Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

domingo, 10 de mayo de 2015

La Opinión de JULIÁN DELGADO AGUADO. MALLORCA

EL DIARIO "ÚLTIMA HORA" DE MALLORCA, PUBLICA ESTE ARTÍCULO DEL ESCRITOR
JULIÁN DELGADO AGUADO, que traigo a mi Blog con su expresa autorización y edito con sumo gusto y como un honor para publicación humilde de Opinión como ésta.  
 

Filtraciones

Julián Delgado

Decía el fiscal Martínez Zato, que para conocer el secreto de cualquier sumario bastaba ir al kiosco más cercano y comprar el periódico. Durante estos años de democracia, la prensa, a base de filtraciones, se ha hecho con todos los sumarios secretos que le han interesado: bien por precio, bien por interés personal o político del filtrador. En  cuanto el sumario de un caso de un personaje público, al que el destino le embiste vestido de toga, es echado a las fauces de la opinión pública, ésta lo devorará y, en  un solo acto y sin defensa posible, le imputará, juzgará y condenará. Se produce así una catarsis social que engulle a la víctima en una ceremonia expiatoria, que calma a la bestia de sus muchas frustraciones; hasta el próximo festín. Se violará la intimidad de su familia, sus amigos pasarán a ser sospechosos y todos ellos serán escarnecidos. Es como un sacrificio a los dioses para combatir las fuerzas del caos. Su vida salta hecha añicos, su prestigio profesional y su reputación se los traga la letrina comunal. La pena es la muerte civil.

“La Justicia parece más interesada en dar a conocer sus éxitos, que en salvaguardar el derecho de los ciudadanos”

La Justicia parece más interesada en dar a conocer sus éxitos que en salvaguardar el derecho de los ciudadanos a la presunción de inocencia; filtra los sumarios cuando le interesa y elude perseguir el delito de revelación de secreto. Para los medios no existe la ética del daño irreparable ni los límites morales del derecho a informar. Los políticos no tienen el menor pudor en lanzar a la hoguera pública a sus adversarios, sean o no inocentes, a sabiendas de que será el final de su carrera, aún si resultan absueltos.    

Más de dos siglos hace que Beccaria planteó que, para que la justicia dejara de ser inquisitorial y bárbara, era necesaria la presunción de inocencia; lo cual conmovió al mundo, según Azorín. Pues bien, llevamos cerca de cuarenta años olvidándonos de dicho principio; y cuando el ministro de Justicia intenta abrir el debate sobre esa carencia democrática, esas mismas gargantas vociferantes se lo han cerrado en veinticuatro horas. Presunción de inocencia y libertad de prensa son logros sociales básicos de la civilización. Ambos son irrenunciables porque el sacrificio de uno de ellos devalúa nuestra calidad democrática.   

Julián Delgado. Escritor

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