LA AZOTEA
LOS TABERNARIOS
7 de Mayo 2021
Pues
ciertamente en esto no se equivocó ni Tezanos. Como buen mayordomo de Sanchez,
tenía todos los datos sobre la bandeja de servicio. Aunque siguiendo las severas
y estúpidas instrucciones de su Señor obnubilado por el paje Redondo, estaba
obligado como siempre, a desvirtuarlos hasta parecer lo que no eran y así animar
un previsible gentío camino de votar en deseable inmunidad de rebaño, aunque
parece que finalmente fueron sensibles a las añagazas facistoides de la Reina
de Sol.
Pues
ya ven, el éxito arrollador de esta política de la nueva ola, joven,
suficientemente preparada y dispuesta a defender sus ideas y las de los que la
votaron, parece retomar cierto interés nacional. Y ello porque, tras el
tremendo varapalo, el sanchismocomunismo parece revolverse en la desubicación y
la rabia. Y claro que traerá consecuencias. Quizá no las que necesita una gran
Nación europea, con Historia a veces brillante en el mundo de la filosofía, las
ideas políticas, el arte, la literatura, la ciencia, la técnica y el
pensamiento, incluso el teológico y el metafísico. Nación brillante sí, pero
periódicamente atrapada en la estulticia de unos dirigentes iluminados, capaces
de reconducirla a través de las sombras inciertas de un destino negro, en
retroceso acelerado hacia su destrucción.
Miren,
a estas alturas resaltar que el sanchismocomunismo representa la peor catástrofe
sociopolítica y económica aunque solo fuere de los últimos cuarenta años, es
como destacar lo obvio. Parece como un Gobierno de broma, casi ingenuo por su
infantilismo bobo y negruzco. Todo provisional, todo mentira o falso o de
apariencia o de rectificación cantinflesca. Y además, a la vez, reconduciendo
el sistema desde la libertad al autoritarismo; desde la unidad de Poder a la
coordinación de funciones; desde la independencia judicial al sometimiento
popular de la justicia; desde el Estado de derecho al derecho del Estado; desde
el imperio de la ley a la ley por decreto; desde la Monarquía democrática y
parlamentaria al republicanismo obrero; desde la Nación única y diversa al
confederalismo asimétrico; desde la prosperidad al hundimiento y el retroceso.
Madrid
y Ayuso, su nueva estrella en la bandera, han interpretado el primer obstáculo serio
en el vendaval reaccionario y contrario a la Historia que representan Sanchez e
Iglesias. Pero no puede ser único porque ni el uno ni el otro van por eso a fenecer
políticamente. Iglesias, sobrevalorado profesor interino y zarrapastroso bufón,
mimado por tertulianos de casino e intelectuales orgánicos, intentará continuar
su labor de agitador callejero y divulgador de una utopía imposible. Se va de
donde nunca debió llegar y así evitar el deterioro y desprestigio de la
democracia española. Ha sido punta de lanza, teórico de salón que irrita por su
soberbia incontenible y su caradura de feria, pero que está sirviendo fielmente
doctrina a un Sánchez, cuya única lección de socialismo es aquella que le
enseña las entrañas del poder y cómo alcanzarlo y conservarlo una vez alcanzado,
en un silencio dramático y vergonzoso de los socialdemócratas.
Sánchez,
necesita a Iglesias y este necesita a aquél. Iglesias se va, pero alcanzar el
poder - con desmesurada presencia en el Ejecutivo y en las Instituciones, TVE y
el CNI entre las más esenciales- no es cuestión baladí y desde luego una vez
alcanzado no es posible olvidar el esfuerzo tan exitoso como trascendente. Deja
morralla impresentable tanto en el Gobierno de la Nación como en el de la
Comunidad de Madrid. Pero son comunistas radicales y están dirigidos desde casi
la oscuridad por Enrique Santiago, un estalinista con suficiente formación,
carácter y experiencia como para mantener en vilo el sistema en su totalidad.
El
triunfo casi personal de Ayuso señala que, mientras el comunismo militante
gobierna España, en coalición radical con un socialismo ajeno, cuando no
contrario, a la socialdemocracia europea, no es posible la equidistancia de un
centrismo vaporoso en trance de desaparición, al menos temporal. Pero también
debería señalar a los dirigentes populares que el rajoyismo cumplió su papel en
la salvación económica de España. Ahora, salvado el bache pandémico, es hora de
regeneracionismo y rearme ideológico de la sociedad, la cultura, la enseñanza,
los medios de comunicación y las instituciones. Es la hora de reconquistar la Libertad.
Ayuso y sus tabernarios madrileños son bienvenidos a la Libertad.
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