Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

domingo, 3 de junio de 2012

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA


AL FILO DE LA NAVAJA
3 de Junio de 2012




En esta soleada mañana de domingo, anticipo del verano cordobés, es momento de reflexionar sobre el auténticamente delicado periodo por el que atraviesa España. Se ha dicho hasta la saciedad que el problema de España no es tanto de naturaleza económica, que lo es, como de descomposición moral. De hundimiento moral, de pérdida de valores, de relativismo en los códigos de conducta, de descomposición. Y en ello estamos. Pero a lo dicho se añade una crisis económica absolutamente inédita en la atormentada historia de España. De manera que si en la década prodigiosa desde 1959 a 1969 el PIB per cápita se triplicó, ahora comenzaremos a percibir un empobrecimiento galopante que nos hará perder lo conseguido seguramente en los últimos 25 años. Es ésta simbiosis entre crisis moral y económica, crisis en definitiva de valores, la que habrá de añadirse a las cuatro que señalaba en LA AZOTEA del pasado 24 de mayo bajo el título EL HURACÁN.

Se puede empezar por la cúspide, por la Corona, la Jefatura del Estado, que se encuentra involucrada en un vendaval de desprestigio y de falta de respeto; se abuchea masivamente los símbolos de la Nación en presencia de sus máximos representantes- en un espectáculo inédito en Europa- y no pasa nada. Pero podemos seguir un recorrido casi interminable que produce miedo y repugnancia. Cómo superaremos ver el vértice del Poder judicial involucrado en feo asunto de desviación de poder y solo se le ocurre argumentar que responde ante su conciencia.

Cómo tomaremos que el nacionalismo catalán aplace sus ansias de independencia porque está Cataluña arruinada y su pretensión consista en que los demás territorios le ayudemos a superarla para luego comenzar de nuevo la despedida.

¿Hasta cuando ocurriran episodios de pura trapacería como el de Bankia, que nos precipitará por el abismo? Es el mayor escándalo de la etapa democrática y el que traerá peores consecuencias. Creemos y debemos hacer que sienta nuestro desasosiego el Señor Presidente del Gobierno y esperaremos pacificamente que se depuren responsabilidades penales y civiles o perderá a velocidad del rayo la abundante confianza con la que llegó al poder.

Cómo tolerar y no perder la calma, que los jerifaltes del poder andaluz se encuentren hasta el cuello salpicados por el grandioso escándolo de los ERES y no obstante desprecien a la Guardia Civil que es de lo poco decente que va quedando en el Servicio público. Y no pasa nada. Y el mismo que entonces llevaba la Caja andaluza y ahora la Jefatura de Gobierno, no solo no dimite sino que saca pecho. ¿Por qué aún no se ha solicitado el suplicatorio? La mayor parte de nuestra clase política está podrida y tenemos casi 500.000 políticos. Alea jacta est.

No hay comentarios:

Publicar un comentario