Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 15 de mayo de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

REFLEXIONES AUN EN LIBERTAD

15 de Mayo 2021

A los diez años de una utopía imposible

 

 

Seguramente resultará creíble el que un opinador aficionado como el que esto escribe tenga la sinceridad de manifestar que comentar hoy con subjetividad discutible la actualidad política nacional, no resulta plato de gusto. Es más, lo califico como ejercicio arriesgado y melancólico. El riesgo resulta por sabido, casi presuntuoso identificarlo. Y la melancolía ya saben, ese estado de tristeza profunda que invade la inteligencia, el alma y el corazón por empeñarse en describir, y no digamos en explicar, un declive tan pronunciado e imparable de la libertad.

Miren, no hay parcela de la realidad nacional donde detenerse a contemplar, deje de producir un repelús intenso y definido que termina en la impotencia frustrante de quien es consciente de su incapacidad para penetrar en tejido social que parece insensible y ajeno a una multitud incontrolada de ladrones y usurpadores del territorio sagrado de la convivencia democrática.

Ahora se aprecia mejor, como el aburrimiento producido por un funcionamiento armónico, equilibrado y eficiente de las instituciones es garantía inequívoca de una democracia madura y perdurable, única forma civilizada y progresista de convivencia. Porque la libertad es flor delicada que requiere el cuidado cotidiano de quien es capaz de apreciar su alto valor nutritivo, aunque como ahora, cuarenta y tres años después de conseguida, resulte difícil la digestión. Pero ya dijo Tocqueville que nada es más duro que el aprendizaje de la libertad y qué poco se hizo en estas décadas para enseñarla desde la escuela – donde aún no se muestra a los niños la hermosura de Texto de 1978 – a la familia, desde la Universidad a los creadores de opinión. Y claro, con Larra, un pueblo no es libre mientras la libertad no arraigue en sus costumbres y sepa identificarse con ella.

Y ya temo la versión revisada del sanchismocomunismo sobre la infame ley de memoria democrática, esa delicada joya de la democracia revanchista, inatacable desde el punto de vista judicial salvo por fascistas organizados, en palabras de la ilustre estadista Carmen Calvo. Pues seguramente trastornará la dignidad colectiva y el ordenamiento jurídico, pulverizando la Constitución e insultando la inteligencia, la Historia, el pensamiento, la investigación y sobre todo la Verdad, con o sin Ministerio de la misma denominación, dirigido por cualquier belarra de la legión que pacen en el Gobierno de la Nación y que llegaron “indignados” para acabar con la casta.

Y lo mismo decir del acto de suprema traición que supone el intento de integración de los asesinos etarras, ya en prisiones vascas o cercanas, siguiendo el modelo colombiano de JM Santos con las FARC, y ya ven el resultado ejemplar. Aquí está por ver, una vez en poder del pérfido PNV la gestión de las cárceles y en consecuencia la impunidad de los criminales encarcelados. Como pronto la de la Seguridad Social, rompiendo la poca unidad territorial del Estado, la Tesorería única y la uniformidad jurídica en el reconocimiento de las pensiones. Lo mismo los encarcelados terminan pensionados, para intentar una mejor reinserción. Pues quizá.

Y cuando Iglesias, ese zarrapastroso totalitario ha llegado a comunista maduro y formal, se corta la coleta e intenta dirigir desde atrás el festival estalinista que va cuajando en la escuela, la Universidad, la cultura, la opinión publicada, las Instituciones, la judicatura y la Administración. Y ya ven como el conjunto para el cambio total de sistema es armónico, casi silencioso y muy eficiente. Y como ejemplo, el inteligente Iceta, analfabeto funcional pero presto y servil a la causa, que lo mismo consiste en la espectacular felonía en el País Vasco que preparando un nuevo sistema de acceso a la Administración, no valorando mucho la facultad de la memoria, propia de fascistas, sino la actitud del aspirante, lógicamente coincidente con la de los iluminados de la nueva situación, convertida en envidia y copia del mundo, como dice la no menos ilustre Ministra Yolanda Díaz.

De manera que, para este infando cesto, sobran los mimbres franquistas de la Corona o de un Tribunal Constitucional que se permita dejar entrever deriva autoritaria en gobernar mediante Decreto Ley, rayando incluso instituciones como el CNI. En ese cesto cabrán todas las fechorías antidemocráticas inimaginables, pero pierdan la esperanza constitucionalista y derechista, en que un Ministerio del Interior vele por los derechos individuales y colectivos, sino más bien actúe como punta de lanza de los denuestos sanchistas contra la oposición democrática. Pues en mi opinión aún puedo esto decir en libertad, pero muy bien ya advirtió Chesterton que este mundo nunca será seguro para la democracia. Y así es. Como nunca.       

  

 

 

 

 

 

 

 

     

 

 

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