La Azotea
TALENTO Y TALANTE
21 de Junio 2015
Desde la negra etapa de ZP, no habíamos
gozado desde las instancias del poder un discurso capaz de engarzar
retóricamente tales expresiones. Hasta el momento ya digo, ignorando al bobo de
Estado, con ellas se pretendía describir una situación, un grupo o un
personaje, entendiendo por talento algo así como una simbiosis entre actitud y
aptitud o cómo saber utilizar los dones que los demás carecen. Consistiendo el
talante en la capacidad para establecer el contexto adecuado para que se
desarrolle el talento. O en definitiva y como alguien dijo, que talento y
talante conjuguen con tiento y aguante. Pero mira por donde, llega la rutilante
estadista sevillana y nos presenta su gobiernillo con estridentes
calificativos, tan rimbombantes que ruboriza transcribirlos, pero que han
resonado por Andalucía entera, pregonados por unos medios de comunicación
fervorosos, la mayoría bien engrasados por el presupuesto.
Y esta criatura política, ha tratado de
convencernos- aunque no la hayamos votado- que lo suyo es "el Gobierno del
talento y del talante”. Ahí queda eso. Como si el talento se generara de forma
espontánea y el talante fuera un gesto de forzado voluntarismo. Como si la
frase necesariamente pudiera convencernos de una nueva era, empeñada en
aparentar como iniciada. Y conste con carácter previo que los demócratas o
constitucionalistas, debemos agradecer a Susana su gesto de desprecio a los
comunistas reaccionarios de Podemos hasta dejarlos estupefactos. Tanto como su
guiño simbólico a C's, más o menos sincero – en ella pocas cosas lo son -
conociendo son de peligro fácilmente descriptible. Ya digo, se nota un montón
la mano de Felipe Glez con permiso del pertiguero Bono.
Desde luego Pipó – decía mi cansino
histórico- usted es difícil de convencer, quizá porque anduvo demasiado cerca
del poder, conociendo el suelo de sus cavernas; pero no me negará se trata de
un Gobierno brillante y eso supone un tanto para la Presidenta. Bueno, le digo,
no es para entusiasmos partidarios y menos en mi caso, de independencia siempre
defendida porque nunca me abandonó el peligro de perderla. Pero no me referiré
a cada uno de los consejeros, por resultar empeño no solo tedioso sino
inútil y conducente a profunda melancolía.
Miren, aquí no caben juegos de tronos
fantasiosos sino más bien empeño en descubrir si bajo la hiel encontraremos
algún día la miel. Porque ahora contabilizamos treinta y cuatro años de
historia de agujeros siderales, pero cuando Susana finalice su mandato el
régimen habrá durado más que el franquismo. De manera que la primera valoración
será la continuidad del sistema, reforzado por un Parlamento blindado ante
cualquier veleidad de apertura al cambio. Un parlamento más bien proclive a los
tercios de familia y sindical, con un presidente a lo rodriguezdevalcarcer y un
órgano de gobierno que cuando el TC se pronuncie sobre el golpe de mano de su
composición habrá finalizado esta Décima gloriosa. Y Andalucía, seguirá siendo
gobernada más desde el talante que desde el talento. Tan así como nuestra
progresiva identidad con Grecia y como ella, con más pasado que futuro.
Pero ya me dirán si no tiene su aquél
incorporar dos Rectores, dos, a este gobierno del recambio, mejor del cambio y
mitad. Quizá lo merecían porque hicieron por el Gobierno socialista, mucho más
que la mayoría de sus Consejeros. Pero ¿acaso triunfaron o terminaron la labor
científica y organizativa que les supone tan encumbrada dignidad de Magníficos,
en sus universidades de origen? Hace años se reconvirtieron en designaciones
políticas, eso si relevantes, en la estructura de poder provincial y en algún
caso regional, como acabamos de ver. Aun confío en que se haga la luz del día
en las diez universidades públicas andaluzas; con sus miles de empleados y sus
miles de millones sin control. Bueno, se dirá que para eso están los fieles
Consejos Sociales o la inútil Cámara de Cuentas o las llamadas auditorías, ya
ven. Y en cuanto a la otra estrella fulgurante del firmamento de Susana, pues
ahí la tienen para lo que sea menester. Ella, Rosa, es inmune al tiempo y a las
circunstancias. Lo mismo le da, que le da lo mismo, de alcaldesa comunista o
diputada socialista; de Ministra de agricultura con Zapa- ya ven- o Consejera
de Fomento con Griñán, otro éxito de los tiempos del fraude sin plan. Lo suyo
es besar la mano del poder, sin una mala palabra ni una buena acción. El resto,
no tienen interés ni para la crónica social.
Aquí lo que necesitamos saber es si, aunque
mínimamente, se combatirá el fraude, la rapiña y el saqueo de los fondos
públicos. Si, aunque sea un poquito, se intentará introducir en la vida pública
andaluza, la decencia como principio y la democracia como sistema. Si
lograremos avanzar, aunque sea poco, en el prestigio internacional de las
instituciones. Y si como consecuencia de todo ello y de mucho más, Andalucia
acortará distancias con el mundo desarrollado del empleo y el bienestar social.
El talante me importa una higa si no hay talento y vergüenza. Pues eso.
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