Artículo que se publicará el próximo sábado día 24 en el
Diario “Última Hora” de Mallorca
OLA ANTISEMITA
Julián Delgado
Cada día se hace más asfixiante la ola de
antisemitismo en España. Hasta ahora, la izquierda liderada por los de la ceja
de visa oro, armani y paraíso fiscal, coincide con la extrema
derecha filonazi y residual en el inexplicable antisemitismo
militante, mientras se abrazan con Fidel, se alinean con Maduro y se muestran
complacientes con los terroristas que defienden la yihad.
Han desarrollado en estos años un discurso
infame antisemita, antijudío y antiisraelí, una mezcla, según Juaristi, de antiamericanismo, de buenismo de los progresistas y de la recuperación del
judaísmo religioso. Reflejo del atavismo católico como un componente del odio y
desprecio a la cultura judeocristiana. Y el desprecio al liberalismo. Se
han incorporado a la llamada nueva judeofobia con elementos racistas del antisemitismo
tradicional.
Destilan con impudicia odio a Israel, al
Estado judío; le estigmatizan, le niegan el derecho a existir culpándole
de todos los males que asolan el mundo. No hay que olvidar que Israel es un
Estado democrático que se rige por nuestros mismos valores, el único enclave de
esas características en la zona que es la cuna en donde crece el odio y los
ataques a nuestra civilización. Israel constituye nuestra vanguardia en la
defensa de la liberad, para que las mujeres no sean esclavas, para que los
homosexuales o las adúlteras no sean lapidados... Este neo-antisemitismo
defiende la doctrina del apaciguamiento en el conflicto del Oriente Medio, esa
tendencia de la izquierda a la cultura de la laxitud que le lleva a considerar
inmoral la legítima defensa de la supervivencia de Israel. Lo suyo es que el
Estado pida perdón, no que se defienda de sus crueles
enemigos.
Lo más sorprendente es que a este aquelarre
se haya sumado el ínclito ministro JMG Margallo. Se ha referido a los ataques a cuchilladas y
atropellos de judíos por parte de palestinos con un comunicado marcadamente hostil
a Israel. En él equipara los muertos a navajazos a los abatidos por la policía,
no hace referencia a actos terroristas, sino a ataques y enfrentamientos, llama
a todas las partes a la contención, o sea, pide que los policías israelíes se
contengan al proteger a sus conciudadanos. Nefanda postura.
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