LA AZOTEA
DESPILFARRO Y CORRUPCIÓN
18 de junio de 2018
Hace ya seis años, los profesores
Daron Acemoglu y J.A. Robinson nos enseñaron Por Qué Fracasan Los Paises, Libro esencial al que hice referencia
en más de una ocasión. Es decir, los orígenes del poder, la prosperidad y la
pobreza. U otra forma de su referencia, el combate sin fin contra la corrupción
y sus resultados en términos de país, para lograr el bienestar a través de
instituciones limpias y transparentes que proporcionen sociedades libres y
democráticas. Ahora, me refiero a mi reciente lectura Aproximación a la Geografía del
Despilfarro en España: Balance de las últimas dos décadas publicado en
el Boletin de la Asociación de Geógrafos Españoles. Un estudio de diversos
investigadores españoles, pertenecientes a nueve Universidades, sobre la
dimensión cuantitativa del despilfarro de recursos públicos en infraestructura
desde 1995 hasta la actualidad – la publicación es del pasado día 15 de junio –
en los tres niveles de la Administración territorial española que sabido es, se
superponen no solo en el territorio, sino en la difusa y confusa línea de la
competencia: General del Estado, Comunidades Autónomas y Administración local,
también sabido su inútil coincidencia de Ayuntamientos y Diputaciones.
El objetivo no es desde luego hacer
una crítica de la Aproximación, que bien merece, sino aprovechar la publicación
para insertar su contenido en el páramo ideológico y de devastación moral, de
moral social de la que hablaba Aranguren, en que ha devenido el bien llamado
régimen del 78, el de la hermosa Constitución de 1978. Y para ello, como
resumen, traigo las dos frases/citas con las que encabezan su trabajo estos
geógrafos, también profesionales de la investigación socioeconómica. Del
tratadista austríaco P.F. Drucker :“Nada es más despilfarrador que hacer con
gran eficacia lo que es totalmente innecesario” y del escritor R.Sánchez
Ferlosio: ”Vivimos en un mundo en que no son las cosas las que necesitan
cajas, sino las cajas las que se anticipan a urgir la producción de cosas que
las llenan”. Es decir, conceptuar el despilfarro como la falta de
eficiencia, ejecutando tareas a coste superior al mínimo posible, lo que lleva
a disminuir el PIB o a incrementar los costes operativos para conseguir el
mismo PIB. Y ellos, en estimaciones iniciales, dicen se ha comprometido inútilmente
un volumen de recursos públicos, solo en el periodo 2000/2008, del boom
económico, en cantidades próximas al 20% del PIB. Pero sin pretender ahora
describir la gravosísima corrupción – casi sistémica y desde luego estructural
- que asola la vida económica, social e institucional de España, sí decir –
siguiendo la investigación- que toda corrupción genera ineficiencias que se
traducen en los sobrecostes del despilfarro público y por tanto en acusadas
reducciones de la productividad. El despilfarro, como actuación ineficiente
desde la perspectiva económica, es el fenómeno general en el que se incardina
la corrupción.
Pero ¿y desde el punto de vista
político? Pues la corrupción está consiguiendo la desnaturalización del sistema
político hasta ponerlo al servicio de tantos enemigos como tiene la libertad.
La libertad, como la democracia, no se mantienen para siempre, una vez
conquistadas, sino que es tarea permanente que necesita ciudadanos demócratas
amantes de la libertad, que aprendieron desde la escuela, el amor a la Nación,
como patria común, a la Constitución y sus valores y a las Instituciones que la
sustentan. Y desde luego, un ordenamiento vigoroso, al servicio de aquélla y de
los derechos individuales y colectivos, que sea capaz de orillar a quienes
vulneran las leyes sin temor alguno a las consecuencias. Ahora se impone la
posverdad, el neolenguaje, cuando no la mentira. Ahora sobresalen y son
escuchados los políticos intelectualmente líquidos, cuando no cáusticos,
soberbios, egoístas, inútiles, descreídos, autodefinidos como decentes pero que
practican la indecencia asomados desnudos a la idiocia nacional.
Es el momento que está siendo
aprovechado para la liquidación del sistema. Porque jamás el Estado y sus
instituciones fueron más débiles; desde la cúspide del Estado, a los servidores
de ese Estado; desde el inquietante Ejecutivo, al cansado, desgastado y
vilipendiado Poder judicial; desde el mayoritario y líquido Poder legislativo,
a los corrompidos Partidos políticos. Y para otro día, la llamada sociedad
civil, sus organizaciones patronales y sindicales; las iglesias vasca y catalana;
los medios de comunicación; los cuerpos intermedios; los intelectuales
orgánicos; las universidades y para qué seguir. Este batiburrillo presenciará y
nos obsequiará con un ambiente peligroso de guerracivilismo, sacando a Franco
de su tumba, quizá para exponer su esqueleto en Cibeles como antaño; aprobando
la ignominiosa reforma de la Ley 52/2007 de “memoria histórica” que
cobardemente el PP no derogó y que ahora ZAPASANCHEIGLESIAS lleva como
propuesta al CD en la totalitaria e inconstitucional Propuesta de 22 de
Diciembre de 2017. Y a partir de su aprobación una radical fiscal garzonita nos
dirá cual es la verdad, a través de la orweliana COMISIÓN DE LA VERDAD; qué es
la justicia restaurativa y quienes son víctimas y cual su censo; cuánto dinero
se dará a los que beneficien; qué procesos judiciales son nulos de pleno
derecho, ya ven y qué penas de cárcel o multas disuasorias sufrirán los que se
opongan a la verdad definida por estos enemigos de la civilización y el
progreso.
Y tiempo habrá de repasar el triunfo
ya casi definitivo del golpe de Estado catalán o de la traición que se prepara
con el nuevo Estatuto vasco o los que se prevén organizar en Baleares y
Valencia. Es el recorrido desde el despilfarro a la corrupción; desde la
cobardía a la destrucción del Estado; desde la ausencia del Estado, a la
desaparición de la Nación. Pues el tiempo comienza su marcha atrás. Ya ven.
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