Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 30 de junio de 2016

La Opinión de Julián Delgado

Artículo del escritor Julián Delgado que será publicado por el Diario “Ultima Hora” de Mallorca, el próximo día 2 de Julio.
Voto en legítima defensa
   Los españoles han votado en legítima defensa. Ante la alternativa que se les presentaba, la mayoría ha elegido a Rajoy; y lo ha hecho porque le han considerado el único capaz de frenar el populismo de Podemos. Esa masa silenciosa, que representa a buena parte de la clase media, se movilizó porque percibió que el populismo ponía en peligro su estilo de vida, el respeto a la ley y el orden, la estabilidad política y económica, y el actual sistema de libertades. Esos valores y estos temores pesaron más que la corrupción y los errores acumulados por el PP en esta legislatura. Ha sido el voto útil y el voto del miedo, más que justificado, para evitar el descalabro. Ha sido esa sociedad pacífica y madura la que ha parado los pies en las urnas a quien estos días les llenan de insultos en las redes sociales impulsados por el resentimiento y la falta de sentido democrático, al no respetar a los que piensan de forma distinta. En su soberbia, algunos denuncian un pucherazo. Los mismos que tras la derrota electoral lanzaban el puño en alto al son de una canción revolucionaria chilena. Era el momento de quitarse la careta socialdemócrata ¡Ya habían finalizado las elecciones!
   La situación ha cambiado respecto al 20-D, no sólo por esos 52 escaños que distancian al PP del segundo partido, que fortalecen el liderazgo de Rajoy, sino porque estos resultados le cierran a Sánchez la posibilidad de ser presidente, su único objetivo durante estos últimos meses, el que le cegó y le llevó a una situación de bloqueo. Su dimisión, después de haber perforado por dos veces seguidas el suelo electoral del partido, parecía obligada; más si se tiene en cuenta que Almunia y Rubalcaba dimitieron con muchos más escaños que él. Por su parte, Rivera, hoy enfurruñado como un niño mimado por haberse dejado un puñado de escaños en su intento de parecer de izquierdas, si no quiere caer en lo grotesco, deberá abandonar el veto a Rajoy, del que le distancian 105 escaños. Otra diferencia es que la paciencia de los ciudadanos se ha agotado, no cabe pensar en unas nuevas elecciones.
   Este país necesita un gobierno cuanto antes, pues son muchos los retos que tiene que afrontar. El tic tac del reloj corre ahora a favor de Mariano.


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