La AZOTEA
LA CAMPAÑA PERMANENTE
16 de Noviembre 2018
Quizá
fuese Joaquin Costa el que dijo aquella genialidad de que teniendo la llave del
estómago se tiene la llave de la conciencia. Como regeneracionista y crítico
con la Restauración que le tocó vivir, el ilustre notario que fue de mi Jaén
natal, la hubiese aplicado al régimen andaluz como crítica al caciquismo,
corrupción y reaccionarismo del viejo socialismo andaluz; precisamente por quien
estaba más cerca de Iglesias “el viejo” que de Cánovas. Porque ciertamente
ahora no vivimos años de regeneracionismo, sería un decir, sino más bien de
revisionismo y a cargo de aquéllos que incapaces fueron de ir más allá de
Kruschev pellizcando a Stalin.
Miren,
ahora comienza la campaña de las elecciones andaluzas bajo el paraguas de la
Constitución de 1978 en lo que parecen sus estertores, agitada esta por una
manada de irresponsables, ambiciosos y ganapanes más cercanos al gamberrismo
institucional que a la gobernación de la democracia representativa que tanto
progreso, libertad y pensamiento creativo ha dado a occidente; pero ya ven, el
mismo Costa advertía que la libertad es alimento nutritivo pero de difícil
digestión y estos politicastros de tres al cuarto no digieren ni el pan con que
tan indebida como gratuitamente se les remunera.
Y
ya ven, asistiremos a una campaña con todo el formalismo jurídico democrático
deseable, como si fuera el inicio de una etapa desconocida pero posible; como
si en Andalucía no funcionase una campaña permanente, perfecta, impecable e
inacabable de duración muy cercana a las cuatro décadas. Cuando terminen estos
días de promesas estúpidas e increíbles, de posturas tan falsas como el sistema
sobre el que se sustentan llegará la victoria que ya hasta con comicidad
anticipa el augur del cisstezanos al servicio del sanchismo, también a cargo
del Presupuesto.
El sanchismo,
necesita la prolongación del susanismo, una forma perfeccionada de peronismo
que, solo ha transitado la mitad del tiempo necesario para adquirir la
acreditación definitiva de régimen que se sucede así mismo y dura no menos de
setenta años, como el priismo o el sovietismo. Regímenes todos ellos que
naturalmente habrían ganado elecciones de haberlas convocado, como el
franquismo, que solo duró los años que ahora cumple, con regocijo, el
socialismo andaluz. Franquismo, por cierto, en feroz revisionismo, no podrá ser
ensalzado ni en los Planes de Desarrollo de López Rodó- ahora prometen levantar
un Polo de Desarrollo en el Campo de Gibraltar- que lograron colocar España en
la octava potencia económica, salvo el riesgo de sufrir pena de cárcel en
condena por los nuevos tribunales de la
verdad – los nuevos TOP- que se constituyan, impartiendo justicia
restaurativa. Es la verdad del progresismo en acción.
¿Porque
acaso, aquí y ahora, existe democracia en Andalucía? Desde luego sí,
formalmente, pero no como forma deseable de vida, como estadio superior de
convivencia; sencillamente porque la libertad no está arraigada en las
costumbres, ni identificada con ellas, como diría Larra. Aquí, quizá como en
otros territorios de España, fue enraizando la sociedad dependiente,
subvencionada, poco exigente con la propia autodeterminación. Y la dependencia
del Poder ha devenido en una sociedad dócil, influenciable, temerosa a perder
el favor de aquél. Y el Poder, asegurado en su posición dominante, fue también
deviniendo en poder corrupto al servicio de si mismo, de su propia sucesión y
pervivencia. Y por eso Andalucía, tierra hermosa plena de posibilidades de
prosperidad y bienestar, avanza en términos absolutos, claro, pero permaneciendo
estancada cuando no en retroceso, en relación con la convergencia en Europa y
la propia España. Las magnitudes socioeconómicas resultan estremecedoras y
evitaré traerlas porque encogen el corazón. Pero si clamar por la inutilidad de
la denominada solidaridad europea – más de cien mil millones casi dilapidados,
cuando no malversados- como la del Estado, a través de mecanismos perversos
como el FLA o el FCI. Claro, se desmontan desde el principio los sistemas de
control interno para unos y otros, y se llega a situaciones casi anecdóticas
como los ERE, Formación y otros muchos, que no son sino las migajas de un
fenomenal e integral sistema de corrupción política, económica y social.
Fenómenos como el andaluz, por ahora inmune e impune, más que estudiados en la
sociología política, cuyo paradigmático ejemplo lo constituye el siempre
recomendable estudio de Acemoglu y Robinson Por
qué fracasan los Paises.
No
lo duden, a pesar de la historia prieta de estos cuarenta años de negra
corrupción, pegajosa y extendida; a pesar del indudable españolismo de la
briosa Susana, mujer ya digo, sencilla, cercana al pueblo, trianera humilde, de
raíces cristianas, comparativamente honesta pero políticamente tan ambiciosa
como implacable; a pesar de la distancia que la separa del frentepopulismo sanchista,
al servicio del neocomunismo bolivariano y andrajoso de Iglesias, volverá a
ganar. Representa la continuidad del sistema que en breve cumplirá esos largos cuarenta
años de paz social subsidiada; es su deber histórico que cumplirá por encima de
todo. Y si no la apoya C´s en otro estúpido y estéril papelón, no tendrá más
remedio que buscar alianza con el ala más radical del podemismo, representado
en el Sur por Adelante Andalucía, que
lidera una moderna miliciana llamada Teresa Rodriguez. Entonces habrá comenzado
la cuenta atrás de la demolición del Estado y su Constitución de 1978. Comienza
la Campaña que no termina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario