LA OPINIÓN de
Javier
Pipó25 de Marzo de 2013
LOS SEÑORES
DEL PODER
Desde luego la desorientación no
es solo española, ocupa todo el espacio europeo.
He mantenido desde hace algún
tiempo que Europa está, desgraciadamente, en decadencia. Tiene un grandioso
pasado pero escaso futuro en un mundo globalizado donde despiertan potencias
que terminarán por dominarlo. Junto con USA, sin duda. Pero Europa, tan
refinada, tan sensible, tan culta, tan democrática, tan inútil, apenas
representará algo en el futuro.
El espectáculo con Chipre es de
cuadro de honor. ¿Pero a quién hemos confiado la dirección del Continente?
Claro, es que no hemos participado en la elección. Si Europa como entidad
común, no digo como unión política, quiere decir algo respetable, debe
democratizar sus estructuras de decisión. Y eso es imposible o muy difícil.
Quizá debería conformarse con una zona común económica y poco más. Eso supone
fiscalidad común, presupuestación homogénea y banco central, aparte el espinoso
tema de la justicia. De modo que ya veremos. Por ahora han esparcido una gran
desconfianza de consecuencias desconocidas y nada previsibles. Ya veremos como
evoluciona porque en el horizonte hay otros Estados en situación digamos
delicada, que ya se dejan ver y no hay criterios, sino dudas y experimentos.
Un fracaso, un peligroso fracaso.
Porque claro, problemas hay con otros Estados y
dentro de alguno de ellos, problemas de supervivencia sin resolver. Ahí
tienen el caso español. El día que estalle Andalucía – casi ocho veces el PIB
chipriota – faltarán pañuelos para lágrimas. De cocodrilo, porque la pocilga
lleva sin limpiar más de 25 años de fervor populista, camino de la extrema
pobreza. Ya lo dijo Lord Acton, la corrupción aparece en política como derivada
del ejercicio abusivo del poder. Así es y así parece, aunque en 30 años cambie
la apariencia para mantener la realidad de su naturaleza, como advirtió
Jouvenel.
Lo último de este señor del
poder, representante del Estado en Andalucía, Sr. Griñán, es para figurar en la
antología antidemocrática del disparate. De modo que él no encuentra razones
jurídicas para que pueda ser imputado. La culpa del PP y su máquina de
esparcir. Pues que redacte su propio sumario y exija que la juez Alaya sea
destinada al Instituto de la Mujer y comience haciendo punto de cruz.
Aquí, lo que resalta mayormente y
se recoge de lo que dicen unos y otros dirigentes de izquierda es la
transcripción de lo ya advertido por Largo Caballero tras las elecciones de
1936: "Que nadie se llame a engaño, las derechas en España deben haberse
terminado ya, en lo que significa gobernar nuestro país".
Pero la realidad nos muestra que
aún siendo mayoría en la representación y absoluta en el ejercicio de la
soberanía popular, el partido en el poder se pliega acobardado en maniobras
incomprensibles que provocan el distanciamiento de la estructura social de
clases medias moderadas que lo llevó al Gobierno de España. Así Cayo Lara, ejemplar
representante del pensamiento democrático pide el abandono inmediato del poder obtenido en la urnas
porque perdieron “legitimidad política”. Toda una lección de este señor del
poder, uno más, de los que nos habla el profesor Varela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario