Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 18 de junio de 2015

Otras Opiniones. Julian Delgado

Artículo del escritor mallorquín JULIAN DELGADO que se publicará el próximo sábado, día 20 de Junio, en el Diario "ULTIMA HORA" de Palma

El cordón sanitario 
Julián Delgado. Escritor   

El cordón sanitario, inventado para controlar epidemias y evitar sus estragos, se ha recreado en España para excluir al PP de la vida política. Esta infame práctica propia del sectarismo más tóxico -pues en democracia el objetivo es cohesionar, no excluir a quien acepte las reglas del juego- la pusieron en práctica los nacionalistas catalanes en el Tinell con la bendición de Zapatero. Hoy se repite contra el mismo partido, de la mano de Sánchez, con el objetivo de echarlo del poder y maquillar su derrota electoral, aunque para ello deba vender su alma al diablo. Pactaremos con todos menos con Bildu y el PP. Hace falta sentir un odio patológico para proferir tamaña deyección mental. Y es que el odio es una pasión perturbadora del alma que ahoga la objetividad; y si amenaza nuestra integridad psicológica, con el tiempo se incrementa y se acumula, hasta que se llega a desear la destrucción del objeto odiado.

“…el odio es una pasión perturbadora del alma que ahoga la objetividad…”

Lo que les faltaba a los de Podemos, educados en el odio, no queremos justicia sino venganza, para desatar su rencor y su violencia, hasta ahora verbal, contra el enemigo común. En sólo unos días, hemos sabido que cargos de esta formación se habían burlado de las víctimas del Holocausto, de Irene Villa y de Marta del Castillo; han querido empalar a Gallardón, sacrificar al ministro del Interior y vitoreado al grupo terrorista Terra Lliure; la asalta capillas madrileña amenazó arderéis como en el 36, y un concejal nos ha intimidado con su puño, en el que lleva tatuada la palabra odio. Abuchearon los discursos de concejales del PP y Cs. y, en la calle, la horda festiva injurió y amenazó a éstos con la horca y la guillotina. Mientras, Bildu exaltaba el terrorismo de ETA y amenazaba con la necesidad para algunos de llevar escolta. 

Ante este clima de enfrentamiento sectario, ante estos excesos revanchistas, ante la preocupación de un importante sector de la sociedad, que ve el peligro de volver a un pasado que creíamos superado, el partido socialista, del cual cabría esperar ponderación y sensatez, se ha sumado a la fiesta señalando con el dedo a quienes merecen ser encerrados en el centro del cordón. Piensa Pedro que, galopando sobre los lomos de Pablo, va a llegar a la Moncloa. ¡Ja! 

 

 

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