La Azotea
LA SEMANA
11 de Abril 2017
Pues ya va de paso la singular y parece que imprescindible Semana,
con gigantescas oleadas de ciudadanos fieles e infieles, buscando un lugar para
manifestar cierto fervor religioso cada vez más crecido aunque no sea difícil
averiguar por qué o espacio adecuado donde ampliar la capacidad de consumo y
gasto. Y no por criticar, pero ahí tienen La Morada y su Círculo de
Espiritualidad Progresista, incapaz de sustraerse a la magia de la Semana y el
pasado día 7 – en puertas de las celebraciones cristianas – convoca unas
reflexiones sobre espiritualidad y política, con teólogos y teólogas del
progreso y su sacerdote jefe Monedero; teólogo también de la revolución que
para nada disimula su feroz totalitarismo, odio de clase y deseo de revancha
sin piedad. El muy perillán – en plena reflexión de espiritualidad marxista o
mejor, leninista- se descuelga con perlas como que él reniega del uso de la
violencia, pero Podemos está para “confrontar a los poderosos en el Congreso y
echarlos de las instituciones”: es mandato divino subvertir el orden
establecido y expulsar a los fariseos del templo. Así pues, la Semana festiva
de creyentes o no, es fenómeno que saca de sus casillas a los camaradas de la
otra oleada, la fascicomunista de Podemos porque les resulta difícil encajar el
desenfreno colectivo en esa odiosa derecha capitalista y opresora, aunque el argumento
les desborde por la apariencia de mucha derecha y poco oprobio. Sancheziglesias
le llama más prudentemente “clase media y trabajadora” con lo cual el espectro
parece más amplio y abordable.
En cualquier caso es Nación capaz de compaginar bienestar y
desigualdad, estabilidad social y desequilibrios estructurales, con el amor a
la buena vida y la felicidad. Para nada pues, necesita una pasada por la
izquierda totalitaria que le hundiría por generaciones en la miseria y la
desesperanza. Pero claro, hay que seguir, volver al tajo y no perder el ritmo,
aunque le ponga a uno de los nervios; se requiere temple y entrenamiento para lo
que ya se ve como parte de lo que se avecina. Y no solo aquí, también fuera. Ya
ven Trump, “el patán”, le viene un momento de sosiego escuchando sabios consejos
y bombardea al tirano Assad; ira subsiguiente de Vladimiro RasPutin; jolgorio de los socios europeos que momentáneamente
llegan a creerse protegidos por el paraguas yanqui, sin necesidad de pagar su
defensa y amargura en la geografía arqueológica del peor comunismo español
sacando a relucir la base de Rota como punto de partida del portaviones con los
cazas criminales. Y mientras, fanáticos asesinos yihadistas dejan sin resuello
a los despreocupados suecos, incapaces de reconocer estar agujereados en su
bienestar, como los alemanes o franceses, facilitando una crónica penosa del atentado
y ocultando la foto del niño descuartizado porque no se llama Aylan y no es
sirio. Si acaso, un poquito, si se trata de cristianos coptos cazados como
conejos por estos fervientes criminales. Primoroso retablo semanasantero.
Pero hay más en esta Semana de pasión. No me digan no tiene
su aquél el sobrevenido tema de Gibraltar que a poco nos hace sentir fervores a
lo Serrano Suñer y demás devaneos patrióticos con el embajador británico. Poco
interés pueden mostrar los gibraltareños por modificar su ciudadanía desde
súbditos de Su Graciosa Majestad – que duplica la renta del territorio
circundante- a la de compartidores de emociones con Susana y su gobiernillo
rociero. No tiene color. Pero conste, aquí no tanto debe constituir empeño
colectivo la soberanía de la Colonia, compartida o no, como acabar con el nido
de piratas financieros en que la Roca consiste desde hace más de cien años. Y
ahora con el Brexit es momento de comenzar el destaponamiento del embudo de
corrupción que comienza en su parte ancha en el Despeñaperros andaluz, para terminar
en el sumidero estrecho del Gibraltar británico. Y de lanzarse a una política
de Estado- con estadistas inexistentes- para modificar el subdesarrollo de una
Comarca deprimida hasta la exasperación, donde no se ha invertido en serio
desde el Polo de Desarrollo de López Rodó allá por 1965. ¿Acaso interesa a los
britanicogibraltareños una Comarca circundante potente económicamente, próspera
y desarrollada, más que sostenedora vital de miles de familias andaluzas? Pues
que le pregunten a Moratinos, entre otros estadistas.
Pero la Semana aún da más de sí para el rezo, implorando la
piedad del cielo para concluirla cuanto antes. Porque si nos aprietan por el
Sur, por el Norte es para salir corriendo y no parar. Produce escalofrío la
patética imagen de los “artesanos de la paz” rodeados de comunistas asesinos no
arrepentidos; neocomunistas del peor populismo y desarrapado bolivarismo;
tontos útiles compañeros de viaje, representantes de los restos de la burguesía
vasca viviendo el final de su exquisita miseria moral y los desubicados
socialistas del lugar. Todos juntos en el juego suicida de amparar una historia
de medio siglo de oprobio, sangre y lágrimas. Un desastre nacional porque no
solo representaron una comedia mentirosa y repugnante, sino que a continuación
empezará la monserga de la reconciliación, el perdón y la libertad que negaron
a los asesinados y a los miles huidos de aquella hermosa tierra. Mientras, más
de la mitad de los crímenes en la impunidad más absoluta; pero todos felices en
esta Semana de pasión infinita y trascendente.
Y por dar, también en la Semana el pintoresco y caro numerito
del estadista Puigdemont acudiendo a postrarse ante el ilustre Carter, el
zapatero yanqui, que seguramente habrá obtenido un buen pellizco para su
Fundación dedicada a sablear a defensores de causas perdidas. Es lo que faltaba
al proceso secesionista que llevará a la Nación a momentos de tensión
incontenible por la estupidez sublime e inútil de sus ciegos gobernantes,
convertidos en contables sin futuro.
Y así cierro la Semana, antes del domingo. Porque hace casi
cuatro años y medio titulé CHACÓN, mi
columna La Azotea del “Córdoba” y no me resisto a transcribir el último de sus
párrafos dedicados a la política desgraciadamente desaparecida, en esta difícil
semana:
“Por eso resulta
refrescante la puesta en escena de Carmen Chacón, estigmatizada por la
estulticia del zapaterismo pero que con valentía declara ante la declinante
socialdemocracia sentirse rotunda y radicalmente contraria a la independencia
de Cataluña…Ante el descaro del PSC y su derecho a decidir, que ella traduce
por independencia, duda. Pero ojalá sea capaz de solventar interrogantes
inquietantes del socialismo democrático y sepa ofrecer su juventud y madura
experiencia en la defensa de los intereses nacionales. Si la dejan.” Descanse
en Paz.
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