Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 23 de diciembre de 2015

La Opinión de Javier Pipó. La Azotea


La Azotea de Javier Pipó

LA ENTREVISTA

  De manera que los dos políticos al frente de los grandes Partidos, soporte del achacoso constitucionalismo que sufrimos o gozamos según versión más o menos optimista, se reúnen para constatar que tienen diferencias insalvables para rescatar España del abismo en que yace. Una satisfacción en visión ilusionada, o de depresión profunda y melancólica. Y claro que los hay de las dos contemplaciones, según posición que ocupen en el observatorio.

  Pues miren, para constatar el desprecio personal con el que se obsequian y nos castigan, no necesitaban reunión alguna. Bastaba que cualquiera de los numerosos edecanes de los que se rodean, pagados generosamente con el Presupuesto, se transmitieran mutuamente las percepciones e intentaran al menos, llegar a un acuerdo para mandar mensajes de socorro a Merkel, Hollande u Obama o un margallo en busca de solución al caos que han originado. Y estar callados ya que no parecen avergonzados.

  Y no pretendo para nada igualar las posiciones de uno y otro y sus correspondientes responsabilidades en el desaguisado. El uno, es político serio y solvente, pero profundamente equivocado, que ha dilapidado un tiempo precioso para impulsar a la Nación española, al menos hasta mediados de siglo. Un político creyente profundo en la teoría marxista del motor económico de la Historia, como único elemento digno de la atención de un gobernante del siglo veintiuno, en la mayor de las crisis desde el triunfo sobre el nazifascismo y el derrumbe del muro infame levantado con sangre por el comunismo. Y claro, abandonó la política. La política de las cosas cotidianas, de la moral social, del derecho a una sociedad inmersa en la ética del comportamiento, de los valores y principios que hicieron posible y grandioso el constitucionalismo europeo. Y mientras sus valiosos esfuerzos se centraban en los libros de contabilidad, que logró milagrosamente ponerlos a salvo de la debacle, un círculo de canallas politicastros, pusieron la inteligencia al servicio de la ambición y el  enriquecimiento. Un desastre, porque una vez más la Nación quedó pendiente de una regeneración profunda, de la vuelta a los valores de la civilización cristiana, de la regeneración de valores eternos de honradez, austeridad y limpieza en la vida democrática, mientras se acrecienta el amor a la libertad.

  Y del otro, pues poco que decir cuando la escasez política que de él conozco no vale nada que merezca la pena. Es corto de ideas y largo de palabras inútiles, cuando no hirientes, inapropiadas e inoportunas. Una calamidad política que seguramente pasará como segundo ZP pero en peor, más dañino para los intereses generales y concretos de la socialdemocracia. Tampoco goza de equipo valioso para la gran política. Observen como resulta imposible saber la posición de Zapasanchez en una Europa sin Gran Bretaña o asaltada por millones de inmigrantes o arrugada por el terrorismo yihadista. Y que decir ante el desafío del nacionalismo independentista catalán y el que asoma la oreja en Vascongadas. Y ya me dirán si en efecto comienza una nueva recesión sin haber consolidado la que aún nos sacude, cuando su demagogia de vulgar agitador se apropia hasta del Estado del bienestar. 

  De manera que tras el fracaso rotundo de ambos políticos al frente de sus respectivos Partidos y de sus responsabilidades de Estado, deberían abandonar inmediatamente uno, la Jefatura de Gobierno y otro, la Jefatura del Partido y sus aspiraciones a suceder a Rajoy. Sánchez no sirve para la política de altos vuelos. Su revolucionarismo infantiloide, en su caso, debería ensayarlo en concejalía a su altura.

  Además, si el uno reprochó al otro la indecencia de su comportamiento, que ya es valor cuando quien pretende sucederle - y Dios no lo quiera- gerencia la mayor olla de corrupción de la historia contemporánea de España y el otro lo sitúa y con razón en la indignidad ¿para qué y por qué se reúnen? 

  Miren, ambos deben dimitir y ceder el puesto a personajes mejor dotados que con generosidad patriótica vislumbren una solución de constitucionalistas, defediendo la unidad de la Nación española frente a los retos gigantescos que se avecinan. Quizá la dirección apunta hacia un tripartito temporal con C´s, antes que unas inciertas y peligrosas elecciones con el riesgo cierto de un avance aterrador del comunismo liberticida y revolucionario de Podemos. 

  Feliz Navidad y que 2016 sea mejor de lo que parece presentarse.

 

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