Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 12 de octubre de 2013

La Opinión de Javier Pipó

LA AZOTEA


FIESTA NACIONAL
12 de Octubre de 2013



Hoy es Fiesta Nacional pero resulta dificultoso concretar de la Nación que hablamos. Muchos, en silencio, hablan de Nación española, pero otros muchos, cada vez más, pondrán en duda una Nación única y preferirán hablar de nación de naciones, de su nación, de ninguna o simplemente les resultará indiferente. Es el resultado de un proceso de suicidio colectivo como Estado-Nación, como proyecto unitario ante el resto de naciones que conservan su identidad y su orgullo de ser y representar. Aquí, un sistema educativo incoherente, ineficiente, ideologizado, costosísimo, troceado en diecisiete territorios que imponen su visión de la historia, de las costumbres y hasta de la geografía, ha configurado un puzle que no quiere ni entender la lengua común. Mucho menos asumir un pasado colectivo o sentirse protagonistas del futuro a construir cada día para las siguientes generaciones.

Ahora mismo, hablar de Defensa Nacional o de Servicio Exterior es como situarse en un parque temático del siglo XVII. Aquélla – la Defensa Nacional - se reduce a una visualización de la Unidad Militar de Emergencia en suplencia de un sistema Protección Civil nacional y por ello imposible o en el mejor de los casos a la propaganda derivada de una presencia en escenarios bélicos ajenos a nuestros intereses estratégicos. Sin poder disparar ni siquiera en defensa propia, porque lo importante es estar y al ser posible y necesario prestar ayuda humanitaria. Y el Servicio Exterior pues para que hablar. Lo trascendente, la Cooperación internacional, auténtico río de dinero público que nadie conoce el destino y la eficacia en el cumplimiento de objetivos casi siempre opacos. Cooperación internacional de la Admón. Central, constituyó la lanzadera de la inefable Leire Pajín; de las Comunidades Autónomas, la JA destina más de 70 millones en manos de iletrados manifiestos; de las inútiles Diputaciones; de los Ayuntamientos y hasta de las Universidades. Mientras, el aguerrido Margallo ya habla de cerrar embajadas y llevarlas al ámbito de la UE. Creo debe integrarlas en las de las Comunidades Autónomas que son las boyantes. Menudo prestigio.

Y un año más se mantiene el desfile, pequeñito, que no canse, que no moleste, que resulte económico. Seguramente el próximo se hará con soldaditos de plomo y tanques de hojalata y así resultará más barato, más divertido y menos “coñazo” que decía Rajoy. El año pasado, por estas fechas, el Príncipe decía que Cataluña no es problema, quizá sea la solución. Se podría proponer la integración de España en Cataluña y lo resolvemos. Este año preside el desfile de Teniente Coronel desde luego, porque no habrá presupuesto para ascenderlo a General.

Y un año más, sin aparecer los Presidentes de Cataluña y el Pais Vasco. No va con ellos porque su tiempo está dedicado a gobernar, conduciendo a sus respectivos pueblos hacia la  gloria del independentismo. Mientras llega ese momento, fijado por Urkullu en 2020 y Más cuando pueda pagarlo, siguen cobrando como representantes del Estado, con desprecio total al Estado, eso sí.
El pasado, tuve ocasión de comentar que la solitaria Infanta Elena había sido desplazada de la Tribuna para situarla en el banco de la oposición con Rubalcaba que seguramente aprovecharía para adelantarle sus progresistas y claras ideas sobre federalismo. Pero este año la han mandado a Palacio con su madre. Como sigue el caso Urdangarin en apogeo pues la tribuna se va quedando vacía. Claro, siempre quedan los más republicanos. Ya veremos en 2014, lo mismo preside Susana Diaz. Que día. Menuda Fiesta.

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