Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

martes, 2 de junio de 2015

La Azotea de Javier Pipó

LA AZOTEA
LOS ESPACIOS IDEOLÓGICOS
2 de Junio 2015

La cuestión esencial que hará salir al electorado de la situación de perplejidad en que se encuentra - quizá sin tiempo antes de las generales- consiste en delimitar con claridad cuales son los territorios ideológicos del panorama actual. Es verdad que en este mundo globalizado no es la cuestión ideológica la que dirime el control universal. Ahí tienen el experimento chino, de capitalismo de Estado, de comunismo capitalista en que consiste su régimen novedoso, salvo en cuestión de respeto a la dignidad humana. Se va abriendo mano en libertad económica para hacer crecer la riqueza y en consecuencia la capacidad de consumo pero no abandona el totalitarismo que lo define, y desde luego mantiene cerrada a cal y canto la libertad política, la posibilidad de crítica a la oligarquía de partido enriquecida y titular de los recursos colectivos que predican como objetivo del régimen. Pero aquí de poco puede servirnos el ensayo chino cuando ni conocemos como se reparten el pastel, con más o menos descaro, los jerarcas de un sistema cada vez más desdibujado y perdido en la bruma de la corrupción generalizada.

De manera que ZP, bobo de Estado que desarmó el Estado mismo haciéndole casi desaparecer, perdido entre estúpida verborrea y esfuerzos infinitos por hundirlo en el desprestigio internacional, parece que finalmente no pasaba de trompetero de quienes interesaban el desdibujamiento de las lindes del pensamiento político. Observen a su sucesor Sánchez, como abandona el espacio de la socialdemocracia atraído por la novedad de un moderno comunismo que bascula entre el bolivarismo histriónico de Venezuela y el mejor populismo autoritario de los distintos peronismos sudamericanos. Y no crean que eso se les ocurre a personajes de tan escaso peso intelectual. Imposible, porque el peligroso viraje está controlado por varios y notables figuras que o desaparecieron de la primera fila o para nada interesa figurar de protagonistas. Y sirva de ejemplo Bono, inestimable pertiguero del socialismo español del último tercio del siglo XX.

Y Zapasánchez dejó dicho muy claro que su misión y empeño consiste en liderar la izquierda, toda la izquierda, haciendo de su partido el eje esencial, capaz de ser decisivo y predominante en la izquierda española. Entonces ¿para qué ha de “alcanzar a Rajoy”? ¿Por qué la obsesión desmedida con el serio Registrador, si al menos teóricamente encabeza un partido de derecha o cuando menos de centroderecha? Porque ve en Rajoy el ala derecha de la izquierda que él representa y le ocupa un precioso y nada despreciable espacio electoral. Y porque además, la posición más cercana a la socialdemocracia que al liberalismo conservador de los populares, obliga a los socialistas a un desplazamiento excesivamente cercano al comunismo del chándal y la coleta y eso – en este momento – le hace sentir vértigo de perder la propia identidad, aunque desobedezca el mandato de sus poderdantes. Pero aún queda tiempo para observar el desarrollo de las caóticas negociaciones en la formación de gobiernos locales y regionales y los tozudos hechos nos darán cabal medida por donde discurren los corrimientos ideológicos que se llevan este primer cuarto de siglo. Pero no seria la primera vez que el partido más cercano al modelo ideal, con la fortaleza que da la legitimidad de no escamotear sus principios, engulle antes o después a quien no es capaz más que de una burda imitación ideológica por afán desmedido de poder. De manera que la pretensión del inmaduro Sánchez, de desplazar a Rajoy del centro izquierda y el ansia de gerenciar incluso el comunismo de Podemos, puede hacer del socialismo democrático un insignificante partido en el panorama español.

En cuanto a los populares, el deslizamiento operado hacia la izquierda está resultando letal para los intereses de Estado que les correspondería defender. Nada tienen que hacer en la socialdemocracia de la que están siendo alejados con desprecio por sus titulares naturales. Rajoy, sin nadie a su derecha y situado en espectacular mayoría absoluta, debió liderar un regeneracionismo profundo y duradero; una reforma sensata de la CE, buscando solución al problema territorial de la Nación y un avance decisivo en la reubicación del moderno liberalismo conservador y centrista. Y desde luego, plantar pilares decisivos en la reindustrialización de España y avanzar en la sociedad del conocimiento. El éxito en el rescate económico y la recuperación, seguro la habría llevado a cabo también, un sensato socialdemócrata. No cabía otra ni mejor solución.


No hay comentarios:

Publicar un comentario