Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

viernes, 29 de marzo de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA


DERRUMBE NACIONAL
29 de Marzo 2019


Con razón, para Chesterton y desde luego para quien esto escribe, este mundo nunca será seguro para la democracia. Ni para la libertad, que tiene un duro aprendizaje del que en España siempre andamos tan escasos como perdidos; en un ir y venir del progreso al regreso, de la luz a la oscuridad, de la esperanza al desasosiego de la incertidumbre. Es como si la experiencia acumulada por sucesivas generaciones estuviera interrumpida entre una y otra; siempre desenterrando rencores como los cadáveres de un pasado lejano pero necesario para vivificar el odio acumulado como impulso para el reproche, incluso histórico. Y así seguimos porque tras dos generaciones reconciliadas con su pasado, un vendaval diabólico y perverso, recorre nuevamente la Nación de abajo arriba, de derecha a izquierda, en busca de carnaza para dividir, separar y anular una historia apasionante y viva que no logra cerrar los capítulos agotados de los que ya solo cabe extraer la sabiduría acumulada, permitiendo desde el presente, encauzar un futuro más próspero y seguro, más libre y justo.

Pero ya ven, la debilidad de la Nación es la del Estado que la sustenta. Y este, aliquebrado, inconsistente, en yuyo permanente, al quedar al albur del Gobierno desorientado y perverso que lo dirige. Y si en el interior del Estado aparece la descomposición, en el exterior vuelve una leyenda negra que parecía adormilada por el brillo de unas instituciones que habían sabido mantener en alto la bandera de la verdad histórica, con sus luces y sombras, pero repleta de humanismo y civilización. Ahora, hasta un tuercebotas como López Obrador, al frente de un Estado fallido tras setenta años de priismo depredador, se permite exigir perdón al Rey de España por los abusos de la Conquista de América; como la Comunidad Islámica de Sevilla, no solo por los “crímenes” de los Reyes Católicos sino también reclamando la nacionalidad española a los descendientes del Al Andalus. De manera que tras el éxito en el exterior del golpe de Estado, ante un Gobierno paralizado por la complicidad, debemos asimilar la masiva y continua invasión, mayormente musulmana y desde luego ilegal que, arrasando la soberanía, toma posiciones de fuerza no solo con presencia en las Instituciones sino exigiendo educación diferenciada y sanidad integral gratuitas ambas, generosos servicios sociales y subvenciones sin fin, así como facilidades para viviendas confortables y adecuadamente financiadas. Enseguida conseguirán establecer con exigencia la sharía, logrando territorios al margen de la ley y los tribunales nacionales, como en amplios espacios de Francia o Alemania.

Y ya sé que la mitad de los ciudadanos con opinión esperan que las cercanas elecciones pongan orden y respeto constitucional. Pero la otra mitad, más realista, espera oportunidad democrática para alcanzar sus objetivos de disolución de lo que llaman el régimen del 78. Es decir, la monarquía; la Constitución; el modelo de sociedad, construido en consenso, respeto mutuo y convivencia pacífica y desde luego, la unidad nacional, ya tan deteriorada y en peligro final. Pues quizá, unos y otros, deberían saber que el voto no construye verdades sino poderes. Y el poder de esta parte es fuerte como nunca desde el fin de la GC. Por eso utilizan ese concepto difuso y polisémico de ciudadanía, profundizando en el mito utópico de la participación popular que, en nada asemeja la cultura cívica, respetuosa de las instituciones vigentes, solo modificables mediante un voto consciente en democracia liberal y representativa. Esperan pues democracia popular o sucedáneo, siempre a la espera de alcanzar el cielo mediante una conquista imposible. Es el muy cercano triunfo de un rabioso populismo siempre dispuesto a gobernar dando la cara al pueblo y la espalda a la verdad y la sabiduría.

Y difícilmente se puede opinar con optimismo porque la democracia está siendo nuevamente destruida por quienes jamás creyeron en ella y por quienes, en este batiburrillo presuntamente gubernamental, ven ocasión propicia para alcanzar sueños posibles de sedición, partiendo de un nacionalismo separador, oportunista y trincón. La democracia no solo son elecciones periódicas con limpieza formal y resultados previsibles. La democracia es también separación de poderes independientes y equilibrados, en respeto absoluto a sus respectivas competencias; poder judicial no solo independiente como los demás poderes, sino ajeno por neutral, al juego de las banderías partidistas; del juego limpio de las instituciones, haciendo de contrapeso a los poderes del Estado; del imperio de la ley, empezando por la Ley Constitucional que debe ser conocida, asimilada y valorada desde la escuela; del respeto a las minorías, evitando puedan ejercer dictadura alguna sobre la mayoría; de la búsqueda incesante de la igualdad, ante la Ley y no de igualdad mediante ley; de la igualdad de condiciones que, junto a la teoría de la representación, constituye la base de fundamentación teórica de la democracia y de la igualdad indisolublemente unida a la libertad, como ya pedía Tocqueville.

Pero en las elecciones nos jugamos algo más, mucho más que la representación de la partitocracia en la composición de las Cámaras legislativas; porque está en juego la propia existencia de una Nación unida y de soberanía única como sujeto de Derecho internacional. Y la lucha, ojalá que siempre incruenta, enfrenta a formaciones claramente anticonstitucionales como son nacionalistas vasco/navarros y catalanes, junto a filoetarras y neocomunistas del peor y más peligroso estercolero de la infrahistoria. Y junto a ellos el sanchismo triunfante que los ampara y comprende, en una política de felonía continuada que piensa profundizar en la segunda fase por llegar pero que barrunta como posible con ellos o con C´s quien aún parece desconocer el riesgo gravísimo de una alianza con tan imponente impostor. El derrumbe nacional aún puede ser evitado, de quedar demócratas en España.


jueves, 21 de marzo de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA


SANCHISMO ARRASADOR
21 de Marzo 2019


Pues hemos sabido ahora, por si necesitábamos completar nuestra formación democrática, que la llave del cumplimiento de la legalidad constitucional, la tienen en sus manos esas figuras denominadas defensor del pueblo autonómico tan extendida como inútil, por todos los territorios. Pues menos mal porque de saberlo antes, nos habríamos ahorrado una pasta en tanto tribunal fantasma. Estos golpistas de la señorita pepis nos dan lección tras lección de libertad, democracia, imperio de la ley y Estado de derecho. Otra joya republicana de la corona que comienza a estrujar nuestras sienes, hasta hacernos reventar, cansados de tanta burla, esperpento, tolerancia traidora y concesionismo tan gratuito como letal.

Pero ahí está en silencio cobarde, el sanchismo reinante, gozoso y satisfecho de haber logrado un diálogo constructivo capaz de reconducir esta manada de sediciosos por la senda de la Constitución y su ordenamiento jurídico. La posición del sanchismo y su Gobierno de incondicionales queda ya de manera indubitada al lado de los inconstitucionalistas, antimonárquicos y antidemocráticos que, formando un bloque monolítico de autoritarismo letal, están llevando nuevamente a la Nación al borde del abismo suicida y arrasador. Arrasador de los principios y valores constitucionales, como del consenso que hizo posible el más largo y fructífero periodo de paz con bienestar. En consecuencia, arrasador de la libertad tan duramente conseguida y de la unidad territorial tan largamente mantenida; del respeto debido al ordenamiento jurídico que evite el abuso y la impunidad; del principio democrático de separación de poderes y su neutralidad como poderes públicos; de la Corona como símbolo de la unidad, permanencia y representación del Estado; de las Fuerzas Armadas, como garantes de la soberanía e independencia de España; del bienestar económico y social, tras la recuperación difícilmente conseguida después de un zapaterismo sedicioso y traidor, antecedente y guía de este maremoto de incompetencia, desesperanza e inestabilidad en que el sanchismo consiste. Y digo consciente y reiteradamente sanchismo y no socialismo democrático y constitucionalista, porque aún existe, y se añora como necesario para borrar la peor catástrofe política y social ocurrida en España desde 1978.  

El sanchismo parece, en tan corto periodo de tiempo, querer capitanear la descivilización, en un ensayo perfeccionable tras el 28-A. Ha copado el Estado de presuntos científicos sociales y estadistas de tres al cuarto que, inventan nuevas necesidades culturales o sociales perentoriamente necesitadas de protección, aunque sea degradando la economía y la moral social. Él parece pertenecer a esa izquierda que ya perdió su gran utopía y, desde la caída del muro de Berlín, hasta la esperanza en la dictadura del proletariado. Ahora, cuando la Iglesia se asemeja de forma progresiva a una gran ONG, esta izquierda pretende su sustitución enarbolando la bandera de la moral, de la moral social, como forma de vida colectiva que decía L.Aranguren, sometida a condicionamientos económicos, sociales y políticos que van desde el ecologismo al animalismo, desde el feminismo a la adoración y protección del mundo LGTB o el posmoderno nacionalismo. Es una nueva fe, de apostolado mesiánico que, abandona el mundo de las ideas, para sumergirse en el de las ocurrencias especulativas. Por eso, con la ayuda inestimable de los comunistas de Podemos, se infiltra en el mundo de la cultura a través del Estado subvencionador; en la escuela, utilizando potitos intelectualoides como la educación para la ciudadanía o mamarrachadas similares; en la Universidad, rebajando el listón intelectual del profesorado, al que intenta convertir en agente de la agipprop; o los medios de comunicación y su férreo control, al servicio incondicional de la causa. Es mezcla casi perfecta de leninismo, versión Gramsci, que llega hasta el concepto propiamente dicho de hegemonía. La democracia está siendo sustituida por la demagogia, utilizando como fórmula de seducción el moderno populismo que invade las calles y conlleva corrupción, burocracia y destrucción a medio plazo de las ya mermadas clases medias.

Pero ya digo, la otra cara de la libertad tan deseada como vulnerable y delicada, es la responsabilidad, que en si no es un bien sino un valor, presupuesto de vida civilizada y de la mejor moral social en la convivencia de cada día. Y quizá resulte urgente cambiar el eslogan de que no es la derecha quien gana, sino la izquierda que pierde. Porque tras el 28-A interesa volver al espíritu de la transición porque si se cumple el pronóstico de un triunfo sanchista, nuevamente aliado del independentismo etarra y el otro, y del comunismo bolivariano y zarrapastroso de Podemos, no quedará de la Constitución de 1978 ni su espíritu, con riesgo real de hundimiento del Estado de bienestar y consiguiente involución política.  

Y las señales de alerta máxima las divisamos a un palmo de nuestros sentimientos. La continua y peligrosa indefinición de C´s siempre dispuesto como bastón del socialismo, sin que parezca advertir los riesgos letales del sanchismo. Vox, que aún dentro de la Constitución aparece con opiniones fuera del sentido común, necesario para aglutinar mayorías silenciosas. Y el riesgo cada vez más tangible del secesionismo, como si desde Bodino hasta Hobbes, la soberanía no resultara indivisible. Y la economía dispuesta a presentar su cara más negra en una crisis continental de consecuencias imprevisibles. Y Europa, amenazada también por el Brexit, vive una catástrofe demográfica y en consecuencia le llegará la económica, si no la vive ya, seguida de la social y política, deviniendo en espacio territorial desmoralizado y amoralizado, pacifista, indefenso, en decadencia moral, política y cultural, abandonada de USA solo sobreviviría con apoyo de Rusia, ya ven. Pues una nueva oportunidad al sanchismo arrasador es tanto como pulverizar la esperanza de una Nación constitucional y democrática de derecho, dando entrada a la España de ya negra, reiterada y triste historia. Pues en todo ello estamos.

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO


Este artículo del escritor Julián Delgado, será publicado el próximo día 23 de Marzo en el Diario Ultima Hora de Palma

LOS TRES FRENTES
Julián Delgado. Escritor

Después de habernos proporcionado el más largo periodo de paz, libertad y prosperidad de la reciente historia, la Constitución presenta síntomas de agotamiento debido al zarandeo al que la han sometido las deslealtades autonómicas, la corrupción, la degradación de los partidos, la crisis económica y los nuevos vientos totalitarios y populistas. En esta situación, lo lógico sería que las fuerzas democráticas pusieran en marcha políticas regeneracionistas que permitieran corregir los errores cometidos para volver al camino de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, los valores fundamentales de nuestra Constitución.    
Pero nuestro sistema democrático sufre amenazas en tres frentes: uno, el nacionalista, formado por separatistas catalanes, vascos y otros que están a la expectativa, cuyo único objetivo es desmembrar el Estado. Su confluencia saltó a primera página en 2004 con el pacto de la vergüenza de Perpiñán por el que Eta se comprometió a no matar en Cataluña, y más recientemente con el acuerdo entre Bildu y ERC para ir en listas electorales conjuntas.
Otro frente, constituido por partidos marxistas y grupos antisistema y anticapitalistas, pretende sustituir la Constitución del 78 por un régimen neocomunista bolivariano y mantiene una alianza estratégica con los grupos secesionistas para destruir al Estado. Por último, el frente al que podríamos llamar zapachista, que pretende cambiar el origen de la legitimidad del actual sistema  político desconectándolo de la Transición, para vincularlo a la Segunda República. Lo intentó, lo intenta todavía, mediante la falsificación histórica y el revanchismo, dinamitando la pieza clave de aquella: la reconciliación. En su ceguera, Zapatero dio alas a los separatistas apoyando los desvaríos estatutarios de Maragall que dieron origen al Procés. Y Sánchez sigue el mismo camino, ofreciendo desmantelar el Estado para dar mejor acomodo a los enemigos de la Constitución en una nación de naciones articulada en un Estado confederal que permita el derecho de autodeterminación. Camina en sentido contrario a los valores constitucionales, perdiendo principios y referencias, y lo hace con lógica cainita y retórica excluyente.


miércoles, 13 de marzo de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA


RESPUESTA COMBATIVA
13 de Marzo 2019



Pues solo queda poco más de un mes para las celebraciones cristianas de Semana de Pasión e inmediatamente después, entrar en el túnel negro de una nueva página de pasión política, poder de la mayoría parlamentaria y culminación de un declive iniciado no más allá de quince años atrás.

La misteriosa y criminal masacre de Atocha que el poder judicial del Estado dejó juzgada a medias y en escepticismo general, solo sujeto al respeto de cosa juzgada, parece iba más allá de mostrar la feroz crueldad humana, para iniciar un proceso de decadencia. Desde la España pujante y prestigiosa de Aznar a la miseria de una involución ideológica, moral y económica, representada por el zapaterismo y que ahora, tras la era de los contables de Rajoy - tan alérgicos al regeneracionismo como ajenos a cualquier ideología- culmina en el sanchismo apátrida y traidor.

Parece haber coincidencia en que la primera gran decadencia de la España moderna se deslizó en los ochenta años del periodo barroco, entre Felipe III y Carlos II, incluida la trascendente Paz de Westfalia que, poniendo fin a la Guerra de los Treinta Años, alumbró el soberanismo europeo. Aunque H. Kamen con optimismo, prefiera el término dependencia al de decadencia, quizá también pueda coincidirse en que, en sentido contrario, los casi ochenta años que median entre el final de la cruel Guerra civil de los tres años y el comienzo del sanchismo, son los más fructíferos para el avance en el desarrollo económico y el bienestar social desde 1648.

Eso creíamos una mayoría silenciosa que, asistiendo al crimen masivo de hace quince años, confiamos solo a medias en la verdad judicial, dentro del respeto a las instituciones democráticas y, contemplamos en rabioso escepticismo la instalación inesperada de una fuerza revanchista, vengativa, vacía y peligrosa como era el zapaterismo. De manera que el desalojo de Aznar, era mucho más que la alternancia lógica en el juego parlamentario de una democracia consolidada y moderna. Y eso ha podido apreciarse en la segunda y peor versión de Zapatero, en términos de barrido constitucional, imposición ideológica, autoritarismo en la gobernanza y visualización con padecimiento, de un gobernante tan soberbio como desideologizado, tan vacío como letal para la Nación española, su paz, su unidad y el bienestar tan duramente conseguido.

Sánchez en consecuencia, parece ser hasta el momento, punto culminante de la decadencia no casualmente iniciada en 2004 y que rompe el ciclo de ochenta años de crecimiento y desarrollo, de los que su mitad transcurren en el paraíso constitucional de 1978. Y parece algo peor que un paréntesis en la Historia de este convulso país. Y no lo es porque su acercamiento al comunismo chavista, cutre, antisistema y totalitario de Podemos, le hace bascular hacia posiciones coincidentes con el independentismo radical del catalanismo rutilante y provocador. Y espera la ocasión para negociar con peneuvistas vascos y demás socios etarras en paro, la cesión de elementos esenciales del Estado unitario, como Seguridad Social o prisiones; o lo que es peor, ofrecer en bandeja la decisión de incorporar Navarra a Euskadi, tal como prevé la estúpida y previsora Disposición T. Cuarta de la CE.

Pero el proceso tiene sus tiempos. Ahora corresponde nuevamente a los jueces no solo la potestad jurisdiccional, sino salvar al Estado. Y nosotros aun confiando, nuevamente, en que la Sentencia defina y realice reproche penal adecuado al desafuero de una rebelión insoportable, sabemos que el indulto a sus socios golpistas no se hará esperar si vuelve a ocupar la Presidencia tras el 28 de abril. La clave pues, estará en el resultado más que previsible de estas decisivas elecciones. El pacto del sanchismo con el independentismo, el comunismo y filoetarras, es firme y de continuidad asegurada, en tanto solo le disputen el poder fuerzas incoherentes en la conducta – incapaces de explicar la bondad de la alianza en Navarra y no en el resto de España, en mayor riesgo - difusas en ideas que son comunes y confusas en objetivos que deberían ser únicos. Mientras, el golpe de Estado continúa, seguramente apilando armamento y sin duda descaro en la rebelión contra las Instituciones. Sabedores de la impunidad que les proporciona la cobertura financiera, comprensiva y de neutralidad traidora del gobierno sanchista. Por eso, ya ven, frente a cualquier requerimiento judicial o no, su respuesta es combativa. Puede que lo sea. Pues eso.  

domingo, 10 de marzo de 2019

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

Artículo publicado por el Diario Ultima hora de Palma de Mallorca, ayer sábado día 9 de Marzo
 Un peligro público
Julián Delgado. Escritor
10 de marzo 2019

Pedro Sánchez debe considerar que la sociedad española está cretinizada y es fácil de manipular, pues ambas cosas son precisas para someter las instituciones a los intereses de su partido poniendo en marcha una política electoralista obscena, que supera los límites morales, y nos sumerge a todos en una orgía demagógica.
Es evidente que el PSOE ha desaparecido como partido y ha mutado en un sanchismo, ideología de indigencia democrática. Con el Consejo de Ministros convertido en comité electoral, ni el Rey se ha librado de ser utilizado para mayor gloria del presidente. Está abusando del decreto ley para obtener ventajas electorales con medidas populistas de efectos devastadores para la economía, el empleo y compromete el déficit, que se incrementará en unos 16.000 millones, sin contar con los ingresos necesarios para contenerlo, justo cuando el paro empieza a subir. El cheque bebé y el Plan E de Zapatero van a quedar pequeños.  
Ha convertido  RTVE en una TV3 a su servicio, que no se limita a  emitir su propaganda electoral, sino que difunde insultos personales al jefe de la oposición, emulando al líder bolivariano Maduro; con poco éxito de público. No sabemos hasta donde va a llegar el abuso y la falta de ética: cada viernes nos sorprenderá publicando en el BOE una lista de los agraciados; hasta ahora ha anunciado una oferta pública de empleo de 30.000 funcionarios y la subida de sueldo a 40.000.   
A todo esto debe añadirse la grotesca instrumentalización del CIS, en manos de un sectario, un cínico o un cara dura, que ha perdido la mínima compostura, ha hecho sonrojarse a la comunidad demoscópica y, pese a haber quedado en ridículo en Andalucía, persiste en la glorificación de su líder, más allá de cualquier parámetro razonable. 
A Pedro le ciega el fascinante reflejo de su imagen y es capaz de plegar los intereses más sagrados a los suyos, como en el desvergonzado caso de atropellar el derecho de los funcionarios a la neutralidad política al obligarlos, forzando sus conciencias, a buscar entre los archivos de los ministerios las pasadas maldades del Gobierno del PP para utilizarlas en la campaña electoral contra su rival político. Así es Sánchez, una caricatura de gobernante.