Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 14 de julio de 2016

La Opinión de Julián Delgado

Artículo que será publicado por el Diario “Última Hora” de Mallorca, pasado mañana sábado día 16 de Julio
El socialismo menguante
Julián Delgado. Escritor
    
    Los valores y fundamentos de la socialdemocracia se han asentado en las sociedades modernas como su razón de ser; pero, por su propio éxito, han dejado de ser la opción política de un solo partido. Hoy en día, el estado del bienestar y la justicia social, su esencia, los defienden todos los partidos democráticos; los han hecho suyos al asumir límites a la intervención estatal en la economía. Ha sido el resultado de la síntesis de las ideologías dominantes: el socialismo y el liberalismo; la libertad y la igualdad. Unos pueden llamarlo liberalismo de izquierdas; otros, socialismo de derechas. En España, el estado del bienestar lo inició Franco, lo consolidó González, Aznar lo mejoró, ZP lo hundió y Rajoy lo mantiene a costa de endeudarnos.
   Ante esta situación de pérdida de identidad, los partidos  socialdemócratas europeos se intentaron reubicar; de ahí surgió la Tercera Vía de Tony Blair y Gerhard Schröder, que consistía en desplazarse hacia el centro con la pretensión de renovar la socialdemocracia y superar el neoliberalismo ante los profundos cambios sociales y económicos que se estaban produciendo. No funcionó. En algunos países, como en Grecia, la socialdemocracia ha desaparecido, y, en otros, padece una grave crisis.
    Zapatero se apuntó a esta Tercera Vía al tiempo que buscaba las nuevas señas de identidad del PSOE en el izquierdismo más rancio y radical. Quiso corregir la historia poniendo en marcha la ruptura que la Transición desechó, exhibió las raíces socialistas de la guerra civil, el revanchismo, el laicismo militante, el antiamericanismo rampante. Al fracasar su política económica, dejó en herencia al PSOE el desconcierto y un movimiento social de rechazo que, convertido en partido, no sólo le disputa el espacio político de la izquierda radical, sino que, por vacío, también el centro izquierda. Sánchez, además, ha legitimado esos movimientos populistas pactando con ellos en CCAA y ayuntamientos e intentando ser  presidente con su apoyo.
   Así pues, tienen razón los dirigentes socialistas que han optado por no investir a Rajoy porque el PP es nuestro antagonista. Y tanto. Pero el día que recuperen el espacio de centroizquierda se darán cuenta de lo mucho que se parecen.


No hay comentarios:

Publicar un comentario