Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 16 de mayo de 2012

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA




LA CLAUDICACIÓN DEL ESTADISTA

Javier Pipó Jaldo
16 de Mayo de 2012



La víspera de la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el grupo de ideólogos que gobiernan ésta hermosa región, tan grande como Portugal y la más poblada de España, presentan una rectificación del Presupuesto de 2012, con disminución de 3.500 millones de euros. La verdad que la acción tiene mérito porque han negado reiterada y descaradamente cualquier marcha atrás convencidos que cuando los aprobaron en Diciembre, encontraban la solución a los problemas de Andalucía y serviría de guía a los de España.

El Presupuesto de 2012 alcanza la escalofriante cifra de 32.000 millones de euros, es decir el 22% del PIB andaluz, estimado con optimismo en unos 145.430 millones de euros. Pero crece más del 1% sobre el de 2011. No las inversiones, claro, que pese a lo predicado solo representan el 3,8%, mientras que las transferencias se llevan el 48%. Y la deuda, ojo la deuda, 2.230 millones, es decir el 18%. Por eso en mi columna LA AZOTEA del pasado 26 de enero me atreví a calificarlos como de "puro disparate" y en la de 22 de marzo como "alocado e inútil". Calificativos que no han resultado desmesurados porque además en ésta última fecha dije que el Presupuesto debería rebajarse no menos de 4.000 millones de euros. Bueno, los rebajan 3.500 millones.

Ahora digo que la rebaja es absolutamente insuficiente porque la realidad es mucho peor que hace solo un mes. El Presupuesto debería ser disminuido en otros 1.500 millones. Es decir, creo que sobre el importe aprobado en diciembre, la rectificación debe alcanzar una cantidad nunca inferior a los 5.000 millones de euros. La operación no es tan dificil. Pongo dos ejemplos. La Cooperación Internacional está presupuestada en 77 millones, resulta insultante. A los Sindicatos, se anuncia una rebaja de unos 10 millones. A los funcionarios sin embargo les rebajan muchos e importantes complementos de sueldo. Es tan fácil y tan difícil suprimir las irritaantes subvenciones. Ya nalizaremos el documento. Ahora nos conformaremos con anotar la claudicación del estadista. Ya se nota la Nueva Era.  

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