Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 19 de noviembre de 2015

La Opinión de Julián Delgado. Mallorca


Artículo de Julián Delgado que el próximo sábado día 21 publicará el Diario “ÚLTIMA HORA” de Mallorca

Vencerá la democracia

El terrorismo yihadista carece de escrúpulos morales, pues la causa que persigue es sagrada; y la violencia se vuelve cruel, contagiosa y desmedida, cuando entra en contacto con su justificación. Según Setmarian (el más sofisticado exponente de las técnicas de la yihad) el terrorismo es un deber y matar, una regla. Todo joven musulmán debe convertirse en terrorista. Los ataques suicidas les son muy útiles por su facilidad y bajo coste; es la cultura del martirio de los kamikazes revitalizada por el islamismo. El suicida ha interiorizado una visión heroica y enaltecedora de su sacrificio y ha sentido la necesidad de trascendencia social.  Por tanto, los yihadistas, fanatizados, son capaces de asumir ciegamente cualquier sacrificio, capaces incluso de suicidarse si la situación lo exige. 

Por el contrario, a las democracias que con él se enfrentan las deslegitima el uso de la violencia, máxime si se exceden en su empleo o lo hacen sin precisión. Además, los países occidentales llevan a sus hombres a combatir poco menos que arrastrados: en una sociedad hedonista que vive en la opulencia, pocos son los que están dispuestos a arriesgarse a perder la vida. 

Por otra parte, los islamistas disponen de una doctrina de guerra diáfana: nunca muerden más de cuanto les cabe en la boca, no emprenden campaña que no puedan sostener, digerir y aún rentabilizar en términos políticos. Mezclan el uso de las modernas tecnologías con el primitivismo de la sangre derramada a cuchillo. Los estados de derecho no disponen aún de una doctrina de defensa eficaz y aceptable por sus ciudadanos.  

Pese a estas claras desventajas, la democracia vencerá. Europa ha superado momentos infinitamente peores. Se está cerca de concretar un nuevo modelo de guerra ad hoc que se incardine en una estrategia holística de seguridad europea contraterrorista. Basta saber cuántos muertos serán necesarios para que Europa despierte de su letargo buenista y cobardón y se dote de una Eurofor y una Europol con su correspondiente servicio de inteligencia, capaces de fortalecer su defensa y seguridad. Le pediremos con Benedetti: No te rindas, no cedas/aunque el frío queme/aunque el miedo muerda/ aunque el sol se acabe y se nuble el viento… 

 

 

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