OPINIÓN

LA TRIPLE CRISIS

Javier Pipó Jaldo
http://elblogdejavierpipo.blogspot.com
9 de Enero de 2013

Vengo defendiendo una triple crisis en España que quizá repita la ya vivida hace doscientos años. Crisis como Nación; crisis de Estado y crisis de Gobierno.

Pero la actualidad me impulsa a comentar otras cuestiones menos densas, aunque sea muy brevemente y dejando al menos una reseña.

Quizá debería empezar por la insidia del Portavoz del Gobierno andaluz que ante la opinión del Obispo de Córdoba sobre la ideología de género, que basa en la moral cristiana de la que debe poseer un magisterio del que aquél carece, arremete fiera y estúpidamente solicitando “un bozal para monseñor”.

Como es natural, la gravedad radica en que quien solicita la mordaza es un alto representante del Gobierno andaluz. Está claro que estos demócratas de pitiminí les viene grande el catálogo de libertades constitucionales y el sistema en sí. Al fin y al cabo su única ideología es la de género. Prefieren las democracias populares y los comités contrarrevolucionarios.

Cobra del Presupuesto una altísima remuneración, sin cualificación que justifique la canonjía y sin necesidad de justificación del puesto perfectamente prescindible y encima insulta a ciudadanos respetables y respetados por gran parte de la sociedad instruida y democrática. El Presidente Griñán es un político mediocre y populista, pero educado, con formación y razonable, que ya debería haber cesado a este gañán de la política o cuando menos colocarle el bozal que pedía para monseñor.

Por otra parte, el viaje ayer del Heredero de la Corona junto al Presidente del Gobierno de la Nación y el indigno representante del Estado en Cataluña, el insignificante Mas, pone de nuevo sobre el tapete la distribución del poder del Estado y la financiación de ese poder. El tema no tiene fin por ahora, sobre todo cuando además se integra en una espesa corrupción en la que los dos socios del partido gobernante convergen y se unen hasta la náusea.

La cifra sobre la inversión del Estado en Cataluña pone los pelos de punta y deja al descubierto la miseria moral del nacionalismo que es flor que solo vegeta entre la mentira y el saqueo. De manera que debemos preparar el espíritu para que entre el resto de los españoles financiemos la secesión catalana y después la vasca. Suprema estupidez colectiva.    

Pero las cifras cantan. En España la inversión se ha reducido un 60%, no llegando ya ni al 2% del PIB. Mientras, los intereses de la deuda han aumentado un 70%. No obstante, el FLA que nunca acabará y que jamás se devolverá, aumentará un 54% para el próximo año. Pero de los 23.000 millones previstos, Cataluña arrebatará 8.300 millones, es decir, el 36% que financiará su déficit – que ya alcanza el 22% de su PIB- y sus famosos bonos patrióticos en la intolerable cifra de 4.300 millones. De lo imposible a lo imparable.

Pero observemos como Andalucía, con su Gobierno de progreso socialcomunista, resuelve el problema con más claridad y sin tantos cientifismos inútiles y burgueses. Escuchemos al Vice Valderas en plan estadista: “Que no se santifique el déficit, porque el que tendrá Andalucía será poco y además no se cae el mundo”, “porque el problema no está en el déficit”. Lean despacio donde se encuentra el problema según el Metternich andaluz, (el problema está): “En como se es capaz de tener una racionalidad de modelo económico que ponga en valor la riqueza de nuestro país con mayor fuerza y que ponga en valor el equilibrio de las cuentas públicas”. Creo que ahora se comprende mejor.

Pero no crean, su portavoz parlamentario, sin tanta poesía política despachó el asunto, con referencia al Ministro Montoso, con unas solemnes palabras que encierran todo un programa de gobierno: “Que se meta el déficit por donde estime conveniente”. Pues eso. Creo que la triple crisis queda corta.