Diario Córdoba, 1 de Noviembre 2012
LA ESPERANZA
Pero mientras nos llega el
rescate, los seis millones de parados, la secesión catalana o el macabro
rigodón vasco, los ciudadanos deberíamos evitar que la clase política trate de
argentinizarnos con tal de conservar sus privilegios y acrecentar su poder,
como reclama JR Rallo.
Hace unos meses Blanco Valdés
publicó un ensayo sobre los varios rostros del federalismo para concluir que el
español se diferencia de los demás en la existencia de nacionalismos
interiores. Intelectualmente conectado acaba de publicarse el espléndido “Por
qué fracasan los países” de los profesores Acemoglu y Robinson obra que acabará
convirtiéndose en un clásico de la ciencia política. Es del desarrollo de las
instituciones políticas en un sistema plural y abierto, en conexión con las
instituciones económicas, dicen, de las que depende la riqueza o pobreza de las
naciones y no del clima, situación geográfica o forma de gobierno, que con
tanta frecuencia se esgrime justificativamente. La riqueza del mundo nace en
libertad y de la libertad, de instituciones inclusivas y no anquilosadas, que
favorezcan la destrucción creativa. Es la esperanza, o el llanto que invoca el
Rey.
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