LA MUTACIÓN
15 de Octubre 2018
Quizá debería explorarse la posición
de la mayoría social conformadora, todavía, de un sistema estable de
mesocracia, ante la angustia de lo que podría denominarse el pesimismo optimista, de continuar el
cogobierno, falsamente llamado de progreso, que piensa y actúa, cada vez más
alejado de las reglas de funcionamiento del sistema. Y creo que ese Gobierno lo
conforman y son corresponsables en exclusiva, el más que soberbio Sánchez y el
zarrapastroso comunista bolivariano, Iglesias. Instalado aquél en Moncloa,
desconcertado pero feliz, habiendo sobrepasado su propia credibilidad y la del
artículo 99 de CE. E Iglesias, en el lujo de su dacha de Galapagar, como hacían
Brezhnev y el resto de jerarcas soviéticos, dirigiendo el poder autocrático y
total desde la lejanía. El resto, de ministros y demás instalados, no pasan de
empleados mas o menos cualificados al servicio del proceso que se gesta.
Miren, no voy en este momento a
intentar hacer una crítica del documento de medio centenar de folios titulado “Acuerdo de PGE 2019, Para un Estado Social”,
en donde parece figurar un principio de compromiso entre el Gobierno de España
y los bolivarianos comunistas y totalitarios de Podemos. Son centenares las opiniones
que circulan por España, a cargo de reputados analistas y no tardaran los
provenientes de expertos extranjeros y de organismos internacionales
competentes. Pero sí he de decir que jamás, ni siquiera durante el franquismo a
partir de la LOE de 1967, un servidor publico y cualquier español con mínima
cultura político/institucional se habrá sentido más humillado y derrotado en
sus esperanzas de Ilustración europea que al contemplar atónito los membretes
del Gobierno del Reino de España a igual nivel que el de una formación de
ganapanes antidemocrática y antisistema. Y tras el indigno encabezamiento, el
preámbulo, distribuido en once párrafos insultantes, injuriosos, falsos y
dramáticamente penosos. El resto de las páginas solo para iniciados, porque
representa un engaño colectivo envuelto en palabrería huera e impropia de un
Presidente que tiene el honor de ocupar tan alta magistratura. Es pronóstico de
lo que viene, precisamente ahora que se anuncian nuevos tiempos de recesión, en
más que complicado marco mundial.
¿Cómo Sánchez es capaz de firmar un
compromiso en nombre del Gobierno de España que desconoce el propio Gobierno?
¿Cómo está dispuesto a firmar un compromiso de Gobierno democrático con una
fuerza no democrática, excrecencia de la democracia, enemiga de la Constitución,
la Monarquía y revisionista de la Transición? ¿Lo firmaría con una fuerza
política que con representación parlamentaria fuera de extrema derecha y
totalitaria, porqué entonces con una fuerza totalitaria y de extrema izquierda? ¿Porqué
los firmantes del documento colocan en el título “Para un Estado Social”? ¿No
les interesa recordar que la Constitución en su artículo 1 establece que España
se constituye en un Estado social y democrático
de derecho?
Creo sinceramente, tal como vengo
sosteniendo desde su aparición en escena que, Sánchez viene mutando de
Zapasanchez a Sancheiglesias, sin solución de continuidad. Y claro, lleva
déficit de origen al proceder de un espacio perdido para la Luz. El zapaterismo
nunca tuvo sitio propio, salvo para el histrionismo en la moral social y
política. Ciertamente su forma de comportamiento no es la del patán Largo C.
pero el daño ocasionado a la socialdemocracia parece irreversible. Por si
fueran escasas las fechorías durante su traidora, infame y ruinosa Presidencia,
pretende dar oxígeno a un régimen abyecto como el venezolano, ante la vergüenza
de la comunidad internacional ilustrada. Y ahí lo tienen zascandileando con
conmilitones de Iglesias y ahora, aparece con etarras como el canalla Otegui. De
manera que no solo fue escuela para el pobre Sánchez sino que ahora parece
erigirse en agente político y económico de una operación de más amplia
envergadura, quizá continental.
Y para el éxito de esa operación,
resulta necesario un paso más allá, un Sancheiglesias que, abra las puertas del
poder político al comunismo bolivariano, hasta su presencia irreversible. De
manera que devino sancheiglesias para
cumplir una función miserable pero histórica, de liderazgo en el asentamiento
del comunismo al Sur de Europa. Y ello supone sin duda, compartir Gobierno, ahí
tienen el documento presupuestario; abrir las puertas al manejo de la tv
estatal o facilitar la penetración en el Ejército y Servicios de Inteligencia.
La operación en marcha nos hará
observar en poco tiempo esfuerzos llamativos en el desprecio a la Corona que crecerán
en paralelo a iniciativas culturales y políticas en favor del republicanismo, resaltando
la extemporaneidad y desubicación de notas de la Casa Real como la emitida, exculpatoria
de lo que nunca fue ni será error protocolario. O comisiones y expertos
saturando los medios sobre la necesidad urgente de modificar la Constitución,
producto de una Transición neofranquista y no popular y mientras, intentaran
desfigurarla mediante Decretos Leyes. Y se intentará hacer más permeable la
Judicatura y sensible el Constitucional y dominables los medios de
comunicación, los públicos y los privados. Y terminar de borrar cualquier
huella de prestigio o de principios y valores del catolicismo. ¿Porque, la
libertad para qué? como dijo Lenin, padre del progresismo y espiritual de Iglesias.
Y el golpe de estado en Cataluña o lo que se prepara en el País Vasco y lo que
venga, hasta tanto la Constitución lo permita se taponará mediante el dinero de
la solidaridad española. Algo más que una mutación genética.
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