Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La Opinión de Julián Delgado


Artículo cedido en exclusiva por Julián Delgado

LA GRAN FALACIA

Julián Delgado

Una de las falacias más extravagantes que se han escuchado en esta intensa precampaña preñada de rebeldía independentista es la que repite todo socialista al que le ponen un micrófono a su alcance: Mas es el culpable del desafío soberanista, pero Rajoy es el responsable. Y repetido mil veces, empieza a tener éxito en las mentes desmemoriadas. 

El Partido Socialista de Cataluña ha sido uno de los grandes culpables de que la ideología nacionalista sea hegemónica: nunca le opuso resistencia; por el contrario, le brindó su apoyo en temas tan sensibles como la política lingüística. Los votos que ganaba Felipe González en Cataluña los utilizó el PSC para desarrollar una política de seguidismo nacionalista, sin que sus compañeros del PSOE osaran ponerles freno. Con Zapatero se llegó al colmo al darles toda clase de facilidades para que Maragall, ya desequilibrado y en pleno delirio soberanista, pactara con Esquerra un nuevo Estatuto al margen de la Constitución, que fue el origen del actual desafío. Como señala Francesc de Carreras: Los intelectuales del entorno socialista han sido los responsables de que la cultura fuera monopolizada  por los nacionalistas.  

Ahora, en el momento en que los socialistas no tienen más remedio que cerrar filas en defensa de la unidad nacional, se produce en el PSOE un síncope angustioso al escuchar los crujidos de las distintas sensibilidades del partido en cuanto al modelo de Estado. Crujidos que le llevan a la búsqueda de equidistancias, al desconcierto, a la indefinición, al bloqueo. Díaz exige lealtad a España, Ximo Puig veta la iniciativa de defender su unidad, Iceta se desmarca de lo mismo, ambos consideran a Cataluña como nación, Chacón hace piña con ellos y Sánchez discurre entre unos y otros buscando equilibrios imposibles con el riesgo de caerse del alambre en cualquier momento. Lo único que se

le ocurre es proponer un federalismo innecesario, pues ya estamos en él, cuando lo conveniente es culminarlo con mayor integración de las CCAA en el proyecto común.  

El culpable es Mas, el responsable es el PSOE, pero es cierto que Rajoy se encontró con un volcán en erupción y no hizo nada por calmarlo. Ahora, no le queda otro remedio que frenarlo.   

 

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