Publicado en el "Diario Córdoba" el 3 de Diciembre 2013
EL REY MAGO
Javier Pipó Jaldo
El monarca hizo suyo el aserto de
que si la institución se moderniza desaparece. Por eso solo se adapta. El
reinado comenzó tutelado y el mensaje navideño de ese año es una alabanza al
general Franco y una apuesta por su legado. De eso hace 37 años. La
Constitución aprobada tres años después define como forma política del Estado
la monarquía parlamentaria, pero racionalizada, estableciendo que la soberanía
reside en el pueblo, poder constituyente del que emanan los demás poderes del
Estado. En consecuencia el Rey no es soberano sino órgano constitucional. Es
Jefe de un Estado complejo, difícil y muy costoso e ineficiente.
Sus poderes son limitados pero no
sus funciones y errores. En momento de rebelión contra la Constitución debe
desplegar capacidades de simbolismo, representación, moderación y arbitraje de
manera inequívoca, con fuerza, vigor y autoridad.
La monarquía constitucional ha
proporcionado el periodo más largo de estabilidad y permanencia institucional
de nuestra historia y el mayor prestigio internacional. Es austera en términos
relativos y comparativos con otras monarquías europeas, con quienes comparte la
culminación de Estados fiables, prósperos, democráticos y libres.
El Rey está maltrecho y pasado
mañana cumple 75 años. Nos habla apoyado sobre la mesa del poder real. Le
pedimos que lo ejerza. Que preste un servicio más a la Nación. Ahora necesita
ser mago, es decir, sabio. Felipe V conocido como “el Animoso” no conoció a Mas
y sus insultos gratuitos de cortina negra y corrupción. Algo más que ánimo
necesita el último de la dinastía. Felices Reyes Magos.
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