Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 29 de diciembre de 2018

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

SE LEVANTA EL TELÓN
29 de Diciembre 2018


Habrán observado el espectáculo de bandolerismo político y degradación democrática que ha supuesto la constitución del Parlamento de Andalucía para poder dar comienzo, o algo así, a la XI Legislatura de la Nueva Época. Ejemplar y modélica representación, cuyo relato podría o debería constituir lección preferente de Educación para la Ciudadanía, esa genial mamarrachada zapateril que todavía rellena el vacío intelectual de la enseñanza pública andaluza y quizá española. De manera que en una sesión de todos contra todos se alcanzó un perfecto desacuerdo, dentro del más perfecto acuerdo posible. Si no se lograba, todos perdían y una vez cerrado, todos pueden sentirse ganadores, aunque no sepan de qué. Genial.

El inútil y correoso Marin, es ahora cuando decide tocar poder con rango de vicepresidente de la cosa. Los últimos cuatro años prefirió servir, retrepado en el cómodo y aparente banco de oposición blandita y condescendiente, de muleta al socioperonismo, vigente desde el último cuarto del pasado siglo. El pobre, en esos largos y vacuos días no conoció fechoría de gobierno alguna; ni operación corrupta digna de reprochar; ni nombramiento que helara el corazón; ni empresa, organismo, ente u observatorio, tan ocioso y estéril como costoso que denunciar; ni despilfarro que taponar, ni gasto vano que frenar; ni órgano de control interno que despolitizar y potenciar; ni propuesta constructiva que exponer. Solo tragar y aguantar. Y ahora, desde el oropel que presume al asiento al que aspira, se pone estupendo, exigente y capaz de distinguir entre el comunismo antisistema, con cien años de negra historia, ansioso de la dictadura totalitaria que encarna Podemos y el conservadurismo presumiblemente exigente o intransigente pero legítimo y legal de Vox, convertido en la esperanza de millones de españoles o al menos de cuatrocientos mil andaluces, de orden social, respeto a la autoridad constituida, empezando por la Jefatura del Estado y sometimiento a la legalidad constitucional. Al primero, comprensión y ayuda para seguir en las instituciones, cualquiera que sea la representación ostentada. A los conservadores, desprecio altanero y prevención ante cualquier malentendido que pueda suponer acercamiento y mucho menos alianza. Y con los del PP, marcando la distancia todo lo que se pueda por si se nota la cercanía.

El PP, podría sentirte orgulloso de ver expulsado del poder el socialismo corrupto y populista que lo ocupó de forma indebida para los intereses generales durante cuarenta años, pero en modo alguno de haber salido de las elecciones de forma victoriosa o brillante. El simpático Juanma Bonilla o Moreno o como se llame, alcanzó seguramente el puesto de Presidente pero no el poder, tras cuarenta años de antecesores en modesta y discreta oposición. Lo creo en pretensión de convertirse en el centro de una izquierda centrista representada por C´s y una derecha conservadora y constitucional que predica Vox. Pero pensar que pueda llegar a gobernar y converger en acuerdos provechosos con aquellos resulta gratuito. Mientras el pobre Marin lidere la formación resultará empresa titánica, si no fallida desde el comienzo, porque nuestro ciudadano siempre mostrará simpatía emocional hacia el socialismo de Susana, síndrome de Estocolmo de muy difícil si no imposible despeje.

Por su parte, el susanismo declinante no ceja en su empeño por mantenerse en el poder y si puede, cuestión no imposible, volver a recuperarlo. Es la fuerza que sobre ella ejercen los antepasados, proyectando un rayo de responsabilidad histórica en el mantenimiento de la rosa antes de que el tiempo de traición a su historia pudiera marchitarla. Miren, la etapa de socialismo andaluz que parece a punto de concluir, no responde a ninguno de los “tres socialismos” a los que hacía referencia Luis María Ansón el pasado 26 en su brillante columna de El Mundo. Desde luego no al sanchismo, en deriva largocaballerista hacia el comunismo antisistema, antidemocrático, anticonstitucional, antimonárquico y liberticida de Podemos. No veo a Susana Díaz tragando la víbora amenazante lanzada por Sancheiglesias contra la autonomía andaluza, de una intervención contundente si no le gustan las leyes aprobadas por su Parlamento ¿quizá piensa el inane y peligroso estadista en el artículo 155 de la CE, que ni se atreve a nombrar ante los golpistas catalanes? Pero claro, el peronismo solo se ejerce desde el poder y si se pierde, queda en kirchnerismo y pudiera que en procesamientos siempre tan molestos como inciertos. Por eso desbarra en mamarrachadas indignas, de torpeza infinita. Pero si llega a formarse Gobierno y comenzar la Legislatura, tanto aquel como el Parlamento, asemejaran jaula de grillos y resultaran inoperantes para desmontar el complejísimo régimen constituido, tarea ya de por sí de casi imposible realización. Desentrañar cobijeras, volver a la legalidad general, acabar con privilegios, desenmascarar corrupciones y modificar los parámetros del atraso económico/social es tarea no de cuatro años sino de una generación. Máxime porque la oposición interior del socialismo y su quinta columna será durísima, y la exterior insoportable, apoyada por el comunismo rabioso, amoral y revolucionario de Podemos, con cobertura de medios de comunicación mayoritariamente afines, intelectuales orgánicos, universidades públicas colgadas y sindicatos.

El telón se ha levantado. ¿Habrá función? El año que viene lo sabremos. Mientras, a todos ustedes deseo una feliz despedida de 2018 y ojalá 2019 resulte menos negro de como lo contemplo desde mi Azotea      
    


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