LAS ELECCIONES
18 de Mayo 2015
En el pasado mes de Abril se
contabilizaron nada menos que 84 años desde que otras elecciones municipales
tumbaron – creo para siempre- el sistema de la Restauración que tan torpemente
culminó Alfonso XIII. Ciertamente fue un autogolpe de falsos y corruptos
monárquicos, coincidente con la fuerte influencia de una intelectualidad que
más claramente desde el Pacto de San Sebastián, buscó la alianza con fuerzas
políticas deseosas de un salto adelante en la modernización de España. Si
aquellas elecciones se concibieron como plebiscitarias, fueron ganadas con
amplitud por una monarquía desprestigiada y sin salida y aprovechadas por el
dinamismo de los perdedores que pusieron esperanza e ilusión sin límite en una
República capaz de la gran transformación. Aquello resultó imposible porque no
era pueblo capaz de luchar por la libertad sino mantenerse pertinaz en la
autodestrucción para conseguir simplemente restaurar, pero la tragedia.
Ahora, si acaso, el pacto del Tinell entre brutos y sin intelectuales; sin almirante Aznar, ya ven nuestro marinero en tierra; sin generales Berenguer o Sanjurgo y sin Rey dispuesto a “salir por cartagena”. Ahora la monarquía es republicana, enraizada fuertemente en Leticia I, no dispuesta con inteligencia y profesionalidad, a ceder el cetro para acostarse en monarquía y amanecer en anarquía. Creo que el día 24 nos acostaremos un poco España para amanecer algo más Grecia. Pero se repetirán las palabras de Josep Pla, “todo adquiere un aire de verbena triunfante, un aire de alegría directa y desbordada”. Seguramente por haber fulminado el bipartidismo. Es lo que queda de proyecto de Nación. Y el día 25 volveremos a tener pegada a nuestra piel los mismos problemas de estructura que agobiaban nuestra existencia placentera dos días antes.
Por ejemplo, una corrupción
pegajosa impidiendo el prestigio internacional, el desarrollo nacional y el
avance hacia una civilización de nivel superior que justifique siglos de
penuria y sacrificios de tantas generaciones anteriores. Ya ven la Andalucía
del fraude generalizado pero sin plan, trampeando como puede entre Rocío y
Triana, entre “votadme porque no me tiembla el pulso” y el “si no gobierno esto
no funcionará”. De manera que el resultado de las elecciones seguramente
acelerará la investidura de Susana impidiendo, de convocarse nuevos comicios,
el reforzamiento del liderazgo posible. Aunque ello poco importe porque a su
gigantismo con pies de barro, no corresponde más papel que el de la continuidad
del régimen impune recibido de sus mayores. Si acaso debe esforzarse en
perfeccionar los métodos de simulación y ocultamiento que eviten procesos
judiciales molestos a siguientes generaciones. Sí, no lo duden, el Poder
judicial, volverá el día 25 a ser lo de siempre. Una caja de guardar papeles
para que el tiempo haga de bálsamo justiciero. Y mientras, la política
recosiendo togas y puñetas a la espera de tiempos mejores, en la siguiente
generación.
Y en el resto de la Nación,
volverán a primer plano los explosivos de espoleta retardada en que consisten
las comunidades autónomas, adosados a su columna vertebral. Un Estado
insostenible, inviable, que financieramente sobrevive con fondos estatales como
el FLA o el FFF y que causan asombro en el ámbito de la UE. Pero el intrépido
Montoro cree trabajar para la cohesión nacional, endeudando al Estado,
estrujando contribuyentes y formulando el principio de Mota que anuncia bajada
de impuestos hoy no, mañana. Él sabe que mañana será imposible, pero es
entonces cuando se convocan nuevas elecciones generales, son las que tocan, y
el aplazamiento de cualquier medida en el camino de la sensatez. Se escapó una
Legislatura irrepetible para modificar hasta la Constitución. Pero ya ven, el
artículo 135 y gracias. Nada de exigir el cumplimiento de su
desarrollo, una estúpida tragedia. Como el regeneracionismo imposible o el
inmoderado nacionalismo independentista, sembrando como hongos la periferia de
España.
Aunque muchos ponen su
esperanza tras las elecciones estas o las próximas, en el inquieto Zapasanchez,
cada vez más extraño al pensamiento de los grandes líderes de la
socialdemocracia europea actual o histórica. Al menos, debería imitar a Felipe
González. Ojalá su desvarío fuese solo en periodo electoral. Porque de los
llamados partidos emergentes que vienen a romper el bipartidismo – no será en
Andalucía, de partido único- mejor no
hacer referencia por ahora. Menuda tropa.
De manera que el domingo
elecciones. ¿Y el lunes? A rezar quien pueda.
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