Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

martes, 3 de noviembre de 2015

La Opinión de Javier Pipó en el BLOG

El Blog de Javier Pipó
!AY LORITO!

En esta campaña electoral casi permanente en que quedó convertida la democracia española asistimos a episodios, algunos chuscos y otros dramáticos para los intereses nacionales. Y es así porque no salimos de un replanteo continuo de las bases que deberían quedar firmes, indiscutibles e inequívocas en sistemas consolidados y con perspectivas de futuro. Pero aquí ya ven, lo mismo se arremete contra los católicos tratando de arrebatarles su identidad, su libertad de desenvolvimiento o su histórico patrimonio monumental heredado de siglos de historia, que se discute el ser de España como territorio identificado, su pasado y naturalmente su futuro unitario. De manera que esa obsesión enfermiza contra la religión es la misma que se manifiesta contra la bandera, el ejército, la forma política del Estado o la educación desideologizada y eficiente. Este es un pueblo en permanente reacción, incapaz de superar las brujas del pasado y afrontar con menos cobardía el futuro.

El espectáculo del nuevo líder de la socialdemocracia española en TV, que dice estar al servicio del partido que sustenta al Gobierno, produce escalofrío porque se identifica con claridad en ese panorama de involución. Y se extiende como un clamor gaseoso en las propias bases y cargos orgánicos socialistas, con poco se profundice en amigable conversación. Es como tormenta interna y seca que levanta este ejemplar de la moderna estulticia política. Ciertamente, la sensibilidad está a flor de piel dentro y fuera del socialismo, tras los duros y pintorescos años del zapaterismo demoledor. Pero ya me dirán la sustancia de este mozalbete, en agitación permanente, incapaz de trabar salsa alguna y en rosario continuo de incoherencias, rectificaciones y vaciedades. No solo exaspera a los propios sino que desconsuela y preocupa a los que defendemos el sistema, incluso por encima de ideologías.

Desde el comienzo es un continuo desatino tratando de expresar lo que ignora y manifestando con torpeza lo que parece conocer. Desde aquel vistoso patinazo en su deseo de hacer desaparecer el Ministerio de Defensa, hasta el error o la mala intención de atribuir el divorcio al Gobierno de F. González - ya quisiera recibir de él lecciones que necesita de patriotismo, democracia y sentido común- e ignorando el papel esencial de la UCD. O reiterando como papagayo la necesidad de derogar la reforma laboral, sin saber exactamente en qué aspectos o cuando, y desdiciéndose de lo dicho. Y no digamos con la nueva reforma educativa pretendida, tras treinta años de fracaso del modelo propio. O la obsesión por ocupar toda la izquierda y despreciar acercarse a lo con desdén considera torpemente "las derechas" de PP y C´s, lideradas por un hombre como Rajoy, criticable hasta en el éxito económico pero con sentido de Estado del que Sánchez carece absolutamente y un político revelación, sin apenas experiencia pero que transmite desde la sencillez y la honestidad expositiva, aparte su patriotismo que hermosamente califica de constitucional.

Zapasanchez es demasiado liviano, algo engreído y lenguaraz, con un aburrido toque altanero, incapaz de improvisar sin errores, seguramente como producto de cierta liviandad intelectual que le transparenta en su carencia de facultades para convertirse en hombre de Estado. Su patrimonio está esencialmente constituido por la juventud, pasajera por naturaleza y una cultivada imagen elaborada en los medios de comunicación propensos.

Pero el golpe al Estado en Cataluña no parece debilitado ni siquiera por la fuerza del crack económico que se avecina. De ahí que simultáneamente exigen lo financie el propio Estado golpeado. Y lo peor es que así ha venido ocurriendo y nada impedirá continúe en el futuro. Es un golpe maestro y sin final inmediato, con butrón en el costado del Tesoro Público. Y sin necesidad de dialogarlo. 

Y en estas llega el joven socialdemócrata asegurando su fidelidad constitucional sin comprometerse a pactos "carnavalescos" que decía otro ilustre estadista. No quiere rubricar documento alguno con el "peor Presidente de la democracia". Ya ven la miseria moral en que desenvuelve sus principios. Carece hasta de memoria histórica, olvidando la era ZP del declive nacional, origen de la rebelión catalana. Y tiene el descaro de igualar en crítica la traición de Mas con la política al respecto de Rajoy en estos cuatro años, con más o menos aciertos pero impecablemente constitucional. Repite con la velocidad del loro su deseo de una España federal sin al parecer haber realizado reflexión alguna sobre el modelo. Debería conocer el magnífico trabajo que sobre la cuestión elaboró la Fundación Alfonso Perales, vinculada al propio PSOE. En fin, un fenómeno que salvo pueda quedar algo embridado por la sensatez de Rivera- la sección juvenil del PP, dice el inane político- puede traer días más tristes que los de su padre putativo.

El poema infantil del venezolano Manuel F. Rugeles, del que extraigo algunas palabras, parece estar dedicado todo él, a este ilustre prócer nacional:

!Ay mi lorito, lorito real!...!Cuántas palabras repites ya con increíble facilidad! El vecindario quiere escuchar tu repertorio de no acabar... !Qué forma tienes de charlatán!... !Ay mi lorito! ! Qué verde estás! 

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