio se sabe letra muerta. Y naturalmente, conforme aumente el paro y progrese la pobreza se buscará la causa en el Gobierno de la Nación o lo que sea, en las instituciones europeas y en el capitalismo internacional al servicio del criminal neoliberalismo.

En esta metamorfosis atroz, puede que todavía veamos a Sánchez Gordillo, como a Castro, rezando a la Virgen del Rocío. Y mientras, Susana entre el lloro y el desconsuelo, recordando las palabras de Kafka: “Cuando el amor te corona, también te crucificará. Lo mismo que te ayuda a crecer, también te poda”. Pues eso, pero no creo.

martes, 12 de mayo de 2015

LA AZOTEA DE JAVIER PIPÓ

LA METAMORFOSIS
 
Ahora hace cien años de la publicación de esa aterradora y extraña historia de Kafka que tanto conmovió a los jóvenes de mi generación. Quizá en Gregorio el protagonista, podamos aún seguir reflejando la angustia de un tiempo donde parafraseando el aforismo, es la jaula que salió en busca de un pájaro.

En mi modesta pero curiosa azotea quisiera seguir reflexionando sobre el presente que diviso y el porvenir que a veces alcanzo no sin dificultad y casi siempre perdido entre la bruma de la confusión. No se si de aquí a un año nos reconoceremos unos a otros porque esto se pone de lo más cínico y seguramente divertido que nunca pudimos imaginar, si no fuera por lo que está en juego. Ya veremos si también resulta para olvidar.

Pero ya ven, por poner ejemplo, los comunistas están en plena reconversión o mutación biológica para aparentar un cambio de piel, según demanda una opinión pública dirigida por medios de comunicación creadores de la mejor basura ideológica y cultural. Miren si no. Pablete, sin cortarse un pelo de su apreciada coleta, en plan socialdemócrata escandinavo - no crean se conforma con cualquier cosa algo más cercana - exigiendo pureza democrática a tanta “gentuza” como dirige este singular sistema. Y llega y tiene éxito y los medios afines y los otros, haciéndole cuentas sobre los cambios de posición tan positivos y moderados, y culpando a la derechona de su campaña infame contra ilustres líderes a los que apenas se les deja espacio, antes de que ocupen alguno. Y serán cada vez menos, pero no duden les votarán muchos que perderán lo poco que aún conservan de los tiempos de vino y rosas. Para más de los que imaginan, y en dicho kafkiano, muchas veces es más seguro estar encadenado que ser libre. Es la conversión de nuestro tiempo.

O miren también el fenómeno Colau, en esa Barcelona otrora estrella del Mediterráneo, puerto de salida a la conquista del comercio, el arte o la cultura; luz de comunicación con la Europa del pensamiento y el desarrollo, pero que ahora se transforma y queda rendida a los encantos de una revolucionaria de barrio, de una miliciana del nuevo siglo. Junto a Podemos y los asamblearios del CUP, no solo eliminarán de las calles vestimentas de burgueses capitalistas, sino que alcanzarán el Ayuntamiento para romper definitivamente el caduco seny y poder transformarlo en definitiva “rauxa”. Y así la urbe cosmopolita y culta podrá vocear al mundo, a través de sus embajadas, la buena nueva de los más avanzados derechos del ciudadano, capaz de endeudarse sin necesidad de soportar la estúpida carga de la devolución. Es el progreso con regreso, los tiempos prodigiosos d´unitat popular, de frentepopulismo. Y estos cada vez serán más y Mas y el pobre Trias, cada vez menos.

Y en esta diabólica metamorfosis no podemos perder de vista el País vasco, ahora que parece callado y tan laborioso, como siempre. Pero no crean, ahí están las encuestas para poner los pelos de punta. Todo sigue igual, de mal, pero los brutos de antes cambian el método o lo transforman y esperan mejor momento para el golpe definitivo. Claro, la crisis es lenta en su superación y Europa se debate entre el descaro de un socio gorrón y arruinado y la desconfianza secular del tory al que no interesa la decadencia comunitaria sino la vanguardista city neoyorquina. Pues ya me dirán el interés a corto plazo de tan reducido territorio por permanecer como nueva Albania o integrarse en el vacío. Pero no crean, mientras, miman un laboratorio revolucionario en el que vascos y vascas se miran y remiran en el regodeo de pensar que los otrora “chicos de la gasolina”- al decir del canalla Arzalluz - “los etarras que viven mal y no son cobardes, simplemente están acosados”- al fin llegaron a las instituciones democráticas, en la Foral de Guipuzcua o en la bella Donosti, antes San Sebastián y no pasó nada. Y ahora se les va a mantener. Es lo menos, por prestigio, ante un mundo desorientado que no aprecia la ética y la estética de lo revolucionario, por etapas. Además, fíjense el escaparate regalado por la derechona para hacer de la bella Easo nada menos que capital europea de la cultura el año que viene. Ahí es nada. Menuda tesis doctoral, eso de Bildu y la cultura. Pero no crean porque en esta metamorfosis cabe también, y así habrá quien lo crea, la sentencia de Kafka cuando dice que toda revolución se evapora y deja atrás solo el limo de una nueva burocracia.

Del laboratorio andaluz y su puchero Marinaleda, hablaremos otro día. Aquí, las cañas se volvieron lanzas y la princesa del pueblo está triste y deprimida porque nadie la quiere. Es el Gregorio de Kafka y no podrá evitar que aquéllas se esgriman por las esquinas bajo el calor sofocante del bochorno. El verano no es lo único que se anticipa. Pues eso.  

 

domingo, 10 de mayo de 2015

La Opinión de JULIÁN DELGADO AGUADO. MALLORCA

EL DIARIO "ÚLTIMA HORA" DE MALLORCA, PUBLICA ESTE ARTÍCULO DEL ESCRITOR
JULIÁN DELGADO AGUADO, que traigo a mi Blog con su expresa autorización y edito con sumo gusto y como un honor para publicación humilde de Opinión como ésta.  
 

Filtraciones

Julián Delgado

Decía el fiscal Martínez Zato, que para conocer el secreto de cualquier sumario bastaba ir al kiosco más cercano y comprar el periódico. Durante estos años de democracia, la prensa, a base de filtraciones, se ha hecho con todos los sumarios secretos que le han interesado: bien por precio, bien por interés personal o político del filtrador. En  cuanto el sumario de un caso de un personaje público, al que el destino le embiste vestido de toga, es echado a las fauces de la opinión pública, ésta lo devorará y, en  un solo acto y sin defensa posible, le imputará, juzgará y condenará. Se produce así una catarsis social que engulle a la víctima en una ceremonia expiatoria, que calma a la bestia de sus muchas frustraciones; hasta el próximo festín. Se violará la intimidad de su familia, sus amigos pasarán a ser sospechosos y todos ellos serán escarnecidos. Es como un sacrificio a los dioses para combatir las fuerzas del caos. Su vida salta hecha añicos, su prestigio profesional y su reputación se los traga la letrina comunal. La pena es la muerte civil.

“La Justicia parece más interesada en dar a conocer sus éxitos, que en salvaguardar el derecho de los ciudadanos”

La Justicia parece más interesada en dar a conocer sus éxitos que en salvaguardar el derecho de los ciudadanos a la presunción de inocencia; filtra los sumarios cuando le interesa y elude perseguir el delito de revelación de secreto. Para los medios no existe la ética del daño irreparable ni los límites morales del derecho a informar. Los políticos no tienen el menor pudor en lanzar a la hoguera pública a sus adversarios, sean o no inocentes, a sabiendas de que será el final de su carrera, aún si resultan absueltos.    

Más de dos siglos hace que Beccaria planteó que, para que la justicia dejara de ser inquisitorial y bárbara, era necesaria la presunción de inocencia; lo cual conmovió al mundo, según Azorín. Pues bien, llevamos cerca de cuarenta años olvidándonos de dicho principio; y cuando el ministro de Justicia intenta abrir el debate sobre esa carencia democrática, esas mismas gargantas vociferantes se lo han cerrado en veinticuatro horas. Presunción de inocencia y libertad de prensa son logros sociales básicos de la civilización. Ambos son irrenunciables porque el sacrificio de uno de ellos devalúa nuestra calidad democrática.   

Julián Delgado. Escritor

miércoles, 6 de mayo de 2015

LA AZOTEA DE JAVIER PIPÓ


EL TEATRO DE LA COMEDIA
 
Pues que quieren que les diga pero, a mí, la sesión de investidura de Susana Díaz me pareció más bien la escenificación de una función teatral, en la línea divisoria entre el drama y la comedia. Drama realista, eso sí, a estilo Ibsen. Y fíjense porque creo no ir muy lejos si digo me recordaba la trama de su obra "enemigo del pueblo" aunque la duda cabe, cuando se trata de averiguar quien o quienes pretendían imitar al protagonista Dr. Stockmann, cuando con cierta ingenuidad o cinismo, pero con convicción, decía: "He descubierto que las raíces de nuestra vida moral están completamente podridas, que la base de nuestra sociedad está corrompida por la mentira".

Desde luego la perorata de la aspirante a Presidenta no es pieza para la historia, pero si para la crónica social. Vestida como corresponde, de rojo por certeza y de blanco por decencia autodefinida. Y recitó nada menos que 135 medidas que se incluirán en 24 iniciativas legislativas. Todo ello, cuidadosamente escrito en 43 folios impolutos por los que recibió 43 aplausos de los suyos; a un aplauso por folio, para dejarle respirar dado su hermoso y ojalá feliz estado de maternidad. Una escena irrepetible porque la política camina por la senda del acercamiento ciudadano, a través de la ternura.

Pero interesa mantenerse fuertes y descubrir si en su largo recital, dijo algo que pudiera ilusionar al sector del pueblo andaluz aún no fascinado por el magnetismo de un poder cada vez más cercano a ese “ministerio del tiempo” que nos quiere abrir la puerta de una Plaza de Mayo con cualquier evita infundiendo un viejo y debilitado soplo de esperanza a tanto descamisado. Yo creo que no, apenas nada.

Y miren, he descubierto una medida de las 135 con la que estoy plenamente de acuerdo, la número 30, cuando propone elaborar iniciativa legislativa autonómica para establecer la segunda vuelta en la elección de alcaldes y presidentes de CCAA. Ciertamente la redacción de la medida aparece confusa, imprecisa y poco rigurosa, como todas ellas, porque habla de “sufragio universal de la “ciudadanía” …para elegir la propia Presidencia del Gobierno (de España, se quiere entender)” Siendo mujer de entusiasmos profundos, se percibe afán hasta de modificar nuestro sistema, transformándolo en presidencialista, al estilo del establecido por De Gaulle en 1958 en la Constitución de la V República. Pero salvando este desliz de fondo, mi acuerdo es total y creo vanidosamente, ver la mano de uno de sus altos consejeros que me consta siente fascinación por mis inútiles comentarios y debió leer el titulado “Representación y Democracia” publicado nada menos que en octubre de 2013, donde mantenía aquel principio elemental de estabilidad política e institucional. Por lo demás, de las 31 medidas para luchar contra la corrupción y la regeneración democrática, una destaca por haberse convertido en la cansina de Mota; la que dice pretender crear una oficina o algo así para “prevenir” y combatir la corrupción. Nada de rearmar el control interno de una Intervención desmantelada y desprestigiada, nada de cumplimiento estricto de la Ley existente. Todo para trasladar a nuevas normas, aunque su elaboración corresponda al Parlamento de la Nación. Es igual para todos. Nadie lo cree pero todos pretenden hacer como si les interesara.    

Pero no traten de enmarañar lo ya confuso. A EvaSusana la votó por debajo del 23% del censo electoral. Que son muchos. Desde luego me lo parece y son suficientes para gobernar con otros, que tampoco barrieron, como Podemos, que no llegó al 9,5% y para que citar al PP o a C´s. De manera que aquí nadie puede considerar ser representante del pueblo, salvo en sus contenidos formales, legales, de democracia dirigida. Pero sin legitimidad para interpretar los sentimientos, los anhelos o las frustraciones de la población andaluza. Quizá se entienda poco esa baja presencia de voto contundente en situación tan precaria como siempre y como nunca. Pero por una parte ha resultado muy difícil lograr conjugar el criterio del votante con el del votado y por otro, este es pueblo educado en esperar del poder – cualquiera sea su signo –  le trace el camino de su destino.     

El liberalismo ha sido la fuerza dinámica durante 150 años de la Historia Moderna de España, con una misión de orden y progreso que no siempre floreció. Esta primavera se cumplen 101 años de la grandiosa conferencia que Ortega y Gasset pronunció en el Teatro de la Comedia madrileño ante un nutrido grupo de intelectuales para presentar su Liga de Educación Política Española y para hablar de la Vieja y Nueva Política. Él se quería dirigir a la intelectualidad, aunque hoy se vería condicionado por la “ciudadanía”, y les aleccionaba de que cada individuo como cada generación, si quiere ser útil a la humanidad, ha de comenzar por ser fiel así mismo. Y citando a Fichte, recordaba que la política exitosa es aquélla que declara lo que es. Es decir, distanciarse del utopismo en favor de un proyecto de reforma. En definitiva, hablaba de dos Españas, la oficial y la real, de las que derivaban dos políticas, la vieja y la nueva. En este baile de disfraces, en este teatro de comedia, nosotros seguimos en la vieja. Como siempre.     

 

 

sábado, 2 de mayo de 2015

LA AZOTEA DE JAVIER PIPÓ


EN MAYO FLORIDO
 
Decía F.Kafka que una de las formas de seducción del mal más efectiva es la incitación a la lucha. Eso debía pensar Monedero, ese intelectual al que gusta volar y que no soporta los límites de algo así como un partido. Él soñaba con la lucha en la calle, en las instituciones, en la vida social. Y había generado seducción en los medios de comunicación, en los poseedores de pensamiento débil, en los flojitos guardianes del sistema. Si la lucha lograba traspasar los difusos límites de una Constitución arrinconada, quizá lograría iniciar una revolución, como todas. Se señala una utopía, se excita el coraje de una vanguardia y luego, ya se verá. Así la soñaba el “Che” antes de que, lo que estos héroes llamarían la casta de los Castro, le expulsaran a luchar a Cochabamba porque la revolución en marcha tomaba camino de la institucionalización. Pero imposible la comparación, y la transformación de su imagen en icono contracultural, como hizo Korda con las barbas de Guevara. A Juanca, es que se le ven y notan las comisiones de la internacional chavista y esa pringue no se percibió en Che, ni cuando así firmaba los billetes como Presidente del Banco Nacional, que ya es valor.

Pues ahora Pablete se nos queda solo. Le deja Tania, a la que parece atraer más la pasarela que la dureza de una larga marcha de descamisados; le deja Monedero antes de que lo investiguen, ya que no pueden imputarlo; pero le queda Errejón, el de los contratos administrativos universitarios, irregulares aunque no ilegales, porque a la postre son para cobrar sin trabajar. Pues ya me dirán como se las arreglará el politólogo para tener una sola idea que parezca propia de un sueldo de profesor interino de la desvencijada y en derribo Facultad de Ciencias Políticas, salvada la temeridad por invocar la ciencia. Quizá ahora con los privilegios que proporciona pertenecer al selecto club de inútiles del decadente Parlamento europeo, pueda elaborar algo, algún pensamiento, más allá de esa mamarrachada genial llamada “casta” que colocada sin coste, repiten los contertulios hasta la saciedad y los medios, hasta la necedad. Pero miren, creo debió impresionarle mucho la teoría de Max Weber desarrollada en sus ensayos de sociología o de la religión de India, pero fíjense, escritos entre 1946 y 1958. Ya está bien de estos engañabobos, presuntos intelectuales, a los que no importa vincularse a una socialdemocracia plenamente democrática y brillante, propia de países que saben alternar igualdad con libertad y progreso, con tal de alcanzar el poder o al menos la posición que les permita influenciarlo hasta la desfiguración. Y en eso están con Monedero o sin él. Porque son comunistas totalitarios, admiradores de la dictadura revolucionaria, de la depuración de los disidentes, de la delación como instrumento disuasorio del desacuerdo, de la pobreza como meta de igualdad. Y se empeñan como hito histórico, en traer a la vieja Europa, el bolivarismo chavista y chillón de Maduro. La más torpe, estúpida y retardataria revolución de los últimos doscientos años.

Pero no crean les faltará éxito arrollador, porque este pueblo resentido en cantidad suficiente, sigue temiendo vivir en libertad y no acepta que este mundo nunca será seguro para la democracia. Se repite una vez y otra como maldición histórica, el derrumbe de los mismos pilares nunca terminados de cimentar y así llevamos casi trescientos años, desde que se divisó, de lejos, la luz de la Ilustración. Es pueblo tendente a la vigilante protección de un Estado providencia, sin distingos entre que la flor delicada y valiosa de la libertad la cercenen desde la derecha o la izquierda. Y en eso resulta sabio porque una vez perdida o podrida, el recuerdo carece de preferencia ideológica.

Ahora comienza en Córdoba el mes de Mayo, lujurioso de sugestivos placeres estéticos. Tras la batalla de flores, las cruces y después los patios, para terminar el mes con la feria. Un programa completo con la seguridad que proporciona el acceso a los años fecundos del susanismo, una cosa que circula entre un pueblo bien amado pero mal administrado y un gran fraude, aunque sin plan. Menos mal.

Antes de la feria se celebran elecciones. Aquí municipales y en el resto de la Nación, también autonómicas. La segunda escenificación de un declive porque el año terminará olvidando el milagro económico y habiendo dispuesto lo imposible por expulsar a Rajoy del poder, aunque con liberales como Catalá, hace méritos para perder hasta el sistema. Los meses que restan serán de guerra sin cuartel, sin reglas, sin tregua, a cara de perro. Y se confirma lo peor. ZP se fue para volver reencarnado en Zapasanchez, escoltado y jaleado de lejos por quienes la democracia solo supone un paso intermedio. ¿Y Ciudadanos? Ya veremos cuando despierte. Lo mismo viene en nombre de alguien o de algo. Pues que bien.