LA AZOTEA
Publicado en el "Diario Córdoba" el 6 de Agosto de 2012
LA VUELTA
Javier Pipó Jaldo
El repaso de las semanas
transcurridas desde la última AZOTEA nos previene para una vuelta poco
ilusionante. Hay cansancio, y a veces el miedo cala los huesos porque el final
de este maldito año parece inalcanzable y el siguiente se presume gélido como
cara de banquero teutón.
Creímos que la cosa quedaría casi
resuelta en aquél bimestre negro de mayo y junio pero llegó el cálido y ya
largo verano y el único brote que con certeza divisamos es la desesperanza ante
el inminente empobrecimiento y derrumbe de lo nuestro.
Vengo defendiendo que carecemos
de diagnóstico cierto del mal que lleva al precipicio. Pero sí tenemos
indicios. Una pobre democracia de instituciones atoradas y corrompidas o una
estructura estatal que funcionó los últimos 30 años por lo acumulado y la
generosidad de países ricos, cultos y de vitalismo calvinista. Pero el sistema
no se mantiene en pie porque carecemos de diseño y en lo que fue España, un
tropel de naciones-estados devora sañudamente cualquier intento de reducir
gastos o de poner orden y concierto.
Y nuestros financiadores europeos
huyen despavoridos una vez se desprenden de lo que pomposamente se conoce como
deuda soberana. Y el temor de nuestros socios se acrecienta al conocer el
desarrollo de episodios tan grotescos como el bandolerismo itinerante de ese
sindicalismo subvencionado y antisistema de extrema izquierda. O el espectáculo
del Parlamento regional ante la burla de una pandilla de depredadores sacando
pecho por la paz y marcha atrás que nos proporcionaron durante más de 30 años.
Seguramente avergonzados se resisten a presenciar la charlotada tanto Chaves,
el kirchner andaluz, como Griñán, la tapadera, que conociendo los papeles de
este Estado del bienestar en cartón piedra, saben que hasta el déficit andaluz
en seguridad social es de casi 2.400 millones de euros respecto a cotizaciones.
Extraña autonomía.
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