Este artículo será publicado por el Diario
Ultima Hora de Palma, el sábado día 18 de abril
EL VICEPRESIDENTE BOLIVARIANO
Julián Delgado. Escritor
Cuando llevamos un mes en que ningún día hemos bajado
de 500 muertos reconocidos y, posiblemente, otros tantos ocultados, lo que nos
coloca a la cabeza del mundo; con ancianos recluidos en residencias poco menos
que desahuciados, porque nadie se ocupó de tomar medidas preventivas; con
treinta mil familias que lloran a sus deudos, de los que no han podido ni darles
el último adiós; con 30.000 sanitarios infectados y 23 fallecidos por carecer
del material necesario para su protección por la incompetencia del Gobierno; con cientos de miles de trabajadores
engrosando las filas del paro; cuando las autoridades muestran desconcierto,
incapacidad e incompetencia para enfrentarse a esta plaga ¿A qué se dedica el
tóxico e intrigante vicepresidente Pablo Iglesias? ¿A levantar el ánimo de la
ciudadanía? No. Se dedica a loar la II República, de triste recuerdo porque
desembocó en una Guerra Civil y representa una época doliente y amarga de
nuestra historia. Una República a la que casi toda la izquierda traicionó para
inclinarse por una revolución bolchevique. Se dedica a suspirar por unos
valores republicanos que ya están recogidos en la Constitución, una de las más
avanzadas del mundo; a proferir
dicterios hacia nuestro
sistema democrático y a cargar contra el Rey. Un ataque en regla a la
arquitectura institucional y un golpe de mano a la libertad.
Declaraciones incompatibles con la promesa de
lealtad al jefe del Estado y a cumplir y hacer cumplir la Constitución a la que
se comprometió en la toma de posesión de su cargo; pero
que se ajusta a su peoyecto
de acabar con nuestro
sistema de libertades para instalarnos en la revolución bolivariana; ahora, con la burda ayuda
del CIS.
Sánchez, como en anteriores ataques a la Corona,
ha declinado salir en defensa del Jefe del Estado. A un personaje tan engreído,
narcisista y con ínfulas de César, el Rey siempre le ha molestado. Son
numerosas las faltas de cortesía institucional y, a veces, directamente groserías,
que le ha dispensado.
De todas formas, vamos mejorando, pues Irene Montero, hace un par
de años publicaba un tuit en el que se manifestaba partidaria de hacer los
recortes con la guillotina. Yo que el
Rey, reforzaría la escolta.
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