LA AZOTEA
NEGACIONISMO
26 de Junio
2013
El pasado día 21, el grupo parlamentario UP y D presentó ante el Pleno del Congreso de
los Diputados, una Proposición no de Ley sobre “las reformas
legales necesarias para tipificar el negacionismo
y mejorar la regulación
de los delitos relativos a discursos del
odio”. La iniciativa ya calificada por los Órganos parlamentarios,
pretende llevar al Código Penal la tipificación del negacionismo, específicamente para los crímenes de ETA y el franquismo.
La calificación global de tan curiosa propuesta la realizo sin dudar. Me
parece desubicada en el tiempo e inapropiada para la consecución del fin que parece
pretender, más
del tácito
que del expreso que relata. La denomino curiosa porque ciertamente no esperaba que en
momento tan delicadísimo para la Nación, un Partido político insuflado de españolismo – la parte buena, diríamos que sensata – aproveche su presencia en el Congreso para volver sobre el
discurso del odio entre españoles. Y me parece desubicada en el tiempo, porque ahora,
perentoriamente, lo que se requiere es un esfuerzo de toda la sociedad para
frenar el empobrecimiento y acabar con la tragedia de seis millones de
desempleados, una bomba de relojería presta al estallido.
Miren, resalta el fin de la propuesta: la condena
definitiva del franquismo y de las opiniones contrarias a los crímenes que se le atribuyen. No
seré
yo, desde luego, quien defienda la terrible represión, con juicios sumarios y
miles de fusilamientos, que con soberbia innecesaria llevó a cabo contra todo olor a
republicanismo, comunismo o anarquismo, durante la década ominosa de los cuarenta.
O los que años
antes protagonizó
el trágicamente
célebre y descerebrado Frente
popular. Pero los crímenes de ETA no pasan de burda coartada, de quien como UPyD
necesita acreditar continuamente su ideología radicalmente izquierdista.
Ambas pretensiones coartan y limitan la libertad de expresión regulada en el artículo 20 de la CE, tan hermosa
y profundamente glosada y desarrollada por la doctrina del T.C. En cuanto a los etarras, porque casi resulta boba la
iniciativa. Están
no solo documentados los crímenes y sus devastadores efectos, sino fresca en la memoria
de los españoles
las secuelas de sus desmanes. Solamente parece exigible que funcione el Estado
de derecho, que se capture y juzgue a los asesinos y que cumplan íntegramente las penas.
En cuanto al franquismo, ya está bien. Miren, en Andalucía hasta han institucionalizado
la memoria histórica.
Han creado, aunque parezca increíble, una Dirección General específica. Aquí seguimos desenterrando más que cadáveres, rencores. No se puede seguir machacando una y otra vez sobre el mismo
tema con la esperanza de acomodar los hechos históricos a la cultura
izquierdista de revancha extemporánea. Como tampoco lo sería el reclamar el silencio de
los auténticos
genocidios del siglo XX, terribles azotes de totalitarismo y crueldad
contenidos en la ideología nazi y comunista. O los genocidios del maoísmo y su temible revolución cultural o la ejercida sobre
el pueblo camboyano por el sanguinario sicópata POL POT.
Además, el Tribunal Constitucional ha sentado doctrina sobre el negacionismo
y no debe quedar oculto ante la opinión pública. La STC 235/2007 declara nulo el inciso "nieguen
o" del artículo
607,2 del CP en reforma operada por LO
5/2010. De esa manera, se penaliza la difusión por cualquier medio de ideas
o doctrinas que justifiquen los delitos de genocidio, pero en los términos del Fundamento Jurídico 9 de dicha Sentencia.
Alejado pues de la pretensión de este aguerrido partido que tan tempranamente ya huele
a liberticida.
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